Antes de empezar a leer:

1-Los personajes tienen 18 años y son adultos.

2-Igual es un poco duro, si al final del capítulo no te ha gustado, simplemente ignora.

3-No sé como saldrá esto jaja.

Miércoles Addams estaba fogosa, besando los labios y el cuello del joven, se sentía llena de energías y deseaba comerse a aquel muchacho que la vida había puesto en su camino. Le quitó la chaqueta y la camisa dejándole solamente la corbata, decía encontrarlo muy atractivo.

—Quítate los jodidos pantalones—ordenó ella mientras se desnudaba.

El chico lo hizo y pronto ella le tiró hacia abajo del elástico. Ya desnudos, se colocó encima de este para continuar con la lluvia de besos, sentía la dureza entre las piernas, rozando, parecía una bestia queriendo entrar en la cueva. Miércoles sentía que el chico estaba siendo igual de apasionado.

—Señorita Addams...esto...—pero ella le dio una cachetada suave.

—Cierra la boca, no eres más que mi esclavo—replicó ella tomando al joven de la corbata para tenerlo cerca suyo.

Le colocó los pechos en la cara y le ordenó lamerlos. Tn obedeció y comenzó a succionar, ella levantó la cabeza dejando escapar algunos gemidos.

—¡Más fuerte!—decía—¡más fuerte!—rugió la joven mientras el chico incluso llegaba a morderlos un poco provocando un pequeño dolor, pero sobretodo, un gran placer en la pelinegra.

Miércoles se tumbó y le dio unas cuantas órdenes al joven.

—Usted manda mi señora—dijo mientras lentamente bajaba la cabeza hacia la entrepierna de la joven.

—Eso es...yo...ah...yo mando—en aquel momento sintió la lengua del joven adentrarse en lo más profundo de su ser—continua...no se te ocurra parar.

Tn aumentaba y disminuía el ritmo, provocando unas sensaciones que nunca antes había sentido ella, pero que le encantaban. Y al cabo de un rato, ella apretó las piernas mientras agarraba fuertemente la cabeza del chico.

—Joder...ha sido...genial...—respiraba lentamente, recobrando poco a poco el aliento—realmente eres muy bueno Tn.

—Gracias por el halago mi señora.

Miércoles vio al muchacho colocarse mejor, abrió sus piernas, mostrando a su amigo armado y listo para el combate. No sin antes ponerse una goma por protección. Al verlo de esa manera pues no se había fijado, sintió durante unos segundos algo de miedo, ¿cabría entera?. Pero luego recordó lo mucho que le encantaba el dolor.

Se inclinó y lo tomó de la corbata.

—¡Adelante, veamos si eres un hombre o un simple niño!—le dio un lenguetazo en la cara al joven antes de morderle el labio inferior.

Tn obedeció y Miércoles apretó los dientes, el dolor era mayor de lo imaginado, pero poco a poco, con las primeras embestidas del joven, dejó de sentir ese dolor. Lo rodeó con los brazos y este movía sus caderas. Lo tenía en pinza, era imposible escapar. La fría de Nevermore estaba gozando junto a su mayordomo quien se tumbó un poco en la cama antes de continuar. Ella lo besaba con mucha pasión para no gritar.

—Joder...esto es mejor de lo que esperaba...—pensaba ella mientras la mente se le ponía en blanco.

Tras quedar ahora ella debajo, bajó las manos para agarrar las nalgas del joven, apretando un poco mientras pedía que aumentase el ritmo. El único ruido era el de ellos dos, respirando, soltando suspiros y jadeos, parecían animales en celo.

El joven Tn estaba ya por llegar.

—Mi señora...yo...—ella asintió y le mordisqueó la oreja.

Tn sacó su pene y la goma para soltar todo sobre el cuerpo de la joven.

—Es caliente y espeso...—dijo ella mientras miraba el blanco de su cuerpo.

El chico se limpió e hizo lo mismo con ella. Ambos estaban muy sudados, tanto que sus cuerpos eran resbaladizos.

—¿Qué haces?—preguntó al joven.

—Iba a ducharme.

Ella negó y entraron juntos al baño. Miércoles se colocó de espaldas a él, apoyada en la pila donde se lavaban las manos.

—¿A qué esperas?—el joven estaba listo de nuevo, aunque muy sensible. Se colocó otra goma y volvió a meterla entre las piernas de la joven que se miraba al espejo. Su cara reflejaba claramente el momento de locura que estaba viviendo. Veía como poco a poco se iba sumiendo en la perversión y lujuria que solamente había leído en los libros.

Tras unas embestidas, se dio la vuelta para mirarlo a la cara. El joven empujaba fuertemente, el sonido del choque era lo único que se escuchaba en el baño. Ella admiraba ahora el cuerpo trabajado del chico, pasando su mano, quitando el sudor de su cuerpo.

—No lo haces nada mal...ahora...¡hazlo más fuerte!—lo tomó de la corbata y el chico obedeció—¡venga, quiero que este sonido de choque resuene por toda la maldita academia!—rugía la pelinegra mientras sentía cada embestida más fuerte que la anterior. También lo agarraba del cabello para evitar que se escapase.

Ella se acercó a su oído y le susurró algo.

—¿Está segura?—preguntó el joven, ella asintió—como deseé mi señora.

Tn agarró del cuello un poco a Miércoles e hizo presión, sacándole una sonrisa. Ambos continuaron así hasta que finalmente, el joven alcanzó junto a ella el climax.

—Eres realmente...profesional—dijo agarrada para no caerse.

—Gracias...mi señora...

Después de eso y cuando se encontraban mejor, se dieron una buena ducha larga para quitarse el olor y el sudor.

En la noche, Miércoles se tumbó y Enid se extrañó de verla de esa manera pues siempre escribía un rato antes de quedarse en la cama.

—Simplemente estoy agotada—dijo sin mirarla.

—Tenga algo de beber mi señora—Tn le dio agua.

—Yo también ando cansada...tantos chismes...—bostezó y se fue a dormir.

Los tres durmieron del tirón esa noche.

Ya llegada la mañana, Miércoles y Tn se tomaron su tiempo hasta llegar a la cafetería pues ambos estaban cansados por la sesión del día anterior.

—Venga, un día más de clases—comentó Enid sonriente.

Todo parecÍa ir bien hasta que la loba llamó a Tn y Miércoles para que acudieran al patio. Al llegar, se encontraron con una pintada en la pared que decía; Miércoles Addams va a morir muy pronto. Tn enseguida se colocó enfrente por si intentaban algo contra ella. Aún se recuperaba de la herida.

Volvieron a la habitación y Enid temía por la vida de su roomie.

—Realmente ha sido estúpido por su parte—dijo Tn—hablé con la dirección y...—sacó un portátil—colocaron unas cámaras pequeñas, así podremos descubrir quien era.

Las cámaras captaron no solamente a un individuo encapuchado, sino que eran varios.

—No son estudiantes de aquí—dijo Enid.

—Serán entonces normies—Miércoles miraba la imagen.

—¿Pero cómo hicieron la foto el día de la despedida?

—Seguro que estaban todos tan distraídos que no se percataron. Eso o que llevaban uniformes de la academia...creo que tengo una ligera idea—comentó la pelinegra.

—Cuente conmigo mi señora.

Continuará...

Bueno, espero que les haya gustado y quedado bien.

Un saludo :D