La noche era fría y el aire se colaba por las ventanas del cuarto de Yogurt Cream quien se mantenía despierto, reflexionando un poco sobre sus propios sentimientos. 

Ciertamente era afortunado, vivía rodeado de riquezas, nunca había tenido que ensuciar sus manos haciendo trabajos pesados y era el hijo favorito de su padre, ciertamente podría decir que tenía una vida perfecta. 

Pero todavía sentía que le faltaba algo ¿Pero qué podría faltarle a alguien con una vida como la suya? ¿Un nuevo tesoro quizás? No, ese vacío que lo atormentaba era demasiado profundo para ser llenado con otro tesoro ¿Tal vez era algo que el dinero no puede comprar?

La idea lo agobiaba profundamente ¿Cómo se puede tener todo y aún así estar hambriento por algo más? Algo que no puede ser igualado por un tesoro o tal vez era algo que bien podría ser el mayor tesoro de todos. 

Pero si fuera la segunda opción ¿Cuál de todos sus tesoros podría llevar tal título? Se sumió en sus pensamos buscando la respuesta y un destello violeta brilló en su cabeza 

Lilac. 

Sus ojos se abrieron ante tal revelación, la imagen de su fiel guardaespaldas y persona de mayor confianza seguía en su mente ¿Él era la respuesta a este pesado sentimiento que lo invadía? Pensando en retrospectiva, era cuando Lilac estaba a su lado que él no pensaba en ese vacío, incluso se sentía plenamente feliz a su lado. 

Puede que en un inicio su relación no fuera la mejor, tenía que admitir que fue un poco idiota con el y Lilac en más de una ocasión casi le quita la vida, en cierto punto parecía que lo hacía a propósito, pero ahora las cosas eran diferentes, Lilac le había salvado la vida en múltiples ocasiones y se había vuelto más abierto con el, convirtiendo su relación de “amo y guardaespaldas” en una relación de genuina confianza que Yogurt atesoraba profundamente. 

¿Pero de verdad una amistad era lo que necesitaba? No, la palabra “amistad” se sentía incorrecta y no se comparaba con la profundidad de su deseo. 

Esto era algo más profundo y ciertamente eso lo intimidaba, en sí, el pensar en Lilac era bastante intimidante por sí mismo, siempre armado e indiferente, era bastante complicado saber qué pensaba y en los primeros días un escalofrío recorría su cuerpo cada que sentía su mirada, era como un depredador esperando para arrebatarle la vida a su presa. 

—Lo estoy pensando demasiado. 

Dijo para sí mismo Yogurt, volviendo a cerrar los ojos intentando conciliar el sueño, o al menos así fue hasta que el inconfundible olor a lilas llegó a su nariz. 

¿Lilac también estaba despierto?

El frío de la noche entró de golpe junto con el sonido de la puerta abriéndose, tal vez Lilac decidió hacer algo más productivo con su insomnio y fue a revisar que todo estuviera en orden, tan comprometido con su trabajo como siempre. 

Podía sentir a Lilac acercándose mientras él seguía manteniendo los ojos cerrados, después de todo si mostraba que estaba despierto él podría preguntar y no se sentía preparado para hablar de los sentimientos que lo mantenían despierto. 

Pero algo era distinto, podía sentir cierta tensión en la presencia de Lilac ¿Acaso le ocurrió algo?

Lilac murmuró algo en voz muy baja pero no pudo entender sus palabras. 

La situación se mantuvo así unos momentos hasta que decidió abrir los ojos. 

—Veo que tú tampoco puedes dor… 

Las palabras murieron en su garganta cuando uno de los chakrams de Lilac se detuvo a un centímetro de su cuello. 

Con la poca luz que entraba por la puerta pudo encontrarse con los ojos de Lilac, sus ojos violetas se abrieron con sorpresa y podía ver una gran angustia en ellos, parece ser que los intentos de asesinato de los primeros días no fueron solo accidentales ¿No?

—¿Por qué…? ¿Por qué tuviste que abrir tus ojos…?

Yogurt no respondió, realmente no sabía que decir en esta situación. 

—Hubiera sido más fácil si te hubieras quedado dormido ¿Por qué tuviste que abrir los ojos cuando finalmente iba a acabar con esto? —Los ojos de Lilac expresaban su enojo y frustración, pero aún eran cristalinos, como si estuviera conteniendo las lágrimas. 

Yogurt Cream solo lo miró, sabía que debería de estar asustado, sentirse traicionado, estar enojado incluso, pero no podía, realmente solo podía pensar en que si su muerte debería de darse a manos de Lilac que así sea, él lo aceptaría con los brazos abiertos, pero no así, no mientras el dolor quede reflejado en los ojos de su amado. 

Lentamente alejó la mano de Lilac de su cuello, sin romper el contacto visual en ningún momento y Lilac no se resistió. 

—¿Te gustaría que durmieramos juntos esta noche? 

Lilac tembló por un escalofrío ante sus palabras. 

—¿Acaso me estás tomando el pelo? Estuve a un paso de matarte y tu solo… —el enojo creciente de Lilac pareció desinflarse ante la propuesta de Yogurt— como puedes estar seguro… Que no volveré a intentarlo mientras duermes. 

—No lo estoy —contestó Yogurt como si fuera la cosa más normal—. Pero al menos moriría habiendo tenido la oportunidad de tenerte a mi lado por una noche. 

Lilac lo miró fijamente, como si buscará el engaño en sus palabras, pero al no encontrarla finalmente cedió y buscó su lugar en la gran cama de Yogurt. 

—Todavía podría matarte mañana. 

—Tal vez, pero al menos por esta noche podemos quedarnos juntos, mañana veremos si viviré un día más. 

—Realmente eres un idiota confiado. 

Una pequeña sonrisa se escapó de los labios de Lilac y el corazón de Yogurt se calentó con un suave sentimiento. 

Si, esto era lo que necesitaba, lo único que llenará su vacío. 

Aun si fuera su última noche eso estaría bien, porque ahora se sentía completo.

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Honestamente me gusta mucho Cookie Run y sin duda estos 2 son mi pareja favorita, tristemente no tienen mucho material así que me tocó escribir mi propio one-shot

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