Gin había llegado al departamento, estaba en unas pequeñas vacaciones, ella y su hermano habían vivido allí desde que fueron abandonados, la renta era baja, pero al entrar, por primera vez lo vio, era Atsushi cocinando y eso la sorprendió – Atsushi

- Gin, bienvenida

- Mi hermano

- Fue a trabajar, dijo que vendrías hoy así que cocine para ti

- Ah, yo...

- Espera, ¿no te ha dicho no? Ese hombre nunca dice las cosas, le he dicho que diga las cosas que piensa o algo saldrá mal un día

- ¿Qué ocurre? – pregunto Gin.

- Espera

Atsushi entro a la habitación, busco en una caja de zapatos, Gin se asomo y Atsushi le mostro alegre el certificado de matrimonio – ahora también soy tu hermano – Gin salto de alegría y abrazo al perloso.

- ¡Somos familia!

- Si, lo seremos siempre, siempre

- ¡si!

Allí estaba sentado en la mesa esperando a Gin, cuando entro por la puerta, lo vio y suspiro, fue hasta su mesa - ¿puedo?

- Gin, adelante

Gin se sentó y casi de inmediato comenzó a llorar

- Gin...

- ¿Por qué? ¿Por qué te divorciaste de mi hermano? Dijiste que seríamos familia por siempre

- Lo seremos siempre Gin, no te llame por que he estado algo afligido, pero yo estoy para ti...

- Ese chico pelirrojo ¿te gusta tanto? Mi hermano es un idiota, pero tu... tu siempre lo has amado ¿Por qué cambiarlo ahora?

- No cambie a tu hermano, él... fue... él decidió el divorcio

- ¿eh?

Atsushi suspiro, no quería decirle a Gin que Ryunosuke le fue infiel con la amiga de la infancia de ellos, solo suspiro – el decidió el divorcio, yo solo firme...

- Ya veo... mi hermano es un idiota

- No creo que lo sea...

- ¿Dónde te estas quedando? ¿no estas en situación de calle? ¿el pelirrojo te ayuda?

- ¿eh? No, Gin, tengo familia

- ¿eh? – Gin se quedó congelada – todo este tiempo creí que eras huérfano y sin hogar...

- No, de hecho... El pelirrojo que dices, es pareja de mi hermano, bueno algo así, no se deciden

- ¿e-eh?

En aquel recuerdo

Atsushi era un joven pequeño, tenia los 15 años cuando vio a su hermano Osamu con Chuuya en el jardín – Chuuya, tengo que ir a Europa a firmar algunos tratos, por favor ven conmigo

- Seria raro que tu amigo te acompañe

- Quiero que seas más que mi amigo Chuuya

- ¿e-eh?

- Se mi asistente

Chuuya se levanto a golpear al castaño, su hermano solo reía, Atsushi quien los vio sonrió – mi hermano tiene su forma de pedirle su mano a su amado – dijo divertido Atsushi.

Gin se marchó, así que Atsushi se levantó, fue bueno platicar con ella, se sentía mejor, por lo menos no se sentía tan abandonado. Decidió ir a la plaza cercana, quería comprar algo para Chuuya por siempre cuidarlo.

Entonces, entro a una tienda de joyería, Chuuya amaba la joyería, y allí los vio juntos, eran Akutagawa Ryunosuke y Ichiyo Higuchi. – Oh, el pequeño Atsushi – dijo Higuchi sonriente

- Higuchi, Ryunosuke, buenas tardes

- ¿Qué haces aquí? ¿buscas algún trabajo?

- Solo miro joyería

- De acuerdo, solo no robes nada – dijo burlona queriendo parecer bromista. Miro a la cajera – disculpa, solo es una broma, es un chico pobre, creo que vive en la calle

- Atsushi, si quieres algo, puedo pagarlo por ti

Atsushi los miro, sonrió burlón hacia Higuchi – no gracias

- Señor – hablo la otra cajera – me temo que, si no tiene para pagar, no podre seguir atendiéndolo – Atsushi la miro

- ¿en serio?

- Disculpe, me pagan... por vender, una disculpa

- Bueno, por lo menos fuiste cortes – Atsushi suspiro – bien

Salió de la tienda, se quedo afuera un momento llamando a Sigma – Sigma, buen día ¿me haces un favor?

- Si, dígame

- Conoces a Chuuya mejor que yo

- No diría que lo conozco mucho...

- ¿puedes ayudarme a comprarle algo en línea?

- Claro ¿Qué es lo que quiere?

- Joyería

- De acuerdo

- Ah y, por cierto

- ¿sí?

- Quita mis inversiones de la joyería D'mont

- ¿motivo?

- Es personal

- De acuerdo, no preguntaré más.

Atsushi fue a un café, allí pidió una bebida de té relajante. Higuchi lo ponía de nervios innecesarios.

Mientras tanto, Higuchi seguía eligiendo una pulsera – Higuchi

- ¿mm?

- Voy a atender una llamada

- Oh sí, claro, ve

Akutagawa prácticamente escapo, la llamada era una simple excusa, anduvo dando vueltas por la plaza hasta que lo vio sentado bebiendo su té. Se miro en el cristal de una tienda, reviso que estuviera arreglado y se acercó – hola, seguimos encontrándonos así de sorpresa ¿no crees?

- No es sorpresa que tengas tiempo para ella, siempre tienes tiempo cuando es ella

- ¿Qué?

Atsushi se levantó – Me retiro, ten buena tarde.

Cuando Ryunosuke tuvo su primera oficina, empezó a estar más ocupado, llegaba a casa a las 11:00 de la noche, Atsushi siempre estaba dormido, pero le dejaba la cena, en la mañana temprano se veía, Atsushi siempre le sonreía en la mañana y le daba su desayuno. Arreglaba su corbata y se iba todo el día. Así fue durante 1 año seguido hasta que logro comprar la casa donde vivián, pero a pesar de ya no estar tan ocupado, no había salido con Atsushi. – Ryu, ¿podemos ir al centro comercial hoy?

- Estoy cansado Atsushi

- ¿y si damos una vuelta?

- Es que en serio estoy cansado

- ¿y el fin de semana podemos ir de compras?

- Contrataré a alguien que haga despensa, ¿necesitas ropa? Llamaré a alguien que te la consiga

Atsushi sonrió – no, así está bien, - abrazo al azabache, este se quedo viéndolo, se recostaron un rato. El azabache se quedó dormido, despertó en la madrugada, no vio a Atsushi, salió de la habitación viendo el estudio de Atsushi abierto, la luz salía de la puerta abierta de par en par, escuchaba algo de música clásica, iba a acercarse, pero se negó, volvió a la recamará.

Ese día, por la mañana, Atsushi bajo a la cocina estirándose, tenia pintura en la mejilla, el azabache leía el periódico – tardaste

- Acabo de despertar – dijo acercándose – buenos días – hablo dándole un beso en la mejilla

- ¿no me llenaste de pintura verdad? Este saco es nuevo

- No cariño, no lo hice, disculpa

- Atsushi

- ¿sí?

- Sobre lo que hablamos anoche

- ¿eh? ¿sí? ¿tienes tiempo?

- No, hoy llega entrega, te compre unas camisas nuevas, las otras deben estar manchadas, como esa que llevas

- Oh, si... claro, gracias, cariño

Ese mismo día, por la tarde, Atsushi hacia la cena cuando el azabache llego, - bienvenido amor

- Por fin en casa – suspiro – estoy tan cansado

- Has tenido días difíciles, ¿te gustaría un baño con burbujas y algo de compañía?

- Te acepto un vino ¿tienes quesos?

- Ah... si, hay

- ¿puedes?

- Claro

Atsushi preparaba el queso y carnes frías cuando el azabache recibió una llamada - ¿sí? ¿Quién habla? – hablo serio, pero después Atsushi lo vio, esa enorme sonrisa - ¡¿volviste?! ¿Dónde estás? No, no estoy ocupado, si, iré por ti ahora mismo. Dame unos minutos – colgó y miro a Atsushi, - deja todo, saldré

- ¿A dónde vas? ¿Por qué te vas?

- Una vieja amiga volvió a la ciudad, voy por ella al aeropuerto, la invitaré a cenar ¿de acuerdo?

- Pero, la cena...

- Si la traigo ahora se sorprenderá, no la he visto en unos 5 años, Atsushi, no me esperes ¿sí? Llegaré tarde

- Pero... nosotros

- Los presentaré después de hoy – dijo tomando sus hombros - ¿de acuerdo? – beso su frente – te veo más tarde o mañana por si te duermes.

Volvió a tomar su saco y zapatos, entonces salió, Atsushi apretó el mango del cuchillo que tenia y respiro hondo – relájate, es su amiga de años... - bajo la cabeza – pero... tenemos más de 1 año sin salir a una cita...

Atsushi no podía evitar sentirse desplazado

...

¡Gracias por leer!