Capítulo 30
Con todo arreglado, Haru, Shirase, Chuuya y Atsushi acordaban sus tratos con las galerías, el personal y lo invertido. Atsushi había delegado algunos puntos, pero al final había terminado haciendo el sus bocetos y artes desde el principio. Solo tomo ayuda para algunos sombrados o perspectivas para otros artistas.
Estuvo 37 horas sin dormir, luego durmió 10 horas y volvió a estar sin dormir otras 35 horas. Después de eso durmió 2 días, pero había logrado recuperar sus lienzos perdidos.
Haru le había proporcionado un espacio en blanco, era una oficina vacía de su empresa, tenia altos ventanales, una buena corriente de aire y poco ruido, nadie lo molestaba y podía pedir lo que el quisiera con un botón. Allí fue donde paso su tiempo con los lienzos y si, allí durmió también.
Cuando Atsushi se recupero su familia y esposo volvieron a Japón, Atsushi sabia que podía lograrlo.
Unas semanas después donde su única comunicación era Haru mandándole mensajes a Chuuya sobre que Atsushi seguía vivo, su esposo lo llamaba por las noches, pero el perloso apenas y conjugaba palabras.
Fue a la tercera semana cuando Haru vio a Atsushi tirado sobre papel periódico, lo levanto y lo llevo al mueble en su oficina. Luca aprovecho a llamar a una enfermera para que pusieran una intravenosa, hidratarlo y ponerle vitaminas, allí durmió hasta la noche cuando Ryunosuke llamo, fue Haru quien contesto – Hola Ryunosuke – contesto Haru
- ¿Qué le paso? – fue lo que respondió el azabache
- Está bien, cayo dormido, pude llamar a una enfermera para ponerle una intravenosa y vitaminarlo
- Gracias Haru
- ¿Cuándo vas a viajar?
- Estoy en el aeropuerto, iba a avisarle
- De acuerdo, le diré a Luca que te recoja en el aeropuerto
- Rente un auto desde aquí, solo m ándame la ubicación de tu oficina
- De acuerdo. Buen viaje
- Salúdamelo por favor
- Claro.
Por la mañana, Atsushi se removió en el mueble, miro alrededor. Haru dormía en su escritorio, sonrió levantándose – Haru, despierta
- Buen día Atsushi – dijo levantándose - ¿Cómo te sientes?
- Recuperado ¿hiciste algo?
- Intravenosa
- Gracias, ¿vamos a desayunar?
- Si – respondió levantándose
Tomo un abrigo y salieron de la oficina – tu esposo esta viajando, no debe de tardar
- Le dejaré un mensaje para que me llame entonces – dijo Atsushi sacando su celular
- Eres buen marido
- Pues mi esposo es buen esposo, deja de llamarlo marido
- Es más fácil llamarlo tu marido, lo otro es más formal
- Somos formales
- Ya sé, pero no quiero
Haru hacia un berrinche y Atsushi solo se soltó a las risas.
Habían llegado al restaurante donde ordenaron, Ryunosuke iba en camino así que el perloso ordeno para su esposo también. El azabache y el perloso se abrazaron, se dieron un besito tierno, y se sentaron a comer. Ryunosuke y Haru hablaban de negocios mientras Atsushi se dedicaba a relajarse con un té. Fue cuando llamaron a Atsushi por su celular – debo atender esto – dijo levantándose – no tardo
Atsushi salió a una zona sin ruido, el azabache y el castaño se miraron un momento – Ryunosuke.
- ¿sí?
- Hay algo que debo confesarte
- ¿sobre qué?
- Sobre el día en el bosque
- No hables de ese día con Atsushi cerca
- Lo sé por eso quiero aprovechar ahora – suspiro – ese día, estuve a nada de besarlo
- ¿Qué?
- Como te dijo, estábamos teniendo un lindo momento en la carpa, estaba recargando en mi hombro, sus labios tan cercanos, su respiración, su mirada. Mi mente me decía "solo bésalo"
- Haru – le llamo molesto
- No lo hice, me tiré a la colchoneta – menciono en un suspiro pesado – pero me moría por hacerlo... estoy cuidando de él por que me siento culpable, si esa noche no hubiera pensado en besarlo, probablemente no me había dormido y todo esto no hubiera pasado – se quejó – pero cuidar de tu esposo... me está haciendo amarlo más Ryunosuke.
- Me alegra que compartas esto conmigo, pero sabes que mi esposo, está loco por ti
- Engreído, pues si – suspiro – solo... quiero que sepas si pierdo el control, quiero que toda la responsabilidad sea mía, no de él
- No te preocupes por ello. Atsushi no te dejará ni un movimiento.
- Gracias, seguimos siendo amigos ¿no?
- Se
Atsushi regreso sonrió a ambos - ¿paso algo?
- No, nada – respondieron ambos
- Bien, ya me falta poco, me faltan 10 lienzos más y tengo dos semanas para eso
- Deberías descansar ya
- No, prefiero terminarlos y después descansar, en dos semanas comienza la apertura de galerías y debo estar presente. Dormiré como un oso por 4 días y estaré listo para el vino y los trajes
Ambos chicos rieron, Atsushi simplemente estaba listo para continuar.
La verdad, es que Ryunosuke lo había mencionado, pero no había terminado, conducía en el auto rentado con Atsushi a un lado, estaba durmiendo en el asiento así que solo condujo. Llegando hasta Castiglioncello en la provincia de Livorno, región de Toscana. Bastaron un par de horas para que Atsushi estuviera renovado nuevamente, y cuando abrió sus ojos vio el bello paisaje, se asombro y miro a su esposo
- Ryunosuke ¿Qué haces aquí? – pregunto
El azabache le sonrió – solo dar un paseo
- Que romántico...
- ¿vamos?
- Si
Hicieron un poco de turismo, Atsushi vio artistas de la región pintando a la orilla del mar, esto le dio nuevas ideas, Ryunosuke solo lo dejo ser, el perloso se había acercado a hablar con los artistas, intercambiar ideas y números telefónicos. El azabache lo sabía, su esposo siempre había sido así, pero él había sido encarcelado. Verlo andar de un lado a otro, conociendo y mirando, haciendo a otros ver el mundo a ojos de sus ojos, sus preciosos ojos. Simplemente sintió un dolor en el corazón de pensar en los años que Atsushi estuvo encerrado a su lado, pero no se arrepintió ahora lo sabía mejor que nadie, si Atsushi había hecho aquello por amor, ahora era su turno de hacer el doble por amor.
El azabache se acerco también - ¿anotaste su número?
- Eh... si pero
- Deberíamos ir con los que están dentro del agua pintando
- ¿eh? – Atsushi se asomó - ¿hacen eso?
- Si, ve, compraré una muda de ropa
- Gracias, amor
Atsushi fue a meterse al agua, Ryunosuke sonrió y fue a los puestos por algo de ropa.
Termino jugando en el agua con los muchachos que estaban pintando, Atsushi estaba realmente feliz, el azabache lo espero hasta que fue hacia él, con una toalla seco su cabello - ¿te divertiste?
- Si, muchísimo
- Me alegra saber eso – menciono sonriente - ¿quieres quedarte aquí o ir a comer?
- Comamos algo delicioso – respondió alegre.
Fueron a un restaurante, habían ordenado pasta, el lugar era acogedor, había parejas bailando, el azabache vio al perloso totalmente expectante. Se levanto llamando la atención de Atsushi, extendió su mano - ¿bailamos?
- Pero Ryu, tu no
- Se moverme un poquito – menciono con un ligero rubor – aprenderé más después. Bailemos
Atsushi volvió a sonreír, tomo su mano levantándose a su lado.
Tomo su hombro, sus manos se entrelazaron, y su cintura fue tomada. Comenzaron a dar vueltas, algo sencillo, un pie atrás y el otro al frente, sincronizados, lento y simplemente perfecto.
Después del baile, platicas llenas de risa, uno que otro comentario de negocios y una cena de pasta con luz de velas. Ambos fueron a caminar por la playa, la arena suave, la temperatura fresca, las olas golpeaban en el cerro a lo lejos, era perfecto.
Ryunosuke sonrió, se detuvo, aunque Atsushi comino un poco más, se volteo confundido – Ryu ¿Qué ocurre?
- Ya lo había dicho, pero – de su bolsillo, no busco mucho, saco una caja negra abriéndola, un anillo estaba presente, Atsushi se sorprendió - ¿te volverías a casar conmigo? – pregunto. – oh cierto – se arrodillo, volvió a mirarlo – Atsushi ¿te casarías conmigo?
Atsushi comenzó a reír, sus lágrimas caían también, fue a abrazarlo – si Ryu, quiero volver a casarme contigo
- Perfecto
Y así fue, sus galerías en Italia fueron un excito, todo Europa estaba reuniéndose en sus aperturas, en Rusia se corrió la voz por los artistas invitados. La prensa estaba lista para cualquier escándalo. El cual si llego.
Atsushi anuncio su galería final, con copa en mano sonrió a todos – estaré ausentándome un poco de mis galerías, sin descuidar nada de ellas por supuesto.
- Joven Nakajima ¿a qué se debe esto? – pregunto el reportero
Atsushi sonrió amable y alzo su mano – me caso en seis meses – añadió dejando a todo el paparazzi hablando. Ryunosuke a su lado comenzó a reír, pero Atsushi fue quien se le acerco besando su mejilla y tomando su mano – mi prometido y yo estamos felices de unirnos en matrimonio – declaro haciendo ahora al azabache sonrojarse
Su padre comenzó a reír por ver a Ryunosuke tan rojo, la conferencia de prensa termino haciendo a Ryunosuke mirar a su esposo – Atsushi
- Era la forma de callarlos – dijo sonriente
- Atsushi, felicidades por tu ultima galería – dijo Haru con un enorme ramo de flores
- Oh gracias, Haru, eres adorable – añadió sonriente
- Me alegro mucho tenerte aquí estos tres meses
- Tranquilo, vendré una vez al mes por lo menos, necesito comer comida de la nana Anna
- Perfecto, siempre serás bienvenido.
Ambos chicos se miraron, sus sonrisas daban un son de paz entre ellos.
Atsushi había recibido un mensaje, era un chico que conoció en Castiglioncello, tapo su boca con asombro, y se lo enseño a Ryunosuke. este se sorprendió y comenzó a reír – bueno, ¿Qué tal si lo proyectamos? – dijo haciendo a Atsushi reír.
Seis meses después
Fue en una hermosa iglesia, estaba decorada con flores pasteles y algunas rojas, Chuuya estaba llorando. De hecho, nadie podía calmarlo. Ryunosuke esperaba. Atsushi había entrado a la iglesia, vestido de blanco con un ramo de flores frente de su pecho. Sonrió a todos los invitados mientras caminaba o mejor dicho troto hasta el puesto al lado del azabache, su felicidad fue contagiosa para todos los presentes.
Tomaron sus manos mientras la boda se llevaba a cabo, y finalizo con su beso, y un gran llanto de parte de Chuuya que hizo a Osamu avergonzarse, pero simplemente amarlo más.
En la fiesta, sus familiares reían, su padre estaba bailando con Gin, la hermana de Ryunosuke. Atsushi tenia una obra de arte hecha por su amigo, justo cuando Ryunosuke se arrodillo, y bueno, el video de la pedida la tenían ellos para otro momento.
Ryunosuke y Atsushi bailaban, no era perfecto, pero había pasado seis meses aprendiendo a bailar el bals. El perloso estaba completamente feliz y Ryunosuke tenía el corazón exaltado solo de ver a su querido Atsushi tan feliz.
Fue cuando se acerco sonriente, sus hermanos, cuñados, amigos. Todo era perfecto, aprendió que no necesitaba ocultarse o escaparse. Simplemente era libre como su amor. - ¿vas a tirar el ramo? – pregunto el azabache abrazándolo
- Claro, si – sonrió Atsushi.
Sus cuñados, amigos, conocidos y otros artistas se pusieron frente a Atsushi. este les dio la espalda, se movió para tirar el ramo, una vez, y nada, dos veces y fue un quizá, la tercera era la vencida, pero no lo lanzo. Atsushi lo lanzo a la cuarta todos gritaron pues no lo esperaban.
Fue Chuuya quien atrapo el ramo, Atsushi sonrió – vamos por el siguiente – dijo alegre.
Chuuya miro a Osamu y este sonrió.
Las historias de amor no deberían terminar.
Fin.
...
Una vez más, gracias por acompañarme en otra linda historia, iba a terminar con Atsushi y Ryunosuke reconciliados pero esto de una posible venganza me gusto la verdad. Atsushi nunca será infiel, sabe el valor del amor y Haru solo llevo para ser una espinita en el corazón de Akutagawa y hacerle ver que no es solo un rato, es todo el tiempo. así como Atsushi lo atiende por amor, Akutagawa aprendio a hacerlo también, sin que el otro se lo pidiera, era simplemente crear conciencia.
Espero que todos disfrutaran de este fanfic, tengo unas ideas para un par de extras de Chuuya y Dazai, ustedes dicen
¡Gracias por leer!
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