Capítulo 15.

Era un nuevo día, Atsushi y Chuuya habían llegado a Italia donde tomaron un auto de renta y fueron a una villa, la cual habían rentado, estarían allí 3 meses, no pensaban estar en un hotel. La conversación con el dueño de la casa fue totalmente amistosa, Chuuya tenía su habitación y Atsushi la suya, estaban una al lado de la otra por lo largo del pasillo de un segundo piso. Ambos tenían un baño y desde sus puertas podían ver hacia abajo y la puerta de entrada.

La escalera para bajar era en forma de caracol, y en el primer piso había una cocina y sala grande, dos habitaciones recreativas y medio baño. Chuuya había decidido que debían ir a hacer despensa, limpiar y acomodarse.

Fueron al centro comercial, Atsushi y Chuuya sabían hablar varios idiomas, así que comunicarse no era un problema. Compraron lo básico y esencial, y con los días comprarían el resto - ¿vas de compras con tu esposo? – pregunto Chuuya

- No, aun no lo hacemos. Él a pasado todo el tiempo trabajando y ahora suelo hacer esas cosas solo por costumbre

- Se nota – añadió Chuuya

- ¿y tú?

- Me sé todos los gustos de tu hermano, siempre me acompaña

- ¿no te sientes triste sin el ahora? – pregunto

- La verdad, justo ahora me siento... libre

Atsushi sonrió, pero dentro de él se sentía triste. Siempre había deseado a Chuuya en la familia.

Llegaron a la casa nuevamente donde Atsushi aprovecho que era ya tarde para llamar a Ryunosuke, para el azabache sería apenas la mañana. El azabache contesto escuchándose algo ronco y probablemente mormado – amor ¿Qué ocurre?

- Te extraño mucho – se quejo

- ¿no dormiste?

- No – respondió el azabache mirando a su lado, estaba Osamu – tuve dificultades

- Ya veo, solo recuerda nuestro divorcio, podrás estar sin mi

- NO, NO QUIERO RECORDAR ESE MAL TIEMPO – Se quejo en un grito.

- Bien, bien tranquilo cariño. ¿quieres hacer videollamada?

- N-no me veo fatal ahora, además son las 6 de la mañana

- De acuerdo, estaremos relajándonos hoy y mañana para ayudarnos en el horario así que llama cuando quieras

- Si amor, me iré a bañar y a trabajar para pensar en ti

- Claro, adiós

- Te amo Atsushi

Atsushi sonrió – también te amo Ryu.

Colgaron. Así que se fueron por el almuerzo y pasear, Chuuya estaba contento de probar algunos vinos y distraerse, aunque Atsushi no quería dejarlo del todo, pero mientras en Yokohama...

- Necesitamos ir

- No, no debemos. Tengo unas juntas

- Akutagawa, por eso tu primer divorcio y huelo el segundo

- ¿disculpa?

- Se espontaneo, sorpréndelo

- No

- Vamos

- Que no

- Gallina

- ¿y si vamos luego qué?

- Bueno, para empezar... el jueves es mi aniversario

- Osamu, hoy es sábado

- Así es

- Es en menos de una semana

- Si, y cumplimos 5 años de casados

- Chuuya va a matarse. Primero a usted y después a él mismo

- Mejor juntos

Ryunosuke se quejo dejándose caer a la cama, su cuñado estaba loco.

Un día y un par de horas después, estaban subiendo a un avión con destino a Italia.

Mientras tanto...


Atsushi y Chuuya estaban preparándose algo de comer, tenían la idea de salir por la noche y Atsushi aun quería hablar con su esposo sobre la salida nocturna. Así que en cuanto terminaron, no dudo en llamarle a su esposo

En ese momento, Ryunosuke estaba terminando una junta, debía adelantar mucho trabajo, pero no podía no contestarle a su esposo – Atsushi, ¿Cómo estás?

- Bien amor, oye necesito hablar contigo

Ryunosuke se sorprendido en grande. - ¿qu-que pasa cariño? – pregunto preocupado. Su esposo solía ser inteligente cuando el escondía algo así que...

- Amor, mira, primero escucha y después haces drama ¿de acuerdo?

- ¿qu-que paso?

- Iré con Chuuya a un bar esta noche

- ¿a divertirse?

- Sip, pero... bueno Chuuya quiere salir con unos chicos de la fiesta

- Es comprensible

- Y quiero ayudarlo

- ¿a-ayudarlo? ¿Cómo? ¿qui-quieres salir con chicos?

- No saldré con ellos solo coquetearé un poco, ya sabes para que se acerquen más y así ¿te molesta?

- Me incomoda, pero... supongo que es por Chuuya y bueno, además solo vas a jugar, no vas a besarlos o

- No, claro que no amor. Tranquilo

Akutagawa suspiro – Atsushi, confió completamente en ti, diviértete como te apetece amor

- Eres de lo mejor, de acuerdo. Te avisaré cuando volvamos a la casa

- Si amor, te amo

- Y yo a ti Ryunosuke

Al colgar, Atsushi miro a Chuuya sonriente – pues se lo tomo muy bien


En Yokohama, Akutagawa estaba de cuclillas viendo su celular – los boletos salen en 12 horas, necesito llegar ya – se quejo el azabache llamando a su cuñado

- Cuñad

- ¡VAMONOS PARA ITALIA YA!



Atsushi y Chuuya ya se encontraban de noche, habían cenado ligero, un poco de vino para apaciguar la pena, ambos se habían duchado, y cada uno en su cuarto se arreglo a su manera. Chuuya estaba acostumbrado al lujo, odiándolo y amándolo, Osamu Dazai era parte de un lugar donde la moda era parte de un negocio. Así que adoraba verse bien, y se lo podía permitir.

Chuuya llevaba un pantalón de vestir negro, una camisa abierta en su pecho de color rojo y mangas amplias. Botas negras. Llevaba joyería clásica y una gargantilla.

Atsushi se puso un pantalón en la cintura, un top color blanco y unas botas largas.

Chuuya conducía de ida, Atsushi lo haría de regreso, pero bien. Habían llegado al bar donde rápidamente miraron alrededor, había chicos por todos lados - ¿seguro de esto? – pregunto Atsushi

- Ya te lo he dicho, soy totalmente gay, no necesito ver chicas o que chicas me ayuden, por eso te tengo aquí, lindo

Atsushi comenzó a reír – de acuerdo. Vamos por esos chicos.


Se adentraron al bar, se sentaron en la barra donde eran vistos por todos. La música era fuerte, y algunos chicos ya habían volteado a ver a Chuuya y Atsushi, un par se acerco primero a Chuuya, la camisa abierta llamaba más la atención.

- Hola guapo, ¿vives por aquí?

- Solo un rato, lo suficiente para que me conozcas

- Que lindo

Atsushi los miraba, Chuuya siempre había sido bueno para ser el centro de atención, y eso no le molestaba, así por lo menos no tendría que coquetear y poner nervioso a su esposo, eso creía. – Hola – escucho a su lado izquierdo. Atsushi lo miro

Era un hombre castaño con ojos verdes, con color de piel terracota, una camisa blanca con cuello abierto, y un pantalón azul. No pudo evitar ruborizarse – Hola

- Tu amigo es popular

- Si, suele serlo

- Soy Haru Bianco – menciono sonriente – mi padre es italiano, mi madre japonesa

- Entiendo, y lindo nombre

- ¿el tuyo?

- Nakajima Atsushi, totalmente japones

Haru comenzó a reír – que lindo eres

- Gracias...

Atsushi no lo esperaba, pero Haru no estaba bebiendo, de hecho, estaba acompañando a sus amigos y viendo a Atsushi en la misma situación decidió acercarse, terminaron platicando un buen rato e intercambiaron números, al final de la noche, ambos viajaban Italia-Japón seguido.

Chuuya por su parte...

Chuuya desde que llego fue abordado por 3 chicos, de los cuales, solo hubo uno que llamo su atención, Shirase Buichiro, un chico de cabello plateado y ojos grises era algo rudo, y simplemente una manera de hablar que lo había atrapado de cierta forma. Había pasado la noche platicando sobre sus experiencias, Shirase manejaba una tropa de exploradores, había sido soldado, y aun mejor para él, le gustaba el rumbo financiero así que tomo unos cursos de inversiones. No ganaba mucho, pero ganaba lo suficiente para irse a explorar y divertirse con los niños del pueblo haciendo exploraciones diferentes basándose en la edad de los niños.

Eran cerca de las 5:00 de la mañana cuando Haru noto que Atsushi estaba por dormirse en el sillón donde estaban, con miedo por que alguien lo tomará, lo dejo un momento y se acerco a Chuuya quien bailaba – señor Chuuya

- ¿eh? ¡Señor! ¿tu quieres darme un infarto? Soy joven aun

- Disculpe, es que Atsushi se está quedando dormido

- Oh si – dijo algo borracho - ¿puedes conducir?

- Claro señor

- ¡QUE NO ME DIGAS ASI MALCRIADO!

Por alguna razón, terminaron los cuatro juntos en el auto, Haru conducía con Atsushi de copiloto – gracias por la ayuda Haru

- No te preocupes, estas que te caes de sueño

- Ni me lo digas, estoy agotado totalmente

- Ya casi llegamos ¿verdad?

- Si, sigue el sendero y luego por el viñedo a 2 kilómetros más

- De acuerdo

Atsushi no tardo en dormirse, Haru miro por el retrovisor al par de borrachos, su amigo y Chuuya, suspiro. No tenía de otra y no había transportes.

Una vez en casa, Atsushi le pidió a Haru ayuda una vez más, dejaron a Chuuya y a Shirase recostados para descansar mientras que Atsushi lo invito a su habitación – dormiré en el piso, tu duerme en la cama

- No es por nada, Atsushi, pero no tienes que darme la cama, mi mamá me enseño a dormir en futón

- Duerme en la cama, haz caso. Fuiste el único responsable

- Tu también

Atsushi bostezo – duerme, mañana, prepara el desayuno

Haru sonrió – de acuerdo

Así fue como se quedaron totalmente dormidos



Por la mañana, Haru despertó primero, eran casi las 11:00 de la mañana, se levantó viendo a Atsushi dormir, así que fue a la cocina, Atsushi le había dicho que hiciera en desayuno así que comenzó a hacerlo. Un poco tiempo después Atsushi se despertó, confundido, no recordaba mucho así que bajo las escaleras viendo a Chuuya y Shirase – ah cierto, fuimos a un bar anoche – se dijo a si mismo

- Buenos días

Atsushi al escucharlo se sorprendió, volteo a verlo y se sonrojo – Ha-Haru, buen día

- ¿dormiste bien?

- Si, pero ¿Qué haces?

- Anoche me pediste que hiciera el desayuno hoy

Atsushi se sonrojo por completo, entre su somnolencia solo pensó en su esposo, ahora tenia a un desconocido cocinando – di-disculpame Haru, no era mi intención hacerte mal o

- Para nada, me encanta cocinar, soy chef

- ¿Qué? ¿en serio?

- Si, así es. Así que esto para mi es algo divertido

Shirase y Chuuya comenzaban a hacer ruidos – además, te lo debo por cuidar también de Shirase

- De acuerdo, pero déjame ayudarte

- Si

Chuuya se levanto para asomarse con una cara de pocos amigos y el cabello revuelto – Atsu, ¿Qué hora es?

- Ni idea

Haru miro su reloj – 5 para las 12:00 del medio día

- Maldición

Chuuya bajo desarreglado y despeinado. Atsushi sonrió tiernamente – Chuuya, siéntate en la sala, haré algo para la resaca

- Gracias Atsu

- Tranquilo Atsushi, conozco algo perfecto – expreso Haru

- De acuerdo, gracias

- Y yo... bueno

- ¿sí?

- ¿puedo llamarte Atsu también?

Atsushi sonrió – si, por supuesto


Chuuya había ido por Shirase, estaban platicando sonrientes, ambos chicos se estaban llevando bien, de hecho, si, le gustaba. Atsushi y Haru estaban sirviendo el desayuno cuando tocaron a la puerta. Chuuya tapo sus oídos – tranquilo, iré yo – dijo Shirase

El platinado fue a abrir la puerta topándose con dos hombres, ambos igual se quedaron sorprendidos - ¿Quién eres tú?

- ¿Quiénes son ustedes? – respondió Shirase en queja

Oh si, apenas comenzaba todo. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top