Corrió. Corrió como si su vida dependiera de ello. Y ¿Como no hacerlo? Aquel pequeño se había desplomado en sus brazos como la más delicada pluma.

— ¡Por favor! ¡Necesito ir al hospital! –Agonizante habló a gritos el Omega a cualquier Taxista bondadoso que le dejara subirse–

Mentiría si dijera que no le daban arcadas momentáneas, porque por mucho que le costara aceptarlo ese olor era muy desagradable para cualquier especie. Realmente no debía de extrañarle que no soportaran el olor y no lo dejaran subirse. ¡Pero vamos!

¡Antes que su olor era su vida! ¡¿Que su olor es espantoso!? Si. ¡Pero es un niño!

Sin más remedio tuvo que ir andando hasta el hospital más cercano , abrazaba al pequeño con todas sus fuerzas intentando que se mezclaran sus feromonas y el olor del pelinegro. Su respiración era lenta y parecía que le costaba respirar , su cuerpo estaba desnutrido y demasiado maltratado , sin duda ya sabía porque su Omega interior estaba tan desesperado.

Tardó más de lo que desearía en llegar.

—¡Por favor! ¡Este niño necesita ayuda! – Una enfermera se acercó rapidamente para tocar y examinar al niño que debilmente se aferraba a Izuku– Ayúdelo por favor...

—Tranquilo joven voy a avisar a un doctor ,diríjase a la sala de espera. –El verdoso sin más remedio asintió inseguro.

Caminó por los largos pasillos blancos tan deprimentes y que practicamente conocía como la palma de su mano. Llegó a la sala de espera donde había bastante gente esperando , el pecoso decidió sentarse para luego abrazar al pequeño con más fuerza.

Quería ayudarlo , quería hacer algo por el pequeñín pero ya no dependía de el. Con cuidado se levantó para coger agua de una máquina , miró su cartera y las monedas que debía de poner en la máquina , suspiró al ver el exagerado precio pero decidido pagó y agarró la botella. Haciendo algo de malabares con él pequeño ya que este se aferraba con su débil y pequeña mano a Izuku así que sin sortarlo lo sostuvo con una sola mano.

Se sentó nuevamente y con cuidado intentó que el pequeño reaccionara este entreabrió levemente sus ojitos para tocer de forma brusca , Midoriya lo sentó en su rodilla para darle agua al pelinegro.

—Disculpa pequeño...¿Cuál es tu nombre? –Acarició con cuidado sus cabellos siendo que el menor ya tomaba , debilmente, la botella el sólo.

Lo miró nervioso , primero observó los ojos verdes del Omega que lo miraba con la más pura ternura y cariño , luego la camiseta de rayas de este que estaba sucia y nuevamente su rostro.

—Y-yo –Su voz sonó rasposa y muy suave, Midoriya optó por darle más agua y este gustoso bebió aclarando su garganta – Yo me... llamo Izumi... Kouta.

—Bien , Kouta los doctores vendrán enseguida ¿vale? –Le sonrió intentando calmarlo, este asintio entrecerrando los ojos. El pequeño se sentía mareado y no paraba de temblar , a veces tenía náuseas con su propio olor , pero el olor de Izuku era como el de una madre Omega , tranquilizador y suave y eso mejoraba mucho las cosas.

Pasaron unos diez minutos , la gente fue atendida hasta que sólo quedaron ellos dos en la sala. Kouta terminó dormido en el espacio entre el hombro y cuello , su respiración era regular y muy lenta a veces , de verdad Izuku se estaba preocupando en exceso por ese pequeño. Minutos antes una enfermera les había informado que estaban sufriendo de espacio por todos los heridos y enfermos debido a unos diversos sucesos pero que enseguida lo llamarían para sanar al pequeño.

Unos gritos irrumpieron toda la atmosfera que se había formado

Era una voz grave y bastante molesta que resonaba en prácticamente todo el hospital

—Disculpe la demora , acompáñeme por favor–Llegó un enfermero indicando que lo siguiera, Izuku con cuidado se levantó aun con el pelinegro en sus brazos y lo siguió.

Los gritos no cesaban , se veía o más bien se escuchaba que ese tipo no estaba especialmente contento con el servicio del hospital.

El peliverde llegó con los doctores y le explicó todo lo qué pasó, estos lo examinaron para decirle después que debería esperar un poco fuera , en la sala de espera nuevamente.

Andaba por el pasillo sin escuchar los molestos y altos gritos anteriores. Cuando giró la esquina y llegó a la sala espera vio algo que lo impactó de sobremanera.

Era...Un ¿Alfa?

¿Su olfato le estaba fallando? si seguramente era eso , claramente no podía ser un Alfa.

¿Un Alfa llorando?

Su cabellera rubia cubría levemente sus ojos carmesís llenos de frustración.

Era como si...

No lo sabía, por dios ¿qué su madre no le había reprochado tantísimas veces por ser tan entrometido? Entonces ¿por qué rayos le tocó el hombro? ¿Por qué rayos le surgieron esas sensaciones?

Como si estuviera pidiendo ayuda

Cuando ese sujeto elevó la cara percatándose de su presencia pudo ver muchos sentimientos que se estaban ahogando en sus pupilas : tristeza , angustia , miedo y culpa.

Un silencio angustioso seguido de un balbuceo del omega al no saber que decir.

No todos los días se ve a un Alfa llorar , Llorar era algo muy denigrante para su especie.

Tan rápido como empezó ese momento terminó con un golpe en seco.