Mini Maraton 2/2
ARIES
En todo el trayecto de mi trabajo con el FBI, en todas mis misiones, en todas mis infiltraciones nunca e vívido algo como lo que estoy viendo ahora en este preciso momento.
Ante mis ojos tengo a la gran señora Fénix y no hablo de Jessie Seed, hablo de ella.
Emillie Fénix
La madre de Abraham Fénix y abuela de Eunoia Fénix.
Nunca e estado rodeado de los tres mafiosos mas peligrosos y asesinos en el mundo y justamente en este momento estoy cenando con ellos como un invitado mas.
Aunque la verdad soy un infiltrado en esta mesa.
Pero vamos, a Emillie Fénix solo se le ve una vez en la vida, es una señora mayor de sus 60 años, pero aun así mantiene su cuerpo y belleza sin duda, posee un cabello corto de un color blanco por la edad pero muy bien estilizado, su rostro es igual que el del señor Fénix, los tres mafiosos poseen los mismos ojos, los mismos colores, son una maravilla natural la verdad.
Su color es muy extraño y muy pocas personas en el mundo poseen esta rareza pero ellos no, aun así siguen manteniendo su lineje con esos ojos llamativos como si esa fuera su marca de nacimiento para asegurar a que familia pertenecen.
La señora trae un abrigo negro y pantalon blanco, es alta y aún con su edad porta ese carácter y semblante que los caracteriza.
Eunoia y su padre se sorpredieron al verla era obvio que no se ló esperaban yo tampoco lo esperaría cuando es una mafiosa buscada por mas de cinco países.
Y aquí la tengo enfrente de mi, tengo todo lo que necesito para llegar a mi puesto de capitán, con ellos tres tras las rejas podría resivir una gran recompensa y títulos admirables, seria recordado como aquel agente del FBI que mando a la cárcel a la familia de mafiosos mas poderosa.
Pero no puedo…no tengo como.
Y ella…ella esta cambiando al igual que yo, si, me gusta y esto no es bueno, arriesgo mi trabajo, la misión y sobretodo mi vida al sentir lo que siento o creo sentir por Eunoia.
No quiero arruinar esto.
—Madre ¿como llegaste aquí?—pregunta el señor Fénix mientras la ayuda a centrarse en la mesa con nosotros.
—O bueno yo solo…—se detiene al posar la mirada en mi.
Sus ojos me traspasan como agujas afiladas, como una leona recelosa y podía jurar que me podría matar con eso.
Empiezo a encogerme en el asiento mentalmente, okey no estoy preparado para esto.
Pero ¿de que hablo? Soy un agente especial ¡claro que si puedo!.
Levanto la mirada retándola de una manera disimulada dándole a entender que no es la persona que me hará bajar la cabeza.
—¿Y él es…?—duda con ironía recordandome a su nieta.
Me levanto de la silla y extiendo mi mano para darle un saludo.
—Mi nombre es Aries Black el jefe de seguridad de la señorita Eunoia Fénix—digo rápidamente mientras ella cruza la pierna y observa mi mano con asco—un gusto.
Vislumbro como la mirada de Eunoia y de su padre es fría ante mi gesto y la abuela Fénix es la montaña de hielo.
Observa mi mano nuevamente y bufa en su asiento mirándome como si no fuera nada.
Entiendo, aparto mi mano y me vuelvo a sentar ahora si mas incomodo, me acaba de humillar y lo a hecho con solo parpadear, no necesito de palabras para hacerlo.
Ellos son iguales, todos los son, no me extraña que Eunoia me tenga como su juguete cuando claramente su familia es igual.
Egocéntricos, horribles y personas que vienen del mismo infierno.
No…debo calmarme.
Recuerdo que esto es una misión, esto es lo que se me pidió hacer y no dejaré que ningún sentimiento se interponga en esto, no cuando puedo sacar valiosa información en esta cena, al igual que como lo hacia con Eunia en el auto.
A veces una ronda de preguntas es lo único que necesitas para saber mas, trate de disfrazar las preguntas lo mas posible, sabia que sus respuestas serian cortas pero correctas, estas mismas las analice mientras estaba en mi habitación.
Ella cree que con esas respuestas yo no pude sacar información pero se equivoca, detrás de una pregunta insignificante y una respuesta contundente, hay una cosa escondida.
Y es a la parte que llego al ver a toda la familia aqui, se me a entrenado desde niño a buscar algo aunque parezca insignificante.
Y lo tengo
Eunoia porta un collar que parece normal pero no lo es, tiene distintas grietas y eso es extraño aparte de que lleva el nombre de su madre, a lo que voy al ver a su madre con el mismo collar pero con la otra mitad del corazón en su cuello el cual al moverse se puede leer muy bien Abraham.
El nombre del mafioso el cual no oculta la joya faltante, el centro del corazón y aunque no lo pueda ver podría jurar que es el nombre de mi jefa. Podría decir que solo es una joya familiar y que no pasa nada con eso, que se quieren y es lo que les recuerda a ellos.
Pero a mi mente viene el informe y las palabras de Eunoia, "no podemos sentir" a lo que me lleva a la conclusión de que esos tres collares son importantes para ellos y algo esconden, sobretodo por la punta del corazón de cada collar, es inusual.
Debo avisar todo esto, mis teorías, a mis superiores pero lastimosamente estoy en la cueva del enemigo mayor y si me ven comunicándome por la madrugada estoy seguro de que no amanezco con vida.
Observo mi alrededor en busca de esos ojos jóvenes y únicos para mi, aunque su padre y abuela los tengan no es lo mismo, no tiran la misma chispa de miedo, de algo que ella sienta…si es que lo hace.
Y los encuentro, encuentro a Eunoia a mi lado viéndome fijamente.
Me asusto pero no a sido nada, sonrio y cierro un poco mis párpados.
Es una manera de darle a entender alas personas que estamos bien o que todo va genial.
Ella arruga las cejas y pone los ojos en blanco.
Juro que me reiría lo haría si no estuviera en esta mesa rodeado de su familia.
Es que vamos ¡sus expresiones serian stiquers de whatsapp! Y eh, que no lo digo en broma.
O bueno si soy un ser lavado wuajajaja
¿Me estoy riendo como malvado mentalmente? ¡No puede ser! Ya estoy loco.
—Por favor que empieza la cena—dice la madre de la mafiosa con una sonrisa amigable.
De estas tres personas…bueno si se les puede decir así, en esta mesa a la única inocente que veo es a Jessie Seed me compadezco de ella en verdad, ¿como haría para soportar a esta familia por tantos años? ¿Como se enamoro de un mafioso, asesino y hombre frío sin sentimientos?.
Supongo que las respuestas las estoy viendo conmigo y ella…
A la vez le tengo un poco de odio porque me trata como un juguete con el que hace y desase, y por otro lado…tiene algo que me atrae, su forma de liderar, su belleza, la inteligencia…
Y podría nombrar un par de cosas mas pero no…sonaria como un enamorado y no lo estoy.
Todos empezamos a comer y pruebo el manjar que tiene buena pinta y ¡o dios mio! ¡Sabe exquisito!
Es como wow, son explosiones de sabores en mi boca.
—Dime Eunoia, ¿como van tus negocios?—pregunta la abuela Fénix cortando el silencio de la mesa.
La mafiosa alza la mirada mientras se limpia los labios con un pañuelo y me pierdo en ellos.
Suaves, deliciosos como aquella noche en que me beso.
Le mentí cuando me preguntó si recordaba algo mas de aquella noche, por supuesto que si, me enseñaron a que por mas borracho que estés nunca puedes olvidar nada, le mentí porque vi que era lo que ella quería escuchar.
Y no soy quien para hacerle daño…aún.
—De maravilla abuela—responde ella mientras bebe el vino de la mesa—iré a Francia cuando inicie la semana, junto con Clément Pier uno de mis socios, dice que hay personas interesadas en formar parte de mi nuevo consejo e iré por ellos.
La abuela abre los ojos de par en par y le da una sonrisa de boca cerrada.
—Buena decisión, mantener las aguas en calma es lo mejor que puedes hacer después de que mataras a tu consejo—suelta la mayor de los Fénix de repente.
Se escuchan dos tenedores en el plato con ruido y volteo rápidamente para notar a la madre de Eunoia.
—¿Que hiciste que?—pregunta impactada con una mezcla de molestia.
¿Pero por que se sorprende? Ella sabe quien es su hija ¿no? Y Eunoia no oculta su amor/obsesión de matar a personas.
Eunoia mira a su abuela y luego reta a su padre con la mirada, y se que solo lo puede hacer ella.
Porque si yo lo miro como ella lo hace ahora ya no tendría mi cabeza.
—¿No se lo dijiste?—pregunta directamente a su padre con molestia en su voz
—¿Yo los mate?—le sigue él—¿tengo que ser yo el que le diga a tu madre cada vez que matas a alguien?.
Ohhh
Eso me molesta y no soy yo el que resive las amenazas.
—¿a no?, recuerdo muy bien cuando mataste al ultimo que quedo con vida—le escupe ella la verdad—y no te digo que seas mi mensajero para ella, ni siquiera te lo e pedido, solo pensé que se lo dirías para evitar esto.
—Es tu vida Eunoia—responde su padre con calma obviando lo que ella le a dicho—tienes un arma para usarla no para tenerla como decoración y como te lo dije allá, hiciste muy bien en hacerlo te traicionaron y ya esta.
La madre de Eunoia la mira con severidad pero cambia su rostro.
—Tu padre tiene razón, es tu vida hija mía y en tus manos esta que vidas arrebatar.
Se escucha un aplauso en la mesa y proviene de la recién llegada.
—Pero querida—se ríe la señora Fénix divertida—solo se a hecho cargo de traidores, no habia salida para ellos, si Eunoia los dejaba te aseguro que no estuvieras aquí si no bajo tres metros de tierra.
¿Pero que dice? Veo a la madre de Eunoia mirar a su suegra confundida y su marido intenta interferir.
—Madre…—advierte enojado.
—Hay por favor Abraham—lo regaña—Jessie tu hija lo único que hace al igual que tu marido es protegerte, mantenerte a salvo, es lo único que hacen y arriesgan todo, vidas si es necesario—voltea dejando la risa para mirar a su nuera seriamente—recuerda que somos una familia y apoyaremos y defenderemos a los nuestros a toda costa.
—Tiene razon—acepta la madre.
¿Pero que acabó de ver ahora?
Primero enojo, luego duda, después burla y luego entrar en ¿razón?.
Definitivamente estoy perdido.
La cena transcurre con normalidad o en lo que cabe eso, e notado que estos tres personajes intentan ser mejores que ellos mismos cada que pueden, pero sin embargo es como lo a dicho la abuela Fénix.
Lo único que importa es la familia, ese es el punto débil de ellos y sobretodo de Eunoia.
Aprovechando que estoy aquí, debo investigar, buscar cosas, archivos, carpetas algo que me sirva la verdad.
¿Y que mejor que la casa del Fénix mayor?.
Salgo de mi habitación en la cual estaba, voy en pijama de un mono y franela gris, es mejor ir así, si me encuentro a alguien solo diré que necesito un vaso de agua y ya.
Camino por el pasillo pero detengo mi vista en la puerta de Eunoia.
Si tan solo pudiera…
Instintivamente mi mano va a la perilla queriendo saber que hay detrás, quiero verla, quiero sentirla como e sentido cada roce de nosotros.
¿Que estoy haciendo? ¡La misión! ¡Vamos por la misión!
Quito mi mano rápido mientras le doy una última mirada a su puerta y bajo poco a poco las escaleras.
La casa esta a oscuras y en silencio y puedo usarlos a mi favor.
Llego al final y observo como la luna refleja la luz entre tanta oscuridad.
Camino a…¿a donde voy?.
Lo mejor seria empezar por la sala aunque no creo enco trae nada pero prefiero sacarme las dudas.
Voy a los cajones y los abro, no hay nada solo aparatos y los papeles que encuentro son mas de la propiedad que es totalmente legal.
Después de revisar como siete cajones y no encontrar nada voy a el despacho.
¿Debe haber un despacho no? Si Eunoia lo tiene en su departamento él debe tener uno aquí.
No se a donde voy pero camino y cruzo una puerta que me lleva a otro pasillo grande.
¿Pero cuantas puertas tiene esta casa? Cada que creo que no puede ser mas grande lo termina siendo.
Abro una puerta y bingo lo e encontrado.
Enciendo la luz pero me detengo al intentar dar otro paso.
El despacho es enorme y a un estilo victoriano y antiguo sin embargo contiene aparatos electrónicos.
Podría meter la USB en su computadora y sacar toda la información con calma.
—Buenas…no…noches Black—me sorprende la voz de Eunoia haciendo que pare en seco.
Cierro la puerta para quedar totalmente encerrado con la mafiosa.
Ella esta centada de piernas en el piso con una blusa ligera y de seda con un short igual de corto.
Trago grueso al ver mas de su cuerpo, sus piernas casi desnudas y su blusa me da una vista a sus pechos.
Es hermosa…y todo lo que podría decir y…
¿Esta ebria? Veo como sostiene una botella de Ron y detrás de ella hay un cajón como un almacén lleno de botellas y una de ellas esta vacía.
Oh no.
—Señorita Fénix—trato de sonar sorprendido
—Shit…no es asi…dilo bien—me silencia.
¿Como quiere que le diga? Ahh
¿quiere que le diga mía?
—Buenas noches mi señorita Fénix—repito como ella lo desea.
Ella sonríe complacida y es una sonrisa de burla
Le gusta ser mía ¿eh?.
Camino a ella y me siento en el piso de piernas cruzadas para quedar frente a frente.
—¿Que hace usted aquí?—pregunto mientras se empina otro trago.
—Yo podría preguntarte lo mismo—refuta ella—es la casa de mis padres puedo estar donde quiera.
Buen punto a su favor y no puedo usar la excusa del vaso de agua.
—Deje de beber—intento quitarle la botella pero ella me gruñe
—En vez de quitarme la botella mejor bebe tu tambien—me extiende una botella nueva y yo niego—es una orden al menos que quieras morir mañana.
¡Me amenazo! ¡Esta loca y ebria!
Tomo la botella enojado y me zampo un buen trago.
Siento como el liquido fuerte y amargo me quema la garganta pero es satisfactorio.
A la mierda todo beberé esta noche, me perderé lo haré y lo haré junto a ella, a llegado la hora de relajarse.
Pero yo nunca desperdicio estas oportunidades que salen en mi vida.
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