Mini Maraton 1/2
EUNOIA
Paso al frente de mi padre le doy una mirada recelosa para que entienda que tenerme aquí es mala idea sin embargo le regalo un asentimiento de cabeza como saludo.
Doy grandes pasos en el camino de tierra con piedras decorando el alrededor, como si fuera un camino mágico, lo adoraba soñaba que era una princesa con un palacio enorme cuando era pequeña.
Suelto una sonrisa pequeña al ver el lugar de entrenamiento que mi padre y yo tenemos, un lugar donde esta un ring de boxeo y practica de tiro, mas el área de caza…Varias de las razones por las que mis padres decidieron hacer la casa en este lugar ambiental fue por los animales, a mi padre le encanta la sangre tanto como a mi, por eso hacemos una vez al año una caza de animales, es un lugar grande y es una gran tradición.
Me detengo porque ante mi esta la puerta de madera clara con diseños de rosas y mariposas, respiro profundo.
Okey…respira solo es una puerta…bueno realmente es la puerta de mi verdadero hogar pero…
Ya por favor no es para tanto.
Toco la manilla y abro la puerta dándole paso a mi visión de mi hogar…quiero decir la casa de mis padres.
Si eso.
Los ventanales de vidrio hacen que la luz solar entre perfectamente, los sillones son lo primero que vez al entrar con una mesa alrededor, el techo es tan inmenso como lo recordaba con diseños de tronco de pino, desde el techo cuelga un candelabro de diamantes con bombillas, diamantes de verdad.
Me gusta mucho esto porque es una sala totalmente abierta y completa es un lugar realmente espacioso, el piso al igual que la casa esta hecho de madera pero no de la que rechina esta es mas liza y mas diseñada al estilo moderno.
Sigo caminando adentro mientras siento como mi padre y Aries entran detrás de mi, suelto a Flip el cual esta feliz oliendo todo lo que ve.
—♪Esto es amor…mmmm♪—escucho una voz angelical y reconozco que es mi madre.
Camino a la cocina siguiendo el olor de una exquisita comida de eso estoy segura, la entrada me resive junto con una cocina igual de grande que la sala, se que a mi madre le gusta, es espacioso y ordenado de hecho creo que esta fue su petición para aportar a la construcción de la casa.
—♪Es todo lo que yo…soñe♪—sigue cantando mi madre mientras mueve algo en una olla y hace un tipo de vals junto con su bata de cocina.
Me recuesto en la entrada sin hacer un solo ruido, como si no existiera solo para observarla, me gusta verla feliz verla segura, me agrada saber que no tiene que vivir día a día con la muerte en sus manos, admito que es un poco envidiable estar en su posición.
Ella da un giro sobre sus pies y hace una reverencia al ser invisible con el que ella baila.
Escucho unos pasos silenciosos venir a mi, mas no me alarmó, se de quien se tratan, tengo una habilidad de reconocer a las personas por su tipo de pisada, el sonido y la fuerza que utiliza junto con la rapidez.
—Tambien adoro ver a tu madre bailar—habla mi padre detrás de mi con su mirada fija en mi madre.
No volteo para verlo, no quiero interrumpirlo, se que ellos tienen ese tipo de conexión, ese tipo de amor que los ciega a los dos y entran en un mundo de fantasía.
—adoras verla feliz—respondo con voz severa—y eso es lo único que necesitas para tú estarlo, lamento que tengamos que ser estas personas sin sentimientos, por mas que lo intentemos, es como tu dijiste—volteo para mirarlo fijamente mientras nuestros mismos ojos, nuestros ojos únicos conectan—"profesar sentimientos es algo…complicado y mas para un Fénix".
Mi padre suaviza el rostro mas no quita su semblante serio conmigo y no me molesta.
—Yo lamento si en algún momento te molde demasiado a mi forma de ser—confiesa sin quitarme la mirada y yo tampoco—solo quiero que sepas que es tu decisión sentir o no, pero siempre serás mi pequeña monstruo pase lo que pase, aun si no me dices que me quieres todo el tiempo te conozco y se que lo haces.
Arrugo las cejas por esa opción que a dicho.
—Los sentimientos nos hacen débiles y vulnerables para los demás—respondo alzando un poco la voz—eso solo es una ventaja para que te lastimen, es como dice un dicho "no muestres sentimientos si no quieres terminar muerto".
Abre la boca para responder pero su mirada es interrumpida por otra.
—Pero una bala también te hace débil hija mía—responde la voz de mi madre a mi lado, ella se acerca y posa sus manos en mis hombros para girarme—escucha, se que eres una Fénix que no debes sentir nada al igual como tu padre lo era antes, pero debes saber que una herida también te hace débil, un disparo, una traición, un golpe eso también te puede destruir—va diciendo con calma en su tono.
Ella tiene razón, por mas que odie admitirlo pero esto no lo puede entender ella, ella no entiende que para nosotros es como ser un experimento, somos algo ya planeado, ya creado y no tenemos cura.
Fijo mi mirada en sus ojos cafés y noto como ella lucha para sostenerme la mirada, mis ojos…mi distintivo color al igual que los de papá son intimidantes sin querer nosotros serlo, pero ella a vivido con nosotros siempre y cada mirada de nuestros tres colores para ella es la misma.
Con una sonrisa en los labios abre los brazos y me estrecha contra su pecho en un abrazo.
Lo resivo, necesito cariño y el olor de mi madre me reconforta mucho, sentir esa conexión de madre e hija en un solo abrazo es simplemente mágico.
—No escondas ni elimines tus sentimientos Eunoia—susurra cerca de mi oido—no trates de eliminar tu corazón, lo tienes y lo sabes…te quiero.
—igual—respondo mientras me voy separando de ella.
Demonios, siento que e tenido muchas muestras de afecto en un solo día y ya estoy casada de eso, es mas ya estoy recordando porque no me gusta.
Mi padre pasa de mi lado y me aparto, él toma a mi madre de la cintura y ella suelta una risa mientras le pega en el pecho.
—Abraham dejame estoy cocinando—le reclama ella riendo y él no deja de mirarla e intensifica el agarre.
Creo que debo irme… si es mejor que ver a tus padres en una escena cursi.
—Yo nunca te voy a dejar ir—es lo último que escucho de él mientras me voy dejándolos solos.
Vaya…de verdad que son una ternura, y pensar que ese señor que esta allí a matado a miles y se ve feliz.
Muchas personas, psicólogos y psiquiatras se preguntan ¿Como es que no cargamos con el peso de la muerte?
¿Como es que no podemos sentir lastima por ellos?, que matamos a nuestra misma especie, que esta mal, y que tenemos problemas porque solamente no nos detenemos a llorar o reflexionar.
E aquí la respuesta: Simplemente no nos importa, no necesitamos tener un lazo con ellos para evitar matarlos, quienes se entrometan en nuestro camino se eliminan, y si, cargamos con un peso de la muerte pero no por las personas que hemos matado já no, cargamos con el peso de que nosotros somos la muerte.
Paseo por la sala en busca de mi objetivo.
Se supone que tiene que protegerme y lo que hace es desaparecer.
—¿Black? ¿Donde estas?—lo llamo por la casa.
Pasan unos minutos empiezo a sospechar que algo anda mal…
—Aqui señorita Fénix—grita desde el patio.
Camino rápido hasta allá y cuando llego al patio lleno de flores lo puedo ver con Flip saltando por todo el espacio.
—¿Se puede saber que haces aquí?—le pregunto directamente mientras llego a su lado.
Cerca, muy cerca.
Reacciona, tienes que comportarte, dios es que no puedo estar a su lado soy patética, se supone que soy su jefa no su novia…
Mi esposa…señores Black Fenix…
¿Pero que mierda?
Sacudo la cabeza borrando esas voces, no los quiero aquí.
—Su padre me dijo que cuidara del cachorro mientras estaban juntos—responde y veo como la luz del solo hace reflejar su cabello pelirrojo.
Es hermoso…No ¿espera que?
—Vamos adentro—ordeno—quiero que subas mis maletas, al perro no le pasara nada, creeme.
—De acuerdo—asiente mientras me sigue por detrás como debe ser.
Pero cada pisada y cada roce que siento en mi espalda de él me vuelve loca, y no lo entiendo, el maldito hace que mi corazón se acelere y no quiero morirme de un infarto.
—Esas son todas—me dice cuando las deja al lado de mi cama.
Asiento y siento que algo me quiere decir con la mirada pero…
—¿Sucede algo?—le pregunto mientras me siento en el borde de la cama para mirarle fijamente.
Él traga grueso mientras pasa una mirada disimulada por la habitación y luego a mi.
—Disculpe que pregunte pero…¿donde me puedo instalar?.
Ah era eso, por poco se me olvidaba.
Me levanto y camino en su dirección lo suficiente para rozarlo mientras paso por su lado a el pasillo.
—Sigueme—ordeno mientras seguimos a la otra habitación del fondo.
Caminamos unos pasos mas y puedo sentir como me empieza a gustar la soledad y esta casa, tenemos tres pisos, Aries y yo dormiremos en el segundo piso mientras que mis padres en el último.
Abro una habitación cualquiera y entro, las sabanas blancas cubren la cama, al frente el televisor y a un lado el baño, hay closet y todo lo que necesite
—Esta será tu habitación—voy diciendo mientras él entra y deja su bolso—no estarás tan cerca de mi pero tan poco tan lejos.
—Si así lo desea.
Aprieto los labios y aparto la mirada en una esquina cualquiera pero no tardo en levantarla de nuevo.
—En veinte minutos será la cena así que arréglate decente—son mis últimas palabras antes de marcharme.
Doy varios pasos fuertes mientras entro y me encierro en mi habitación, busco la ropa que me pondré y la saco, me doy una ducha rápida y me arreglo.
Decido ponerme una falda larga café que me llega hasta los tobillos con una franela blanca con manga corta, por encima me coloco una chaqueta del mismo color de la falda que me llega mas abajo de las rodillas, me encanta este estilo, acomodo mi único collar, me hago una cola alta y salgo de mi habitación.
Cierro la puerta detrás de mi al mismo tiempo que escucho otra.
Me detengo abruptamente y siento como mi respiración se acelera al saber quien es.
—Se ve muy hermosa esta noche mi señorita Fénix —habla Aries sorprendiéndome con un pantalón negro y sudadera negra con una franela blanca por debajo.
Wow esta…wow
Respira…es que demonios el contraste que hace con su cabello es...
Siento como el rostro me empieza arder al igual que las mejillas.
—Bajemos—le indico evitando que vea mi maldito sonrojo.
Aries se acerca a mi con sus manos en sus bolsillos, camina con tranquilidad y tengo que buscar oxigeno porque esa mirada me quita el aire, es simplemente distinto, sus ojos grises van con el mío y wow. Se detiene al frente de mi y yo no bajo la cabeza en ningún momento.
—¿Se encuentra bien?—pregunta y su rostro se torna preocupado examinando el mio.
¿Por que lo dice?
—¿Por que no debería estarlo?—dudo sin saber a que se refiere.
Veo como intenta elevar la mano pero se arrepiente al último instante mientras baja la mirada.
—Esta…sonrojada—respondo con un tono suave.
¡Demonios! ¡No puede ser! ¡Maldito cuerpo! ¡Malditas hormonas!.
—Emm…es…—trato de decir ¡diablos no me sale nada!.
Él arquea una ceja esperando una respuesta mientras veo como su labio se curva en una sonrisa.
Esperen, ¿desde cuando tengo que darle explicaciones a mi personal?
—Es el frio—respondo tratando de sonar lo mas neutral posible—estamos en las montañas y el frío es mas violento, soy muy sensible con el clima—aseguro.
Vale, eso debe bastar para que se lo crea.
El pelirrojo asiente y me hace una señal para que pase primero las escaleras.
Tan amable me salio.
Ambos bajamos y al estar casi pegados el uno al otro puedo sentir su colonia, su olor y ash adoro eso.
Llegamos al comedor y todo esta perfectamente servido, los platos, los utensilios, la comida.
Mamá aparece y se ve muy linda con un pantalón negro y un suéter.
Nos ve a los dos juntos y sonríe.
—oh pero miren que lindos—nos alude—Aries ven, hoy cenaras con nosotros.
—No debe molestarse yo puedo comer en la cocina…—intenta diferir con una sonrisa
—Tonterias—resuena la voz de mi padre en toda la casa y todos quedamos en silencio—salvaste a Eunoia, esta es mi manera de…devolver el favor.
Siempre trae algo entre manos…
Él no puede negarse, de hecho es la orden de su superior y de un mafioso así que acepta sin refutar.
Todos nos sentamos en la mesa juntos y Aries va a mi izquierda mientras mis padre encabezas lo demás.
—¿Por que hay otro plato?—pregunto al notar eso—somos solo cuatro.
Mi madre mira a mi padre mientras sonríe y él tampoco comprende.
—¿Me e perdido de algo o…?—intento decir al ver que no obtengo repuesta
—Eunoia—empieza mi madre con una sonrisa en su rostro—tu…
Pero es interrumpida cuando las puertas se abren al igual que mis ojos al notar la figura que veo.
No puede ser, debe ser una broma, o me e muerto o esto es un milagro.
—Emillie Fénix a vuelto—saluda mi abuela entrando a la casa como si nada.
MI ABUELA, la señora Fénix, la única que queda de nosotros ella…
Mi padre y yo nos paramos automáticamente y es aquí donde mi madre y Black pueden apreciar algo inimaginable.
Los tres Fénix juntos, tres asesinos en una sola sala y lo mas impresionante, seis pares de ojos idénticos.
Nuestras miradas distintas se conectan y es ahí donde notas que a valido la pena, de que algo bueno e ganado al venir aquí.
—Eunoia, mi querida nieta—saluda mi abuela mientras me da un corto abrazo.
Si, me lo da es porque no nos vemos desde hace bastante tiempo.
—Hijo—saluda a mi padre
—madre—corresponde él
—Jessie—saluda mi abuela caminado a donde mi madre
—Suegra—cede ella.
Y aquí esta, aquí nos tiene a todos, la familia completa de los mafiosos mas grandes, los extraños, los inhumanos, los locos.
Somos nosotros, somos los Fénix.
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