ARIES

Las caricias de las chicas a mi alrededor​ son esquisitas, no disfrutaba de esto desde hace bastante tiempo, estaría feliz recibiendo con gusto estas muestras eróticas pero me jode el hecho de que no sea por diversión si no por ella.

Por mi jefa, por mi blanco, por mi misión.

Se supone que e venido a buscar pruebas, a ganar su confianza, e infiltrarme en su casa y encerrarla tras las rejas.

Y lo que realmente estoy haciendo, es estar en su nuevo prostíbulo con tres prostitutas sobre mi, regalo de Eunoia Fénix por supuesto.

No niego que me gusta cada parte que tocan y besan estas chicas con sus pezones y abdomen expuestos para mi, me encantan de hecho.

Pero no puedo evitar darle miradas recelosas a los que la tocan.

Si, los malditos que tocan cada centímetro de su cuerpo, no puedo evitar ver las muestras de placer que ella expresa al ser tocada, besada o mordida.

Quiero estar ahí, quiero ser yo quien provoque cada sensación, quiero ser la persona que escuche sus gemidos…

No, no y no.

Esto no esta bien, esto es en lo que ella me esta transformando, me esta convirtiendo en alguien que no debo ser, no quiero salir de mi papel.

Pero es que ella, ella lo es todo, es mi tortura viviente, no puedo verla, no puedo tocarla ella es mi maldito karma.

Pero que hermoso karma, si lo admito soy un maldito masoquista que le gusta ir detrás de lo rudo, de lo insano, de lo imposible, de lo violento.

Fijo mi vista en ella cuando arquea la espalda en señal de placer.

Quiero quiero quiero

Sus dos ojos distintos me atrapan mirándola y ojalá fuera una mirada normal pero se refleja el odio, el rencor, un deseo y pasión al mismo tiempo.

Ella es todo un caos diferente a cada minuto.

De lo que si estoy seguro es de cuanto a tomado, porque todos hemos tomado igual.

No despegamos la vista del uno y del otro en ningún momento, solo nos miramos.

Algo escuche sobre "una mirada dice mas que mil palabras".

Bueno aquí ya no es solo una mirada y mil palabras aquí hay mas de un millón.

—¿Le esta gustando señor?—pregunta una de ellas haciendo que reaccione por fin.

—Claro que si, haces un excelente trabajo—contesto mientras deslizo mis manos desde sus hombros a su abdomen.

La acerco hasta que queda sobre mis piernas, si me toca matara estas malditas ganas que tengo por ella lo haré con la que ahora me mira encantada trazando movimientos circulares sobre mi erección.

Me gustaría decir que mi erección es por la rubia que tengo encima pero no, es por Eunoia, por ella.

¡Maldita sea ahora no puedo tener o pensar en nada que no sea ella!

Vacío aquellos pensamientos, no, hoy no, hoy yo Aries Black tendré una maldita noche de sexo con esta chica que no conozco de nada y así podré aunque sea bajar la tentación que tengo de ir por mi jefa.

Termino de bajar mi mano alrededor de su cintura, siento sus curvas, su piel suave, acaricio su espalda mientras la invito a besarme.

Solo con eso, solo con un maldito beso me olvidare de ella.

Su cara es de placer y va acercándose a mi poco a poco mientras yo la empujo contra mi con suavidad pero sensualidad al mismo tiempo.

Acerca su rostro al mío, lo suficiente para dejar su frente sobre la mía.

Unos centímetros mas…

—Si la besas te juro por mi vida que serás despedido y que morirás esta misma noche Black—resuena la voz imponente de Eunoia a mi lado.

Volteo alarmado y veo que esta a un metro de distancia de mi, ya no tiene a los tipos que tenia antes encima, su otra amiga si los tiene pero ella no.

Se detuvo a interrumpir lo que seria mi noche de olvido.

Ella fija su mirada en la chica que tengo encima, la mira con odio y por un momento temo a que de sus ojos salgan balas y atraviesen a la pobre chica.

—Apártate de él—demanda ella—o si no serás despedida y te quedaras sin nada, sin hogar, sin comida, sin dinero, nada—amenaza Eunoia caminando a mi dirección—creeme que cuando digo que te puedo destruir lo puedo hacer en un segundo, por mi no hay ningún problema en matarte justo ahora, así que quita tus mugrosas manos de mi maldito jefe de seguridad o también las perderás, las cortaré, te mutilare y cuando acabe con tus manos quitaré tus dedos que llevan joyas que me pertenecen y las triturare y daré de alimento para los animales—concluye Eunoia poniéndome los pelos de punta y la pobre chica jadea de miedo—no quieres eso, así que ¡Fuera de él!.

Dicho y hecho la chica se va mas rápido de lo que llego antes.

Observo a la mafiosa mas temida y si, ahora entiendo porque es apodada así, ahora entiendo el por que de decirle "es un monstruo" "es la creación del diablo" ella no tiene compasión y estoy seguro que no temería cumplir su reciente amenaza.

Me levanto de la silla en la que estaba y abrocho mi franela y pantalón como puedo, maldita sea, estoy enojado y mucho, estaba a punto de tener una maldita noche de sexo salvaje y vino ella a interrumpir.

—No debió hacer eso—le escupo a ella.

—Yo puedo hacer lo que se me de la puta gana—responde acercándose mas a mi—es mi maldito prostíbulo, yo decido con quien puedes estar o no.

—Pues yo estaba con ella y no le pedí permiso para que eligiera la indicada—vuelvo a soltar sin poder retenerme.

—Oh creeme que tengo mucho mas poder que tu—dice mientras queda frente a frente contra mi.

Es la primera vez que la tengo tan cerca de mi, es la primera vez que estamos tan juntos y puedo sentir su aliento golpeando el mío.

—¿Por que lo hizo? —pregunto sin dejar de mirarla—¿Por que la detuvo a ella? ¿Por que me detuvo a mi?.

—Por que te odio—responde y para mi eso no es sorpresa mas no entiendo el por qué.

—No le e hecho nada—respondo.

—Si lo haces—contesta mientras su dedo índice choca con tras mi pecho—tu te metes en mi cabeza, odio tenerte todo el puto día en mente, odio verte cada segundo porque me provoca acercarme a ti, odio que provoques un maldito deseo en mi por ti, por tu culpa y odio saber que alguien como tu es el causante de mis hormonas.

—Si me odia tanto no entiendo por qué no solo se aleja y evita pensarme—le respondo mientras trato de digerir sus palabras.

—Porque me atrae todo lo contrario de mi, me atrae todo lo malo y diferente—contesta dejándome atonito—por eso, por el maldito deseo haré esto.

Sin esperarlo me preparo por ser atravesado por una bala, pero no, lo único que siento son sus labios.

Sus labios, deseosos, suaves como me los imagine.

Correspondo al beso sin ningún tiempo que perder.

Me encanta, me encanta ella, es tal y como lo esperaba, ardiente, capaz de destruir mil barreras con solo un maldito beso.

Ya esta, lo e perdido, e bajado la guardia.

No hay manera de que este deseo que tenga guardado quede ahí mucho tiempo.

Sus labios se mueven a la par con los mios, feroz tan feroz que duele pero solo el dolor incrementa el éxtasis.

Y solo es un beso.

Su boca se separa de la mía mientras su frente descansa sobre la mia.

—Olvida esto, olvida lo que te dije, olvida hasta que me e levantado de donde estaba—murmura ella sin abrir los ojos—no quiero que hables de esto con nadie, ni conmigo si es posible, te prohíbo abrir la boca o te juro que cortare esa magnifica lengua—termina de amenazar mientras da media vuelta y va a ver a su amiga.

Deseo, pasión, confesión, besos, advertencia y amenaza.

El mismo trato de los Fénix, la misma actitud de Eunoia todo esto es ella en una sola palabra.

Relamo mis labios y su sabor sigue en los míos, el sabor a muerte y peligro, el sabor de poder y fuego.

Tal y como me gusta.

Odio admitirlo pero si estoy jodido.

Me gusta

Me gusta Eunoia Fénix.

Y no tengo ninguna puta idea de como sera todo a partir de ahora, me jode y mucho porque ahora si las cosas se complicaron, ya no es solo encerrarla en la cárcel, también debo encerrarla en mi corazón.

Ahora ya no se que hacer, que paso dar, de lo que si estoy seguro es que puede que no me acuerde de nada por la mañana al igual que ella y todo vuelva a la normalidad y siga con mi misión.

Eso espero, así lo quiero, no puedo pensar en eso, en ella, en saber que me gusta.

En saber que ahora el demonio del deseo en mi interior a sido liberado.

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Notita pequeña:
Uyyyyy con esto cerramos la semana, y que manera jajaja.

Espero les haya gustado el capitulo como a mi escribirlo.

¡Nos vemos pronto! No olviden comentar y votar si les gusta la historia.

M. Valentina. R. Trujillo.