Capitulo 8 🔥Si Pudiera Le Arrancaria Los Ojos Por Verlo🔥
EUNOIA
Miro mi retrato y vuelvo a sonreír.
¿Sonrio por un dibujo? Si, pero es inevitable y mas por saber de quien viene y si es de el portador de mis sueños eróticos, de mi sexy jefe de seguridad, de Aries.
Aunque no se vea como algo que requiera su trabajo me divierte y mucho, la manera en como acepta mis retos, mis juegos, hace que mi interés por él empiece a despertarse.
Pero no, no con él, puedo tener a quien quiera al mismo Aries Black si así me complace, pero desde que mate a Lion me prometí no meterme con mi personal, de nuevo.
Lo hago y lo haré para evitar un caos.
Hace poco Aries se fue a buscar a Astrid mi vieja amiga la cual viene a hacer negocios conmigo, solo esperó que le resulte lo totalmente fastidiosa para sacarlo de sus casillas, una lastima no poder verlo pero estoy segura que precenciare esa escena pronto.
—Pol ven aca—lo llamo desde el intercomunicador.
Suelto el botón que presionaba y mis puertas son abiertas y la figura de mi asistente se hace presente.
—¿Si?—pregunta acercándose.
—¿Que sabes de Black?—pregunto mientras busco mi retrato dibujado por él—¿ya se encontró con Astrid?.
Me regala una sonrisa oculta y le miro mal.
—Lo último que supe es que ya vienen en camino—responde mientras mira la tablet que tiene en mano—¿Algo mas que necesite? O tengo que ser su mensajero.
—Para eso te pago—contesto soltando una sonrisa—tus servicios de mensajero los buscare después, lo que necesito ahora es que salgas a una tienda de enmarcación.
—¿Y para que?—pregunta interesado dejando su mirada de la tablet a mi.
—Esto—le paso el dibujo que hizo Aries de mi—que lo enmarquen con la mejor madera, dorada, diles que si dañan o rompen aunque sea una esquina de esta hoja lo pagaran caro—demando regia—llevate la tarjeta, ya sabes, lo que cueste no importa pero lo quiero para hoy.
—¿Es usted?—pregunta incredulo—¿Quien se atrevió a dibujarla y tener la paciencia de colocar los detalles? y sobretodo ¿quien pudo controlar su carácter a la hora de observarla?.
Lo miro y aprieto los labios y vuelvo a mirarlo mal.
—Fue mierda no te importa—respondo sin paciencia—solo hazlo y ya no es complicado.
—No se enoje—me pide con calma—ire ahora mismo y si desea me puedo quedar para asegurar el proceso de la enmarcasion y que no haya alguna falla ¿le parece?.
Sopesó sus palabras, suena tentador, al pasar tanto tiempo con Pol me e dado cuenta de qué en otro universo paralelo, donde no perteneciera a esto, él seria mi padre, me trata como si fuera su hija y no como su jefa, cumple mis ordenes pero no por ser superior sino como si de esa forma cumpliera lo que serian caprichos.
Pero de todas formas es imposible, me siento orgullosa de mi familia y Pol aunque no sea de sangre es mi familia de ¿corazon? ¿De trabajo? ¿De apoyo? No lo se.
—No, solo llevalo te devuelves y cuando este listo me lo entregas o lo llevas a mi departamento—ordeno—necesito de ti para cuando Astrid llegue.
Él asiente sonriente, aveces pienso que cada vez que sonríe mas arrugas se le forman.
—con permiso—dice mientras desaparece dejándome sola.
Sigo en mi rutina de organización de todos los papeles, números, números en códigos que me indican cantidades, meses, semanas y días.
En este negocio soy muy minuciosa, no me gusta enterarme por los demás, ahora que estoy totalmente sola, sin mi consejo de viejos hipócritas y machistas, necesita uno nuevo, personas que me den apoyo en la parte visual al público.
Tan, tan, tan tan.
Suena mi celular, lo busco en mi cartera y me extraña una llamada tan temprano pero me paralizo un poco al ver de quien trata.
—¿Si?—hablo mientras reprimo una sonrisa débil.
—¡Oh cariño!, ¿como estas pequeña?
—Estoy bien mamá—le respondo a mi madre.
—Me alegra, aunque no lo preguntes tu padre y yo también estamos bien Eunoia—me reclama con suavidad en su voz.
Definitivamente mi madre y yo somos todo lo contrario de una a la otra.
Mientras ella es todo un caramelo, yo logro ser una menta.
—Si no lo pregunto es porque lo se ¿piensas que no estoy pendiente de ustedes?—respondo un poco molesta—estas bajo la protección de Abraham Fénix ¿que mas cuidado necesitas?.
—Eunoia no le hables así a tu madre—escucho la voz de papá por lo que deduzco que estoy en alta voz—no te eduque para que le hablaras así.
—Tampoco para ser educada y buena con todo el mundo—le saco en cara—asi que superalo de una vez y enfrenta lo que soy.
—Cariño solo te llamaba para recordarte para este próximo fin de semana que vengas a casa—ruega mamá con voz severa—tu padre me comentó algo sobre que vendrías acompañada ¿Se trata de algún pretendiente o…?
—Si papá te dio esa información entonces es suficiente para que sepas la respuesta y no me preguntes—le suelto—y no, no es ningún pretendiente ni una mierda…
—Tu lenguaje Eunoia—vuelve a regañar papa al otro lado de la linea.
—No tengo que maquillar lo que no soy padre—contesto—y no es nadie, solo mi jefe de seguridad, no le veo problema el querer despertar con vida al siguiente día, ¿No has escuchado el cuento sobre que entre mas mafiosos en un lugar mas rápido sales de ello?.
—Solo preguntaba…
La puerta es abierta y de ella aparece mi tormento, Aries.
Me maldigo porque justamente tiene que aparecer él.
Al intentar abrir su boca es interrumpido por otra fuerza.
—¡Astrid a Vuelto! ¡Hola mi vida…!—se corta Astrid cuando nota mi acción.
Estiro mi mano en señal de que cierre la boca y la fulminó con la mirada, no veo nada mas que ella, por pura inteligencia entenderá que debe quedar callada.
—Estaré allá —le digo a mamá quien ríe al otro lado—ya saben mis condiciones, emmm—trato de bajar la cabeza y murmurar por lo bajo—los quiero.
—Nosotros también pequeña—responde mamá contenta.
Puedo imaginarmela dando saltitos de felicidad en la cocina y a mi padre burlándose como lo haríamos los dos juntos.
—Debo colgar, me a llegado una visita—trato de cortar la conversación.
—Nos vemos pronto, besos—y es lo ultimo que escucho de mi mamá cuando cuelga.
Bajo el móvil de mi oído y veo a Astrid.
—Ya puedes seguir con tus gritos de emocion—le cedo.
Ella suelta un suspiro como si hubiese retenido la respiración por el tiempo que la detuve.
—¡Por fin! ¡Por fin! Después de ¿ocho años?, no lo se la verdad pero me alegra mucho verte Eunoia—dice ella mientras corre a abrazarme.
Su figura no tan alta, su cuerpo que tiene mas busto y glúteo del que recordaba, su cabello castaño oscuro con sus puntas descoloridas y esa ropa, si definitivamente sigue siendo la misma.
Llega y sin mi permiso me abraza sin ningún pudor sin ninguna vergüenza.
No la aparto pero tampoco le devuelvo solo me quedo estática al sentir su contacto, fijo mi visa en Aries el cual mueve inmediatamente su cabeza en otra dirección y noto que la comisura de sus labios se eleva en una sonrisa.
No sabe ni disimular el pelirrojo.
Niego con la cabeza y poco a poco voy separando a Astrid de mi, ella carece de un tez trigueña, unos ojos marrones oscuros.
—Oye gracias pon mandarme a ese bombomsote—me susurra al oído mientras se posiciona a mi lado y lo analiza sin ningún pudor—mirale ese cuerpo, ese cabello pelirrojo me esta pudiendo a gritos mucha cosas…
La fulminó con la mirada tiene suerte porque si pudiera le arrancaría los ojos solo por verlo.
Nadie puede mirarlo de esa forma, nadie mas que yo….
!No no no! ¡Si ella se lo quiere tirar adelante! No se ni porque me importa…
—Espero que la señorita Luna no te incomodara en el camino Black—menciono mirándolo.
Ambos cruzan una mirada fugaz, una mirada corta y cómplice.
Aprieto la mano en un puño mientras la ira se apodera de mi, ellos no pueden, no lo permito, yo…
Yo…yo no puedo interferir en nada—me resigno soltando mis manos dejando que la sangre circule normal.
—Para nada señorita Fénix, todo en orden—contesta, un pequeño lamento me cruza al no escuchar las palabras "mi señorita fénix", debe ser la costumbre sólo eso
—Puedes retirarte—le ordeno mientras asiente y se retira.
Quedo a solas con Astrid la cual en este tiempo estado mirando mi oficina.
Todo el mundo hace eso ahora, solo mirar mi oficina como si fuera la de algún famoso de la cual no volverán a pisar.
—Toma asiento Astrid—la invito a sentarse al frente de mi escritorio
—¡Claro que si Noi!—responde usando el apodo que me tenia de niña—¿Para que me mandaste a llamar?, por teléfono sugeriste un negocio en el cual estaría interesada, quiero escuchar eso.
—¿Te acuerdas cuando eramos niñas? —le pregunto y esta asiente—una vez mencionamos un negocio que quisiéramos tener y que este nos llenaría los bolsillos de dólares ¿Te suena a algo?.
La sonrisa que me regala lo dice todo los ojos se le iluminan como si le dieces un dulce.
—¿¡me estas diciendo que sera real!?—chilla feliz—¿¡abriremos el prostíbulo!?.
Si, aunque suene algo estúpido en eso pensábamos de niñas, no encontrábamos una carrera que pagara lo que queríamos ¿pero por que una carrera cuando puedes crear un negocio?
Y aún mejor, uno que te hace feliz y complace al mismo tiempo.
—Asi es—asiento—quiero que seas mi socia en esto, que estés a cargo de la organización junto a mí, ¿Que opinas? ¿Aceptas o no?—pregunto mientras sonrió de un lado.
—¡Ahhhhhhhh! Si si y si mil veces si, aceptó todos los términos y condiciones, con tal sea lo que siempre esperamos acepto todo.
Curvo mis labios en una sonrisa, asiento y le ofrezco una hoja, una hoja de papel donde esta plasmado el contrato.
—Esto es el contrato—lo entrego mientras lo recibe emocionada—es un contrato de dos años, en ese tiempo bueno ya sabremos como van las cosas, cuando este tiempo se acabe bueno podremos renovar el contrato.
Ella lo lee por encima con una sonrisa ladeante.
—¿Sin trampas? ¿Sin trucos?—pregunta mirándome con duda.
—Ya sabes que detrás de un gran negocio siempre hay algo por debajo—respondo—no debe extrañarte el trafico de drogas, esa es la única "trampa".
—Ya sabia yo que Eunoia Fénix no dejaría ningún cabo suelto—contesta riendo—me encanta esto, ya lo sabes así que pasame un bolígrafo para firmar esto.
Contenta le doy el mio y ella firma sin dudar mientras me lo da de vuelta.
—Toma—me entrega el papel—ahora ya que estamos aquí en plan amigas, ¿Quien es ese modelo que me fue a buscar? Dijo que era tu jefe de seguridad ¿es cierto?
La fulminó con la mirada mientras trato de mantener mi tranquilidad intacta.
—Si te lo dijo es porque es cierto, no veo ninguna falla en su respuesta—respondo tanjante
—Noi, puedes dejar ese carácter de mierda, por lo menos conmigo—pide haciendo un mojin—somos amigas ¿lo recuerdas?.
—Primero que todo necesito que no me digas mas "Noi"—le suplico incomoda por aquel apodo—soy Eunoia y lo sabes, deberías agradecer que te dejo llamarme así y sé que somos amigas pero no tengo tiempo para decirte nada.
—Vale yo solo queria…
—Vamos, iremos a almorzar—la invito mientras me levanto y busco mis cosas.
—¿Arroz chino?—pregunta haciéndome ojitos.
—Arroz chino—le cedo.
Después de almorzar y de hablar muchos temas por varias horas y salir de compras, nos dirigimos junto con Aries a el lugar que dije que iríamos.
—Deja el auto aquí Black—le indico
Él obedece y estaciona justo al frente de un edificio.
Los tres bajamos del auto y varias luces se asoman a través de los vidrios.
—Disculpe la intromisión mi señorita Fénix—habla Aries y al decir esa palabra me reconforta, al parecer si era la costumbre—¿Pero donde estamos?
Estoy apunto de responder cuando…
—¡Ahhhh no lo puedo creer!—grita Astrid—¿¡Es lo que creo que es!?.
Bueno aprovecho y les respondo a ambos.
—Este es el prostíbulo nuevo—respondo orgullosa—aun esta en remodelación porque quiero que lo veas Astrid y aportes ideas para terminarlo o cambiar algo.
—¡Wow Eunoia esto esta increíble!—sigue chillando emocionada mientras nos acercamos a la puerta que esta vigilada por otros guardias.
Camino de lado de Aries y parece como si fuese mi pareja, odio pensar en eso, porque sencillamente no lo es y por eso mismo presiono mi caminata.
—Abre la puerta—ordeno al portero
—Adelante—nos cede mientras pasamos.
Las luces rojas, los colores opacos, al entrar se puede ver un gran espacio vacío, hay cuatro bares llenos de botellas, en las esquinas se encuentran grandes sofás y sillones para los que les gusta tener su acción rápida, mas al fondo se encuentran varias mesas y sillas, unas con tubos otras con vitrinas, el final termina con un gran escenario amplio con algunas cortinas y muchas luces.
—Bienvenidos al Infierno de Hades—digo amando el nombre del lugar.
—Esto es increíble, es fantástico, me encanta todo—responde ella emocionada mirando a su alrededor.
—Esto es solo la segunda planta—respondo y ambos no tardan en mostrarse extrañados.
—¿Acaso estamos arriba de otro piso?—pregunta Aries
—No posee el nombre del Infierno por ninguna razón, abajo están todas las habitaciones para que la gente se divierta.
—ohhh, me gusta—acepta mi amiga mientras camina mas al fondo donde esta el escenario—¿Ya contrataste el personal?—pregunta con una sonrisa maliciosa.
—Sabes que siempre tengo todo preparado, esto sera tu regalo de bienvenida—conesto al mismo tiempo que llamó al responsable de los chicos—ya sabes que hacer, quiero un show complaciente.
Corto la llamada y dirijo a mis acompañantes a una mesa justo al frente del escenario.
—Ven Aries—le ordeno para que se siente—solo estamos nosotros, mas los que vendrán esta noche disfrutaras.
—No se si deba...
—No pregunte si querías
Obediente se sienta a mi lado, lo único que nos separa son las sillas, mando a traer de las mejores botellas quiero una noche diferente.
Las botellas y las copas llegan y nos sirven.
—Brindemos—dice Astrid—por el mejor sueño que tuvimos un día y que gracias a ti se a convertido en realidad.
Alzo mi copa y brindo con ella, bebo el vino blanco que para mi es una delicia, volteo mi rostro y observo a Aries.
—Brindemos Black—alzo la copa a él
—¿Por que?—pregunta alzando la suya también
—Porque sera una noche inolvidable—y con eso ambos brindamos y bebemos.
Las luces se apagan y en las sombras sale un proyector directo al escenario, la musica inunda la habitación, poco a poco las personas que contrate tanto hombres como mujeres aparecen en el escenario.
De un momento a otro tengo a los stripers a mi alrededor, mientras muestran sus cuerpos a mi y bailan.
Aries también esta acompañado de tres chicas, Astrid de dos chicos, mientras que yo tengo cuatro encima, todos nos dejamos tocar, acariciar, besar, porque al final este es un espacio libre de disfrutar el placer.
Arqueo mi espalda cuando uno de ellos o todos empiezan a repartir besos por mi cuello y piel desnuda que es poca.
Mi mirada va directa a la de Aries.
No se porque no solo puedo disfrutar de esto con tranquilidad sin evitar mirar a mi sexy jefe de seguridad.
Para mi sorpresa o tal vez no, su mirada esta igual de penetrante que la mía y por un momento recuerdo que sus ojos grises son iguales al mío.
Odio pensar en que otras lo tocan, odio tener el impulso de sacar mi arma y acabar con todas, y lo que mas odio es que él provoque ese deseo en mi, deseo de él.
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Notita pequeña:
Holis, nueva semana, nuevo capitulo, nuevas sensaciones, nuevas escenas.
Y lo mejor se espera en el próximo 🔥
¡Espero les haya gustado, no olviden votar y comentar!
¡Nos vemos en el próximo capitulo!
M. Valentina. R. Trujillo✨
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