Capitulo 6

EUNOIA

Parpadea, abre y cierra sus ojos, el tono gris de ellos es inconfundible, se trata de él, se trata de Aries.

Me sorprendo al mirarlo, viste sin nada, ni una sola prenda que lo cubra, su cuerpo definido y su pene erecto expuesto ante mi me complace por completo.

Se acerca poco a poco y llega hasta mi, me empuja contra la pared y enrosca su mano en mi cuello haciendo que me produzca un deseo masivo con él.

—¿Le gusta la rudeza?—pregunta con una voz ronca que prende todos mis sentidos.

Asiento ante su pregunta

Su rostro se acerca al mio, sus labios se presionan contra los mios con rudeza, pasión, no hay dulcura en su tacto, para nada solo ese deseo que contiene y yo igual.

—Podemos hacer muchas cosas—murmura separándose de mis labios mientras deja besos húmedos en mi cuello—usted ordena y yo obedezco.

Sus palabras me queman, me terminan de prender haciendo que cualquier tipo de pudor se vaya a la mierda.

Lo quiero

Lo deseo y lo necesito.

—Ordena, manda, castigame—me pide—hare todo lo que me pidas.

—Quiero…

Abro los ojos con el corazón a mil, miro mi reloj el cual marca las 5:05am

¿Que a sido eso? ¿Como mi presa se a metido en mis sueños?

Y ojala fueran simples sueños pero no, son sueños de otro tono…

No, no, no. Me niego a pensar que eso pasó y peor aun que algún día llegue a pasar.

No voy a recordarlo porque si lo hago, al ver a Aries no aguantare y olvidaré lo que es él.

Nadie, no es nadie.

Intento volver a dormir pero cada vez que cierro los ojos aparece él una y otra vez, como si fuera la única puta cosa en mi mente.

¿Que acaso no puedo soñar con otra cosa?

¿Yo que se? ¿Derrotar a mis enemigos? ¿Lograr tener el poder completo de la mafia?

Ese seria uno de los mas grandiosos sueños que podría tener pero no.

Resignada me levanto, aun no son las 6:00am pero no me quedare soñando en estupideces.

Me dirijo al cuarto del baño y lleno la tina con agua caliente, me quito el pijama y entro a bañarme.

Al salir con mi bata puesta y el cabello mojado recogido en una toalla, camino a mi closet.

¿Cual es mi agenda del día de hoy?

Demonios, no tengo mi agenda cerca y el único que esta pendiente de todo es Pol. Ni modo me toca molestarlo cosa que no es dificil.

Río en mi interior y suelto una sonrisa maliciosa al tomar mi celular y marcarle, una llamada a las 5:30 de la mañana no lo matara.

Turr…turr…turr...

Repica el celular mas no atiende, lo vuelvo a intentar una y otra y otra vez hasta que se escucha un pitido.

—Mas le vale que su llamada sea de vida o muerte—me regaña Pol con un tono amargado que conozco bien—¿si sabe que hora es no?

Sonrio al lograr mi cometido.

—Esa no es manera de hablarme Pol—lo regaño contenta, porque él sabe que puede dirigirse a mi como ahora pero al menos esperaba algo mas educado—decir los buenos días te alargan la vida ¿no lo sabias viejo verde?

—Entonces a usted no le queda mucho—responde medio dormido—¿que desea?.

—Que no lo diga todo el tiempo no significa que no lo diga…muy pocas veces.

—Al grano—insiste molesto.

Vuelvo a sonreír, no puedo evitarlo, me encanta sacar de sus casillas a las personas, ver su lado molesto.

—¿Que tengo en mi agenda para el día de hoy?

—¿De verdad me llama a las 5:30 de la mañana a preguntarme cual es su agenda?—me suelta ofendido.

—Llevas dos años conmigo, no debería sorprenderte nada de mi—contesto—y además quiero adelantar cualquier trabajo de oficina, así que habla.

—Espere un segundo—escucho como se mueve y mueve cosas con él—vale, aquí lo tengo.

—Te escucho.

—Para hoy, tiene una reunión con Astrid Luna a las 9:00am, el resto del día es puro papeleo, ¡ah!—se corta como si hubiese visto algo y me alarmo un poco—y tiene que enviar dinero a "Clouds for dreams you" los cuales piden su presencia para una visita, de resto tiene todo un día libre de reuniones por decirlo.

—De acuerdo, entonces te espero para que en el transcurso del día arreglemos todos los papeles.

—¿Ni un gracias por la información? —me pregunta—le recuerdo que me despertó y no estoy en mi horario laboral.

—Yo nunca doy las gracias Pol—le recuerdo—y mientras trabajes para mi siempre estas en horario laboral y mas aun cuando eres mi asistente.

—Gracias por recordarme lo simpática que es señorita Fénix—dice en medio de un bostezo—¿necesita algo mas?

—No, puedes descansar—presiono el botón de colgar y la llamada acaba.

Entonces, hoy me veré con Astrid Luna, aquella chica y amiga de la infancia con la cual le planteare el negocio de mi nuevo prostíbulo.

Abro mi closet y examino mis opciones, al final me decido por un pantalón negro bota campana, una blusa blanca sin mangas la cual solo se amarra alrededor de mi cuello dejando mi espalda descubierta la blusa tiene un toque arrugado en vertical que forma una armonía hermosa, me pongo unos tacones negros, seco mi cabello y decido hacerme una cola alta, y por último unos pendientes dorados que contrastan con el collar.

Recojo todas mis cosas en una cartera de Gucci blanca obviamente, y guardo todo.

Salgo del cuarto y veo al pequeño Flip durmiendo como siempre, le dejo su desayuno y salgo.

Por lo que es muy temprano no pasean residentes en el pasillo mejor para mi, la soledad es mejor y menos peligrosa.

Bajo hasta llegar al estacionamiento, me monto en mi auto y comienzo a conducir rumbo a por un café y una empanedado y luego a la empresa.

Estaciono  justo al frente de las escaleras de mi empresa, apago el auto y salgo con mi desayuno en mano, pero no termino de rodear el auto cuando veo una figura en la entrada.

Por instinto mi mano libre va a mi costado donde se encuentra mi arma, pero no la saco al ver bien de quien se trata.

Si, mi maldito y sexy jefe de seguridad.

—Una sorpresa verte tan temprano por aquí Black—le hablo mientras camino en su dirección—¿Que haces aquí?

Sus ojos se posan en mi vestimenta y ruedo los ojos.

—Buenos días mi señorita Fénix—me saluda y esa frase se vuelve cautivadora para mis oidos—parte de mi trabajo es protegerla, para eso estoy aquí, que salga sin avisar de su casa conllevaría a un peligro ya que esta desprotegida.

Masticó sus palabras, tiene razón, pero aun no conecto muy bien en que momento me vio salir, y ¿como fue que no vi su auto?

—Debiste estar asechandome por las sombras Black, porque hasta los momentos no recuerdo haberte visto.

Se queda un minuto en silencio mientras me abre la puerta de la empresa.

—Su seguridad es lo primordial para mi, si le sucede algo por mi culpa, me matarán y para mi desgracia aprecio mucho mi vida—contesta con una media sonrisa.

Ambos entramos en el ascensor y mantenemos una distancia prudente.

—Si tanto aprecias tu vida, no comprendo el porque decides arriesgarla a cada minuto a mi lado—le digo bebiendo un poco de mi café.

—Porque cada minuto a su lado, es un minuto donde todo puede pasar—responde mientras las puertas se abren—usted primero.

Lo miro desconfiada, eso no es una respuesta, no para mi, y por experiencia propia no todo el mundo arriesga el pellejo por que quiera.

Paso por delante de él y el olor de su colonia impregna el aire.

Huele, delicioso, un perfume caro de eso estoy segura.

—Supongo que es por la buena paga—vuelvo a insistir porque sencillamente algo no cabe con él.

Saco mi llave y abro mi oficina, el olor a guardado desprende de ella, pero así me gusta, es como el olor a libros nuevos y me encanta.

—Eso también entra en la lista de por que ser jefe de seguridad de Eunoia Fénix—responde alzando la comisura de sus labios.

Lo miro mal, cosa que no le extraña ya de mi.

Camino y me dejo caer en la silla de mi escritorio, resoplo y lo vuelvo a mirar.

Sus ojos conectan con los míos, igual que en el sueño, abre y cierra los ojos y ese gris que conozco esta en ellos.

No no no, no puedo pensar en eso.

—En pocas horas tengo una reunión con una vieja amiga, solo es para que estés informado, en la noche saldremos de nuevo, necesito cerrar un contrato—le digo a Aries.

—Asi sera, me retiro...

Veo como intenta irse caminando de espaldas a la puerta.

—No te e dado la orden de que te retires —advierto con mi voz amenazante.

Él se detiene rápido y se congela, puedo ver como se ruboriza un poco, que estupidez.

Se gira y asiente.

—¿Que requiere de mi precensia?—pregunta en voz baja.

Levanto la vista de mis papeles y veo como se convierte en un tomate entero, a la par con su cabello.

—Nada por ahora, pero el edificio esta solo, y quiero un poco de compañía.

Asiente y se sienta en uno de los sillones de mi oficina sin saber que hacer.

Hora de los juegos, mi hora de diversión a comenzado.

—¿Que te gusta hacer Black?—le pregunto.

—Dibujar, ir al gimnasio y trabajar para usted—responde con simpleza.

Entonces dibuja, interesante.

No me vendría mal un retrato.

—Del 1 al 10 ¿que tan buen dibujante te consideras?

—9.8 diría yo

Asiento y busco una hoja, lápiz y bolígrafo.

—El reto de hoy es dibujarme mientras trabajo —le digo mientras sonrió en mi interior.

Él viene y busca las cosas y me mira un poco tímido.

—¿Quiere que la dibuje?

—Seras el primero en retratarme, así que tu trabajo depende de que salga tal y como soy.

—De acuerdo—acepta y se sienta de nuevo

Esto se pondrá muy divertido.

—Sabe que tengo que observarla todo este tiempo para poder dibujarla tal y como esta ¿no?—me pregunta buscando algo donde pueda apoyar la hoja.

¿Acaso me cree estúpida o?…

—Se como funciona un retrato no soy de otro mundo—le respondo ofendida.

—Lo digo por la última vez que la mire, me advirtió sobre que no lo volviera hacer—me responde—por eso le digo.

Oh, es verdad.

—Tienes mi permiso—le concedo—por ahora.

Él sonríe complacido por mi respuesta.

Niego con la cabeza y vuelvo mi mirada a la fila de papeles que tengo que leer.

Poco a poco me muevo a propósito y en distintas posiciones solo para molestarlo, no dice nada pero puedo ver como aprieta los labios y me fulmina con la mirada.

Cada minuto que pasa veo por el rabillo del ojo como él levanta y baja la vista de mi al dibujo.

Y realmente me carcome la curiosidad de ver que tanto es lo que hace con esa mano.
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Notita pequeña:

¡Holis! Otra semana otros nuevos capítulos.
Ya podemos ver como poco a poco Eunoia empieza a ¿sentir? cosas por nuestro agente del FBI.

¡Nos vemos en el próximo capitulo no olviden votar y comentar!

M. Valentina. R. Trujillo

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