Capitulo 24|Una Escapada En Francia

ES DOBLE ACTUALIZACION, ASI QUE ESTE ES EL SEGUNDO, YA SABEN, POR SI ESTE LES APARECE PRIMERO. ASI QUE ID ARRIBA!!!!

ARIES

Si algo tengo que decir sobre lo que a pasado estas ultimas veinticuatro horas en París, es…joder, no se como podría, o mejor dicho…no tendría a quien decírselo. No tengo a Dhanny o a Willer. Ciertamente…les confesaría todo, les diría que la e cagado…y muy, muy feo. Sé que poco a poco siento algo mas que atracción por la mafiosa.

¿Enamorado? No lo se, tal vez, pero solo la idea me da un poco de miedo, bueno…aparte de eso, nos hemos acostado, mas de una vez y ¿soy sincero? Lo e disfrutado.

Me gusta romper las reglas con ella, me gusta cruzar esa linea entre nosotros, me gusta provocarla y ¿lo mejor? Que ella no se hecha para atrás al contrario…me incita a seguir.

Pero dejando esa parte de lado. Me gusta ver como es fiel a su trabajo, la seriedad y la importancia que le pone, porque sea como sea esto es parte de su vida y lo necesita.

Al igual que yo necesito conocer sus pasos. Por lo menos tengo información de su nuevo consejo y lo que va a surgir en base a eso, no sabia que yo también podría formar parte de ellos. Y eso es mucho mejor, me ahorro trabajo de búsqueda.

Eso es lo mejor de ser un agente…nadie sabe que esta sentado con el enemigo, nadie se enterara de que técnicamente, todos sus planes serán pasados al FBI.

De todos los que lo conforman solo veo a un pobre inocente y es ese chico ¿Anto? Ah si, el hijo de Morea, otro mafioso que tenemos en la mira, no estaría mal meterle en la cárcel también ¿no? A su lado Eunoia es un angelito, Morea trafica órganos con drogas dentro o simplemente buscan a personas cualquiera, incluyendo bebés, los cedan y los abren para transportar su droga y pasar desapercibidos.

Sin embargo esa no es mi misión pero no quiere decir que no diré nada sobre ello.

Son las dos de la tarde cuando salimos del edificio, voy detrás de ella, no a dicho nada y yo tampoco ¿para que? ¿Para provocarla y hacerla enojar? Nah, aunque siempre puedo animarla ¿no?.

Camino mas rápido y llego a su altura, nota mi increíble aparición y gira para arquear una ceja.

Oh si claro, no le apetece hablar.

Típico de Eunoia Fénix.

—¿A donde iremos ahora?—pregunto mientras le abro la puerta del coche.

—Supongo que al hotel a descansar…—deja la palabra en el aire, no se si tomármelo como una indirecta y si es eso pues genial—o no lo se, esperar a que alguno de estos imbéciles decida retirarse para por fin poder hacer algo productivo esta noche e ir a matarlo.

No puedo evitar mirarla a los ojos con asombro, debería ya estar acostumbrado a su cambio de actitud, a su forma sanguinaria de ser, porque simplemente yo no puedo cambiar eso, puede que la cambie en otras formas, pero no puedo borrarle o quitarle lo que le gusta, y es asesinar…una cosa que para ella es simplemente un hobby y algo que espera con ganas como si fuera su pastilla.

Rodeo el auto para entrar y el silencio queda en el aire.

Repiqueteo los dedos sobre mis rodillas y por el rabillo del ojo veo como ella me mira.

Pienso hacerle una broma pero mejor no…

—¿Y por que no exploramos París?—suelto de repente llamando su atencion—estamos en la capital de la moda, uno de los lugares más turisticos…no lo se, usted podría disfrutar este día en ir a los monumentos, al museo, y hacer eso que les gusta...comprar ropa.

Me observa y no olvido lo intimidante que es su mirada, y no solo eso, el color de sus ojos cada día no me decido de si están mas brillantes o mas oscuros.

—¿Quieres un paseo por París?—me pregunta arqueando de nuevo una ceja.

—¡¿Yo?! No…me refiero a usted—aclaro rápidamente mientras siento como el calor sube a mis mejillas.

¡Demonios!.

La mafiosa vuelve a recostarse y le habla al chofer en Francés.

—A todos los sitios turísticos que existan aquí, no se preocupe le dará muy buena paga creame—dice y yo me sorprendo.

Pues de algo nos tiene que servir este paseo ¿no?

—E escuchado que montan un tipo de Feria de juegos mecánicos—murmura el chofer y yo volteo al escucharlo—¿desea ir allí?

—Si—responde Eunoia sin pensárselo.

¡Oh si una feria! No era mentira cuando le dije que nunca e ido a una ¡por fin podre! Es decir…claro que debo investigar que trae mas a fondo, pero con unos tragos ella soltara la lengua. Nunca fui a una feria ya que mi madre murió cuando yo era niño y mi padre trabajaba en la milicia y bueno…es fácil deducir el resto de la historia, me crié en esto y no se molestaron en llevarme a algún sitio.

—No sabia que hablabas Francés Black—me dice Eunoia llamando mi atención.

—Oh si, lo hablo, lo escucho, lo escribo un poco de todo la verdad—respondo mientras veo las calles empedradas y algunas farolas—aprendi a los catorce, tenia una tía que lo hablaba y me gustó, me apunte a mas clases y bueno aquí estoy.

—Mmm…bueno por lo menos no solo das golpecitos y disparas.

¿Golpecitos y disparas? ¡¿Eso piensa de mi?! ¡Ja! ¡No a visto ni la mitad de lo que e hecho en mi vida!.

Y tu tampoco has visto la de ella, sin embargo tampoco es que deba enterarse de que eres un agente del FBI infiltrado en su vida para meterla presa ¿no?.

Si, mejor así conciencia.

Prefiero dejar la conversación en ese punto porque el paisaje, las calles y todo lo que conlleva este País me encanta, me gusta el tipo de estructura de las casas y todo…

Sin esperarlo el auto da un fuerte estruendo haciendo que me golpee junto con la ventana, se escucha como el conductor gira, las ruedas chillan ante su movimiento pero nos vuelven a chocar.

¡¿Pero que...?!

Eunoia ¡necesito a Eunoia!

Poso mi mirada rápidamente en busca de esos hermosos ojos y la encuentro abriendolos para sobarse la cabeza.

—¿Pero que carajo…?—no logra terminar la frase cuando mira por la ventana.

Sigo su mirada y veo un auto negro un poco lejos de nosotros, y esos no es lo peor, lo peor es que hay tipos saliendo de él.

Mierda

Veo como la mafiosa automáticamente toma su arma pero soy mas rápido y la tomo de la muñeca mientras con la otra abro la puerta del taxi.

—¡¿pero que te pasa?! Tenemos que enfrentarlos—me refuta pero me sigue.

Cuando por fin salimos del auto no espero mas tiempo para empezar a correr, correr junto a ella, la agarró tan fuerte que temo a hacerle daño peto eso no importa, están aquí para matarla y yo estoy aquí para protegerla, nadie le hará nada mientras yo sea su maldito escudo, con mas fuerza de la necesaria la empujo para que corra adelante de mi, para poder asegurarme de protegerla.

—¡¿Que se supone que hacemos?!—me grita mientras gira a la derecha.

Aprovecho el cruze para mirar detrás y estoy justo a tiempo para esquivar una bala, demonios, una bala casi me atraviesa la cabeza.

—¡Estamos salvando nuestras vidas!—le grito a ella—corra, atraviese callejones ¡yo la cubro!

—¡Es ridículo escapar! ¡Podemos matarlos!—otro cruze y esta vez es a la izquierda donde aprovechamos que es un centro comercial, no nos lo pensamos mucho y entramos mientras seguimos corriendo.

A ver, si no estoy mal, los centros comerciales siempre tienen mas de dos salidas, tenemos dos opciones.

Tenemos el beneficio de salir por otro lado o que en ese lado nos atrapen y estaremos fritos.

Veo que ella intenta tomar ventaja en unas escaleras eléctricas pero la logro alcanzar y la arrastro a la única zona en rojo.

Escaleras de Emergencia

Perfecto para nuestro escape. Abro y cierro la puerta de golpe cuando se escucha como empiezan los disparos y la gente corre y grita.

Ella y yo nos tomamos ese pequeño tiempo para volver a respirar, demonios, hasta eso duele, duele respirar, los pulmones me piden mas oxigeno.

—¿Que hacemos ahora?—pregunta ella tratando de normalizar su respiración al igual que yo.

—No podemos quedarnos aqui para siempre, no tardaran en deducir que estamos aqui, calculo unos diez minutos en lo que limpian el centro—explico mientras recuerdo que un montón de personas inocentes estan muriendo afuera—debemos movernos cuanto antes.

Paso por su lado, saco mi glock 45, decido ir a la cabeza.

—Necesito que usted también lleve el arma en mano, no sabemos si nos atacaran arriba o abajo, lo mejor es protegernos.

—Bajemos—dice ella mientras saca su arma también y se hace una coleta alta rapida—si subimos no tendremos con escapar y ya estarán arriba, al menos que tengamos un maldito helicóptero.

Asiento y en coordinación ambos tomamos postura defensiva, bajo las escaleras una por una sin bajar el arma y ver antes a donde vamos. Es el estacionamiento subterráneo, suponiendo que las cosas salgan bien, podremos robar un auto.

Nuestras pisadas suenan en todas partes, es demasiado espacio lo que produce el eco, cosa que no esta a nuestro favor en estos momentos, pero afortunadamente nos damos cuenta e intentamos bajar el sonido de nuestras pisada.

—Es aquí—me detengo en la puerta que dice Salida de Emergencia, me giro para mirarla—saldre yo primero, veré que todo este despejado, si hay alguien afuera—trago saliva solo de imaginarlo—ni se le ocurra entrar en la pelea, porque la mataran, corra hasta el ultimo piso de la azotea—me saco mi apreciado aparato donde lo engancho a una superficie y suelta una cuerdas donde se puede bajar—tome esto, ya sabe lo que es, solo para escapar.

Se lo tiendo y ella me regala su mirada decaída, pero su expresión seria no cambia y eso me duele, siento es "pum" en mi corazón al saber que no me dirá nada.

Lo coje y se lo guarda, traga saliva, vale. Me giro a la puerta. Okey, no es nada a lo que no te enfrentaras antes, soy un agente del FBI e sido entrenado para esto y no me dejare vencer por nada ni nadie.

Bueno, a mi suicidio entonces. Tomo la perilla pero siento una mano delicada conteniendome y siento un brusco giro y lo siguiente que se es que tengo los labios de Eunoia Fénix sobre los mios.

Reacciono rápido y le devuelvo el beso, no es un beso fugaz o rápido, es uno lento y suave, lo disfrutó y me arriesgo a tomarle el rostro cuando siento que se separa, no quiero dejarla, no puedo apartarme ahora que ella a decidido dar el paso.

El corazón me duele cuando se aleja y puedo escuchar como se me rompe en mil pedazos, como un espejo roto, la tristeza lo acompaña, pero no me permito soltarla, recargo mi frente sobre la de ella mientras la sujeto del cuello para que no se aparte.

No es vez, no dejare que se aparte.

Nuestras respiraciones se mezclan, no se si es por la emoción, por todo lo que estamos viviendo, o porque necesitemos oxigeno, tal vez un poco de todas. Relamo mis labios y el fantasma de sus labios sigue sobre los mios. Me permito mirarla y ella igual a mi.

—Si dejas que al menos una bala te roze o te alcanzó ten por seguro que te voy a despedir y seré yo misma la que te mate—dice y no evito soltar una sonrisa ante su amenaza—te prohíbo morir Aries Black, te prohíbo tan siquiera pensar en te puedes separar de mi—me aprieta los hombros y es donde me doy cuenta que me  tiene—iremos los dos juntos y enfrentaremos a esos tipos, solos tu y yo, se que soy cruel pero no seré egoísta permitiendo que mueras por mi.

Suelto un risa corta y cierro los ojos, aspirando su olor, su delicioso aroma, quiero recordar todo eso que hemos vivido.

—Se supone que es mi trabajo—respondo—y de ser necesario dar mi vida para proteger solo y exclusivamente a la familia fénix—musito una de las reglas de ella.

Abro los ojos y encuentro su mirada de nuevo.

—Vamos Black, hay personas armadas que nos esperan afuera—dice y se aparta de mi.

Suspiro y acepto que no puedo detenerla, lo intente, si esto no sale bien, por lo menos moriré con la conciencia tranquila.

Abro la puerta un poco y me asomo para ver en el pequeño orificio. Vacío.

Abro más la puerta y asomo la pistola. Vacío de nuevo. Atravieso toda la puerta con la mirada de Eunoia en mi nuca.

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