Capitulo 17
ARIES
—¿Por que esta aquí?—le preguntó a Eunoia
—Solo necesitaba un trago—responde y yo le sonrio
—¿Un trago equivale a dos botellas de ron?—pregunto entre risas.
Ella me fulmina con la mirada y sus ojos esta noche están mas brillantes, mas iluminados como si no hubiera oscuridad en ellos.
—Cierra la boca—ordena mientras sigue bebiendo—¿tu que haces aquí? ¿Sabes que si mi padre se entera te matara? ¿Sabes que yo podría matarte justo ahora?
Se que es capaz de eso y mucho mas, pero en el fondo ella sabe que no puede, me necesita y de muchas formas.
Bebo otro trago ingeniando una respuesta mientras que el ron pasa de ardiente a sentirse como agua.
—Escuché ruido abajo y me alarme, recuerde que debo protegerla—voy diciendo—baje y vi que el sonido provenía de acá y resulta ser usted bebiendo en la madrugada.
Lo e dicho con tanta calma y seriedad que hasta yo mismo me lo e creído al parecer cuando bebo las mentiras salen como si fueran palabras normales.
Ella me observa cautelosa pero voltea los ojos cuando le devuelvo la mirada.
—Solo quiero…—se detiene y me escanea por completo y veo como traga grueso.
¿Que tal si juego con ella? Al final ella siempre juega conmigo el que ríe de ultimo ríe mejor ¿no?
Sonrió por mi gran idea y llevo mis manos a los bordes de mi franela mientras no quito la mirada a ella.
Puede que ella sea la serpiente que ve a su presa pero yo soy el encantador de serpientes.
De un tiron me quito la franela y solo quedo con el mono de pijama.
—¿Que haces…?—pregunta ella mientras observa con descaro mi abdomen.
Si ella quería jugar sucio, jugamos entonces.
Esto no tiene nada de ética profesional pero vamos, estamos bebiendo, ella casi no tiene ropa y yo me estoy muriendo de calor.
—Ahora si estamos a igual de condiciones—le respondo mientras dobló la franela y la dejo en el piso—usted tiene poca ropa supuse que era justo.
Ella aparta la mirada y noto como un sonrojo se asomo en su rostro pero la expresión de ella es enojo.
—¿Acaso pensó que…?—intento decir mientras me río mentalmente, lo hago para hacerla sufrir.
Ella voltea rápidamente mientras niega con la cabeza.
—No…—tartamudea—yo no queria…no pense…
Estallo en risas en la habitación sin poder retenerlo mas.
—Callate que nos pueden oir—me golpea el hombro y me callo.
Quedamos en silencio y ambos decidimos beber, no se si logre sacar mucha información esta noche porque ella no quiere colaborar.
—¿Alguna vez has mentido Aries?—pregunta de repente sorprendiéndome por usar mi nombre.
Si tan solo ella supiera…
—Todos lo hacemos—respondo—¿y usted?
—Las suelo decir cuado son totalmente a mi favor—contesta y esta vez me mira a los ojos directamente—pero…hay algo que me esta consumiendo por dentro.
—¿Que cosa?—pregunto
Ella aprieta la mano y con la otra aprieta la botella al igual que sus labios.
—A la mierda—ella se empina otro trago profundo y quita sus labios de la botella mientras la deja a un lado.
Sin esperarlo me toma del cuello y me estrecha contra sus labios.
Siento el sabor del ron en sus labios y eso me encanta, y hemos vuelto a comenzar.
Dejo que ella lleve el control del beso y sigo su ritmo, lamiendo y succionando cada parte de sus labios para sentir cada roce, cada gota de licor en ellos.
Me fascina la suavidad pero no es un beso tierno, es un beso violento y lleno de deseo por parte de los dos.
Voy subiendo mis manos por sus caderas y demonios, gruño cuando siento como me la pone dura con solo tocarla y dejar que la toque.
Subo mis manos y acaricio su abdomen mientras ella acaricia mis hombros y no se separa de mi boca ni para respirar.
Al demonio, al diablo con todo.
Ella muerde mi labio y jadeo mientras la tomo con fuerza lo suficiente para alzarla y que quede sobre mis piernas con las que ella va envolviendo mi cintura.
Siento el peso de su cuerpo, siento lo caliente que esta, no se si deba hacer esto pero ella me vuelve loco.
Subo mi mano mientras tomo uno de sus pechos y los masajeo.
Pellizco la punta de uno de ellos y es en ese momento que su boca se separa de la mía mientras arquea la espalda llena de placer dejando sus pechos en mi rostro.
Y no tardo en esperar alguna reacción de ella.
Solo veo como tiene la respiración igual de acelerada que yo pero no me detengo a pensar.
Ella me mira fijamente y yo hago lo mismo sin quitarle la mirada mientras bajo las tiras de su blusa dejando sus dos pechos expuestos para mi.
Los toco y masajeo sin dejar de mirarla,por lo que e descubierto se que a ella le gusta eso, sin esperarlo ella me toma de los hombros quitando su enredo de sus piernas en mi cintura.
¿Se acabo?
Pues claro que si, soy un idiota, un estúpido sin sentido, soy un hombre ebrio que penso que podría tener algo con ella.
Algo mucho mas de lo laboral pensé que la atraccion que sentiamos…
Me silencio mentalmente al ver como ella empieza a menearse sobre mi erección que por cierto es bastante abultada y duele como el demonio.
Hace movimientos rectos y circulares y esos me vuelve loco porque la poca ropa que nos queda es la que nos separa el uno del otro y lastimosamente puedo sentir todo de ella.
Me prendo de sus pechos sin perder tiempo y noto lo redondos y lizos que son, perfectos, chupo y lamo sin cansarme mientras sigo masajeando el derecho.
—ah…ah…sigue—jadea ella de placer y son ordenes para mi.
Una orden su estoy dispuesto a cumplir siempre que ella lo desee.
¿Pero existirá próxima vez?.
Bajo mis manos para tocar todo de ella hasta sus caderas la tomo con fuerza por el culo y ella suelta otro jadeo mientras la guio a un ritmo mas acelerado y ella obedece.
Siento el choque de mi pene en su coño humedo como si estuviera dentro de ella y quiero estarlo y se que también ella lo quiere.
Amo como ella y yo encajamos de una manera perfecta.
—Mirame—ordena ella y me desprendo de sus pechos para mirarla aturdido y con la respiración entrecortada.
Me toma de la barbilla y me besa con furia y con fuego. Fuego que desprende su propio apellido, la sigo sin esperar nada mientras ella me empuja hasta que caemos en el suelo.
Mi espalda choca contra el piso me duele un poco pero no me importa porque se que vale la pena al mirarla.
Ambos nos detenemos en lo que estamos haciendo.
¿Como llegamos hasta aquí? Todo iba bien, bueno nada va bien.
Nunca hemos ido bien siempre estamos con la tensión y el deseo en nosotros porque si. Eunoia Fénix me acaba de confirma que tiene un deseo por mi y es igual de grande que el mio y sabiendo como es ella y como soy yo esto no se va a detener hasta que algo acabe con uno e nosotros o nosotros mismos lo hagamos.
Nuestros pechos suben y bajan y nosotros solo nos miramos el uno al otros.
Ella se termina de quitar la blusa y el short quedando con sus pechos al aire y con unas bragas.
Entiendo lo que me quiere decir y en ese momento sin yo decir nada ella me quita el mono de un tirón dejándonos solo con una prenda.
Una prenda que lo separa todo.
Ella llega hasta la altura de mi rostro y yo me impulso para besarla porque adoro sus labios me gustan mucho, son mi nueva droga, son insaciables.
Ella se separa y por primera vez noto su mirada perdida en mis ojos ambos sabemos la linea que estamos cruzando, los riesgos que están por venir.
Justamente ahora estoy traicionando la fe que tiene el FBI en mi para buscar información de ella, y lo que estoy haciendo es casi follandola.
Casi.
Y ella, ella no pierde nada porque lo tiene todo, pero sabe que después de esto las cosas no serán iguales.
No nos decimos ninguna palabra mientras ella va bajando y deja besos húmedos en mi cuello lo se hace que me existe aun mas y estoy a punto de reventar si no entro en ella de una vez.
—Solo…—trato de decir pero ella me silencia cuando me vuelve a besar.
—Paciencia querido Black—me dice—que la espera se disfruta
Y volvemos al maldito juego cuando ella sigue besando todo mi abdomen hasta llegar a mi entrepierna mandándome electricidad.
Me quita los boxers y ella las bragas y puedo por fin admirar el cuerpo de esta mujer.
La miro de pies a cabeza y es simplemente maravillosa, sus pechos se han convertido en ahora mi lugar favorito, los tiene rojos e hinchados por tanto que los lami y chupe, su cintura y abdomen son como un reloj de arena y su trasero demonios, lo e tocado y es espectacular y puedo confirmar que e cumplido lo que deseo.
Ella masajea mi glande y hace que cierre los ojos totalmente excitado de la manera de como lo hace con una experiencia que.
Oh dios, oh ella…
Arqueo la espalda mientras ella acelera los movimientos de su mano y toca otras partes que…
Se detiene y abro los ojos para ver como me mira y se ve como una diosa.
Y estoy seguro que se siente igual al tenerme en su poder y tener todo de mi pero yo también lo tengo todo de ella.
—¿Demasiado grande para usted?—bromeo
Ella suelta una sonrisa maliciosa sin soltarme y va masajeando lento y torturador.
—E estado en la misma situación varias veces—responde ariosa y me molesto—esto no es nada.
Impactado me impulso y la tomo del cuello suavemente pero usando la fuerza necesaria para que cambiemos de lugar.
Me acerco a sus labios y ella no pierde su mirada de la mía.
—No vuelvas a repetir que has estado en la misma situación con otro—le ordeno por primera vez mientras llevo mi mano a su entrada y empiezo a masturbarla—porque creeme que mis 24.3 cm no son cualquier cosa.
Ella sonríe y yo suelto mi agarre para besarla sin dejar de tocar su clítoris mientras que con la otra mano toco sus pechos.
Ella jadea y me toma con fuerza los hombros mientras me rasguña la espalda pero no me importa.
Sigo besándola perdiéndome en sus exquisitos labios y su lengua que se apodera de la mía.
No dejo de moverme en ningún momento pero necesitó oxigeno.
Me separo de ella pero lo aprovecha para girarme y volver a la posición del principio.
Ella sigue sonriendo me toma
Eunoia apunta mi pene erecto a su entrada y reacciono.
—Espera yo…—tartamudeo buscando las palabras porque aun me tiene loco—no tengo condones y…
—¿Estas limpio?—pregunta directamente con una voz sensual.
—Si—respondo, toda una vida me e tenido que hacer exámenes y no tengo nada.
—Me tomare la pastilla para el día despues—me dice e intenta encajar de nuevo en mi y la detengo.
—Esto no es un juego señorita Fénix—digo la verdad, en estos momentos no quiero dejarla embarazada.
Seria una locura total.
—Te lo prometo—me jura—tampoco quiero estar embarazada Aries.
La dejo, confió en ella, asiento y sin esperar mas siento como su entrada me resive y ash es estrecha y…
Siento como todo mi cuerpo es como una maquina de electricidad al sentirla dentro de mi.
Ella jadea mientras arquea la espalda y yo la tomo de las caderas para entrar completamente en ella sin hacerle daño.
Y follamos esa noche, en el suelo sin pudor alguno, no nos detuvimos yo e estado con chicas al igual que ella con chicos pero esto, esto esta completamente fuera de lo que yo alguna vez e experimentado.
Porque todo lo que me sorprende viene de ella, todo lo nuevo es con ella.
Si, follamos y no me arrepiento porque ella tampoco lo hace, ambos tenemos un deseo que no se apaga como las velas de cumpleaños y siento decir que esta flama es eterna.
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