Capitulo 13

ARIES

Entro tan deprisa a su oficina que no me detengo a pensar en como luce, veo como me quema con la mirada mientras sangre gotea desde su nariz.

Oh no…

Sin esperar lo peor, corro a ella antes de que caiga en el suelo la tomo en mis brazos.

—¡Llama a un médico ahora!—le ordeno a Pol que sigue de pie mirando con horror a Eunoia—¡debemos ir al hospital ya!.

Volteo para volver con ella, con la mafiosa, con mi misión que esta justo en mis brazos, su respiración es poca si no la estabilizamos podria…

¡No, no lo permitiré!

No puedo permitir que esto acabe con ella, es mas fuerte que esto…no la puedo perder…

Sin esperar a que Pol reaccione me la llevo, me levanto del suelo y la llevo en mis brazos y ni me había dado cuenta hasta estos momentos de como apresuro el paso y como me duele el pecho al verla así.

¿Que me esta haciendo ella?

Nada

Bajo en el elevador que milagrosamente aparece y me tomo esos minutos donde estamos solos para detallaría.

Sus labios…tiene ese toque ¿como decirlo? ¿Mojado brilloso? Me gusta porque la hace resaltar y provocar al que la vea.

Su rostro es delicado, parece como si se fuera a romper si lo tocas y nunca quieres romper la perfección ¿no?.

Bajo mi mirada a su cuello y algo llama mi atencion completamente, un collar, pero no es cualquier collar, solo puedo observarlo ya que no la puedo soltar…tiene una forma de ¿mitad de corazón?.

Cuando llegamos a PB el elevador hace un subidon que me asusta pero también provoca que el collar se voltee y veo la inscripción.

Jessie…¿su madre no se llama Jessie?

Pero me sorprendo mas al notar que en las esquinas tiene ciertas lineas diferentes.

¿Que es esto Fénix?

Dejo todo para después cuando salgo disparado y corro.

Me encuentro con mi equipo y todos se ponen en una posición firme.

—La señorita Fénix le a pasado algo y necesitamos llevarla al hospital—les informo mientras se miran entre ellos—¡ya maldita sea!.

Todos corren a sus autos y yo entro en uno donde le agradezco a Ryan que sea él el conductor de donde ambos vamos.

—¿Que le sucedió?—me pregunta mientras enciende el auto y vamos a toda velocidad.

—No lo se—confieso—llegué a su oficina y cuando me vio se término de de desmayar, al parecer estaba teniendo un ataque o algo…

Trato de no recordar eso, de recordar lo que sentí al verla caer, como si me estuvieran quitando una parte de mi vida y me asustó por primera vez me e vuelto a asustar después de lo de Kev…

Pongo mis dedos sobre su cuello y presiono, vuelvo a sentir una punzada de miedo.

—Casi no tiene pulso—murmuro—¡acelera hasta que las llantas se incendien!

A la velocidad de la luz llegamos a la entrada de emergencias, bajamos del auto y puedo ver como Eunoia frunce el ceño ¿acaso le duele? Espero que no.

Una enfermera llega a nosotros con unos médicos y la pasamos a una camilla.

—¿Sabe quien es la paciente?—pregunta la enfermera mientras corremos detrás de los que de la llevan.

—Su nombre es Eunoia Fénix tiene 22 años, no se exactamente que le paso, solo se que cuando llegue a ella estaba botando sangre por la nariz y se desmayó.

La pasan a otra sala y yo los sigo pero la enfermera me detiene y pienso reprochar.

—¿Es usted familiar de la paciente?—suelta la pregunta que temía que hicieran.

Si digo que no, no podre entrar a verla, no me dirán nada porque no soy familiar y...

—Si, soy su novio—digo de una manera rápida y frustrada por todo lo que esta pasando en mi cabeza.

—¿De verdad?—suelta incrédula

—Mire no tengo todo el día para hablar con usted, ya es su problema si me cree o no solo le diré que a la persona que esta en esa camilla es la mas importante en esta ciudad, y si muere habrá caos y usted no quiere morir—le digo molesto—¿verdad? ¿No le suena el apellido Fénix?.

Ella se tapa la boca con las manos en señal de asombro, acaba de entenderlo sabe a lo que se enfrenta.

—No…recordaba…—tartamudea

Trato de normalizar mi respiración por todo lo que e corrido y lo que e sentido pero la enfermera no me lo permite con su expresión de miedo y me empiezo a estresar.

—Su único trabajo es meterse en la habitación donde esta y decirme todo lo que pasa con ella, todo lo que le suministran, hagan lo que sea necesario para mantenerla con vida—le informo con voz severa.

La enfermera se retira corriendo apresuradamente a donde se llevaron a Eunoia.

Me pongo al lado de la puerta y Ryan aparece corriendo a mi.

—Estamos a sus ordenes señor—me informa firme.

Nunca pensé que seria el jefe de los que protegen a la mafiosa mas peligrosa, no creia que tendría a mi mando a todos ellos, en la central solo manejaba el equipo de infiltración como teniente al lado de mi capitán.

Pero esto es poder, y lo usare de la mejor manera que me convenga.

—Señor estamos aqui—llegan los otros guardias.

—Enrick, Sasha—nombro dos hombres fuertes que a mi lado están mejor que yo—ustedes vigilen la entrada principal del hospital—ordeno y ellos asiente mientras salen corriendo.

—Merlin, kelvin—los señalo a los dos chicos mas jóvenes de aquí pero son eficientes y rapidos—ustedes vigilen la entrada de emergencia.

—si señor—responden y se van a unos cuantos pasos por donde entramos.

—Bed y Jade—los nombro a dos hombres que tienen mas edad y seguro mas experiencia que yo—al estacionamiento cualquier movimiento de algún carro extraño o tipos extraños los detienen y requisan que no se les escape de las manos.

—De acuerdo—se van ambos.

Solo quedamos Ryan y yo en la sala mientras vemos personas en sillas de ruedas o en bastones para poder caminar.

—¿necesita que haga algo señor?—pregunta él

—Necesito apoyo, te quedas conmigo, pero necesito llamar a los demas—le digo mas para mi que para él, me giro y lo encaro—reune a veinte personas de los mejores, que rodeen el hospital completo pero de una forma disimulada no quiero que el hospital este receloso—le ordeno y asiente mientras lleva su móvil para llamar—los quiero en cada entrada y salida y que nadie se mueva de su lugar o serán despedidos.

—Como ordene.

Se retira un poco para hacer las llamadas con mas calma y silencio.

Decido sentarme en las sillas de cuatro de metal, el tacto con mi piel es frío y me envía una descarga de corriente por lo cual aparto la mano.

Subo y bajo la pierna preocupado y ansioso, pasan dos y cinco minutos y aun no me dicen nada y trato de calmarme y no lo logro.

—Black—pronuncia mi apellido una voz y alzo mi mirada para reconocer a Pol.

Ese viejo idiota…

Calma…calma

—¿Que le paso a ella antes de que llegara?—pregunto directamente mientras me levanto y lo encaro con tono amenzante—¿porque entro en esa crisis? ¡Si yo no llego tu te quedas petrificado y no haces nada por ella!—le grito mientras lo empujo a la pared y siento como mis músculos empiezan a arder—¿¡Estas consciente de que pudo haber muerto!?

No puedo…es la ira por este señor que no hizo mas que quedarse parado a ver como ella estaba inconsciente en mis brazos, no puedo creer que no estuviera preparado por si esto alguna vez pasara, Pol me a dejado muy claro que en sus manos Eunoia no puede estar a salvo y ¡menos puede mantenerla viva!.

Él se queda callado y yo lo tomo del cuello de su camisa y lo aprieto.

—¿Por que no te defiendes?—pregunto

Su mirada oscura choca con el gris de los mios y puedo ver arrepentimiento en ellos.

—Porque es verdad, tiene razón en lo que dice, nunca pensé que le pudiera pasar algo así, fue un shock ¿vale? Es lo que me paso, ¿sabes que se siente trabajar con ella por años?, ver como crece, se desarrolla, como planea estrategias perfectas, ver como cambia al paso del tiempo, ver todo lo que logra y si, puede que mate a todo el que se le atraviesa pero ella a luchado mucho para llegar a donde esta y yo e estado a su lado en todo ese tiempo apoyandola—responde con voz tranquila y preocupada, lo escucho mientras voy aflojando el agarre—y verla caer por primera vez en mi vida y que no pudo levantarse me sorprendió, realmente no se lo que paso, estábamos hablando de trabajo, luego de sus padres, después entramos al tema de Pier…

—¿Quien es Pier?—pregunto directamente y vuelvo a reforzar el agarre, no me habían informado nada de un tal Pier.

—Clement Pier, es un socio Francés de la señorita Fénix desde hace algunos años, él es uno de sus mejores compradores de cantidades grandes que viajan a Francia—contesta y anoto mentalmente cada una de sus palabras—él vino hoy a hacer negocios con ella, se iran a un viaje a Francia para buscar a las nuevas personas para el consejo, luego de eso…no se de quien hablaba pero decía que la a hecho sentir y que ella no podía y que no sabia que pasaba…

Desago mi agarre de su cuello y me separo, mucha información en tan pocos segundos, son cosas que ella no me a dicho, pero es entendible ya que fue antes de desmayarse, ahora necesito saber absolutamente todo del tal Clément Pier, su nombre me da desconfianza y esos planes que salen de repente son muy sospechosos.

—¿Alguien mas sabe lo que me has dicho?—pregunto, porque si esto se exparse no seria bueno—¿alguien fuera de nosotros sabe que esta aquí?

—No señor solo sus padres …

Me giro lo mas rápido posible a él y lo encaro de nuevo.

—¿Has avisado a los Fénix?—pregunto asustado.

—Por supuesto, la señorita Fénix toda una vida me a dejado claro que si algo le llega a pasar lo primero que debo hacer es llamar a su padre y eso hice…

Mierda, no estoy para lidiar con dos Fénix, con los padres de Eunoia, él debe venir enfadado y su primer objetivo seré yo.

¿Y por que?

Porque se supone que debi ser yo el que le avisará, estoy muerto, fusilado y enterrado.

—Esta bien—le digo para que las cosas se calmen.

Vamos e podido tratar con Eunoia Fénix puedo tratar con Abraham y Jessie Fénix.
Esperó.

Vuelvo a mi lugar y por fin aparece una enfermera, es la misma.

—¿Familiares de Eunoia Fénix? —pregunta y corro a ella al igual que Pol y Ryan.

Llego a la señorita para cuando ella va a hablar se calla de repente y suelta una mirada de miedo, y ya lo e entendido, porque lo siento.

Siento una figura imponente detrás de mi y se que es…

—¿Como esta mi hija?—pregunta Abraham Fénix

Tiemblo un poco al escuchar su voz, es igual de imponente que la de su heredera.

No me muevo de mi lugar, me mantengo firme demostrando que tengo todo bajo control.

—La señorita Eunoia sufrió una pequeña crisis, podríamos llamarle ataque de pánico, pero como llego con la nariz sangrande debió ser algo muy fuerte que producido que los vasos nasales se rompieran y eso incremento los dolores de cabeza y falta de respiración produciendo que quedara inconsciente—responde y el alivio pasa por mi cuerpo, esta bien, no fue tan grave como lo imagine.

—¿Esta consciente ahora?—pregunto ignorando la presencia de sus padres.

—La hemos sedado para que los analgésicos hagan su trabajo de una manera mas rápida para que se recupere.

—¿Cuanto tiempo estará aquí?—escucho por primera vez la voz de la madre de Eunoia y es muy distinta, es una voz melodiosa y llena de delicadeza.

¿Que esta pasando con la genética de esta familia?.

—En unas horas, cuando despierte el doctor en guardia la revisara y dará el alta—contesta—debo retirarme.

Ella se va y estoy obligado a girar sobre mis pies para enfrentar a sus padres.

Las dos figuras que veo son muy diferentes, el padre de Eunoia el señor Fénix que ya lo había visto antes y su parecido con ella e a impresionante, mientras que mis ojos recaen en la mujer a su lado, es de una estatura promedio correcta para las mujeres mas no llega a la altura de su esposo, carece de rez blanca, ojos cafés y cabello castaño claro.

El bien y el mal juntos, perfecto.

—Señores Fénix—los saludo con un asentimiento en la cabeza.

—Black ¿no es así?—duda el señor Fénix con una mirada desconfiada

—asi es señor

—Se supone que tu trabajo es avisarme si ella esta bien o no, tu trabajo es cuidarla y protegerla no es una puta mierda dificil—empieza a enojarse y dejo que siga—pero ya no hay mas remedio.

—Si me permite señor—hablo—no estaba cuando paso, llegue a su oficina justo antes de que se desmayara—me defiendo porque es la verdad—el único que sabe que paso es su asistente Pol.

No dejare que toda la ira de este señor recaiga en mi, yo no tengo la culpa de nada, ni siquiera estuve ahí, y después de lo que Pol me a demostrado no saldrá vivo de esta.

El señor Fénix se gira al recién nombrado como si fuera su siguiente presa.

—Tú viejo verde—le dice con un apodo que en otra situación me reiria—vamos a hablar por allá y me contaras todo lo que paso si no quieres morir—sentencia el mafioso mientras se lleva al pobre Pol.

Solo quedamos la señora Fénix y yo.

—Un gusto conocerla—me acerco a ella y le ofrezco mi mano—mi nombre es Aries, Aries Black y soy el nuevo jefe de seguridad de su hija.

Ella no evita mostrar su cara de sorpresa pero me sonríe y toma mi mano en un pequeño saludo.

—Jessie Fénix—contesta amablemente y por un segundo dudo que Eunoia sea su hija—un placer conocerte, me ha hablado de ti, muchas gracias por traerla aquí, por salvarla estoy…estamos en deuda.

Ambos estamos a un metro de distancia y hablar con ella se siente como si no fuera una desconocida si no como una persona con la que ya tienes confianza.

—Cosas buenas espero—respondo—no me deben nada, solo hago mi trabajo y aunque no lo pude evitar pude solucionarlo de mejor manera.

—Buen trabajo—responde

Asiento y doy un paso atrás para retirarme y darle su espacio, supongo que así no me imaginaba conocerla.

—Ryan—lo llamo y llega a mi lado rapido—acercate mas.
Me da una mirada extrañada pero no replica.

—Necesito que distraigas a la señora Fénix—digo

—Pero…señor ella es la madre de la jefa…

—Solo indicale que debe sentarse en un lugar o llevala a una cafetería, no te lo negara.

—Si el señor Fénix me ve con ella…

—No te vas a separar de ella solo haces tu trabajo—demando—ve.

—¿Y usted que hará? —pregunta y se que le debo mi razón.

—Debo ver a la señorita Fénix antes de que sus padres la vean—confieso—si no, no podre verla, ve ahora.

Asiente y se va directo a la señora Fénix y como lo planee se van, no tardo y camino en busca de la habitación de Eunoia, la 741.

Abro la puerta y diviso que no hay enfermeras y doctores, aun mejor.

Me acerco a ella y la veo, acostada en esa camilla, con una bata que le llega hasta los tobillos, esta cubierta por una sabana, su cabello esta desordenado a su alrededor pero aun así sigue siendo…hermosa.

Me siento en la pequeña silla a su lado, esta conectada a unos aparatos que indican su ritmo cardiaco, esta bien, esta estable, tiene una vía donde sé que le suministran medicamento.

—No…no puede—murmura ella en susurros muy bajos y me sorprendo.

Esta despertando, poco a poco.

Esta es mi única oportunidad.

La tomo de la mano y el tacto con ella es frío y electrisante al instante, siento al verla, poder tocarla es suave, es la primera vez que puedo tocarla sin que me amenece de muerte.

—Entonces soy yo ¿eh?—le digo mientras paso mi otra mano por encima de la de ella quedando cubierta en la mia—¿entonces yo te estoy haciendo sentir?, já quien diría que Eunoia Fénix podría sentir—acerco su mano a mis labios y le deposito un beso que me traspasa el pecho y siento como mi corazón me bombea.

—Yo tampoco se lo que estoy sintiendo—me confieso—tampoco se porque me haces sentir.

Ella sube y baja el pecho y los niveles de sus latidos empiezan a subir, me preocuparía si supiera que es algo grave pero se que no.

Suelto otra sonrisa y decido tomarle una foto a su panel de control, solo para algún día decirle que se puso así por mi tacto.

A lo que has venido no tenemos tiempo.

Dejo su mano a un lado de su cuerpo y me acerco un poco mas para descubrir su cuello en busca de su collar, se que algo tiene algo tiene que significar.

Pero no hay nada ¿por que no esta?.

A ver, para estabilizarla necesitaron quitarle todo tipo de joyería así que supongo que debe estar en los cajones.

Eso

Me muevo rápido, se que no tengo tiempo, abro el primer cajón y esta vacío y así sigo pero no encuentro nada.

¿¡Por que no esta!?

Cierro el cajon de una manera poco suave, no lo encuentro y esto sería el principio de las pruebas que iría entregando poco a poco al FBI y cuando por fin pienso que lo tengo ¡resulta que no esta!.

—Hmmm—se mueve Eunoia y yo también tratando de estar lo mas alejado posible de ella.

Poco a poco va abriendo sus ojos y sus distintivos colores me toman por sorpresa de nuevo.

Ella observa su alrededor y arruga las cejas por la luz de las lamparas que tiene encima, su mirada recae en mi y se suaviza.

¿Que?

Por ese microsegundo en que nuestras miradas están pérdidas del uno con el otro es una sensación de…¿bienestar?.

Pero la ilusión acaba cuando aparta la vista dolida y enojada.

¿Que a pasado?

~•~•~•~•~•~•~•~•~•
Notita pequeña:

Holis, dejo esto aquí junto con una disculpa de nuevo, me retrasé en publicar, lo sé pero bueno aquí lo tienen…

¡Nos vemos el próximo sábado!

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