Draco

Mi habitación en la mansión de mis padres era precisamente del tamaño de mi departamento de soltero. Antes habíamos vivido en una casa normal, sin embargo, desde que mi abuelo Abraxas falleció se la heredó a mi padre y de eso apenas cuatro años. Así que jamás me acostumbraré a llevar una vida tan pomposa.

Apenas había logrado conectar a internet la casa, subí hasta el tejado para conectar el cable de señal satelital y por suerte no morí en el intento (o me quebré una pierna o la cadera), debía de admitir que la mansión se veía más colorida con los arreglos que hizo mamá.

— ¡Draco, baja por una limonada! — Mamá gritó desde las escaleras.

Así lo hice y encontré a papá en el jardín, sentado a la sombra de un roble.

— ¡Pobres ricos! — Exclamó bajando el periódico. Lucius Malfoy, mi padre a veces parecía ser duro, cuando en verdad era sensible en cuanto a muertes se trataba, no en vano fue un médico veterano de guerra.

— ¿Ahora que pasó? — Mamá servía la limonada a la vez que lo veía intrigada.

Nos mostró el periódico con la leyenda "Ex esposa de Julius Granger: La activista francesa Jean Bellerose falleció en atentado ocurrido en Egipto" a continuación mostraban la fotografía de una familia y al centro se encontraba una estudiante con la que había entablado más de una conversación; Hermione Granger.

— Pobre niña — Mamá miró la fotografía — ¿Qué edad tendrá?

— 18 años — Respondí automáticamente, por lo que me gané una mirada asombrada de mis progenitores. — Es una de las estudiantes de ingeniería de Hogwarts. Es la niña de las que les hablé por su brillantez.

— Más lástima me da — Papá me miró con preocupación y de inmediato afirmó —: Deberíamos enviar algún arreglo floral al funeral.

— Pero no los conocen — Objeté tras beber de la limonada.

— Ya sé, ira en tu nombre. Me es seguro que también la universidad enviará flores. — Papá sentenció.

Así lo hizo, siempre hacía lo que deseaba. O tal vez lo hacía para sentirse menos culpable por haber hecho conectara internet en casa a riesgo de morir electrocutado o de una caída.

 Solo esperaba que el arreglo no se prestara a malas interpretaciones.