Hice un gesto de confusión y respondí.

-¿Un premio para mi?

- Nos divertiremos mucho, no te preocupes. Mañana en mi casa a las 5, ¿ok?

¿En su casa? ¡¡Me invitó a su casa!!
Tenía que aceptar.

- ¡Sí, está bien ❤! Gracias amor.

Después de eso puse en celular boca abajo y me puse a dormir.

(Siguiente día)...
Narrador Omnisciente.

Isabella se fue a casa de su novio a la hora acordada. Llevaba un pantalón y una blusa, se había peinado y perfumado, ansiosa por saber cuál era la sorpresa,  Gerardo nunca le había dado nada.

Entró a la casa, no había nadie mas que ellos dos. Gerardo la invitó a pasar a su habitación. La miró de arriba a abajo e hizo una mueca.

-Mmm... Isa, ponte esto almenos, es de mi hermana.

Dijo extendiéndole una falda rosada y corta.

- Pero... Es muy corta...

Gerado la miró serio.

- Pero... ¡No importa! Me la pondré, amor.

Respondió dulcemente la chica, y se puso tras el armario, se quitó el pantalón y se puso la falda, no sabía porque quería que se la pusiera, pero lo hizo igual.

- Te vez muy bonita...

A Isabella se le aceleró el corazón, casi nunca le decía cumplidos,
<<o mas bien.. Nunca.>>

- ¡M-muchas gracias!

- Sí...

Dijo Gerardo abriéndose la camisa, dejando ver sus abdominales, y tirándo a Isabella a la cama.

- ¡Ay! Gerardo... ¿Q-qué estás haciendo?...

- Algo que todas quieren, bueno, en realidad lo hago por gusto propio, tienes un buen cuerpo ¿Sabes?

Gerardo comenzó a besarla violentamente, Isabella sintió el verdadero terror, intentaba safarse, pero Gerardo tenía fuerza, así que Isabella concentró todo en sus brazos y le dió un fuerte  empujón y lo alejó de ella. Gerardo cayó al suelo (pero no se hizo daño), e Isabella no paraba de llorar.

- ¡¡N-NO ME VUELVAS A BUSCAR!!

Gritó Isabella aterrada mientras salía corriendo lo más rápido posible, entró a un baño y cerró con seguro, se puso el pantalón bajo la falda a como pudo, y tiró la falda. Luego abrió y corrió lo más rápido que sus piernas pudieron moverse, y aventando cosas para que Gerardo no pudiera seguirla.

Isabella corría por las calles, llorando fuertemente, ¿Cómo pudo haber sido tan tonta..? A Gerardo siempre le importó su físico nada más. ¡La trataba nefasto! Y ella no quería darse cuenta...

Llegó a su casa y lo primero que hizo fue contarle a su madre y a Susana, su madre dijo que ella misma la cambiaría de universidad (aunque ya estuviera grande)  y lo denunciaría, Isabella estaba asustada, pero era lo mejor, y Susana dijo que no se preocupara, que ella se cambiaría a la universidad a la que la  cambiaran a ella. Con eso Isabella se sintió un poco mejor, lo bueno que no había pasado a mayores.
Trató de respirar hondo y olvidar lo que había pasado.

Tres horas después Isabella ya estaba tranquila, y decidió salir a la banqueta para despejarse. Pero su mirada se veía triste. Y pasó algo totalmente inesperado...

(SIGUIENTE CAPÍTULO APARECE MISSA! ❤Dejen sus votos y comentarios.)