Luc

Después de una madrugada un tanto extraña el sol se había levantando en todo su esplendor iluminando con gran destreza la cueva. En estos días en la isla siempre he aprovechado estos momentos donde ella duerme plácidamente para ir a pescar algo para sustentarnos, pero justo ahora mi rutina debe cambiar por nada en el mundo dejaría a mi luna sola.

Sé que ellos no andan muy lejos y solo es cuestión de tiempo para que vengan a querer estar con ella, lo cual nunca pasara mientras yo respire. Ninguno de ellos es rival para mí pero son muy traicioneros por lo que debo andar con cuidado.

- Luna.- la despierto y sus hermosos ojos de miel me miran somnolientos.

- ¿Pasa algo?- pregunta curiosa.

- Tengo que ir a pescar y no quiero dejarte aquí sola.

- Pero...

- Por favor acompáñame ayer vi donde se están refugiando y no están muy lejos de nosotros. Si te vuelve a pasar lo de esta madrugada y el olor viaja hasta ellos vendrán como jaurías de perros tras de ti.

- Está bien.

Luego de un corto baño nos dirigimos hacia la playa que no quedaba tan lejos de donde nos encontrábamos. Ella estaba callada quizás se arrepienta de lo que sucedió entre nosotros, ese pensamiento fatalista me rondaba al ver su actitud pero su mirada contaba otra historia.

Me aventure mar adentro para pescar dejándola en la orilla, luego de unos largos y eternos minutos regrese con un pescado enorme que nos serviría para alimentarnos bien.

- Vámonos luna.- le digo para llamar su atención, me mira y me sonríe devolviéndome el alma al cuerpo.

- Vamos.- dice mientras engancha su brazo en el mío tan solo su toque provoca que un gruñido se extienda por mi pecho.

Desde que desperté presiento que algo malo se avecina solo espero poder hacerle frente a lo que sea que se interponga.

Teníamos como tres días en esta isla y sé que solo es cuestión de tiempo para que nuestra gente nos rescate. Y que les haya tomado tanto tiempo solo me preocupa un poco, espero que tengan desplegados los equipos de rescate.

Llegamos a la cueva y encendí la fogata con nuevas leñas empezando a cocinar nuestro alimento después de que mi luna se diera a la tarea de limpiarlo. Formábamos un buen equipo.

Nos sentamos a comer hablando sobre nuestra familia, estar tan lejos de los tuyos te hace valorar mucho mas esos momentos que compartías con ellos. Extraño a mares a mis padres, mis hermanos, mi mejor amiga y mi sobrino son los que más pienso cada vez que voy a descansar.

Lo único bueno de este viaje es la mujer que está sentada frente a mí. Solo por ella valió la pena quedar estancando en una isla.

- ¿Quieres dar un paseo?

- Si.

Tomados de la mano salimos de la cueva estábamos sumergidos en la naturaleza. Me trepe en lo más alto de una mata de coco para bajarle uno, abrí el coco como me habían enseñado en mis clases. Seguimos caminando por varios minutos cuando de repente somos rodeados por los hombres lobos, sabía que solo era cuestión de tiempo para que se decidieran venir tras nosotros.

- Hola alfa, vinimos por la humana.- vocifero Alucard.

- Tendrán que pasar por mi cadáver.

- A nosotros ya no nos importa su posición, somos más y nos llevaremos a la humana para que goce con nosotros. Preciosa ven a la buena si no quieres que matemos al alfa.

- Ella no irá con ustedes yo soy capaz de enfrentarme a ustedes.

- Yo no lo creo alfa. Ataquen.

En un abrir y cerrar de ojos ellos se convirtieron antes de convertirme le dije a mi luna que se fuera que corriera y se escondiera no quería que le hicieran daño.

Una vez la vi correr uno de ellos intento ir tras ella pero lo impedi me transforme y comencé a pelear contra ellos quienes me asestaban mordidas sin piedad. El pensar en lo que podrían hacer con mi luna si me dejaba vencer me impulso a utilizar mi energía y la adrenalina que corría por mis venas en contra de ellos.

Clave mis colmillos y mis garras en los que se me atravesaban, vi como Alucard quien estaba liderándolos junto a otro lobo se fueron tras mi luna. Me enfoque en los tres restantes y con toda mi furia mas la desesperación busque los puntos claves para acabar con ellos.

Hundí mis garras en la garganta de uno de ellos cayendo sin aliento en el suelo, de este modo uno a uno cayeron hasta yacer tres de los lobos muertos.

Mi instinto me insto a correr hacia donde fueron los otros dos, estaba a modo caza y mi objetivo era exterminar todo aquello que representara peligro para mi luna.

Escuche el grito de mi luna corrí como un convicto buscando la libertad. Era mucho más rápido en mi forma animal por lo que en poco tiempo estuve delante de ellos. Ver el terror en los ojos de mi luna mientras se escondía en medio de dos piedras enormes que dejaban un hueco, encendió mis deseos de sangre y destrucción. Sin meditar ni un mísero segundo me abalance sobre ellos y acabe en menos tiempo con el seguidor de Alucard que con los otros tres.

Alucard en su forma animal observaba todo mis pasos, mi ventaja era que ya conocía los movimientos de él. Nos enfrascamos en una pelea donde las garras y colmillos lograron su cometido, el estaba herido y yo también. Me sentí cansado pero tenía en mi mente seguir defendiendo a mi luna.

Con determinación enterré mis garras en el cuello de Alucard, hundiéndola con gran placer quería verlo sufrir por tan solo pensar que le permitiría mancillar a mi luna. En un movimiento rápido lo decapite por el sonido de asombro me percato que mi luna acaba de ver esta escena tan sangrienta.

Mis ojos se encuentran con ella no puedo ver su desprecio por lo que intento irme pero su voz me detiene.

- Luc.- me volteo y ella se acerca despacio.- Vamos a la cueva tienes mucha sangre.- sus ojos muestran gran preocupación.

Aun permanezco en mi forma animal cuando entramos en la cueva, siento como si una patana me pasó por encima. Vuelvo a mi forma humana y me sumerjo en el agua mientras ella busca algo en la maleta.

Cuando salgo del agua su grito de horror me espanta.

-¿Que sucede luna?- le pregunto mientras me acerco a ella.

- Estas muy mal herido.- me señala mi abdomen y la pierna me fijo en las heridas que por el calor del momento aun no sentía el dolor.- Tenemos que curártelas antes que se infecten.

-Estoy bien.

- No, no lo estas.

- Pero lo estaré.- me obligo a sentarme mientras intento detener la sangre que empezaba a brotar, la peor era la de la pierna.

Solo estaba pidiéndole a la diosa luna que la herida no se infectara porque era muy grande y tardaría más en curarse que la del abdomen. Tuve que mentirle a mi luna para que no se preocupara pero su mirada no dejaba lugar a dudas de que sabía que era muy delicada la situación.

Mientras más pasaba el tiempo más me empezaba a doler, estaba ardiendo en fiebre y mis parpados comenzaban a pesarme antes de sucumbir a la inconsciencia acaricie su mejilla.

Abby

Sabes lo que es correr apresurada con gran temor con tu vida? Solo en sueño lo había experimentado pero hoy fui testigo presencial de la realización de esas pesadillas que son constantes cuando correr siendo perseguida muchas veces no ves sus rostros pero yo si lo había visto.

Y sabía claramente lo que me harían si dejaba que ellos me pusieran las manos encima, Luc podría con ellos pero separados todos juntos era un peligro demasiado grande.

Verlo peleando en su forma animal me hizo consciente de muchas cosas que no había pensado. En su mundo para proteger su pueblo debe de pelear y enfrentarse a tantos peligros que me pone los pelos de punta.

Esta mañana por un momento pensé en lo bien que me sentía con Luc en una isla perdida, tanto así que desee que no nos encontraran seguir perdidos pero juntos. Porque no sabía que haríamos cuando regresáramos a nuestro mundo cada uno tenía diferentes realidades. El era un líder y yo una simple humana con sueños frustrados de llegar a ser actriz.

Pero en estos precisos instantes Luc se acaba de desmayar por el dolor y está ardiendo en fiebre, mis pocas o más bien escasas habilidades médicas solo me ayudan a bajarle la temperatura y curar sus heridas. Lo más fuerte será encontrar la forma de que no se infecten sus heridas.

- Luc hare lo que esté en mis manos para ayudarte, espero que tu gente nos encuentre rápido. No quiero perderte.

Beso su mejilla mientras continuo en mi labor de no dejar que Luc me deje. Ahora seré quien lo cuide así como el me ha cuidado desde que nos conocimos.