Capitulo 2 Accidente aéreo
Dedicado a @sofiabaloncesto gracias por tu constante apoyo.
Abby
Sentí algo extraño cuando esos ojos azules me miraron profundamente como si tuviera rayos x y pudiera ver todo de mí sin ninguna barrera.
La azafata hizo un berrinche queriéndome sacar del avión, pero tan solo una de su mirada severa dirigida hacia ella acallo cualquiera reticencia de la mujer. Me condujo a uno de los asientos mientras se sentaba en uno que quedaba enfrente.
- Ya vamos a despegar es necesario que te protejas. – su voz ronca y varonil eriza mi piel.- ¿cómo te llamas?
- Abby.- respondo escuetamente me siento nerviosa a pesar que estoy acostumbrada a dirigirme a mucho público.
- Abby- repite mi nombre.- Soy Luc, perdón por la pregunta pero necesito saberlo. ¿Cómo llegaste aquí? Se nota que no eres de Australia.
- Llegue por equivocación. No fue mi intención entrar sin su permiso al avión, solo estaba huyendo de unos hombres que querían hacerme daño.- sin siquiera detenerme a respirar le cuento todo y su cara sufre una transformación, sus ojos brillan con tono rojo y es pelo el que está por brotarle.
- Señor.- la azafata le toca el hombro y un gruñido es emitido por el.- Esta cambiando delante de la humana.
- ¿Por qué me dicen así? Al parecer ustedes no son humanos.
- Disculpa.
Se levanta y se pierde por una puerta. La mujer me mira desafiante y se sienta a mi lado. Se acerca a mi oído.
- Solo eres una novedad. Esta interesado porque eres mujer, no sabes cuantas mujeres están esperando por el en Washintong.- vuelve a retomar la distancia mientras me observa como si fuese una intrusa.
- Eso te molesta mas a ti que a mi.- respondo porque no soy de las que se queda con el veneno.- porque las personas que recalcan a otros una herida es porque le duele su yaga. Y yo sola puedo darme cuenta que es un hombre que las mujeres le deben de llover. Por lo menos dame un poco de crédito, soy rubia pero no es como lo cuentan en las películas.
Antes que me responda el hombre misterioso regreso como si nada hubiese sucedido. Pero al parecer recargo pila porque su intensa mirada no se despegaba de mi rostro, y es como si estuviese retratándome mentalmente.
Es extraño pero este hombre ni siquiera me pregunto si quería bajar, dio por sentado que iba hacia el mismo destino al cual se dirigían. Los hombres que viajaban con el tenían un serio problema porque todos estaban excitados, y esto para mi representaba un peligro, solo habíamos dos mujeres en este avión con varios hombres con una erección. Evitaba mirarlos porque sentía asco por las miradas lascivas que me brindaban.
Decidí cerrar mis ojos por un momento, necesitaba urgentemente un descanso aunque tenía miedo por lo que podían hacerme. Pero con el hombre misterioso sentado frente a mi no creo que puedan hacerme daño.
Estaba en un sueño hermoso y soy abruptamente despertada por unos gritos de pánico. Mis ojos se abren por la sorpresa y cuando mis neuronas se despiertan entiendo cual es el motivo del pavor.
-¡Prepárense para el impacto!– vocifero el piloto con una voz aguda cargada de evidente temor. Ordenando lo que establecía el protocolo, colocarse el cinturón, retirar cualquier objeto punzante y doblarse hacia delante.
Empezaron a escucharse sonidos horrendos que intensificaron el temor en mi, el avión comenzó a sacudirse violentamente. Al contemplar por la ventanilla se podía ver el mar rodeándonos.
Todo se sentía surreal, no podía ser que recién cumplidos mi veinticuatros años moriría sin poder ver a mi madre por última vez. Y en cambio el ultimo rostro que vería seria del hombre misterioso, quien se levanto de su asiento inclinándose a mi lado mientras se abria paso en mis piernas.
- Que rayos haces?
- Lo que debo hacer, te protegeré aunque mi vida se pierda en el proceso. – expreso con voz solemne. Se movilizo aplastándome en el asiento con su cuerpo, me ajusto de tal forma que fui consciente que había quitado mi cinturón de seguridad.
Su cuerpo lo uso como si fuese un escudo, mientras que el mío parecía una bola. Toda la calma del momento fue sustituida por el movimiento brusco del avión, fuimos arrojados hacia adelante con gran ímpetu. Esa sensación de vacío se apodero de mi estomago, cuando el avión reboto antes de terminar estrellándose contra lo que presiento son unos árboles. Nuestros cuerpos parecían pelota de pim pom sacudiéndose de un lado para otro.
Pero su cuerpo macizo y fuerte me sostenía firmemente como si creyese que de esta forma me salvaría del impacto. Otro choque se sintió pero con algo más duro y un ensordecedor derrape se escucho, unas explosiones se escucharon en diferentes lugares. El hombre que me sostenía gruño por el impacto que recibió su cuerpo y el mío recibió ramalazos que se esparcieron.
De pronto toda la sacudida se detuvo como si el avión hubiese llegado a su destino. Y su cuerpo me aplasto mas para luego aliviar su agarre y es cuando me doy cuenta que hemos sobrevivido aunque aun no entienda como lo logramos.
Y es como si mi cuerpo volviera a funcionar, mis pulmones se expandieron en busca de aire. Con los segundos que pasaba era más consciente de las sensaciones y varias partes de mi cuerpo se sentían adoloridas aunque daba gracias a que no estaba herida.
Con su ayuda me levante encontrando un caos a nuestro alrededor, una parte de la cabina ya no se encontraba dejaba un hueco enorme donde podíamos ver los arboles alrededor.
Fije mi mirada en quien se había convertido en mi salvador, percatándome que tenía una herida en su mejilla y otra en sus hombros. Pero para como había quedado el avión consideraba que debíamos agradecer que solo fueran esas heridas superficiales.
- Gracias.- su atención fue para mí.
- No me agradezcas lo que es mi responsabilidad para contigo.- acaricio mi mejilla y luego se puso serio.- tenemos que salir de aquí antes que explote.
Empezó a dar órdenes y los hombres sacaron lo que pidió del avión, el sostuvo una maleta. Me agarro de las manos y me arrastro con él. Comenzamos a alejarnos del lugar del siniestro.
- Por nada del mundo te alejes de mí. Ahora ellos están razonando pero dentro de pocas horas solo pensaran en follar. Esta catástrofe no los detendrá, pero si permaneces a mi lado, no se atreverán a tocarte.
Sus palabras me asustaron y si por mi fuera no me alejaría de su protección. Y si él podía detenerlos pues estaría eternamente agradecida.
Sentía que había algo extraño en ellos que no sabía, y como siempre mi madre dice:
"Hay cosas que es mejor ignorarlas, porque por algo se callan"
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top