Capitulo 13 El reencuentro.
Dedicado a @Daylin272 @Sofiabaloncesto @NataliaMartinez956 espero les guste este capitulo. Lo hice mas largo y sustancioso para que les dure hasta mañana.
Axell
Ya no podía ver en esta situación a mi hermano cada día que pasa lejos de su luna es muy delicado porque va perdiendo la cordura y sumiéndose en un estado animal.
Desde que volvimos a la manada no hace nada más que sumirse en un silencio ensordecedor no deja que nadie se le acerque. Sigue sin querer comer mi padre lo ha restringido a su habitación con seguridad reforzada y cuando se pone muy inestable lo sedan para que no intente hacerse daño o a alguien más.
Le gruñe a todo el mundo y no permite que se acerquen demasiado a él, en su mente creen que somos sus enemigos y que tenemos a su luna cautiva. Poco a poco vamos perdiendo ese brillante Luc que sonreía sin importar la situación y que siempre brindaba una solución a los problemas.
Le llevo su comida como costumbre aunque sé que tendremos que sacar el plato intacto otra vez, mi padre lo que hace es que lo seden y un doctor lo alimente a través de sondas.
Al entrar en su cuarto todo está oscuro tan solo un pequeño hueco deja entrar un poco de luz con la cual puedo ver donde se encuentra. Al sentirme gruñe enojado sé que estoy invadiendo su espacio por lo que deposito la comida donde lo pueda ver.
Cuando se para de su lugar puedo ver lo mal que lo lleva ha perdido masa muscular lo que si conserva es su agilidad a la hora de la pelea porque antes de percatarme me tiene acorralado en la pared con sus colmillos sobresaliendo y sus garras por perforarme la garganta.
- Luc tranquilo ya me iba.- en su mirada no veo ni un ápice de reconocimiento. No quiero creerlo pero Luc ha perdido su humanidad.
Escucho a los lejos los pasos apresurados de mi padre quien viene acompañado con algunos hombres lobos.
- Luc déjame ir no quiero que salgas herido.- clamo a su poca consciencia. – No le hagan daño.- vocifero cuando los puedo ver parados por acercarse a nosotros.
Cuando el voltea a mirarlos aprovecho para tumbarlo y someterlo uno de los guardias avanza y lo esposa. Mi padre me ayuda a levantarme puedo ver y oler la tristeza que emana al ver a uno de sus hijos en este estado deplorable.
Aun esposado lucha por soltarse mi padre sale en busca de un sedante para que no se haga daño. Antes que llegue mi padre veo como entra mi madre llorando y apartando aquel que se ponga en medio.
La detengo para que Luc no le haga daño cuando se acerque.
- Axell suéltame mi cachorro me necesita. – gritaba histérica mi madre.
- Mami en su estado no te reconoce.
- Eso es mentira el si me va a reconocer.- siguió luchando contra mí.
- ¿Luna que haces aquí?- pregunta mi padre.- por favor no te atormentes.
No sé cómo se soltó y le arrebato el sedante a mi padre.- Ya no lo vas a sedar mas, lo vas a matar.- vocifera.- Yo hare que se tranquilice.
- No luna no puedes...
- Ya verás que si puedo.
Con lo testaruda que es se acerco a donde estaba un guardia conteniéndolo y le dijo que lo suelte.
- No escuchaste que sueltes a mi hijo.- tan solo con una mirada el guardia lo soltó. Luc gruñía mientras mi madre intentaba llamar su atención.- Mi chiquito mírame. Soy tu mami. Cachorro.- Luc la miro fijamente mientras seguía con sus gruñidos. Mi madre le acaricio su mejilla él se detuvo y la miro detenidamente. Detuvo sus gruñidos mi madre se lanzo a abrazarlo y el olía su cabello.
Estábamos sorprendidos ninguno de nosotros pudo hacer que Luc nos prestara atención y cuando la conseguíamos nos quería matar pero mi madre consiguió que la dejara abrazarlo. Y no tan solo eso hizo que se comiera la sopa que le habían preparado no despegaba su mirada de ella.
- Ven una madre es capaz de cualquier cosa. Sabía que mi cachorro se acordaría de su mami.- dice feliz mi madre con autosuficiencia de que no tuvo que recurrir a la violencia para tranquilizarlo.- Aprendan salvajes.
Mi madre en tan solo cinco minutos consiguió más que nosotros en estos tres meses.
Abby
Una vez que llegamos a la casa comencé a atosigar a mi madre para que me cuente lo que sabe.
-Siéntate hija.- me señalo el sofá.- Te contare lo que quieres saber. Me contaste que Luc era un alfa pues resulta que cuando los alfa tienen una pareja les llaman Luna. Y es la luna de la manada quien está con ellos gobernando su pueblo.- me quede en shock con esto que me conto.- Por lo que mi niña tu eres su mate. Su destinada. Si el te llamaba luna era por eso.
-Pero el me dijo que su mate era una humana.
- ¿Y qué es lo que eres?
- Sí, pero nunca hablo claro. Nunca me dijo que yo era su destinada.
- Ese fue su error pero no sabemos porque no dijo nada. Con esto lo que pretendo hacerte entender que ahora más que nunca debemos encontrarlo.
- Si tienes razón mami.
-Pues que esperamos para armar nuestras maletas.
- vamos.
Preparamos nuestro equipaje para después cenar para ir a dormir. Mientras estaba en la cama no dejaba de darle vuelta a la nueva perspectiva que tenia frente a mí. Pase todo este tiempo lejos de él pensando que alguien ocupaba un lugar en su corazón, sin saber que ese alguien era yo, aunque siendo su mate no quiere decir que me ame. Pero si me da la confianza de acercarme a donde está y confesarle que seremos padres.
Una duda circula otra vez por mi mente ¿y si no sobrevivió? Muevo mi cabeza como si de esta manera todos esos pensamientos negativos se esfumaran de mi mente. Cerré los ojos para intentar dormir aunque sabía que la ansiedad y el deseo de verlo no me dejarían descansar tranquila. Y a eso le sumamos esos sueños que tengo cuando voy a viajar que siento que siempre pierdo el transporte.
Al día siguiente seguimos nuestra rutina como todos los días con la diferencia que hoy nos iríamos de Los Ángeles. Mi madre me acompaño hasta mi trabajo para despedirme de todas esas mujeres que me ayudaron en todo hasta cumpliendo mis peculiares antojos.
Nos abrazamos emocionadas estaba muy sensible por el embarazo así que no pude detener mis lagrimas en tan poco tiempo se convirtieron en mas que compañeras. Mi jefa me dio el dinero del mes y algo más para los gastos de los bebes me dijo que pensara en ellos que ahora son dos no uno. Acepte agradecida y me marche con bonitas experiencias de este lugar.
Llegamos al aeropuerto a tiempo estaba nerviosa porque aun persistía en mi mente los vestigios del accidente hace tres meses atrás. Mi madre intuyendo como siempre mis estados de ánimo sostuvo mi mano dándome la fuerza que necesitaba. Suspire mientras hacia una plegaria al cielo que me ayudara a llegar con bien a Washington.
No tenía un plan en especifico lo único que sabía era el propósito "Encontrar a Luc". Una vez lleguemos a ese estado pondré mi mente o la mente brillante de mi madre a trabajar. Dos mentes siempre van hacer mejor que una.
Nos acomodamos en el asiento del avión el cansancio me derrumba, acomodo mi cabeza en el hombro de mi madre y me permito descansar hasta nuestro destino. Porque serian cinco horas y veinte largos minutos que tendríamos que recorrer.
Siento ser removida levanto mi rostro encontrándome con la sonrisa de mi madre.
- Dormilona ya llegamos.- le sonrío mientras me levanto.
Seguimos todos los pasos hasta esperar que nos den nuestras maletas para luego sentarnos en una cafetería.
- ¿Qué haremos ahora hija?- pregunto mi madre.
- Esperaba que tuvieras algún plan, porque no sé en qué lugar de este estado pueda estar. Me imagino que debe ser cerca de algún bosque.
- No, ninguno. Pero piensa en alguien que podría saber sobre su paradero.
- No se mami porque estuvimos los dos perdidos en una isla.
- Y los que los rescataron ¿no te acuerdas como se llamaba la brigada?
- Mami no estaba concentrada en esos detalles.- un recuerdo flash back viene a mi mente.- pero si se de alguien que es posible que nos ayude si lo encuentro.
- ¿Quién?
- El piloto que te conté fue el único que me trato bien. el problema es que solo se su nombre y espero que podamos dar con él.
- Pues que esperamos.
Junto con mi madre intentamos pasar al hangar de los aviones privados pero no podíamos sin autorización.
- Nada está saliendo como lo tenía previsto en mis sueños lo encontrábamos de una vez.
- Obvio esto no es un sueño.- dice mi madre imitando mi acción y sentándose sobre la maleta. -Vamos a ver donde nos pueden dar información.
- Si mami. Pero espera me siento un poco cansada.
Una sombra se posa delante de nosotros cuando subo la vista me encuentro con mi salvador.
- Hola, Abby ¿verdad?- pregunta mientras sonríe.
- Si, Antoni te estaba buscando.- digo emocionada mientras me pongo en pie.
- ¿Para qué soy bueno?
- Necesito que me ayudes a dar con Luc.- suelto emocionada de que ahora todo está tomando su cauce.
- El alfa Luc.- asiento.- mmm no sé donde vive pero puedo averiguártelo si me das unos minutos.
- Por supuesto.
- Bien espéreme aquí.
Estaba muy sonriente esperando que Antoni viniese con esa información. Después de unos largos minutos Antoni llego sonriendo.
- Les tengo buenas noticias. Nadie sabía donde vivía pero alguien se acordó de su apellido y resulta que tengo una hermana viviendo en esa manada por lo que me facilito la dirección. Las llevare no me perdonaría si se perdiesen.
- No es necesario.
- Claro que nadie querrá llevarlas a menos que le ofrezcan mucho dinero.- rebate decidido.
- Está bien.- aceptó mi madre.
Antoni nos ayudo con nuestras maletas llevándolas hasta un vehículo dorado nos subí en el. Comenzó a conducir en una plática animada con mi madre me perdí completamente de la conversación por mis pensamientos y las sensaciones que me recorrían. Iba a ver a Luc.
Después de un largo recorrido entendí porque se ofreció a traernos, bajamos del auto y la belleza del lugar me atraía como un imán no podía dejar de mirar a todo lado.
En menos de un minuto un hombre apuesto y musculoso salió de la casa que nos quedaba enfrente.
- ¡Buenas tardes! ¿Quiénes son ustedes?- pregunto el señor.
- ¡Buenas tardes!- dijimos mi madre y yo al mismo tiempo.
- Disculpe soy Sidney Marun y ella es mi hija Abby.
- Una Iluminer.- otra vez repiten esta palabra y solo observo como mi madre asiente.- Perdón soy el alfa Asher pueden pasar a mi casa, una Iluminer siempre será bien recibida.
- Gracias.- dice mi madre. Antoni lleva nuestras maletas adentro y se despide.
Estamos sentados en un sofá mientras el alfa nos escudriña. Un alboroto se escucha los gritos de una mujer vociferando que tengan cuidado. ¿De quién? Me pongo en pie cuando en la sala entra un Luc fuera de sí que corre hasta mí y me aleja de los presentes. El alfa se quedo estático como si no encontrara que hacer.
- Mía, mi luna.- su voz suena como cavernícola y sumamente animal.- No te volverás a ir.- enuncia antes que le conteste sus colmillos se incrustan en mi piel y un grito lastimero sale de mis labios mientras caigo en la inconsciencia.
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