Capitulo 1 El encuentro
Abby
No han tenido días en que todo, absolutamente todo le sale mal. Díganme que harían si se encontraran en un país desconocido, lugar que viniste a parar porque un hombre quiso vengarse de ti porque no te acostaste con él.
Ese rabo verde, quería aprovecharse de mí pero le salió mal le aseste esos golpes que mi padre bien me había enseñado. Porque para algo era hija de un karateka. Pero más estúpida fui yo, como se me ocurre confiar en alguien que intento violarme. Creí en sus palabras de que lo perdonara y que me enviaría hacia California para que unos de sus amigos productores me contratara con tal de que no interpusiera una demanda.
Mi madre me lo advirtió pero como terca hija no le hice caso. Ahora me lamento por esa decisión que tome.
Me encuentro en el aeropuerto de Australia, sin dinero, con hambre y tan solo con mis papeles. Parece que llamo la atención que varias personas pasan y se quedan mirándome, pero no les paro dejo que sigan en sus cavilaciones como yo en las mías.
La piel se me eriza de un momento a otro, en unos asientos mas allá se sentaron dos hombres con mirada intensa y malas intenciones. Siento esa punzada en mi corazón y en mi mente que me advierte del peligro.
Me pongo en pie e intento alejarme de ellos, camino sin saber hacia dónde me dirijo. Siento como si me estuviesen siguiendo, cuando volteo veo a los hombres de los cuales estaba intentando escapar. Sus claras acciones me revelaron que estaban interesados en mí, pero no de una buena manera. Además que en sus pantalones se marcaban sus erecciones, sentí asco solo al pensar que estaban de esa forma por mi y las arcadas me invadieron solo de imaginar lo que podrían hacer conmigo si tan solo me llegase a tocar.
Llegue a un lugar donde ya las personas no transitaban, solo habían algunas dispersas por todo el lugar. Pero era como si todos estuviesen ajenos a mi situación. Cuando más el miedo me apremiaba, empecé a correr desesperada deseando que alguna divinidad se apiadase de mi porque no me salve de un desgraciado para que estos dos me ultrajaran.
Sintiendo sus pasos apresurados tras de mí y me di cuenta que eran más rápido que yo. Obvio eran más altos y unos de mis pasos eran como tres zancadas de los suyos.
Podía sentir la adrenalina corriendo por mis venas y ese zumbido aterrador que pitaba en mis oídos, la respiración estaba muy agitada y solo era cuestión de tiempo para que mis pulmones colapsaran.
En mi apuro me aleje del aeropuerto, entrando a un hangar y sabia que uno de estos aviones serian mi salvación. En mi mente se trazo un plan, entraría a uno hasta que uno de los empleados subiera a bordo y le contaría mi situación. Y cruzaría mis dedos para que eso que dicen las personas de que lo que te sucede dos veces, sucederá una tercera vez a mi no me pase.
Siempre dicen que cuando corres no debes mirar atrás, pero como poco me importan las reglas lo hago y noto que deje un poco atrás a estos idiotas.
Buscando un lugar para esconderme no encuentro aviones con las puertas abiertas, los que he comprobado están cerrados. Cuando siento que he sido abandonada a mi suerte encuentro la puerta abierta de un jet que tiene por nombre Miller. Me apresuro a entrar recorro los rincones buscando un lugar para esconderme, encuentro un baño y cierro con seguro. Aunque es el primer lugar que buscarían.
Unos pasos se escuchan resonar, respiraciones agitadas y una voz que produce escalofríos.
- ¿Donde rayos se metió esa humana?- pregunta uno lleno de rabia.
- No sé, pero su olor esta en este avión.- dice el otro aspirando con fuerzas, me sorprendo que puedan olerme. Sera que estoy sudada.
- Proviene del baño.- los siento más cerca y me apego mas a la pared como si esta me haría invisible. – ya verás humana cuando pongamos nuestras manos sobre ti. Te íbamos a perdonar la vida, pero ahora te lo haremos a lo animal para que sufras cada penetración.
¿De qué rayos estaban hablando? Solo podía rezar a quien me quisiera ayudar a poder salir ilesa de esta situación.
Y al parecer el dios que me escucho actúo rápido porque la voz de unos hombres llenó el ambiente.
- ¿Qué hacen aquí? Este jet es privado y no tienen autorización de estar aquí.
- Lo sentimos. Nosotros...
- Salga inmediatamente antes que nuestro alfa llegue y les aseguro que no será condescendiente con ustedes.
- Ya nos vamos.
- ¿Qué harían esos dos aquí?
- No se capitán. Pero dejaron su peste aquí, el alfa se dará cuenta que habían intrusos.
- Bah que nos importa eso. Tenemos que decirle.
- Ya quiero llegar a Washington.
- Yo también.
Escuche pasos alejarse y después escuche una puerta siendo abierta y cerrada, supuse que era la del capitán. Salí de mi escondite con temor que este solo haya sido una trampa, cuando Salí no encontré a nadie esperando fuera. Exhale emocionada este avión se dirige a Washington, puedo esconderme y cuando arribe a mi destino le hare caso a mi madre en todo lo que me diga.
Luc
Acabo de cumplir los veintisiete años y el mejor regalo de cumpleaños que podría darme mi padre fue enviarme hacia Australia. Un pequeño grupo de ocho hombres lobos viajamos en el jet privado de mi familia.
La azafata no me quita la mirada de encima, pero como estoy en trabajo no cumpliré su deseo pero después que lleguemos a nuestra manada podre hacerlo.
Solo estamos esperando que el rey termine de firmar los documentos para ir directo al avión y volver a nuestra manada. Tengo un ferviente deseo de ver mi sobrino de cuatro años, a quien le prometí un helado y a él le cumples o le cumples así de sencillo. A su corta edad su temperamento de alfa es muy dominante, todos piensan que es por ser medio demonio.
Salgo con los documentos subiéndome en el auto que me lleva directo al hangar donde está el jet. Cuando entro al lugar soy recibido por Mery la azafata, quien muy coqueta me informa que ya el capitán y el copiloto están abordo solo esperándonos para despegar.
- Pues ya pueden hacerlo.- digo mientras me siento. Un inusual aroma se encuentra en el lugar pero hay otro olor que lo enmascara.
Siento mis instintos aruñar en mi pecho queriendo que busque algún indicio que dé con ese aroma suave que es camuflajeado por el otro y que de no ser un alfa no podría distinguirlo.
Ese instinto que ha estado dormido por años resurge con fuerza intentando tomar el control. Comienzo a buscar la fuente que desprende esta fragancia, debajo de un asiento veo una alfombra que no debería estar ahí y cuando me acerco se intensifica el olor por lo que estoy seguro que encontrare lo que busco.
Retiro la alfombra y descubro que una joven humana estaba escondida en ella. Sale de su escondite y sus ojos color miel se ensanchan asustados, no puedo apartar mi mirada de ella y es cuando el juego de palabras de la bruja Elisha cobra sentido.
"Ojos de miel, espíritu guerrero, ricitos de oro, blancanieves, duende y la bella y la bestia. "
Su piel es blanca como la nieve, es bajita y su cabello rubio. Y sus ojos son marrones claros, tan bellos que me atraen irresistiblemente hacia ella. y entiendo perfectamente a lo que se refería con la bella y la bestia, y es que toda ella exuda hermosura y yo me quedo con el papel de la bestia por mi lado lobuno.
Acabo de encontrar a mi luna, y ella es perfecta para mí. Solo sé que cuidare de ella y la protegeré como nadie lo hará. Y eternamente la amare como espero que ella también lo haga.
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