capítulo 8: "¿Qué quieres de mí?


La belleza de Silver seguía vigente ante los cambios bruscos de la metamorfosis, el erizo inconsciente aún con la piel pálida gozaba de una fisonomía que no permitía que Shadow si quiera parpadeara, seguía tan enamorado como la primera vez que le vio y de eso ya son 10 años.

Shadow jamás se fijaría en Silver, era el tipo de chico que aborrecía: llamativo, delicado, "fácil" y "genérico". Del tipo de chico que justo estaba acostumbrado a ver en el club: un bartender, claro, en la barra del club, en la zona más exclusiva tenían que atender los bi género más bellos que se pudieran ver alguna vez, pero para Shadow, ver todo el tiempo bellezas y verlas someterse a tipos como él todo por trabajo y dinero era algo "fácil y genérico" nada especial.

Pero se tuvo que tragar su orgullo, su presuntuosa forma de pensar al encontrarse con un erizo que no solo era hermoso, sexy y encantador, era inteligente, directo y bueno en su trabajo. Ningún cliente necesitaba pedir su bebida, Silver ya la tenía lista, ningún cliente tenía que llamar y pedir algo, Silver ya estaba ahí atendiendo su necesidad, le apodaron la "belleza telequinética" pues parecía que con la mente se manejaba, sabiendo y moviendo todo justo en el sitio donde sus clientes lo necesitaban.

Así que la curiosidad de Shadow al verle y encontrarse con un bartender que no sólo ya sabía que quería y cómo lo quería provocó en él la maliciosa intención de descubrir su secreto y dicho sea de paso, destruír esa falsa sonrisa y perturbar aquella cara bonita.

"Los clientes siempre tienen en la mirada lo que desean, siempre tienen sobre sus ojos lo que necesitan y yo soy capaz de entenderlo"

Le decía el erizo plateado a Shadow cada que intentaba comprender como era que Silver le derrotó.

Había perdido, garrafalmente.

Había caído, irremediablemente.

Había cedido, voluntariamente.

Shadow había terminado por enamorarse locamente, no importaba que hiciera para evitarlo, sus ojos siempre buscaban necesitados a ese bartender que le trataba especial, más especial que a cualquiera.

Los ojos dorados del bi género se clavaban en su mente y perdido en sus sentimientos poco a poco se acercó a él convirtiéndose en su cliente habitual, en su amigo, su novio, pero cuando quiso tener ese cuerpo para él...

"No te confundas Shadow... soy muy tradicional, no pienso entragarme antes del matrimonio"

Palabras que se esforzó en doblegar y cuando lo consiguió todo se vino abajo, la nube en la que flotaba le hizo caer hasta el infierno donde estaba su realidad.

Aún a pesar de todo lo que ha vívido con Silver, a pesar del amor y odio que llegó a sentir, del dolor que tuvo que tragarse en sus entrañas para guardar las apariencias, aún así, seguía tan enamorado y deseoso de tener lo que por cobarde no tomó: la virtud de Silver.

Nine llegaba a la habitación de Silver donde los guardaespaldas se disculpaban ante sus intentos fallidos por sacar a su jefe de esa habitación, el zorro furioso los apartaba de la puerta.

Al entrar el vulpino de 9 colas vio una enternecedora escena digna de cuanto de hadas, las púas largas del erizo plateado caían cuan delicados cabellos de las inmaculadas sabanas de hospital, sus manos estaban entrelazadas siendo sujetadas por un guapo hombre que le miraba con tanto amor y deseo, "Shadow jamás miraría a nadie más así" estaba seguro, y por esas razones no podía odiar a quién después de todo, era quién más perdió aquí: Silver.

-¿Puedes explicarme por qué el esposo de Silver, padre de la criatura que lleva Silver en su vientre está sentado afuera del hospital como un vil vagabundo y tú a lado de su pareja robándole el sitio?

Shadow hizo caso omiso, lo que al zorro realmente enfureció.

-Traeré a ese esposo y espero tengas los huevos para enfrentarlo.

-Ya, ya- por fin reaccionó Shadow- No necesitas armar un escándalo, yo no tengo la culpa de ser quién estuvo para Silver en el momento más crucial de su vida, sin mí él hubiera muerto junto con el bebé y ese tal Sonic ni siquiera tendría donde llorar a su esposo.

-Si que tendría, la empresa cubre gastos funerarios y proporciona velatorio y 1 año pagado del nicho el cual se puede extender si el trabajador firma un acuerdo de descuento mínimo por nómina.

Shadow miró con odio al zorro, nunca le daba la razón.

-Además, lo hiciste a propósito ¿verdad? Traer a aquí a Silver sabiendo perfectamente que su esposo tendría problemas para ingresar, te creíste con el derecho a decidir ya que como dijiste, sin ti ese erizo ajeno hubiera muerto ¿no?

-¿Y qué si lo hice?- El erizo se apartó del bi género acercándose desafiante a su empleado y amigo- Si el tal Sonic no puede ni siquiera con esto no merece a Silver en lo más mínimo.

-Supongo que no hay mejor merecedor de su amor que tú ¿no?

-No me refiero a eso, zorro entiende, Silver ha puesto en riesgo su vida por alguien que si no fuera por nosotros a estas horas todavía ni sabría que Silver estaba mal y además seguro... abría muerto.

El zorro no apartó la mirada de su jefe, no le tenía miedo ningún miedo.

-Visualicemos tu punto, lo que quieres decir es que ahora que has salvado a Silver de morir tienes todo el derecho de decidir por él ¿cierto?

-¡Eso no es lo que dije!

-Esas son tus intenciones, quitarle a Sonic lo que consideras no merece como si fuera un objeto; recuerdo bien que quién mandó al último por el caño al otro fuiste tú, no te importó restregarle en la cara a Silver que habías encontrado a tu "Llama gemela" que tenías una conexión más fuerte con ella que con él y que ella te entendía, comprendía, te dejaba libre como el viento, sin ataduras, sin deseos tradicionales de casita, hijos y perrito, todo eso se lo dijiste con una sonrisa de erizo enamorado y te valió madres las lágrimas del erizo ¡madres!

-Bueno ¿tú eres el abogado de Silver o qué? ¡Basta de que siempre me estás juzgando y restregando el pasado! ¡Además de que siempre estás detrás de mí pegado como una maldita goma de mascar!

-Sí Sí, en tu zapato al caminar, somos un caso no ideal, je.

El zorro se burló dándole la espalda a su jefe al cual golpeo "sin querer" con sus colas esponjosas.

-Eres un maldi-

Silver por fin despertaba.

-Ahora hazte cargo de tus decisiones.- El zorro caminó hasta la puerta para marcharse, pero antes de hacerlo volvió su mirada a Silver a quién saludó con una sonrisa- Buenas tardes Silv, que te mejores.

El erizo plateado no pudo responder estaba confundido que lo único que pudo hacer es soltar un sonido, intento de corresponder tal buena intención.

El zorro se marchó cerrando la puerta tras suyo y Shadow como si el tiempo no hubiera cambiado las cosas, se arrodilló ante su ex novio y le miró con ese amor que Silver aún le es tan difícil ignorar.

- Silver... me da gusto verte recuperado, creí que morirías.

El erizo blanco desvío la mirada con molestia, para luego reunir el suficiente valor para decir lo que pensaba:

-¿Qué quieres de mí?...

Shadow le miro incrédulo, Silver ni siquiera le agradecía todo lo que hizo por él.

-Te salvé, si yo no hubiera estado a-

-¡Lo sé!- Le Interrumpió casi en grito mirándo al erizo negro a la cara.- Y gracias pero no entiendo qué quieres de mí, ya me hiciste tanto daño como para que tú y yo nos consideremos amigos y vuelvas a mi vida portándote así, como si te importara.

-Me importas y mucho, eres muy, muy importante... me sentiría morir si te perdiera.

-¿Perderme? ¡Tú no quisiste estar conmigo! ¡Tú fuiste quién rehizo su vida rápido y sin importante cómo me sentía! ¡Quién mintió y no me dijo a la cara que ya se había enamorado de alguien más y sólo me orilló a terminar y sentirme el malo del cuento! ¿y dices que aún te importo?

Silver estaba al borde de las lagrimas, furioso, destrozado por el pasado teniendo sentimientos encontrados, amor, odio, amor, odio, se preguntaba ¿por qué? ¿Por qué le hacía esto ahora?

-Entiendo tu enojo, pero era lo mejor para los dos, debía dejarte ir...

-¡Pues entonces sigue haciéndolo! ¡Déjame ir, déjame en paz, vete de mi vida y deja de confundirme!

Shadow cierra los ojos, dolido ante su reacción, dolido ante lo que sucedía, era su culpa, era totalmente verdad.

-Me voy... -El erizo abrió los ojos tratando de controlar sus emociones.- Sólo quiero que sepas que eres importante, siempre lo fuiste, y no busco destruír tu matrimonio solo... solo protegerte.

Silver dejo ir sus lágrimas, su voz entumecida por las palabras del amor de su vida no se atrevía ya a soltar su ira e insultos, le amaba y hubiera dado todo por ser su esposo, ser su mujer en un futuro y la madre de sus hijos... pero eso, eso nunca pasó ni pasará.

-Nunca te dejaré Silver, estaré para ti cuando me necesites, velaré por tu bienestar, adiós...

Shadow se marchó desapareciendo tras la puerta, Silver rompía a llorar furioso pero también conmovido, su amor por Shadow seguía intacto.







Continuará...

Bueno, pues he andado aquí y allá, con cositas. Pero hay voy retomando aquí en wattpad las escrituras.

Gracias por leer.

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