La música a todo volumen no dejaba escuchar el teléfono de Sonic, que vibraba una y otra vez. Knuckles bailaba con su esposa, una hembra biológica murciélago de gran sensualidad, ojos turquesa y buenos pasos de baile.
Sonic miraba cómo se divertían sus amigos, mientras sostenía una bebida alcohólica en su mano derecha y con su izquierda sostenía su cabeza desde una mejilla. Ya había salido de fiesta estas últimas noches, ya había salido a citas con nuevas personas, ya había dedicado varios domingos a ir de paseo en grupos de turismo, dispuesto a encontrar su media naranja, pero, no encontraba ni siquiera un limón.

Tal vez fuera que se estaba precipitando de nuevo, y esta vez deseaba conocer bien a esa nueva persona para no volver a equivocarse, tal vez fuera que ahora tenía tanto miedo de conocer a alguien y precisamente, esos miedos y mala experiencia le haga perder la oportunidad de amar.
Había chicas muy lindas, bi géneros guapos, y había sostenido buenas conversaciones con alguno de ellos, pero nada más. Ahora mismo, por mucho que se esforzara, Silver seguía siendo parte de su vida, no le amaba, tampoco quería volver con ella, pero entonces, ¿Por qué sigue manteniéndola bajo su mismo techo?

Hace meses, volviendo de la casa de su difunta madre, Sonic ponía claros sus planes.

—Silver, no tengo dinero para divorciarme de ti, debido a las leyes bi género y la manutención de Sunny, vivirás aquí como la madre de mi hija, esperaré a mi promoción en el trabajo y conseguiré dinero suficiente para independizarnos el uno del otro.

Silver sin decir nada, se dirigió a la habitación, trayendo de vuelta consigo, una pequeña cajita.

—No necesitas responder a las leyes bi género, suficiente ya has hecho con hacerme madre, y no correrme... a pesar de todo...

—No podría justificarme por eso, deponiendo mis responsabilidades, sea como han terminado las cosas, yo-

—Ten— Silver interrumpió, extendiendo aquella cajita hacia Sonic, esperando que la tomase entre sus manos— Esto podría liberarte de mí, aunque no estoy segura... fue un regalo de tu madre, cuando la conocí.

—¿Qué?

Sonic abrió la pequeña caja, descubriendo el anillo de hojas de olivo, la herencia tan codiciada entre sus hermanos.

—¡¡Pero!! ¿Por qué? ¿Por qué te lo dio a ti?

Silver miró hacia otro lado, sintiéndose desmerecedora de mirar a Sonic.

—Tu madre vio en mí a una persona que tal vez no te amaba, pero, sí, una persona que deseaba, tanto como ella, formar una familia. Ella puso su fe en mí, dándome ese anillo como prueba de ello, no me dijo la verdadera naturaleza de aquel anillo, pero me pidió que lo guardase hasta que me casara contigo y estuviera dispuesta a hacer esa familia que a ambos nos hiciera feliz, o de lo contrario, lo devolviera.

Sonic cerró esa caja abruptamente, dejándola sobre la mesa de la sala.

—Es impresionante cómo mi madre confió en ti, a nadie le había regalado ni una servilleta, creo le caíste mejor de lo que cualquiera, incluso tú, pensaron.

Silver sonrió amargamente, añadiendo esas palabras más culpa a su consciencia.

—Y le he fallado, es por eso que debes saber qué es la herencia, debes usarla. Tal vez no cumplí con mi palabra, pero ya tienes una familia, Sunny, por ella acepta esa herencia.

Sonic negó con la cabeza, para sorpresa de Silver.

—Ese anillo esperaba mi madre que se usase hasta que me casara y fuera feliz, hasta que tuviera la familia que ella no pudo tener. Mi padre nunca fue un buen hombre, maltrato a mi madre y ni siquiera la mantuvo, solo la lleno de hijos e hijos. Ella trabajó duro por todos nosotros, a su manera nos crio, no puedo usar lo último que tenía solo para librarme de ti. No, Silver, haré las cosas por mi cuenta.

Y así, Sonic recordaba ese momento, siendo una tentación que cada cierto tiempo volvía a su mente. «Quiero librarme de Silver, ya no verla más» «Quiero rehacer mi vida, encontrar a alguien que de verdad me ame» «Quiero demostrarle a ese maldito, que puedo crecer por mí mismo y...»

No podía engañarse, odiaba a Shadow como nunca odió a nadie más, su orgullo estaba tan pisoteado que deseaba pagarle con la misma moneda: «¿Quieres a Silver? ¡Pues no pienso soltarla tan fácil!» «¿Quieres hacer el amor con ella? Pues tendrás que esperar a que sea libre, y eso, no será pronto».

Aunque Silver le había sido infiel a través de un beso, sabía que tenía sus límites, jamás se atrevería a cometer adulterio mientras estuviese casada legalmente con él; puede estar seguro gracias a cómo se comportó Silver esa noche que los enfrentó: a pesar de desear tanto a Shadow, Silver prefirió detenerse.

Varios pensamientos cargados de emociones contradictorias lo cercaban entre la decisión de dejar ir a Silver o no. No estaba listo, por más que lo intentase, para buscar otra pareja.

—¿No sacaste a nadie a bailar Sonic?

—Ni quién quiera sacarlo a él; ¡hoy traes una cara Sonic!

Sus amigos volvían a la mesa, Rouge se servía un trago y observaba con más detenimiento a su amigo.

—Y dime Sonic, ¿Tu esposa sabe que vienes aquí regularmente desde hace un par de semanas?

Sonic ignoró la pregunta, mirando hacia la pista de baile.

—No estás  de humor eh— dijo Rouge, para luego tomarse el trago de alcohol— Has estado así cada día más, y evitar a tu esposa y hacerle la ley del hielo es, infantil.

Ahora sí, Sonic la volteó a ver, Silver era un tema que en boca de alguien más y sin aviso, le irritaba de sobremanera.

—¡Perdón Sonic!—Intervino nervioso el equidna, no quería que las dos personas que más  quiere en su vida se peleasen— Le dije un par de cosas, pero fue para que te aconsejara.

Sonic rodó los ojos molesto, ¿consejos? ¿Qué podrían saber esos dos sobre matrimonios como el suyo? Se preguntaba tratando de no ser tan grosero.

—La otra vez vi a tu esposa en el centro comercial— Mencionó con un deje de serenidad, quería que Sonic la tomase en serio— No se veía bien.

—No se arregla, eso no es mi culpa.— Respondió resentido.

—¿Estás seguro?—,Replicó Rouge penetrando su mirada turquesa en Sonic—,¿Alguna vez le has dado su espacio? ¿Tiempo para ella?.

—ahh—, suspiró el erizo azul bastante estresado por el interrogatorio— Me fue infiel Rouge.

—Es verdad, y no la justifico por eso, pero, tampoco se merece que la tengas en ese estado, alguien que se la pasa ocupado hasta para no poder ir al baño y tomarse su tiempo, no puede estar siempre presentable. Ahora mismo, y las varias semanas que has estado huyendo de ella, son horas extras para ella, que debe esperarte, que atiende a tu hija y ha de terminar más agotada que de costumbre, tal vez ya no es tu esposa, pero es la madre de tu hija y TÚ, debes también participar en la crianza de tu hija; seguramente no tienes idea ni de cómo cambiar un pañal.

La mirada de ambos amigos se mantuvieron fijas el uno al otro, Sonic no comprendía por qué encima de trabajar debía ayudar con la bebé.

—No, no la tengo, ni pienso tenerla.

Los ánimos se estaban calentando para terror de Knuckles.

—Entonces no eres diferente a tu padre.

Un golpe directo, algo bajo, pero sin rodeos.

—¿Qué?

—Conozco a tu padre, anda de aquí para allá, dejando hijos sin mantenerlos, pero bien orgulloso de reproducirse, apenas y se acuerda de los nombres de sus hijos, apenas y le viste la cara, ¿no?, esa es la misma historia de tu hija, con un padre que apenas ve, siendo su madre la que se encarga de todo.

—Pero yo sí mantengo a mi hija, y también a mi supuesta esposa.

—Claro, pero ¿Quién te mantiene a ti? Limpio, alimentado, ¿Quién resguarda tu casa y tu patrimonio y encima mantiene a tu hija: limpia, alimentada, resguardando su seguridad y criándole?. Como una empleada, un ama de llaves, diligente a cuando llegas a casa, diligente a tus necesidades. ¿Por eso te andaba por no estar solo, no? Tener alguien a tu lado que cubra las necesidades que mami cubría y claro, el extra: ser tu mujer, y... a juzgar por la apariencia de Silver, se nota que esa mujer no tiene tiempo ni para comer una comida caliente y a gusto. Al menos tú llegas a descansar y alguien más te atiende, pero ella y su trabajo nunca acaba, y nadie le atiende a ella. Muy parecida a la vida de mami, ¿verdad?

Sonic se levantaba de su asiento y bastante furioso, tomó su celular de la mesa, Rouge sin inmutarse, añadió.

—Sé, ese padre que no fue el tuyo, uno presente en su vida, involúcrate. Y no vayas por ahí evitando a tu supuesta esposa, que eso también es violencia, psicológica.

—¿Violencia?

—Eh, Rouge— intervino Knuckles— Creo que deberías parar.

Nadie dijo nada más, Sonic se giraba hacia la salida y caminando sin despedirse, se encontró con un gran chaparrón. El agua corría por la calle desbocada, y los truenos resonaban agresivos. Sonic había llegado gracias al auto de Rouge, pero no quería verle, ni mucho menos a Knuckles, por ser un chismoso. Sacó su celular dándose cuenta, por fin, de 10 llamadas perdidas de Silver y un mensaje que de inmediato le hizo tragarse su orgullo y pedirle ayuda a esa murciélago.

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Sonic no aparecía, llamada tras llamada a su número Silver era presa del pánico,  su bebé no estaba bien. La pequeña Sunny tenía una grave fiebre, que Silver a la poca experiencia que tenía como madre, intentó bajar con baño de esponja y medicamento, pero nada funcionaba y eso era de temer.

La lluvia se había convertido en una tormenta, salir era una locura, pero si no lo hacía, algo le decía que su hija... no sobreviviría.

—Sonic— susurro el nombre de su esposo, agobiada por no encontrarle— Incluso buscó por redes sociales a Knuckles y el mensaje no llegaba, estaba sola, sola con el corazón de una madre latiendo súbitamente a la desesperación.

Silver tomó  todo lo necesario, cubrió  bien a su bebé con cobijas y un impermeable, el único que había en casa. Abrigada hasta donde podía, intentó  salir.

El agua estaba corriendo por la calle como un rio tempestuoso, las piernas de Silver apenas y podían sostenerse, aterrada, regresó a su hogar.

Volvió a llamar a su esposo, le mandó mensaje tras mensaje sin respuesta alguna. Miró  a su hija, que estaba perdiendo la conciencia, y su corazón, casi a punto de salirse de su pecho le gritó el nombre de Shadow:

"¡NO! Si lo hago, Sonic no me perdonará"— pensó mientras sostenía entre sus manos temblorosas su celular con el número de Shadow a punto de llamar.

"Pero nadie responde, él..."

Marcó, decidida a afrontar las consecuencias de su acto más  tarde, no sabía de él  desde esa vez en el rancho, pero con esperanza esperaba que le brindara la ayuda que necesitaba.

"El número que usted marcó,  se encuentra fuera de servicio..."

"¡Basta!" Se dijo así misma colgando el celular y saliendo rápido de su casa, ya no había tiempo que perder, fuera como fuera, si no hallaba un taxi, no importaba, lograría llegar a un hospital.

Lo hizo, y en cuanto el doctor recibió a su bebé en urgencias, su cuerpo dejó de sostenerla.

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Sonic llegaba junto con sus amigos al hospital, alarmados por la noticia, buscaron respuesta en urgencias.

Una enfermera apareció, dando razón de madre e hija, sus palabras eran confusas para Sonic, pues pensaba que su hija era la única en peligro, pero...

Su mundo se venía encima, caído a pedazos. Hipotermia, su esposa presentaba Hipotermia al grado de que fue un milagro que llegara al hospital consciente. La niña estaba estable, aliviándose de su rotavirus, y su madre estaba siendo atendida, la enfermera le daba una respuesta positiva, pero la mente de Sonic se hallaba en un estado de culpa y arrepentimiento.

"Si hubiera estado en casa..."

"Si hubiera contestado el teléfono..."

"Si hubiera puesto atención..."

Rouge y Knuckles tomaban ambos del hombro a su amigo, con  palabras amables y llenas de esperanza esperaban apoyar al erizo.

"Están bien, Silver logró  llegar a tiempo, ella ya está  siendo atendida, debes ser fuerte y esperar"

Sonic negó  con la cabeza, él ya lo sabía, su mujer era frágil,  su estado de salud no había quedado tan óptimo desde el embarazo y él,  cegado por sus propias emociones y problemas, prefirió ignorarlo.

En ese momento, tan irónico como siempre, hasta que la muerte acarició su hogar, se dio cuenta de cuánto le importaba su bebé y su esposa.

Continuará...

Drama y más drama, la cuestión es... ¿Dónde  está Shadow? Que no contestó.

Gracias por leer.