Capítulo 12: "Infelicidad"


—¿Por qué la escondes? ¿Acaso crees que pienso hacerle daño? O es que... ¿Se parece a mí?

Sonic llegó a la puerta, ansioso por terminar con su tortura mental de una vez por todas, el ex de su mujer, nuevamente impune, pisoteaba su orgullo de hombre haciendo uso de su poder. ¿Qué podía hacer? ¿Golpearlo? ¿Gritarle y amenazarle? No, sería algo estúpido y quedaría peor parado, le gustase o no, estaba en los dominios de ese hombre.

"Silv es su esposa ahora y es la madre de su hijo, escuche bien, SU hijo"

Sin embargo, las palabras de aquel zorro aún resuenan como himno de batalla en su mente: TIENE RAZÓN, aún nada está dicho, si ese hijo es suyo es momento de saberlo y no retroceder al miedo y los celos.

—¡Amor!

Entró a la habitación con una gran sonrisa, exclamando a todo pulmón esa frase que hizo efecto en su adversario, el cual se hizo a un lado sorprendido; así mismo su mujer relajó el cuerpo, que con sus brazos y su pecho protegía a su cría, una vez su esposo estuvo frente a ella, sonriente y nerviosa mostró el fruto de su unión:

—Meses en mi vientre y...

Era igualita a Sonic, un clon suyo hecho hembra, azul, tan azul como él, que no pudo evitar sonreír no solo por lo hermosa que era, sino, por lo que significaba su apariencia.

—Es mi hija, ¡Es mi hija!

Silver asintió entre lágrimas, por fin, después de años, al menos uno de sus sueños se había hecho realidad: ser madre.

Shadow miraba a esa cría y no podía creerlo, su consciencia misma le cuestionaba: ¿acaso creíste que podía parecerse a ti? ¿Por qué lo haría?  Era claro para él que era imposible, nunca consumó sus encuentros sexuales con Silver, así que se sentía un ridículo esperando lo contrario.

Así que derrotado, sintiéndose de sobra en esa habitación, da la media vuelta dispuesto a marcharse en silencio pero...

—Gracias por ayudar siempre a mi esposa, mi hija está bien gracias a usted, señor Shadow, ahora confirmo que es un buen amigo de mi mujer.

Era una declaración de victoria, con el ego por delante en esas palabras, Sonic como macho marcaba su territorio y, entre líneas buscaba dar a entender a ese erizo, que sabía perfectamente quién era.

—Hmm, no hay de qué, señor Sonic, Silv siempre será mi gran amigo.

Shadow daba la cara esbozando una sonrisa, miro hasta Silver que con un rostro lleno de temor miraba a ambos machos enfrentarse en una fría calma, sosteniendo en sus brazos temblorosos a su única cría.

—Silver se ha puesto tan hermoso, o mejor dicho, hermosa ¿no lo cree señor Sonic?

Él también declaraba entre líneas sus intenciones.

—Je, claro— confirmó orgulloso en una amplia sonrisa— mi mujer ahora es toda una hembra que me sorprende que se haya guardado para mí, siendo tan atractivo desde bi género.

Shadow soltó una risita, los ánimos se estaban calentando, 《ahora te sientes con confianza, ¿solo porque has confirmado que la cría es tuya? Patético》 los pensamientos luchaban por quedarse donde están, en su mente, pero ganas no le faltaban de restregarle a la cara a ese imbécil, quién es el verdadero macho de esa hembra.

—Tienes toda la razón Sonic, basta de formalidades, tú y yo compartimos vínculo con Silv, eso nos hace...

La palabra estaba en el aire, prescindible entre las mentes de ambos erizos que con la mirada se enfrentaban, la tensión era tal que, no notaron cuando Blaze y Knuckles entraron a la habitación con flores y pan tostado para la recién madre.

—¡Sonic!— Gritó Knuckles pasando de largo a Shadow para chocar el puño con su pariente— ¡¡FELICIDADES!! ¡Ya eres papá!

—Buenas tardes— Saludó Blaze entregándole los regalos a Silver.

Shadow no respondió al saludo, miró directo a los ojos a su ex, que tembloroso evitaba su pesada mirada.

«Así que piensas ignorarme, ¿De verdad tienes miedo de que haga daño a tu nueva familia?», hubiera deseado tanto preguntárselo al amor de su vida, pero éste en silencio le rechazaba, seguía ocultando a esa cría que apenas y Shadow pudo ver que, tenía los ojos de su madre: dorados y grandes. Shadow sonrió al confirmar aquello justo cuando Blaze cargó a la bebé, era suficiente.

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Silver ya no era sí mismo, no solo por ser físicamente diferente, sino, por lo que suponía ser madre; Sonic festejaba orgulloso su paternidad junto con su primo e incluso llamando a su familia, demostrándole a todos que se equivocaron:

"¡Soy padre! Y ¡la niña es igualita a mí!"

Claro, escuchaba cómo en esa videollamada los hermanos de Sonic enaltecían ese detalle:

 "¡Qué bueno que se parece a ti!" 

"Es hermosa porque es igualita a ti"

"Ahora sí, hermano, ni necesidad de prueba de ADN, quien debe pedirlo es la mamá, ¡no se parece nada a ella! jajaja"

Los días siguieron así, en ese permiso de paternidad que el trabajo le otorgó a Sonic... no le ayudó ni a cambiar un pañal.

—¿Has intentado en pedírselo directamente, ayu- ¡mejor dicho!, que haga la parte de su responsabilidad?

Silver no tenía a nadie más que a su amiga Blaze,  ella intentaba darle consejos de maternidad, animarle y llevarle a donde tuviese que ir, porque aun con el vientre hecho costuras quirúrgicas, Silver tenía que ir al tamiz de su bebé.

—... No...

Ante la confesión en la sala de espera del hospital, Blaze gruñó furiosa.

—¡¿Y por qué no le dices nada?! ¡Para eso eran esos 5 días de permiso de paternidad! ¡Para que se encargue de la niña mientras tú descansas, no para que se la pase jugando en el celular y con su primo de un lado a otro!

—Fue a comprar fórmula... la bebé no... no llena con mi leche, Sonic va acomprar las cosas que necesito.

—Hmm, sabes que proveer no es suficiente, menos cuando tu pareja a leguas se ve desgastada y mal; ¡mírate! No has dormido desde que te internaron en el hospital, la niña es demandante y además debes bañarla, cambiarle el pañal, dar de comer y hacer lo mismo contigo estando en pleno puerperio y recuperación de tu cesárea, sin olvidar que debes atender la casa ¡¿Acaso es idiota o qué?!

Silver también se preguntaba lo mismo, ¿Por qué Sonic actuaba de esa manera? La respuesta era simple, Sonic había sido criado así, pensando que su único trabajo era trabajar, proveer y tener la esposa en casa, y no estaba para nada familiarizado con estar presente en la crianza de un hijo, ni en la empatía y responsabilidad que significaba ser padre y esposo.

La felicidad que llegó a sentir a lado de ese hombre terminó desapareciendo en tan pocos días:

"No puedo ayudarte con la niña, llora mucho y yo también necesito dormir, trabajo"

"Cariño, yo no sé cambiar pañales y ¡no gracias!"

"Lo que necesites para la niña lo compro, pero de ahí de cargarla y darle de comer... me da miedo tirarla al suelo"

"¡Estás histérico! Seguramente son las hormonas femeninas que tienes ahora, pareces otro"


Días y días así, su maternidad deseada se había convertido en un infierno que consumía su cuerpo y sus energías. Sonic no lograba comprenderla ni tampoco hacía mucho por remediar sus quejas, el hombre bueno al cual le tenía cariño, pero también le hacía tener culpa por sus mentiras, había cambiado así como el pequeño cuento de hadas de mujer diligente y perfecta se había terminado. Silver ya no tenía ni una pizca de deseo sexual, su cuerpo flacido, gordo y con estrías le hacía sentir mal, sus pechos ardoros por alimentar a su bebé de alta demanda a la menor caricia de su esposo terminaban rompiendo cualquier intento de pasión.

Por su parte, Sonic veía a Silver convertido en una mujer amargada, histérica y que parecía a todas luces odiar ser madre, siendo infeliz. La sonrisa alegre y dulce del erizo que se enamoró ya no existía, la belleza divina de tan puro bi género se había desvanecido como las noches tranquilas: Noches y noches de llanto y gritos, noches y noches sin poder dormir bien, noches y noches, donde Silver explotaba de histeria y lloraba agravando la situación.

Todo estaba... cayendo a pedazos.



______๑♡⁠๑______


—Realmente debo de felicitarte, Shadow.

—... ...

—¿Ocupado? Que no contestas.

—Lleva tus colas esponjosas a otro lado, hay gente que debe trabajar.

—Jajaja ¿De mal humor? No es novedad.

Shadow había evitado acercarse a Silver desde la última vez, centrado en su trabajo en la empresa, volcó todas sus emociones en proyectos de caridad que iban viento en popa. Pero su mejor amigo, el zorro Nine, sabía que por dentro se moría por saber de Silver.

—María estaría orgullosa de todo lo que has hecho— Insistió Nine, sentándose sobre el escritorio de su jefe echándole las colas de adrede en un intento de molestarlo aún más.— Con tanto trabajo de caridad, con meditación y rezo diario en casa, yendo incluso los sábados y domingos a misa, pronto ascenderás con caos y tendré que ponerte una veladora.

Lejos de enojarse, Shadow soltó una risita, mientras alejaba de su cara la punta blanca y suave de las colas de su amigo.

—Mírate, el viejo Shadow hubiera soltado maldiciones mientras me mandaba al carajo.

—Simplemente, ya me acostumbré a tus pesadas bromas.

«¿Bromas? ¿Crees que estoy bromeando?», pensó Nine retirando sus colas bruscamente de su jefe, que parecía no entender nada. 

—Me sorprende que no has preguntado ni un día por Silver, ¿acaso... por fin ocurrió ese día?— Él era el primero en desearlo así.

—¿Qué día?— Preguntó sin apartar la mirada de la computadora donde escribía sabe qué cosa.

—El día que superaste por fin a Silver.

Shadow paró de teclear, mirando a los ojos a su amigo que seguía sentado en el escritorio.

—No, yo jamás dejaré de amar a Silver.

Nine le sostuvo la mirada al erizo sin decir absolutamente nada.

—¿Y?— los ojos de Shadow permanecieron impávidos.

—... ... Nada— Nine rompe la mirada, bajando de un salto del escritorio, enredando sus colas entre su cadera— Solo quiero que sepas que... Silver no está bien, la otra vez le vi llevando a su bebé en su cochecito, pero la pobre mujer tenía un aspecto terrible, creo que... no es feliz.

Shadow siente un vuelco en su corazón, sin poder controlar su sorpresa, exige más información.

—¡¿Por qué no me habías dicho nada?!

—Por que me dijiste que querías dejarle en paz, luego de que ella misma te demostrara con su actitud que te quería lejos, por eso. Pero también ella fue mi amigo en el pasado, así que...— «No importa que sienta por ti, idiota»— nunca haría vista ciega sobre Silver.


·········


Shadow no esperó más, subió a su auto y fue en busca de Silver, pero era demasiado tarde... Sonic se había llevado a su mujer e hija a la casa de sus padres.



Continuará...



Espero sea de su agrado este capítulo, gracias por leer.






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