Capítulo 10: "Si fuera él"

Sonic sabía como había sido la presencia de Shadow solo con mirar el rostro de su esposo, siempre mantenía un rostro frío y triste, a veces culpable, a veces lleno de odio, y otras veces, lleno de arrepentimiento.

Silver comenzaba a ser solo la madre de su bebé en camino, un erizo que todos los días le demostraba que, fingiría menos o más amor dependiendo su estado anímico.

Nunca podría competir contra Shadow, el erizo que no importa la hora y el lugar, siempre estaba en la mente de su esposo. Jamás podría ser... el dueño de su corazón.

—En el trabajo me dan largas con el permiso de paternidad de bi género, no puedo estar contigo como debería.— Mentía, prefería hacerse el tonto que enfrentar la verdad, la cruda mentira de su mujer.— Pero creo que... estás bien ¿no?

Silver asentía sonriente, entre menos viera a Sonic, menos culpa le quitaría el sueño.

—Pronto saldré del hospital y... podre estar en casa para esperar a nuestro bebé.

"Nuestro bebé" algo que también comenzaba a dudar; Sonic al principio estaba seguro, pero conforme los meses, la incertidumbre le mataba.

¿Qué haría si en realidad Silver le mintió de todo a todo? ¿Si en realidad Knuckles tenía razón? Se había quejado por años de Amy, su exnovia, pero ahora se había ido a enredar con alguien peor... No, negaba con la cabeza mientras miraba a su esposo que físicamente ahora era una hembra, pronto daría a luz y se enteraría si ese bebé era suyo, confiaba, quería confiar, que así era.

◃───────────▹

El día de alta había llegado, Silver tenía una gran barriga que hacía emocionar a su esposo, el amor que tenía por su hijo por nacer era lo único que le mantenía con una sonrisa frente a una persona que no ha sido capaz de superar a su ex y sobre todo, serle sincera.

 Durante este tiempo de hospitalización, Sonic pensó las cosas detenidamente: Silver era su esposo, futura madre de su hijo, nada más, podía mantenere a su lado solo y exclusivamente por esa razón, ¿Que le amase alguna vez? De ninguna manera, las lágrimas que ha visto derramar por ese erizo negro han ido lapidando esa esperanza; pero el corazón es terco, cualquier otro macho con dignidad se hubiera retirado desde el primer lamento de su esposo por otro hombre, cualquiera le daría la razón y justificaría su decisión de abandonar a tan infame mentiroso. Podía hacerlo, tenía pruebas, tenía al mismo hospital menospreciándolo cada que iba de visita "Has pasar al familiar del paciente", claro, familiar, podía ver la risa que se aguantaban todos al verlo llegar con flores a visitar a la mujer que seguramente otro se cogió y todavía tiene la suficiente valentía de dar la cara al público con semejantes cuernos entre las orejas.

 Sonic miraba a su esposo, saludable, sin dolor por su metamorfosis gracias a otro macho, su presencia no había sido requerida y ambos, mirándose con una sonrisa, fingían ignorancia ante ese hecho. Los celos de Sonic habían escalado junto con su imaginación, miraba el nuevo cuerpo biológico de su esposo y no podía evitar pensar que Shadow ya había tocado y bebido de él; suspiraba pesadamente eliminando esas imagenes de su mente, controlando su ira con una sonrisa y un chiste estúpido:

—Oye amor, ¿a cuánto el litro de leche?

Silver miraba con fastidio a su marido, su chiste no le causaba gracia, le dolían los pechos y encima su líbido era nulo. Estaba en esa etapa del embarazo donde comenzaba a odiar al padre de su bebé por nacer; sin embargo, sonreía, culpable por esas emociones que consiente sabía que no se merecía tan buen hombre, ha llorado frente a él por Shadow, fingiendo que era el embarazo y el cambio físico, otros motivos son los que le aquejan, y Sonic siempre ha estado ahí, pendiente y amable, y él ha sido todo este tiempo un maldito mentiroso.

≪ ◦ ❖ ◦ ≫

El día del cumpleaños de Silver llegó, sin pena ni gloria, un simple día donde Sonic llegaría tarde y Silver estaría en casa cuidando de su embarazo; Blaze había ido de visita llevando ropita para el bebé y comida para la mamá, hablaron unos minutos sobre cosas triviales y se despidieron rápidamente. 

Silver estaba solo en este mundo, en un mundo donde había elegido vivir dejando atrás absolutamente todo, sus padres hace tiempo que le dieron la espalda por no elegir a una mujer como Blaze, por no ser un hombre, así que no tenía sentido contactarlos, ni visitarlos, menos ahora que biológicamente era hembra. Intentó varias veces salir con alguna mujer, ser lo que sus podres querían, pero nunca pudo negar su naturaleza femenina. Pero había temor, había secuelas de lo que sus padres le hicieron ser, a pesar de ser ahora biológicamente hembra, no se sentía seguro de expresarse como una, tampoco expresar sus gustos tan infantiles y femeninos: su deseo de sentirse hembra en todo el sentido sexual posible. Siempre lo deseó con Shadow, pero ese momento nunca llegó a consumarse correctamente, Shadow incluso en esos momentos dudó.

Justamente Shadow estaba llamando a la puerta, con una rosa blanca como regalo y una sonrisa de reconciliación, la pelea anterior estaba olvidada.

—Feliz cumpleaños Silver, espero te encuentres bien, te ves... bien.

Shadow mantuvo fija su vista en los nuevos cambios físicos de su ex, el deseo comenzaba a cosquillear su mente con ideas indecorosas que, al final de cuentas, sabía que nunca se atrevería, le faltaba valor para hacerlo.

—Gracias— Respondió a secas el erizo plateado tomando el regalo y mirándolo sin alguna emoción, no le causaba nada, la pelea de esa vez para él sigue en la misma página.— ¿Y?

Shadow movió sus orejas, creía no haber escuchado bien, el erizo plateado sonrió decepcionado.

—Tu esposo no está, podemos salir y dar una vuelta en la mo-

—¿No ves mi estado?— Interrumpió mostrando su barriga, en ese justo momento, el bebé se movió— ¡oh!

—Eso... ¿Fue una patadita?

—Creo...

Silver alejó  sus manos de su vientre permitiendo que Shadow tomase entre sus dedos esa barriga que se deformaba conforme el movimiento del bebé.

—Es... impresionante como podemos dar vida, te ves hermoso siendo madre y muero por conocer a este bebé...

—Pudiste ser su padre, pero nunca quisiste.

Shadow podía notar un pizca de resentimiento en esas palabras, Silver jamás  le perdonará esos errores.

—Lo sé—Respondió soltando esa piel con suma nostalgia.—Si fuera él... si fuera tu marido... ... sería muy feliz, no vivo feliz desde que te perdí  Silver, todos los días me miento a mí  mismo fingiendo que la mejor decisión que tomé  fue dejarte ir, enamorarme de otra mujer e intentar olvidarte a través de ella.

Silver mira hacia su barriga, indiferente.

—Te enamoraste, como que yo nunca he podido hacer, enamorarme de alguien más.

—¡¿De verdad?!—Para Shadow escuchar esa confirmación alegraba su corazón.— ¿De verdad sigues enamorado de mí? ¿Nunca... me has dejado de amar?

—No Shadow, nunca.— responde Silver elevando la mirada hacia el erizo negro.—Te amo, te amo como siempre lo he hecho, estoy con un hombre con el cual no soy feliz y todos los días  desde que volviste a aparecer en mi vida te amo y odio al mismo tiempo, dime, ¿Qué  quieres de mí?

—Podemos empezar de nuevo, si me permites amarte, protegerte y darte todo lo que ese erizo no puede, te haré feliz y siempre velaré por ti.

Silver sopesó esas palabras, miro a la nada replanteándose la situación y el futuro, ¿De verdad estaba dispuesto a aceptar lo que parecía Shadow querer ofrecer?

—Lo que quieres decir... ¿Es que quieres ser mi amante?

Shadow no respondió.

—¿Recuerdas que alguna vez pensamos eso cuando recién eramos novios?— Silver traía a su mente esas promesas locas que parecían  hacerse realidad.— Prometimos que si el mundo y nuestras familias no nos aceptaban y no había  de otra... si alguno se casaba seguiríamos nuestra relación bajo la mesa como amantes, je; recuerdo que en esos días me dedicaste una canción de esas que el amante se la canta al cuernudo esposo, se nos hacía graciosa, pero... ahora, no creo que mi esposo se merezca tal trato, suficiente engaño y daño le estoy haciendo siendo infiel de corazón.

Shadow tragó saliva tomando la mano de su amor.

—Es verdad que el erizo aunque es pobre es buen hombre, en estos meses a pesar de las circunstancias y los malos tratos en el hospital no ha dejado de esforzarse por ti. Cuando me veía algunas veces en el pasillo del hospital me saludaba y además me daba información de ti, feliz y confiando que solo soy ese amigo que va a visitarte de vez en cuando, a veces siento que él sabe todo, pero la verdad lo dudo, digo ¿Quién aceptaría que su esposo siga viéndose "como amigos" con su ex? Es tonto, yo no lo permitiría.

Las palabras de Shadow ofenden y avergüenzan a Silver, suelta su mano tomando distancia.

—Sonic me ha demostrado que confía plenamente en mí, no quiero fallar más a su confianza, si no le amo, al menos quiero hacerlo feliz y atenderlo como lo que soy, su esposa.

Esas palabras hierven la sangre del multimillonario que con sumo esfuerzo esboza una sonrisa.

—Eso está bien, te lo mereces, es un hombre bueno y además... se ve que te ama.

Silver sonríe dando un paso atrás para cerrar la puerta.

—Gracias Shadow, espero tú también puedas ser feliz.

El erizo macho no dijo nada, inmóvil observó como la puerta se cerraba delante suyo,  al cabo de unos minutos, comprendiendo qué significaban esas palabras, empuñó sus manos fuertemente mientras una lágrima en silencio resbalaba por su mejilla.





Continuará...



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top