Sonic y Silver comenzaron a acomodar cosas de la casa, había mucho qué hacer, pero por algo debían empezar: la sala, ahi Silver tenía que pensar en cómo ahorrar espacio, cómo dejar todo más cómodo y eso en su cabeza le ayudó para no pensar en Shadow, no quería traerlo a su mente, era como traicionar su presente, él era el pasado y ahí tenia que quedar, lleno de odio y resentimiento.

Cuando pensaba en Shadow habia mucho dolor de por medio, ira que se transformaba en lágrimas, no sabía bien como fue capaz de soportar verlo, y también se odio por permitirse sentir felicidad al verlo, sentir amor cuando éste le tocó; también se sintió bien al restregarle en la cara que estaba embarazado y casado, y que ese fue el futuro que rechazó con él, sentir que ahora él era feliz y Shadow no, era realmente gratificante, pero luego regresaba a la realidad, y sabía de sobra que no era feliz, no del todo, lo único bonito de su vida era el bebé que esperaba.
Siguió acomodando las cosas y evitando volver al tema, pero le agradaba imaginarse que ahora Shadow le extrañaba y de verdad se arrepentía de haberlo dejado ir, de traicionarlo con esa chica que al final, se fue.

Sonic se limitaba a ser la fuerza bruta, bajar cajas, sacar objetos pesados, acomodar las cosas que iban en altitud etc, y llegando una caja que decía "Tocador" Sonic la abrió y se dio cuenta que eran objetos de cuidado personal y joyas.

-Amor, voy a llevarme esto a nuestra recamara.

Silver dio un rápido vistazo y asintió.

-Yo lo acomodo cuando acabe aquí - Dijo sin más.

Sonic llevó la caja junto con otras en fila a la recamara, alli en una esquina del cuarto las dejó lo más cuidadoso que pudo, pero la caja llamada "tocador" parecía tener algo que se habia derramado, apestaba a perfume.

-¡Hay no puede ser! ¿Lo habré roto yo?

Sonic pensó en lo peligroso que sería si su esposo acomodaba esa caja, así que poniéndose cómodo cerca del tocador con espejo que también era de su esposo, pergeñó el contenido de la caja lo más rápido que pudo, limpiando cada objeto con una franela para quitarles lo sucio y mojado del perfume roto, separó cada cristal en una bolsa y para cuando llegó al alhajero, recordó aquel dije de Sol que colgaba en el cuello de Shadow, no era tonto, recordaba bien como los vio tomándose de la mano, también como ese erizo miraba a su esposo, era la mirada de alguien enamorado, y ese dije, era tan parecido a un dije que alguna vez le vio a Silver en su primera cita, esta era la oportunidad perfecta para despejar sus dudas, descubrir si sus recuerdos solo le estaban jugando una escena de celos mental innecesaria, o tenía buena memoria visual.

Abrió el alhajero y sabía que no iba a estar a la vista, lo vio sólo una vez en su vida, pero recordaba bien como en esa cita, Silver lo ocultó con desazón cuando le comentó que estaba muy bonito. También recordaba la historia de un ex rico, que le hizo perder a Silver 5 años de su vida para luego traicionarle con una chica.

Tras rebuscar en el ahajero hasta el fondo, llegó a una cajita de regalo, de esas para un anillo, y al abrirla encontró un anillo desgastado de oro y el dije que estaba buscando, efectivamente, era el compañero de ese sol, era una luna con una descripción al reverso:

"Tú eres mi Luna"

Sonic cerró la caja una vez su duda disipó, se miró en el espejo del tocador que estaba frente suyo y comprendió todo, su matrimonio probablemente era la salida y el boleto de salvación de un herido corazón, que solo le quedaba conformarse con ser madre.

◇

Silver ya habia terminado la sala, acomodaba la basura y las cajas de cartón desarmadas en el pasillo, y de nuevo en su mente regresaba Shadow, era tan gracioso que su esposo trabajase en una de las empresas del multimillonario padre de Shadow, nunca se puso a investigar dónde exactamente trabajaba su marido. En fin, tampoco era la gran cosa, así es el mundo y las coincidencias, meras casualidades que demuestran que nada está tan lejos de uno, aunque se empeñe en plantar distancia.

-Amor- Sonic salía de la recamara con un gesto despreocupado - se mojó la caja donde tenías tus perfumes, cremas y joyas con un perfume bien roto, tuve que sacar las cosas y de paso ya medio las acomodé en tu tocador.

-Oh ni mo-... -A Silver se le fue el color del rostro, miró a su esposo tratando de descifrar algún atisbo de peligro, pero no habia nada, el seguía platicandole el suceso normalmente.

- Fue éste perfume- Se lo mostraba dentro de una bolsa de plastico- Se tiró todo, todo, y dejó muchos vidrios rotos, espero haberlos limpiado bien, te digo para que tengas cuidado cuando uses tus joyas.

-A ok... Pues deja ir haber si limpiaste bien.

-¿No me tienes fe?

Sonic hacia un gesto dramático exagerado, era propio de él, porque era bromista y alegre y Silver con eso se sintió mejor, estaba asustandose por nada, aún así fue a verificar.

Silver se miró por un momento en el espejo del tocador, se cuestionaba por qué seguía guardando todo eso, tomó su ahlajero y vacío todo su contenido sobre la cama; estaban todos sus collares, pulceras y anillos, la mayoría, regalos de Shadow, abrió la cajita de regalo donde guardaba un anillo de oro de matrimonio genuino, ese anillo era el símbolo de un matrimonio jamás realizado ante la iglesia, pero si ante dos corazones que se juraron amor eterno.

Se lo puso en el dedo anular de su mano izquierda, lo observó feliz y sin quitárselo tomó el dije de luna, era de oro blanco, y hace meses que ya no lo usaba, pero realmente lo que le preocupaba no eran esas dos joyas, sino, lo que yacía oculto debajo de la cajita de cartón, una pequeña carta, estaba intacta, había temido que se haya dañado y también que su marido la haya descubierto.
La abrió y releyendo su contenido volvió a sentirse miserable

"Siempre estaré contigo mi luna, nunca te dejaré sola, te amo y amaré hasta más allá de la muerte"

Atte. Tu sol.

Una lágrima salió mientras vigilaba que Sonic no apareciese, volvió a guardarla en el mismo lugar y acomodó todo, casi olvidaba el anillo y rápido se lo quitó, guardó todo y acomodó a su gusto el tocador, de nuevo se miró en el espejo y se puso de perfil para observar su barriguita, calmó su corazón y dejó ir esa sensación de peligro, todo estaba bien, Sonic nunca se enterará.

Continuará...

El drama es corto, va a lo que va, espero aún así sea de su agrado.