Historias de amor y romance predominan en un mundo tan extenso como el nuestro. El llamado hilo rojo del destino o también conocido como el hilo del amor, ha juntado almas a su debido tiempo.

Esta historia comienza en un día un tanto extraño. El cielo está oscuro y la poca luz solar que comienza a salir es detenida por las abundantes nubes de lluvia.
En la ciudad de Musutafu no es tan común que este tipo de ambiente se manifieste.
Pero dejando de lado ese tema nos centraremos en un lugar en específico.
Donde nuestro joven protagonista descansa plácidamente en su cómoda habitación.

[Residencia Midoriya] 6:05 AM

*Ring *Ring *Ring

~Mmmm... otro rato más~ Exclamó un joven peliverde.

*Ring *Ring *Ring

~Sólo 5 minutos más~ Decía mientras despertaba.

*Ring *Ring *Ring

Estirando la mano al reloj para apagarlo el pobre perdió el equilibrio y se cayó de la cama.

~Agh~ Se quejó del dolor.

~Mierda no vuelvo a poner la alarma tan temprano~

En eso el pecoso se levanta y se estira bostezando en el proceso.

~Que bien dormí hoy~ Esbozando una leve sonrisa abrió las cortinas de su habitación y sus animos bajarón al ver que el día estaba nublado.

~Justo lo que me faltaba~ Se notaba un poco triste.

~Bueno bajaré a desayunar~ Y así bajando las escaleras fue directo a la cocina a preparar algo de comer. Ya después de 10 minutos se sentó a comer un café con unos Hot Cackes y miel.

El ambiente era tranquilo y silencioso. Tanto que incluso se escuchaba el sonido del tráfico y algunos negocios que comenzaban a abrir fuera de la casa.

~Bueno yo también debo apresurarme si no quiero llegar tarde~ El joven regreso a su habitación y se puso su ropa escolar. Puso todas sus libretas dentro de su mochila y antes de salir se puso frente a la foto de su madre y una flor azul muy bonita que le obsequio su mamá.

~Otro día más madre, me esforzaré al máximo, por tí y por mí, ya verás que saldré adelante~ Dicho eso el chico salió de la casa y la cerró con llave. Se puso sus audifónos y comenzó a caminar rumbo a la secundaria Orudera.

Mientras caminaba se encontró con un perrito muy tierno. Y se agacho para acariciarlo.

~Ven aquí, buen chico~ Acariciandolo se quitó un audifóno y sonrió.
Izuku se quitó la mochila y sacó un recipiente con carne.

~Toma comelo, eso es~ Lo volvió a acariciar pero ahora parandose se volvió a poner la mochila y se despidió del perro.

~Nos vemos después muchacho~ Y así el joven siguió su trayecto.

Al llegar a su salón pudo observar como todos lo miraban por llegar tarde.

~No puedo creer que seas el único que llegue tarde hoy joven Midoriya~ Exclamó su profesor de matemáticas con desinterés.

~Lo lamento profesor no volverá a ocurrir~

~Eso espero Joven, ahora vaya a su asiento que ya empezó la clase~

Y así fue a tomar asiento. Se volvió habitual que este tipo de cosas pasarán con el joven peliverde.

~Ey pss, Midoriya~ Una chica de cabello oscuro le habló para entregarle una carta.

~¿Sí que sucede?~ Dijo Izuku tomando la carta.

~Leela~ Así la chica volvió a tomar posición en su asiento.

Pasó una hora y cuando era el cambió de clase el profesor se retiró.Claro que esta oportunidad siempre era aprovechada por un Pelicenizo.

~Oe oe Deku~ Decía un joven de ojos rojos y un temperamento amenazante.

~¿Acaso llegaste tarde otra vez por no tener Quirk?~ Con tonó burlón agarró a Izuku de la camisa.

~Y... yo~

~Contesta!!!~ El chico pelicenizo pateó a Izuku contra la pared.

~Perdón Bakugo ya déjame en paz!!!~ Decía un Izuku algo molesto por tener que pasar por lo mismo todos los días.

~Ohh, ¿Acaso crees que puedes ganarme?~ Decía el joven ahora reconocido como Bakugou.

~Sólo mirate basura, eres el único de la clase sin Quirk y aún así me alzas la voz!~

~Más te vale bajar la cabeza si no quieres que te la exploté~ Antes que alguien hiciera algo Bakugou agarró la mochila de Izuku y la quemó con todo y sus libretas.

~¿Lo ves? A un inútil como tú no le serviran estas cosas.~ Bakugou abrió la mochila quemada para ver una foto donde estaba Izuku y su madre.

~Oe Deku. ¿Qué es esto?~ Mostró la foto a Izuku quién lo vió de forma preocupada.

~Kachann, devuelveme eso... porfavor~ Un aterrado Izuku le pidió con miedo a su amigo de la infancia.

~Bien, toma~ Antes que Izuku tomará la foto Bakugou la quemó.

En ese momento algo cambió dentro de Izuku, algo se quebró.

Los ojos verdes de Izuku desprendian furia total y sin saberlo le dió un golpe cargado con ira.
Y sin poder hacer nada Bakugou recibió el golpe de lleno déjandolo inconciente.

Después de unos momentos Izuku tomó sus cosas y se retiró de la clase. Todos quedarón boquiabiertos al ver lo acontecido.

Los profesores al enterarse citarón a Izuku a la oficina del director.

~Entonces explícate Midoriya, porque dejaste a tú compañero herido~ Pregunto con cansancio el profesor de matemáticas.

~Se lo merecía. No me dejaba en paz~ Izuku incómodo por la conversación quería terminar esto lo antes posible.

~Ajá... Bueno entendemos tu situación joven Midoriya así que esperamos que no se vuelva a repetir~

~Y por cierto te cite yo mismo porque queremos saber como fue que heriste de esa forma a tu compañero~ El director pregunto con intriga.

~Simplemente apunte a su cabeza~ Decía algo confundido.

~Bueno verás... El joven Bakugou tiene quemaduras de 3er grado en la cara. Como si una llama lo hubiese dañado... Joven Izuku, ¿seguro que no tiene algún Quirk?~

~Seguro me diagnosticarón Quirkless a los 5 años~

~Bien, hablaremos despúes, puedes retirarte~ El director le señalo la salida.

~Comprendo así será~ Izuku se retiró del lugar más tranquilo.

Cuando Izuku se retiro el Director comenzó a atender otros asuntos.

Mientras tanto Izuku regreso a clase y todos desviarón la mirada al verlo llegar.

Y así transcurrierón las clases con murmuros de sus compañeros y uno que otro comentario desagradable.
Ya al terminar las clases Izuku regreso a casa. En el camino recordó lo que sucedió hoy y derramó unas cuantas lagrimas.

~Siempre ha sido lo mismo, desde que eramos pequeños~

Y así Izuku camino cabizbajo centrado en sus pensamientos... Hasta que...

~Auch!!!~ Izuku choco con alguien por accidente.

~Los siento mucho!!! ¿Se encuentra bien?~ Izuku pudo ver que tiró a una Joven Peliceleste.

~Si no te preocupes me agarraste desprevenida jiji~ La chica peliceleste le sonrió a nuestro protagonista con una actitud angelical.

~Oh ya veo me alegra que estes bien~ Por alguna razón Izuku se sonrojo a ver tan bella mujer.

~Sip, bueno todo esta bien. Me gustaría hablar más pero estoy algo ocupada~ En eso la Joven se retiró dejando sólo a nuestro Peliverde.

~Que lindo cabello tiene~ Y así se retiró a descansar después de un día algo largo y agotador.
Pero al final esa sonrisa pudo tranquilizar a nuestro peliverde.
Esperemos que todo vaya mejorando después de esto.

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He aquí el primer capítulo. Este capítulo lo subí hoy mismo porque me gustaría que me dijerán como va quedando. Y además si tienen alguna recomendación para mejorar o arreglar la leeré con todo gusto.
La historia será algo lenta porque quiero un buen desarrollo.
Y algunas cosas se aclararan en los siguientes capítulos.
Espero contar con todo su apoyo y al parecer ya arregle mis asuntos personales así que podré subir capítulos más pronto.
Sin nada más que añadir nos vemos pronto!!!