CAPÍTULO 9: COMPRAS AL ESTILO NORTHWEST (PARTE 1)
Disfrútenlo muchas gracias!!.
Dipper tuvo que presentarse con su ama, y dueña, Pacífica, quién para estos momentos del día se encontraba en sus clases de piano. Sasha acompañó al castaño hasta dónde se encontraba la jóven rubia millonaria, quién, nuevamente, el talento le desbordaba con cada tecla que ella presionaba. Pacífica nuevamente se estaba luciendo tocando bellas melodías, siendo un orgullo para sus padres, y dejando impresionado al castaño cada vez que la escuchaba.
-¿Todos los días la señorita Pacífica toma clases de piano? -preguntó Dipper, mirando a la jóven rubia.
-No, solo tres veces a la semana toma clases la señorita Pacífica -respondió Sasha-. Empezó desde hace unos pocos meses, el señor Northwest le sugirió tomar clases y aprender, y no se equivocó porque su hija es talentosa.
-Pensé que recibía clases toda la semana -dijo Dipper, acto seguido, solo tuvo que esperar y observar a que su dueña termine sus clases para poder comenzar el día.
Por su lado, Pacífica estaba muy concentrada en lo suyo, tocando el piano de su familia con tanto esmero y pasión que, una sutil sonrisa se dibujaba en su rostro...
-Magnífico... -dijo Dipper, totalmente maravillado por el talento que su ama poseía, si seguía así, pronto alcanzaría el nivel y la destreza suficiente para convertirse en una concertista de primera.
-¿La señorita Pacífica es muy buena tocando el piano, no lo crees? -preguntó Sasha, en cierta forma también disfrutaba de las asombrosas melodías que su jóven ama tocaba esas tres veces a la semana.
-Sí, muy buena -respondió él.
Tras esperarla durante aproximadamente diez minutos más, Pacífica finalmente había terminado con sus clases. El profesor se retiró, no sin antes despedirse de su alumna, y de los dos sirvientes que la estaban esperando. Pacífica, al verlo, sonrió y se acercó.
-Buenos días Dipper, has llegado temprano, como lo dicta el contrato, eso es bueno porque estás cumpliendo al pie de la letra lo que acordamos -dijo Pacífica. Dipper solo guardó silencio, por no decirle sus verdades y decirle que tuvo que madrugar para arreglarse y presentarse ante ella-. Sasha, el día de hoy te encargarás de la limpieza de mi habitación, ¿De acuerdo?.
-Sí señorita Pacífica, iré enseguida -Sasha se despidió de ama, se despidió de Dipper y fué hacer lo que le mandaron, retirándose de la sala y subiendo las escaleras hacia el segundo piso.
-Pero señorita Pacífica ayer limpie su habitación exhaustivamente, para qué volver a limpiarla hoy si solo fué a dormir unas cuantas horas, nada más, no tiene ningún sentido volver a limpiar tan bien, si no se ha ocupado mucho.
-¿Acaso quieres ser tú el que da las órdenes? -preguntó. Pacífica se cruzó de brazos, adoptando una postura de total autoridad.
-No, solo era un comentario, nada más -dijo Dipper, agachando un poco su cabeza.
-Pues nadie te pidió que comentes, Dipper -dijo ella. Dipper por dentro quería decirle de todo, hasta de lo que se iba a morir-. Tú estás aquí para seguir mis órdenes, por eso eres mí sirviente, ¿Entendiste?.
-Sí, lo siento -dijo él-. Con su permiso, iré a limpiar la piscina para que usted pueda nadar sin ningún problema.
-No, hoy no vas a limpiar la piscina -dijo ella.
-¿No? -él levantó una ceja, confundido, se suponía que esa era la tarea que él debía cumplir todos los días después de presentarse ante ella. Extrañado, le preguntó qué haría-, ¿Entonces qué quiere que haga?, ¿Limpiar las ventanas? ¿El baño?, ¿O el comedor?
-Nada de eso Dipper, hoy no vas a limpiar nada, Sasha y Luc se pueden encargar de eso y de atender a mis padres. El día de hoy vas a acompañarme, porque iremos de compras -dijo Pacífica, con una sonrisa tan amplia que le llegaba de oreja a oreja, como si lo que hubiera dicho era algo que hiciera todos los días.
-¿De compras?, Gravity falls no tienen un centro comercial con ropa lujosa, ni cosas caras, ¿Quiere comprar cosas baratas?.
-Claro que no ingenuo, sé perfectamente que en este sucio pueblo no hay centros comerciales con buena ropa -respondió ella, tan arrogante como siempre-, es por ese motivo que iremos a Portland.
-¿Espere qué?, ¿Ir a Portland?, Eso queda a cinco horas de viaje en auto, ¿Por qué ir tan lejos y gastar dinero innecesariamente si tiene un grupo de sastres profesionales que me hicieron este traje costoso en unas cuantas horas y a usted le pueden hacer toda la ropa que deseé y cuando usted lo deseé?, Eso es... algo innecesario, sé que tiene mucho dinero pero, no le veo la lógica, ¿Por qué?.
-Porque yo hago lo que quiero -respondió ella, una respuesta absurda, tan absurda como el hecho de que él debía acompañarla abandonando el pueblo, a su hermana y tíos por todo un día de ser posible-, tú solo tienes que callarte y acompañarme, eso es todo.
-¡Tsk!, ¿Y al menos sus padres saben que saldrá del pueblo? -preguntó Dipper, era temprano y ya se sentía fastidiado por el comportamiento de su ama.
-No te preocupes por mis padres, ellos me han permitido renovar mi closet cuántas veces lo deseé, creo que me castigarían si no compro ropa nueva y de marca.
-¿Está segura que no tendrá problemas después? -siguió insistiendo.
-No, mi padre está revisando su reserva de vino porque después tendrá una videoconferencia y no quiere ser molestado, y mi madre está en la biblioteca leyendo sus libros, así que no los veré en un par de horas, y también tengo el día libre -respondió ella-. En vez de preocuparte por cosas absurdas, deberías disfrutar, ¿Nunca has ido a Portland?.
-No, nunca he tenido la oportunidad de ir a esa ciudad -contestó el castaño.
-Pues siéntete afortunado, hoy la vas a conocer, pero no como un simple turista, sino como el acompañante de una chica muy rica como lo es Pacífica Northwest -dijo ella, mientras le colocaba la mano encima al castaño y le sonreía con arrogancia-, ya el auto está listo y el chófer también, será divertido, Dipper.
Dipper rodó los ojos, no le quedó otra opción que aceptar las órdenes de su ama. Todo estuvo listo, Pacífica terminó de arreglarse y su acompañante también estuvo listo. El auto en dónde irían estos dos sería uno de los autos clásicos -pero costosos- que Preston Northwest tenía, uno de sus favoritos, un clásico Bugatti Royal de los años 30, aquellos autos vistos en película antiguas, o que usaban los antiguos gánsters y criminales.
El chófer, el señor Flynn sacó el auto del garage de la familia, y lo condujo hasta dónde estaba esperando Pacífica. El auto se estacionó enfrente de los dos, y Dipper de nuevo se llevó una sorpresa al ver el tremendo auto en el que irían solamente de compras.
-Esto tiene que ser un sueño -comentó el castaño. El auto quedó estacionado, esperando a ser abordado. Pacífica se molestó un poco ya que su acompañante, no le abría la puerta.
-Dipper no sé si lo sepas pero, siempre se le abre la puerta a una dama, y mucho menos se la deja esperando -dijo, con aires de grandeza la jóven rubia.
Dipper se precipitó en abrirle la puerta a su ama. Una vez que los dos estuvieron dentro, el vehículo se puso en marcha.
El portón se abrió, y el auto salió de la mansión Northwest, detrás del auto el portón volvió a cerrarse rápidamente. El auto tuvo que pasar por el pueblo para poder salir a la carretera principal y tomar rumbo a la ciudad dónde Pacífica haría sus compras. Las personas no podían evitar mirar el fino auto y esas miradas incomodaron al castaño, mas a Pacífica solo le hacía crecer más y más el ego al ver cómo unos "sucios pueblerinos" la admiraban tanto.
-Espero que no tardemos mucho, no me gustaría tener que llegar en la noche, o en la madrugada -comentó Dipper, mirando a través de la ventana del lujoso auto.
-¿Acaso tienes miedo?, ¿Por qué te preocupas tanto?, Si nos demoramos haciendo las compras, entonces llamaré a mis padres y les diré que nos quedaremos en un hotel, no hay ningún problema.
-¡Para tí no habrá problema pero para mí si! -dijo, levantando su voz-, tal vez a tí... digo, tal vez a usted no le preocupe porque es una chica rica y está más que acostumbrada a hacer estas cosas, viajes, hoteles, autos costoso, ropa fina... y de marca, pero yo no, no estoy acostumbrado a esto, solo soy un chico normal de dieciséis años que por desgracia tiene que ser su sirviente.
-¿Por desgracia?, Si tú no hubieras arrojado esa taza de chocolate encima de mi ropa, no estarías pasando por "este tormento" como habías dicho.
-Eso fué un accidente, ¿Y a todo esto qué hacía usted en la cafetería del pueblo?, Teniendo cocineros que pueden preparar platillos deliciosos, no le veo el sentido de ir al pueblo a comer panqueques y chocolate.
-Yo no fuí a ese estúpido pueblo porque quise, me ví en la necesidad de hacerlo porque uno de los cocineros que mis padres habían contratado resultó ser un completo inútil -respondió-. Dejó echo un desastre la cocina y lo eché a patadas de mi casa, tenía hambre y no podía esperar a que limpien la cocina, el piso y preparen un nuevo desayuno, por eso me escapé y salí al pueblo, y como dices tú... por desgracia, me encontré contigo.
-Vaya... -susurró él-. si llego a conocer ese cocinero, juro que le daré una paliza por meternos en esta situación tan estúpida -pensó Dipper, desviando su mirada a otra parte que no sea la hermosa chica que estaba sentada a su lado.
-Te guste o no te guste, estamos metidos en esto, ya firmaste el contrato y me perteneces, el verano recién está empezando así que será mejor que empieces a aceptar el hecho de que serás mi sirviente todo este tiempo -comentó la jóven rubia, también desviando su mirada hacia el pueblo, sin ver al castaño.
El auto finalmente salió del pueblo llegando a la carretera principal, tomó la ruta para ir a Portland, ciudad que estaba a muchos kilómetros de Gravity falls.
-Señor Flynn, vaya más rápido, al parecer... en este vehículo hay cierta persona que no puede apreciar el lujo de viajar en un auto como este, y quiere bajarse rápido para andar como el pobretón que es -ordenó Pacífica, claramente refiriéndose a su acompañante. Dipper frunció el seño ante lo que dijo ella, pero no mencionó nada, ni comentó nada, porque sabía que si decía algo seguramente su tiempo como sirviente se iba a alargar más, mucho más.
-Como usted ordene, señorita Pacífica -dijo el viejo Flynn. El auto aceleró más cumpliendo la orden que Pacífica dió. Ambos continuaron con su viaje.
Varios Kilómetros después, Dipper estaba mirando el paisaje sin siquiera voltearse para hablarle a Pacífica. Dentro del vehículo se sentía un silencio un poco incómodo, pero dicho silencio fué roto por el sonido de una cámara. Dipper miró de reojo que había sucedido y era Pacífica quién se había tomado una selfie, posterior a eso, la subió a sus redes sociales.
Dipper miró y se dió cuenta que Pacífica tenía muchos likes, comentarios, reacciones, y sus fotos eran compartidas por sus seguidores, quienes dicho sea de paso era cientos, quizá miles. Tan solo una selfie de ella usando un suéter color turquesa había alcanzado poco más de quinientos likes. Eso sin contar las demás fotos de ella que poseían miles de likes y cientos de comentarios recalcando lo hermosa que se veía.
-Usted es bastante popular, señorita Pacífica -dijo Dipper, un tanto serio.
-Gracias por notarlo -comentó ella-, todos estos tipos que ves aquí de seguro se morirían por tener una relación conmigo, por eso se esfuerzan por dejar sus mejores comentarios, montón de idiotas, pierden su tiempo porque eso nunca pasará -sonrió, orgullosa de tantos y tantos comentarios que tenían sus fotos.
-Me imagino que su novio ha de ponerse celoso leyendo esos comentarios, ¿No es así? -preguntó él.
-Jaja ¿Novio?, No, claro que no, no tengo una relación en estos momentos, y mucho menos con los idiotas que tengo en mi facebook, ellos solo me quieren por lo hermosa y rica que soy.
-Seguro... -dijo-, me compadezco del tipo que tenga que soportar a esta tipa -pensó él-. ¿Y no tiene a nadie que la pretenda como usted quiere?.
-No, no he encontrado a ese chico ideal para mí, ¿Por qué lo preguntas?, ¿Acaso quieres ser tú un candidato para ser un pretendiente mío? -preguntó ella, con cierta sonrisa pícara.
-Por supuesto que no -respondió-. Creo que un chico como yo no está a su altura, ¿Verdad?, Me imagino que usted quiere tener como novio a un chico elegante, de buena familia, con modales refinados, que se vista muy bien, ¿No es así?.
-Así es, difícilmente podrías encajar tú, Dipper Pines -dijo ella. Pacífica de nuevo colocó la cámara de su celular en modo selfie y se tomó otra foto, con la diferencia de que dicha foto, aparecía Dipper también. Ella sin dudarlo, la subió a su Instagram con el encabezado de" nuevo día, nuevo sirviente" seguido de unos cuantos emoticones.
Dipper de nuevo rodó los ojos, sin duda ese sería un largo, largo día para el castaño, y apenas estaba comenzando.
Continuará...
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