Disfrútenlo muchas gracias!!.

Pacífica estaba realmente muy enojada con Natty, ella con sus tonterías era capaz de enojar hasta la persona más calmada y tranquila del puto planeta. Avergonzada, porque su novio estaba presente y había escuchado claramente lo que la pelirroja dijo. Pacífica le gritó que se fuera, ya el momento a solas que tenía con su novio se fué al carajo.

—Tranquila Pas, tranquila, solo estoy bromeando, es que ustedes dos se ven sumamente tiernos estando juntos, y no me cansaré de decirlo, ustedes nacieron para estar juntos, el uno para el otro —dijo Natty, tratando de que Pacífica se calme, cosa difícil a decir verdad.

—Nada justifica que hayas hecho ese comentario, si otras personas hubieran estado reunidos y hubieran escuchado tú "bromita" me hubieras dejado en ridículo, por favor, piensa antes de hablar.

—Lo mismo digo —dijo Dipper, también avergonzado.

—Ya, no sean exagerados, aquí no hay muchas personas, no creo que hayan escuchado —dijo Natty, observando a los alrededores y dándose cuenta que realmente no habían muchos clientes en esa cafetería.

—¿A todo esto qué rayos haces aquí? —preguntó Pacífica aún estando molesta—, ¿Nos has estado siguiendo?., ¿Y si es así cómo te enteraste que vinimos a Portland?, ¿Papá o Luc te dijeron algo?.

—Es verdad, me parece muy extraño que nos hayas visto aquí, ¿Nos estás siguiendo o qué?.

—No, claro que no, ¿Cómo pueden pensar eso?, Resulta ser que yo también vine de compras —les mostró un pequeño bolsito con cositas pequeñas que había comprado, pulseras, maquillaje nuevo, aretes (o pendientes, como los conozca), etc—. Estaba aburrida en mi casa, y como no tenía nada interesante o importante que hacer, me escapé y vine a este centro comercial, y es una enorme coincidencia que nos hayamos encontrado, eso pasó, no los estoy siguiendo ni nada de eso.

Tanto Dipper cómo Pacífica entrecerraron sus ojos al escuchar las palabras de Natty. Ella por su lado solo les sonreía, esa sonrisa burlona que no hacía más que tirarle leña al fuego.

—¿Qué?, Es la verdad, no se enojen conmigo.

—¿Y tú por qué no estás hablando con ese acento español forzado? —preguntó Pacífica, mientras le miraba a los ojos.

—Porque, ya no resulta divertido, estoy tan alejada de mi segunda madre patria que, hablar su acento aquí en tierras lejanas, no es lo mejor para mí. Volveré algún día, y cuando regrese, seré toda una chica española.

Dipper miró a su novia, y le hizo una pequeña seña diciéndole que Natty estaba loca —y lo está— a lo que Pacífica le sonrió un poco, luego volvió a mirar a su amiga.

—Seguro, lo que digas.

—¿Y cuéntame Pas qué han dicho tus padres? —preguntó Natty, dándole un sorbo a esa taza

—¿Sobre?.

—¿Cómo que sobre?, Sobre la relación de ustedes dos, me gustaría saber que dijo el señor Preston, y tú madre, ¿Cómo se lo tomaron?, ¿Aceptaron a Dipper?.

—Todavía no les hemos dicho nada, Dipper y yo quedamos en que buscaríamos el momento adecuado para decírselos, no quiero que algo malo pase.

—Así es, ya buscaremos el momento —comentó el castaño.

—Ay pero que romántico, una jóven y perfecta pareja como ustedes dos, iendo en contra de quien sea con tal de que su amor continúe, venciendo lo que sea, rompiendo barreras y obstáculos —dijo Natty, suspirando cómo si fuera una chica risueña—. Ustedes dos me inspiran para escribir una historia y publicarla algún día.

—Lo que digas —dijo Pacífica, terminando su dichosa taza de café.

—Espero que tus padres lo acepten, y tú Dipper, prepárate, tal vez Preston te lleve directamente a su oficina y te dará un intenso interrogatorio sobre lo que quieras hacer con su hija, ya sabes.

—Preston es la persona menos indicada para decirme lo que debo o lo que no debo hacer en una relación sentimental —pensó Dipper.

—Tendrás que prepararte, no me sorprendería que saque una escopeta por ahí.

—No digas tonterías, mi padre jamás sería capaz de hacer semejante acto tan repudiable, es Preston Northwest del que hablas, un hombre con clase y modales, y jamás haría algo tan violento como eso —dijo Pacífica, usando un tono de voz formal, y refiriéndose a su padre como si un hombre importante fuese—. Al menos eso creo.

—Exactamen... ¿Espera qué? —preguntó, mirando a su novia rápidamente.

—Jajajaja corre Dipper, corre —mencionó Natty, riéndose del castaño mientras se ponía de pie—. Bueno tortolitos, los dejo, no quiero seguir molestandolos. ¡Ah!, Por cierto, antes de irme, ¿Dime Pacífica irás a la fiesta?.

—¿Cuál fiesta? —preguntó Pacífica.

—La fiesta que hará Ethan, obviamente, ¿No te dijo nada?.

—A Ethan no le eh hablado desde esa noche, lo bloqueé de todas mis redes y la verdad no me interesa saber nada sobre ese tipo, ya me cansé de sus tonterías, por eso ni siquiera veo si me ah dejado mensajes o no, aunque seguramente si lo habrá hecho.

—Bueno Pas, déjame decirte que Ethan me contactó y me dijo que, para unas semanas antes de que se acabe el verano hará una super, mega, hiper fiesta, que invitará a todos los chicos del instituto, nuestros compañeros de clase, a Melissa, a mí, y por supuesto, a tí también.

—¿Ah sí?, Pues díselo de una vez, no voy a ir a su fiesta.

—¿Qué?, ¿Cómo que no?.

—Lo que escuchaste, asistir a esa fiesta es soportarlo todo el tiempo, soportar las estupideces que dice, su arrogancia, etc... —dijo Pacífica, en tanto que agarraba la mano de su novio—. Aparte, prefiero pasar tiempo con mi novio, que estar asistiendo a una fiesta a la cual no quiero ir.

—Pero Pacífica no puedes hacernos esto, Melissa y yo contamos contigo, sin tí no será lo mismo y sería muy aburrido, por favor Pacífica, no nos hagas esto, la fiesta será estupenda, y deseo verte ahí, por favor.

—Ya te dije que no, Natty —dijo la jóven rubia, muy seria.

—¿No quieres ir porque Ethan no te agrada o por qué posiblemente te encuentres allá con Elizabeth? —preguntó Natty, mientras se acercaba a Pacífica y ponía su mano izquierda en la mesa y se apoyaba en la misma, y le sonreía burlonamente.

—¿Quién es Elizabeth? —preguntó Dipper, mirando a Pacífica.

—Nadie —respondió Pacífica.

—Jaja, Elizabeth es nada más ni nada menos que una chica muy rica, que estudia en la misma secundaria que nosotras, y lo más importante, la chica que se burló de Pacífica los primeros días de clase, ya debes saber que Pacífica pasó por días muy difíciles cuando perdieron su fortuna, y que el señor Preston tuvo que pasar por varias penumbras para poder sacar a su familia del profundo y oscuro agujero del que se encontraban. Bueno, Elizabeth aprovechó eso para molestar a tú novia siempre que se acordaba.

—Es solo una chica que le gusta burlarse de los demás, eso es todo —dijo Pacífica—. Ya no quiero seguir hablando de ella, y mi respuesta es la misma, no iré.

—Ay vamos Pas, por favor, no será lo mismo sin tí.

—Ya no molestes Natty, ya te dije que no, y por favor, se escuchará grosero pero, retírate, Dipper y yo estábamos pasando un momento a solas, respeta eso.

Natty se molestó un poco, pero después sonrió maliciosamente, y se rió un poco de los dos.

—De acuerdo, de acuerdo, entiendo, no quiero incomodarlos pero —de pronto sacó su celular, abrió galería y les enseñó una foto que les tomó mientras se estaban besando, los observó a ambos y volvió a sonreir maliciosamente—. No lo sé, sería una pena que esta foto circule por ahí en internet, y llegue a manos de Preston y de Priscila, con algún mensaje diciendo: Una sinvergüenza, besándose con la servidumbre en público, que bochornoso.

—¿Qué diablos? —preguntó Dipper.

—¡¿Pero qué rayos?! ¡Dame ese celular! —Pacífica intentó arrebatarle el celular a su "amiga" pero Natty retrocedió rápido alejándose de ella.

—Es más, horita va a circular por ahí.

—¡Natty! ¡Juro que te voy a moler a golpes!, Dame ese celular ahora —dijo Pacífica, poniéndose de pie y acercándose a su amiga.

—La borraré si me juras que irás a la fiesta.

—¿Acaso me quieres chantajear?, Por favor, ya madura, dame ese celular Natty.

—No, anda a la fiesta y te juro, por mi nombre, que borraré la foto, delante de tí jaja.

—Natty no estoy jugando, te voy a golpear porque tú también ya me tienes cansada de tus tonterías, eres una pésima amiga.

—Auch, oye eso duele, si prácticamente soy una santa —dijo Natty mientras retrocedía, y seguía insistiendo en lo mismo.

—¡Natty! —exclamó Pacífica, enojada.

Dipper al ver que las cosas se estaban poniendo feas se puso de pie, y se acercó a ambas, o calmaba a su novia, o participaba en la paliza hacia la pelirroja, pero no podía dejar a su novia sola, Pacífica furiosa era alguien totalmente diferente.

—Ya, enserio, Natty esto no es gracioso, borra esa foto.

—La borraré, pero si Pacífica me jura que irá a la fiesta, ¡Que ambos irán a la fiesta!.

Pacífica apretó sus puños, y estuvo a punto de golpearla por ser tan odiosa.

—Es la primera vez en mi vida que quiero golpear a una mujer —pensó Dipper, también empezando a cansarse de esta situación.

Continuará...