CAPÍTULO 45: ¿INFIDELIDAD?

Disfrútenlo muchas gracias!!

Dentro de una lujosa oficina en el último piso de dicho edificio, un hombre de aproximadamente unos cincuenta y dos años se encontraba realizando un complicado trabajo, el cual consistía en la construcción de un complejo residencial y del cual, estaba a cargo él, y todo tenía que salir perfecto ya que la reputación y el nombre de su empresa estaba en juego.

Sin embargo, su enorme concentración en su trabajo se vió terminada cuando logró percibir que la perilla de la puerta estaba empezando a girar sutilmente.

—Valery, ya te eh dicho que no me gusta que me interrum... —irónicamente fué interrumpido cuando alguien se hizo presente dentro de su oficina, acompañado también por otra persona.

—No te gusta que te interrumpan, y lo acabo de hacer nuevamente jaja, ¿Qué irónico momento no lo crees eh, Rogger? —alguien muy bien conocido y apreciado para Rogger se hizo presente dentro de su oficina.

Rogger poco a poco comenzó a pintar una sonrisa en su rostro, había pasado un largo tiempo que no veía a su amigo. Norman junto con Preston entraron en la oficina del hombre millonario, siendo que Preston cerró la puerta detrás suyo.

—Norman, amigo, es un gusto volver a verte —se levantó de su silla y caminó hasta donde estaba Norman, le dió un abrazo muy amistoso, y después un frente apretón de manos. Al parecer estos dos tenían lo que llaman, verdadera amistad.

—Lo mismo digo Rogger, es un gusto —en el rostro de Norman se notaba la felicidad de volver a ver a su amigo—. Disculpa mi repentina llegada, pero es que quería que fuera una sorpresa.

—Así veo jeje, y vaya sorpresa, por cierto Norman, tú cómo siempre tan elegante, siempre a la moda como todo buen empresario y hombre de negocios.

—Touché amigo, Touché —respondió Norman—. Rogger, te presento a Preston Northwest, un amigo mío —Norman volteó a ver a Preston—, Preston, él es Rogger, este tipo que ves aquí es el dueño de toda esta compañía.

—Es un placer conocerlo —dijo Preston, estrechando la mano del hombre, con una actitud bastante educada.

—No por favor, el gusto es mío, es un placer conocer al grandioso Preston Northwest, ya eh escuchado sobre tí Preston, que eras alguien de buenos negocios, que tú mansión es impresionante, y demás cosas, ¿No es así?.

—Sí jeje... algo así —dijo Preston, desviando sutilmente su mirada. Rogger conocía a Preston por antiguas cosas que decían sobre él, antes de perder su mansión, y su fortuna.

—Aunque no sé si es verdad o solo fué una noticia falsa, escuché por ahí que los Northwest habían perdido su fortuna, o algo así, ¿Eso no es verdad, cierto Preston?.

—Rogger déjame decirte que lo que has escuchado es verdad —interfirió Norman—, Preston y su familia perdieron su fortuna.

—¿Entonces si es verdad? —preguntó Rogger, asombrado.

—Sí, sí es verdad, mi familia y yo perdimos toda nuestra fortuna, nuestra mansión, pero ya nos hemos vuelto a recuperar, invertí un dinero que tenía ahorrado y, por suerte, el negocio funcionó mejor de lo que esperaba, y poco a poco hemos vuelto a tener nuestro dinero y prestigio —respondió Preston, hablando con total sinceridad, una de esas raras ocasiones dónde él habló con la verdad.

—Increíble, tú historia está como para ser escrita en alguna novela —comentó Rogger—. Oh disculpen mi mala educación, por favor tomen asiento —dijo. El sujeto invitó a Norman y a Preston a sentarse en las sillas que tenía su oficina, sillas bastante cómodas a decir verdad.

—Por cierto, Rogger, bonita... alfombra... de tigre tienes en tú oficina —dijo Norman, haciendo hincapié en la particular y para nada poco llamativa alfombra de piel de tigre tenía el sujeto.

—¿Qué puedo decir? No escatimé en gastos.

—Así vemos —dijo Preston.

—Y cuéntame Rogger, ¿Cómo van esas construcciones? —preguntó Norman.

—Créeme Norman que me gustaría decirte que van viento en popa, que van excelentes, pero no es verdad, últimamente los obreros están pidiendo más aumentos de sueldo y, no es tan fácil darles lo que quieren.

—Bueno tampoco es como que si debes obligadamente subirles el sueldo —dijo Norman, mientras clavaba su mirada en una botella de vino tinto que Rogger tenía en su oficina.

—Pero el éxito de todo negocio es mantener ambas partes funcionando y de la mejor manera posible, si no mantengo satisfechos a mis obreros ellos me abandonarán la obra y no podré continuar, y hay mucho dinero de por medio.

—¿Amigo puedo servir un poco? —preguntó Norman, señalando la botella de vino tinto. Rogger asintió con la cabeza, también sentía que debía tomar algo de alcohol junto a su amigo.

Mientras Norman se dirigía a tomar esa botella y servir en tres copas algo de vino tinto, Rogger seguía explicándoles la situación con dicha obra. Norman le sirvió a Preston una copa y a Rogger otra copa, luego el se sentó en su lugar también con su copa.

—¿Así que te dedicas a la construcción, verdad... Rogger? —preguntó redundantemente Preston.

—Así es, ya es una empresa... un negocio familiar por decirlo así, al igual que mi abuelo, después mi padre, y ahora yo, todos tenemos que sacar adelante esta compañía.

—Mira Preston, quizás Rogger podría ayudarte con la nueva Mansión que deseas construir —comentó Norman mientras le daba un sorbo a su copa.

—¿Deseas construir, Preston?.

—Sí, bueno es solo una idea que tengo, ni siquiera la eh comentado todavía con mi esposa, es que actualmente estamos viviendo momentáneamente en una habitación que alquilamos en Gravity falls pero,  ya es hora de tener nuestro propia casa, y quiero que vuelva a ser una como la que una vez tuvimos —respondió Preston, dándole un sorbo a su copa.

—Pues has llegado al lugar correcto Preston, yo puedo ayudarte con eso, solo dime cuándo y hacemos ese negocio.

—Wow tranquilo Rogger, espera, dije que solo era una idea, no deseo hacerlo justo aquí y ahora mismo, solo fué una idea.

—¿Y por qué no? —preguntó Rogger.

—Ya les dije que apenas nos estamos recuperando económicamente, no me encuentro ahora en condiciones como para hacer un negocio de tal magnitud, no quiero... endeudarme y que después las cosas no resulten, no deseo eso.

—Tranquilo Preston, Tranquilo, hablas conmigo, no con cualquier idiota charlatán de por ahí, mí compañía es seria, y yo también lo soy, así que no te preocupes, primeramente dime cómo deseas que sea esa mansión, te hago un plano detallado en base a lo que me has contado, realizo un cálculo aproximado de cuánto sería el costo por toda la construcción, y podremos efectuar un negocio, ¿Qué dices?.

—¿Es así de fácil? —preguntó Preston.

—Claro que hay que tomar en cuenta otros aspectos más, solo te dije lo que podemos hacer ahora —dijo Rogger.

—No lo sé, primero debo consultarlo con mí esposa a ver qué dice ella, tampoco puedo tomar una decisión así por si.

—Veo que tú esposa te importa mucho, ¿No es así Preston? —preguntó Norman, con cierto tono burlón mientras se ponía de pie para servirse otra copa de vino.

—Sí, claro que sí —dijo Preston.

—Bueno Preston, en todo caso si deseas construir me avisas, estaré aquí para ayudarte con todo lo que necesites, ¿De acuerdo?, No dudes de la efectividad de mí compañía —dijo Rogger mientras terminaba su copa de vino y le señalaba a Rogger de que le sirva un poco más.

—Claro, lo tendré en cuenta —dijo Preston, también terminando su copa y rechazando lo que Norman quería darle, un poco más de alcohol.

Estos tres hombres siguieron conversando durante aproximadamente unas dos horas, contando anécdotas, cosas de trabajo, relaciones, etc. Preston y Norman ya debían retirarse del lugar. Cuando salieron de la oficina de Rogger, la secretaria del mismo se acercó a ambos y les dió una tarjeta.

—Disculpen si el señor Rogger se olvidó de darles esto —dijo la exquisita... digo la zukulenta... ¡Digo! la secretaria de Rogger, utilizando un tono educado en su voz.

—Vamos Valery, no es necesario que me entregues esto —dijo Norman.

—Solo... por si la necesitan, ¿Verdad señor? —preguntó Valery mirando a Preston, directamente a los ojos.

—Ah, s-sí, claro, puede servirme jeje —respondió Preston. Valery le hizo una seña de que debía mirar detrás de la tarjeta, puesto que el reverso estaba escrito un número de celular.

Preston y Norman caminaron hasta el ascensor, mismo que los llevaría a la parte inferior del edificio. Antes de que las puertas del ascensor se cierren, Valery observó nuevamente a Preston y le sonrió coquetamente, y Preston, quizá por reflejo involuntario, le devolvió la sonrisa. Norman se percató de eso. Las puertas se cerraron y el ascensor los llevó a la planta baja.

—Un poco más y Valery te desviste con la mirada —dijo Norman, rompiendo el silencio con ese tema.

—¿A qué te refieres? —preguntó Preston.

—¿Qué no viste?, Valery prácticamente te estaba devorando con la mirada, oye Preston no sabía que aún causabas esas sensaciones en las mujeres.

—No digas mamadas Mary Jane, digo... —se dió un facepalm—, me haces decir tonterías, no digas cosas Norman, ¿Cómo se te ocurre decír eso?.

—¿Cómo que cómo?, ¿Enserio no te percataste?, Debes tener problemas de visión para no haber visto algo tan obvio como eso, ¿Y dime dónde piensas llevarla?, ¿A cual hotel la llevarás, eh?.

—¡¿Pero qué rayos te pasa?! —preguntó Preston—, ¿Cómo que a un hotel?, Qué... ¿Qué tonterías estás diciendo?, No llevaré a nadie a ningún hotel, y en cuanto a esa secretaria... pues si se comportó así, fué tal vez por... por... no sé.

—Porque la excitas jaja —dijo Norman, riéndose de su amigo

—¡Norman! —levantó la voz Preston.

—¿Pero qué? Esa mujer está buenísima, incluso decir buenísima es quedarse corto, prácticamente fué moldeada para fornicar, fornicar, y seguir fornicando, toda la noche, todas las noches jajaja.

—¡¿Y sigues con eso?! —preguntó Preston—. Enserio Norman, jamás me atrevería a serle infiel a Priscila, ni siquiera con esa secretaria, no quiero... clavar nada en esa zona, ¿Me entiendes?.

—Y yo estoy seguro que quiero clavarselo en su zona —dijo Norman mientras le golpeaba con el codo el brazo a Preston. Este último solo rodó los ojos y suspiró—. Te envidio Preston, enserio te envidio, tú aún sigues causando sensaciones extrañas en las féminas.

Mientras estos dos amigos salían del edificio, Preston sacó de su bolsillo la tarjeta que Valery le había dado, al darle la vuelta efectivamente un número de celular estaba escrito ahí. Preston solo suspiró y volvió a guardar esa pequeña tarjeta en su bolsillo.

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top