CAPÍTULO 21: SOLO SERAN DIEZ MINUTOS (+18)

Disfrútenlo muchas gracias!!.

Este capítulo contiene Lemon, así que, si eres menor de edad te invito, cordialmente, a que sigas leyendo, aquí en Wattpad la inocencia la perdiste hace mucho tiempo XDXD.

Steven2: Como me gusta el olor del sexo...
Steven: ¿Khe?

Steven2: Siento interrumpir tus paj@s o tus jeje... Tus estiradas del conejo, como me gusta llamarlas...
Steven: ¿Espera qué?

Steven2: Así es, yo estuve ahí... (Kaede to Zuzu) (Kakushi Dere) (Shimoneta) fuí testigo de todas ellas... (Mankitsu no Happening) (Eroge no H) De cada... (Imouto no bitch) (Otome Dori) ¡Jalada! ¡Pero tú... no te la jalaste con lo que escribo, porque el sano tío Steven se excita con el Lemon que escribo, pero ahora no te veo excitado ¿O sí?

Steven: Tú no eres Nopor normal... Tú eres...
Steven2: ¡Lemon Puro! Y no hablo ni de Hentai, ni de Tomboy, ni de Nopor 3D ni femboys ni de ninguna otra forma... ¡Excitante! Soy el mejor escritor de Lemon, de todo... Wattpad...

Steven: *Grito afeminado*

XDXDXD

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Dipper se apresuró para llegar con su ama lo más pronto posible, ya habían pasado más de una hora y media desde que la dejó sola con sus amigos de la secundaria. No debió tardar tanto, pero la limpieza se extendió un poco puesto que, algunas cosas pesaban y debían moverse con cuidado —ya que sería muy estúpido endeudarse con los Northwest si el verano estaba comenzando, y el contrato aún estaba lejos de terminarse— y darles la debida limpieza, menos mal eran dos los que estaban limpiando, una solo persona se hubiera demorado más tiempo.

Él se enteró que estaban en la piscina gracias al jardinero que pasó cerca de ahí y vió al grupo de amigos. Cuando se acercó, un muy pequeño sonrojo apareció en las mejillas del castaño, puesto que, no solo tenía a una, sino a tres lindas chicas en traje de baño recostadas cada una en sillas reclinables, cada una con una figura envidiable, y que cualquier chico desearía tener. El castaño se disculpó con su ama...

—Señorita Pacífica —dijo Dipper, llamando la atención de su ama quién se encontraba con los ojos cerrados, y su rostro hacia el cielo—, disculpe la tardanza, la limpieza se extendió más de lo que pensamos.

—No te preocupes por eso Dipper, no necesitamos nada mientras no estuviste aquí —dijo Pacífica. Definitivamente ella había cambiado su manera de tratar al castaño, en los primeros días ella le hubiera insultado por haberse demorado tanto.

—Bueno... ¿Desea que le traiga algo para beber?, ¿O algún postre de chocolate? —preguntó el castaño, su ama por lo general comía siempre algún postre ya sea de chocolate o de fresas a esa hora de la mañana.

—No, no deseo comer nada ahora, muchas gracias, Dipper —respondió Pacífica. Le sonrió a su sirviente, y Dipper por consiguiente le devolvió la sonrisa también.

Natty miró de reojo como ambos se sonrieron, era más que obvio que algo podría surgir entre los dos por lo bien que se estaban llevando, y, si algo llegaba a surgir, algún romance o relación, ella debía ser la primera en al menos, probar algo del castaño. ¿Me entienden?, Ella solo quería divertirse, no buscaba nada serio con nadie.

—¿Señorita Melissa usted desea tomar algo? —preguntó Dipper.

—No, muchas gracias —dijo ella, apartando su mirada un poco de su celular. En lo poco que Dipper pudo ver, Melissa tenía varias fotos en su facebook, y al parecer, al igual que Pacífica, tenía cientos de Likes y cientos de comentarios, era alguien bastante popular.

Era turno de preguntarle a Natty, se acercó a ella y por consiguiente le preguntó si deseaba algo de tomar.

—¿Señorita Natty desea algo de tomar?

Natty lo miró directamente a los ojos, y le sonrió, esa sonrisa fué un tanto pícara, ya que nuevamente le iba a responder de la misma manera que hizo hace más de una hora atrás...

—¿Dippy será que ahora sí me puedes dar... leche? —soltó una pequeña risa luego de terminar su pregunta. Pacífica muy seriamente miró a su amiga, otra vez estaba molestando a su empleado proponiéndole cosas indecentes, y lo peor de todo era que no tenía vergüenza de decir esas cosas enfrente de ella.

Dipper desvío un poco su mirada, ahora ya había entendido a lo que se refería con "leche" y la que ella quería beber, y fué bastante incómodo para el castaño tener que soportar esa clase de pregunta, y más aún, enfrente de Pacífica.

—Ahmm, seguro, ¿La desea con café o con chocolate? —preguntó Dipper, con un tono de voz relativamente incómodo.

—Mmmm la deseo con...

—¿Natty por qué no entras en la piscina un rato? —preguntó Pacífica—. El agua debe estar muy buena, lista para nadar un poco, ¿Qué dices?.

—Es que yo no sé nadar —respondió Natty. Ella se inclinó un poco hacía adelante, dejandolo ver al castaño una mejor vista de sus pechos. Dipper inmediatamente desvío su rostro, mirando en otra dirección, ya que miraba aquellos atributos, era muy probable que algo en sus pantalones se haga notorio, y eso no sería algo conveniente. ¡Rayos!, Tener semejante bombón enfrente suyo y no poder hacer nada, que triste, la verdad, qué triste.

—¿Cómo que no sabes nadar? —Pacífica levantó una ceja. Hasta dónde ella tenía entendido, Natty sabía nadar y muy bien, se preguntaba que estaba tramando ahora.

—Sí Pas, yo no sé nadar y eso no mola mucho, es por ese motivo que no ingreso a la piscina a disfrutar un rato... —miró a Dipper, le sonrió y le preguntó algo que, Pacífica pudo imaginarse cual era era el verdadero objetivo de su amiga—, ¿Dippy será que puedes enseñarme?, Me gustaría que alguien como tú me enseñe a nadar en una piscina como esta.

—¿Por qué no le pides a Ethan que te enseñe a nadar? —preguntó Pacífica, cruzándose de brazos, tomando una actitud seria para con su amiga.

—Venga que eso es una buena idea, pero presiento que Dipper es mejor instructor que Ethan, y me enseñará... más rápido —respondió Natty, mientras le sonreía al castaño.

—Señorita Natty, si pudiera hacerlo, con gusto le enseñaría a nadar, ya que es muy importante saber hacerlo; sin embargo, en estos momentos no puedo hacerlo.

—Así es, él está en sus horas laborales ahora mismo —dijo Pacífica, con una sonrisa victoriosa, creía que su amiga dejaría en paz a su sirviente al escuchar esa respuesta.

Natty llevó su mano a su mentón, como si estuviera pensando en que decirle al castaño para que pueda "enseñarle" a nadar. Se le ocurrió algo.

—¿Y qué te parece si me das unas clases... privadas después de que termines con tus labores?, Creo yo que vuestra ama no se opondría a eso, ¿Cierto? —preguntó, ahora empleando el tono de voz que una experta seductora usaría para convencer a su siguiente presa, digo hombre.

El castaño nuevamente desvío su mirada, verdaderamente era incómodo escucharla, ¿Acaso esta chica no conocía la palabra pudor, o escrúpulos?. Dipper pensó en algo que sea lo suficientemente convincente para que deje de molestarlo.

—Podría ser señorita Natty, pero, mi jornada aquí termina en la noche, muy tarde, y no creo que a usted le guste echarse una "zambullida" a altas horas de la noche ¿Verdad?.

—Y con el frío que hace podrías resfriarte, no creo que sea una buena idea hacer eso —comentó Pacífica, ahora sí estaba segura que Natty no seguiría insistiendo con lo mismo, por lo tanto sonrió victoriosa.

Natty suspiró, su última carta había fallado.

—Tienen razón vosotros dos... —dijo Natty—. ¿Acaso es demasiado pedir unos cuantos minutos a solas con Dipper?, Venga solo quiero unos minutos con él, ¿Eso es mucho pedir?.

Pacífica miró a su sirviente, debía sacarlo de esa situación antes de que Natty se le ocurra alguna otra excusa para estar cerca del castaño. Sin embargo, para mala fortuna de Dipper, Ethan había salido de la piscina y se dirigía hacia dónde se encontraban ellos.

—Todo era muy bonito hasta que apareció —dijo Ethan, empleando un tono de voz muy sarcástico. Eso molestó al castaño, ¿Qué rayos le pasaba?, ¿Por qué lo molestaba si el en realidad no le hizo nada grave?, Solo le faltó un poco el respeto, pero fuera de eso, no hizo nada grave.

—Vaya jóven Ethan, al parecer disfrutó de nadar solo en la piscina... —Dipper suspiró, con mucha pesadez—, cielos, voy a tener que votar toda esa agua y desinfectar la correctamente.

Natty casi se hecha una carcajada con el comentario del castaño. Ethan por su parte, entrecerró sus ojos unos momentos, al parecer el "mugroso pueblerino" le estaba retando, según él.

—¿Oye Dipper por qué no tenemos una competencia?.

—¿Competencia? —preguntó Dipper, levantando una ceja.

—Así es, quién nade más rápido de un extremo a otro gana, ¿Qué te parece?.

—Claro que no Ethan —dijo Pacífica, muy seria al respecto.

—¿Por qué?, ¿No que supuestamente este tipo hace todo bien?, Entonces creo que no tendría problemas en competir contra mí, alguien que ha ganado tres veces la competencia de natación en la secundaria.

¿Tres veces? —preguntó Dipper, algo sorprendido.

—Y tres años seguidos —dijo Ethan, como adivinando lo que Dipper pensó—. ¿Qué dices Dipper?, ¿No quieres competir contra mí?, Será divertido, aunque... —el se dió la media vuelta, dejando ver su espalda al sirviente personal de Pacífica—, te digo que esta espalda nunca ha conocido la espalda de otro en una competencia.

Eso sonó muy arrogante, incluso más arrogante que Pacífica en un principio. Dipper, un poco fastidiado por la actitud tan estúpida y arrogante de Ethan, le iba a responder que aceptaba, que iba a competir contra él, solo para demostrarle que él también era bueno en la natación. Sin embargo, nuevamente Pacífica interfirió.

—Ethan, Dipper no puede hacer eso.

—¿Por qué no?, ¿No que supuestamente Dipper tiene que atender todas nuestras necesidades?, Pues yo tengo la necesidad de competir contra alguien en estos momentos.

¿Todas nuestras necesidades, eh? —pensó Natty, mirando de reojo al castaño, e ideando algún plan para tenerlo unos momentos a solas y hacerle ciertas... cositas interesantes.

—En teoría sí, pero en esta ocasión no puede —dijo. Pacífica tuvo que inventar una gran mentira, todo para que Ethan deje de molestar a su sirviente—, Dipper no sabe nadar, por eso no compite contra tí.

—¿Qué? —dijo Dipper.

—Puff jajajaja¿No sabe nadar?, Por favor si hasta mi vecino que es un niño de siete años sabe nadar, ¿y él no sabe?, Vaya servidumbre tan... "eficiente" tienes Pacífica, muy recomendada jajaja.

Esas risas le hicieron hervir la sangre al castaño, se estaba burlando de él, y no sabía cómo hacerlo callar. Ethan en pocas palabras le había dicho inútil y perdedor al castaño, por lo tanto, se retiró, y se fué nuevamente a la piscina, echándose un clavado desde el borde y salpicando agua en el acto. Dipper se acercó a su ama, muy cerca de su rostro, para preguntarle algo...

—¿Por qué dijo esa mentira? —preguntó confundido Dipper.

—¿Hmm? —murmuró Pacífica, girando un poco su rostro para ver al castaño a los ojos.

—¿Por qué le dijo a ese tipo que yo no sé nadar?, Sé nadar y muy bien, no he sido campeón en alguna competencia pero puedo defenderme, ¿Por qué la mentira?.

—Fué para que deje de molestarte —respondió—, conozco a Ethan, y sé que él no acepta un no como respuesta tan fácilmente, y si por algún motivo ambos llegaban a competir y tú le ganabas, eso le hubiera herido el ego tan inflado que tiene, y te hubiera hecho la vida imposible estos tres días.

—¿D-De verdad? —preguntó Dipper.

—Sí... —ella le sonrió dulcemente—, vamos, no me gusta que molesten a mis empleados, solo yo puedo hacerlo.

—Jaja, sí, supongo que sí —dijo—, bueno... gracias.

Ambos se quedaron mirándose a los ojos unos momentos, durante ese tiempo se perdieron en la mirada del otro, se veían reflejados; sin embargo, ambos reaccionaron y desviaron sus miradas un tanto sonrojados.

—Ah, B-Bueno, entonces, ¿No me necesita en estos momentos señorita Pacífica?.

—No, no por ahora, ¿P-Por qué? —preguntó Pacífica, sin mirarle a los ojos a su sirviente.

—Bueno, es que el baño de la servidumbre no se ha limpiado el día de hoy, y... me gustaría darle la debida limpieza, ¿Puedo?.

—Claro, no hay problema, cuando termines puedes regresar, veré si te tengo alguna tarea para entonces —dijo Pacífica.

—Sí, con su permiso, me retiro —dijo Dipper. Acto seguido, se inclinó un poco haciendo una pequeña reverencia, se dió la media vuelta y se retiró del lugar.

Natty quién había mirado la escenita de reojo, sonrió, algo estaba tramando.

Jaja, es más que obvio que estos dos tarde o temprano terminarán juntos, lo presiento, pero venga tío, yo también deseo una pequeña tajada del pastel —pensó Natty—, ¿Así que el baño de la servidumbre, eh? Jajaja.

Natty dejó escapar una sonrisa traviesa, Pacífica se percató que su amiga se estaba riendo y le preguntó...

—¿De que te ríes?, ¿Qué es tan gracioso?.

—Nada jaja, es solo que ustedes dos me dan risa.

—¿Nosotros dos? —preguntó Pacífica.

—Sí, tú y Dipper, se ven tan monos estando juntos, ¡Qué envidia me das!.

—¿C-Cómo que juntos? —preguntó la jóven millonaria.

—Jajaja, ya Pacífica, no te hagas la mojigata conmigo, es más que obvio que tú y Dipper se traen algo entremanos.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Pacífica, con un ligero sonrojo posado en sus mejillas.

—¿Estás segura que han tenido algo?, ¿Alguna aventura?, ¿Alguna noche loca?.

—¡¿Otra vez con eso?! —Pacífica se molestó un poco con su amiga, ahora se había sonrojado por completo.

—Vamos Pacífica, ¿Me vas a decir que no te gusta Dipper?, ¿Aunque sea un poco?.

—N-No, es mí sirviente, trabaja para mí, jamás podría surgir algo entre nosotros dos, solo tenemos una relación de jefa–empleado, eso es todo, nunca pasará de eso —explicó Pacífica.

—¿Entonces estás SEGURA que NO sientes nada por Dipper? —preguntó Natty. Para lo que iba a hacer, necesitaba saber si su amiga sentía algo por el castaño, ya que su respuesta sería determinante. Si respondía que no, entonces tenía luz verde para realizar su plan, pero si decía que "tal vez" o "no estoy segura" no le quedaba más remedio que desistir, ya que ella en realidad valoraba la amistad que tenía con Pacífica, eran amigas desde que se conocieron en la secundaria para jóvenes millonarios.

—No —respondió, desviando un poco su mirada.

¡Bingo!, Dijo que no, entonces, obviamente, Natty tenía luz verde. No insistió más, solo se recostó en la silla reclinable y guardó silencio. Pacífica, al ver que no siguió insistiendo más, pensó que le habían quedado las cosas claras, y por lo tanto, no iba a volver a preguntarle cosas así. Lo que no sabía Pacífica, era que su amiga estaba quemando tiempo para dar comienzo con su plan.

Luego de aproximadamente cinco minutos, Natty se levantó de su silla reclinable. Se puso de pie.

—¿Vas a alguna parte?.

—Voy... al baño, ya regreso —respondió Natty, dentro suyo estaba sonriendo como nunca antes.

—¿Pero no te vas a poner algo primero? —preguntó Pacífica. Ella se refería a que su amiga se cubra un poco, ya que el traje de baño que tenía constaba de dos piezas, al igual que ella, y, daba rienda suelta a la imaginación.

—No, regresaré pronto —respondió. Se puso sus sandalias muy rápido, y se fué caminando rápidamente. Tenía mucha prisa. Pacífica pensó que tal vez le urgía de verdad ir al baño, por lo que no le prestó mucha atención a eso, y volvió a cerrar sus ojos.

Al cambiar la escena, se podía ver cómo Natty se encontraba caminando rápidamente por los pasillos de la mansión Northwest. Su objetivo, llegar al baño de la servidumbre sin que nadie la mire. Subió las escaleras, el baño se encontraba en el segundo piso, y para fortuna de ella, nadie se encontraba cerca.

Finalmente llegó, ¿Cómo sabía dónde se encontraba el baño de la servidumbre?, Pues porque esa mansión la conoce al derecho y al revés. Sonrió pícaramente, el corazón le latía con fuerza, hacía tiempo que no sentía esa sensación de hacer algo sumamente incorrecto. Giró la perilla con cuidado, despacio, Dipper no debía darse cuenta que la puerta se estando abriendo.

La abrió, con mucho cuidado de no hacer ruido ingresó, no sin antes echar una mirada al pasillo y asegurarse qué nadie la haya visto entrar. Le puso seguro a la puerta cuando entró.

Steven2: Bueno... *deja sus palomitas a un lado* ¡A trabajar!. Disfruten el Lemon.

Natty se mordió el labio, ya que se dió cuenta que el castaño se encontraba limpiando la bañera, debía dejarla impecable. Para mala suerte de Dipper, no se dió cuenta que Natty estaba justo detrás de él, sonriendo, una sonrisa muy pervertida, llena de deseo.

—Al fin solos —dijo, con cierto tono seductor.

Dipper saltó, se llevó el peor susto de su vida, claramente sintió como su alma caía al suelo y se quedaba ahí por unos momentos. Rápidamente se volteó, y he ahí, una belleza lo miraba a los ojos.

—¡¿S-Señorita Natty que hace aquí?¡, ¡¿Sabe en el problema que me metería si alguien descubre que usted está aquí?!, ¡¡Me van a masacrar!!.

—Jaja ¿Nunca te han dicho que te ves muy lindo estando nervioso? —preguntó. Natty lentamente se acercó al castaño, mientras sonreía, y se lamía los labios.

—¿Qué busca?, Hay un baño en las habitaciones para las visitas?, ¿Qué busca en el baño de la servidumbre?.

—A tí, tontito —dijo, mientras le miraba de arriba a abajo.

—Por favor, por favor señorita Natty, le pido que se retire inmediatamente, esto ya dejó de ser un juego —dijo Dipper, señalando la puerta del baño.

—¿Y quién dijo que estoy jugando?.

—Se lo suplico, la señorita Pacífica me va a matar si se llega a enterar de que usted está aquí —dijo Dipper, muy pero muy nervioso—, por favor, retirese.

—Hmm, Pas no se va a enterar de nada, yo no diré ni una sola palabra, ¿Tú dirás algo? —Natty colocó una de sus manos encima del hombro izquierdo del castaño. Dipper retrocedió, pero no tenía a dónde escapar.

Natty lentamente hizo retroceder al castaño, hasta acorralarlo contra la pared más cercana. Le miraba a los ojos, y sonreía. A más de llevarse una mala imagen, a ella en realidad no le iba a pasar nada malo si alguien los pillaba haciendo eso, en cambio al castaño... qué Dios se apiade de su alma si lo llegaban a descubrir.

—Señorita...

—Amo cuando me dices señorita, me haces sentir especial —dijo—, y creo yo, que eso se merece una recompensa —sus labios buscaron los labios del castaño, pero este último la evitaba.

—Por favor...

—¿Qué sucede?, ¿Acaso no quieres un besito?.

—Si le soy sincero, prefiero que se retire —dijo, muy nervioso e incómodo.

—Jaja el problema es que eso no va a pasar, al menos no hasta que me des lo que hace rato te pedí con tanta insistencia —dijo con una vocesita que Dios mío, ¡Encendería a cualquier hombre!.

Nuevamente sus labios buscaron los labios del jóven sirviente, pero Dipper desviaba su rostro, no podía, aunque sería genial hacerlo, no podía, no podía correr semejante riesgo.

—P-Pero ya le dí el jugo que pidió —dijo Dipper, tratando de evadir el tema pero fué imposible.

—¿Y la leche que pedí? —soltó una risa cuando preguntó eso.

—P-Pero nunca me respondió si la quería con café o con chocolate —dijo el castaño.

—Jajaja tan lindo, eres muy mono —dijo. Su mano lentamente se deslizó hacia la entrepierna del castaño, y posó uno de sus dedos encima de un pequeño bulto que ya se había formado ahí abajo—, ¿Sabes?, La leche que quiero se encuentra por aquí, en algún lugar... ¿Será que tú sabes cómo hacerla llegar a mí?.

—P-Por favor —dijo Dipper, tratando de alejar su cintura y por ende ese pequeño bulto de aquella mano cálida y deseosa de mover rápidamente algo.

—¿Qué sucede Dipper? —ella se apartó un poco del castaño—, ¿Acaso no soy bonita?.

—N-No, no es eso, si le soy sincero usted me parece una chica sumamente atractiva, muy linda —dijo—, y también muy pervertida —pensó Dipper—, y estoy completamente seguro que cualquier chico mataría por estar entre sus brazos unos momentos.

—¿Y entonces? —ella se inclinó un poco, hacia adelante, dejándole ver al castaño aquellos pechos tan deseables. Dipper los miró por unos momentos, pero vamos, siguió resistiendose y desvío su mirada.

—E-El problema es que, si alguien nos ve...

—Nadie nos va a ver, le puse seguro a la puerta.

—¿Y si alguien nos escucha? —preguntó. De alguna una otra manera debía salir de esa situación.

—Eso depende.

—¿Depende de qué?.

—De que tan fuertes sean tus gemidos —dijo, acto seguido se mordió el labio inferior.

¡¿Por favor está chica no conoce la decencia?! —preguntó Dipper, en su mente.

—Vamos Dipper, será divertido, te prometo que te haré sentir bien —dijo Natty, pasando la punta de su dedo sobre los labios del castaño—, de verdad lo prometo, solo regálame diez minutos, eso es todo lo que pido, solo serán diez minutos.

—Yo... no sé —dijo Dipper.

—¿Es que acaso no te gustan las mujeres?.

—Sí me gustan las mujeres, pero, en una situación como esta —decía Dipper, alejando sus labios de los labios de aquella chica pelirroja que tenía enfrente suyo.

—Venga Dipper, Pacífica dijo que debías cumplir todas nuestras necesidades, y yo tengo necesidades de divertirme un rato, y más aún si es contigo —dijo Natty.

—Cumplir sus necesidades, sí, pero no esté tipo de cosas.

—Hmm, creo que eso no es lo correcto, si no me atiendes bien entonces estás fallando como sirviente, y no creo que eso sea bueno para tí, ¿Verdad?, No sé... tal vez, me queje con Pacífica, o con el señor Preston, y tal vez no lo sé... estarías en problemas.

—¿Qué?, ¿Acaso me está chantajeando?.

—Jaja, no... ¡Vamos Dipper!, No quiero recurrir a eso... mira —ella retrocedió unos cuantos pasos, y levantó su manos izquierda—, te prometo que solo serán diez minutos, los mejores diez minutos de tú vida.

¿Qué hacer?, ¿Decir que sí?, ¿Seguir negándose?, Francamente el castaño no sabía muy bien que hacer, por un lado, si aceptaba, y le daba lo que quería, era probable que ella deje de molestarlo, pero si decía que no, entonces eso solo significaría más problemas para el castaño. ¿Qué hacer ahora?.

—¿Qué dices entonces?.

Dipper suspiró. Sin embargo, se le ocurrió una idea, y muy probablemente funcione. Era una condición.

—D-De acuerdo, acepto pero, con una condición.

—Jaja ¿Condición?, ¿Cuál condición?.

—Que deje de molestarme o insinuarme este tipo de cosas por estos tres días que va a quedarse aquí.

—¿Enserio? —preguntó ella, cruzándose de brazos, y con una sonrisa en su rostro.

—Muy enserio, ya dije mi condición, si la acepta bien, y si no, entonces por favor, retirese, no quiero verme en la obligación de decirle sobre esto a la señorita Pacífica y, que se vuelva un problema mayor.

Natty sonrió, el muchacho que tenía enfrente tenía agallas al imponerle una condición como esa. Lo pensó por unos momentos, por un lado obtendría lo que quería, pero tendría que abstenerse de hacer comentarios incómodos al castaño y de molestarlo, pero por el otro, Dipper podía reportar sobre esta situación a su ama y se volvería un gran problema. Tomó una decisión, no lo pensó mucho.

—De acuerdo, lo tomo, no te volveré a molestar ni a insinuarte nada, pero solo si tú también guardas silencio, ni una sola palabra.

—Yo... no diré nada —dijo Dipper, desviando su mirada—, al menos, dejará de molestarme, espero que cumpla su promesa.

—¿Entonces sí? —preguntó ella, colocando ambas manos en la cintura del chico, mirándole fijamente a los ojos. Dipper suspiró, y asintió con la cabeza. Le dió luz verde a Natty de hacer lo que quería.

Natty sonrió. Llevó sus labios al cuello del chico y comenzó a besarlo, provocándole a Dipper un ligero temblor y una sensación electrizante en todo su cuerpo. Su mano izquierda lentamente comenzó a bajar y se situó, finalmente, en ese bulto que no había desaparecido, al contrario, había crecido más.

Continuó besándole el cuello, algunos quejidos salieron de la boca del chico...

—Al parecer creo que encontré uno de tus puntos débiles —comentó Natty, seguido de otro pequeño beso en el cuello del castaño.

Se aseguró de no dejarle alguna marca en ese lugar, no podía meter y meterse en problemas. Su mano poco a poco comenzó a bajar el cierre del pantalón. Lo deseaba, estaba ansiosa por agarrar eso que ella tanto anhelaba tomar y agitarlo rápidamente. Cuando bajó todo el cierre, su mano no tardó ni un segundo en introducirse ahí adentro, en abrirse paso por la ropa interior del chico que finalmente, tomar lo que tanto quería.

—Rayos... —luego de un pequeño quejido, el castaño comenzó a sentir como aquella chica que tenía demasiado cerca, empezaba a masturbarlo lentamente, haciendo movimientos sumamente... exquisitos.

—¿Te gusta? —le susurró al oído.

Esa pregunta se sintió rara, si estuviera en algún otro lugar y momento distinto, entonces cabía la posibilidad de que sí, efectivamente si le guste y mucho, pero ahora, no estaba tan seguro de si responder positivamente.

—Se siente bien —le dijo, a duras penas.

—¿Seguro? —preguntó Natty. Ahora empezaba a masturbarlo más rápido.

—S-Sí...

Le besó en los labios, bueno, al menos sus labios finalmente se encontraron con los labios de él, pero de qué en realidad sea un beso, hum, no estaría tan seguro de si en realidad podríamos llamarlo así. Luego de eso, ella solita se puso de rodillas enfrente de Dipper.

—¿Qué hace? —preguntó, muy sonrojado Dipper.

—Pues hacerte sentir bien, como lo prometí, solo tengo menos de diez minutos, así que... tengo que usar otros métodos —dijo.

—¿E-Está segura de esto? —preguntó.

No le dijo nada, solo sacó al exterior lo que su mano se negaba a soltar. Ahora qué lo tenía enfrente, ahora que podía ver lo que tanto deseaba probar, no se llevó ninguna desilusión, yo diría que su emoción creció.

—Jaja... muy segura —dijo entre risas.

Sin más, la punta de su lengua la deslizó desde la parte baja del miembro del castaño hasta la punta. Volvió a repetir ese procedimiento una y otra vez. Su lengua recorrió cada rincón del miembro tan duro que tenía enfrente, venga, no sé si llamar afortunado a Dipper o anotarlo en la lista de chicos siendo violados oralmente por una belleza. Tras eso, abrió su boca y lo metió ahí. Era cálido, era húmedo, se sentía tan jodidamente bien que era casi imposible decir que lo estaba disfrutando. Sus movimientos fueron lentos al principio, ella en realidad lo estaba "saboreando" se estaba tomando su tiempo, aunque solo le quedaban seis minutos. Dipper intentó ahogar sus gemidos pero fué en vano, colocó su mano derecha en su boca, puesto que podrían escucharlo afuera, en el pasillo. Su mano libre la colocó encima de la cabeza de ella, en realidad no contribuyó en nada, solo no quería tenerla colgando sin hacer nada. Ahora, todo apuntaba a que Natty se comenzaba a calentar también, ya que una de sus manos la llevó a uno de sus senos, comenzando a darle masajes, de abajo hacia arriba. Los sonidos de aquel sexo oral comenzaron a escucharse en todo el lugar, venga, Natty en realidad estaba súper emocionada porque lo chupaba con mucho esmero.

Las mejillas de Dipper ardían, suspiraba, se quejaba, gemía sin parar. Si no fuera porque anteriormente ya se la habían chupado —más específicamente una compañera de la secundaria donde estudiaba— diría que este era el mejor sexo oral que le hayan hecho. Natty llevó su mano al interior de su brassier, masajeó mejor su seno, aunque en realidad quería desatar aquel brasier y dejar sus pechos a la vista del castaño.

Cielos... esto se siente... Tan bien, ¿Cuántas veces lo habrá hecho hasta volverse así de buena? —pensaba Dipper. Llevado por el éxtasis, poco a poco empezaba a mover su cadera, haciendo que su miembro llegue más profundo.

Ya quedaban menos de cuatro minutos. Natty ahora había llevado su mano a su intimidad, y comenzó a tocarse ella misma, al mismo tiempo que le hacía un oral al sirviente de su mejor amiga. ¿Qué cosas, no?, Ni siquiera en su propia casa podía hacer este tipo de cosas obscenas, y en una casa ajena las hacia, ironías de la vida.

—Que rico... —se le escapó al castaño.

Natty solo sonrió, mientras seguía con lo suyo. El miembro del chico en su boca se sentía de maravilla, hacía tiempo que no tenía uno como ese en su boca. Dipper sintió que ya estaba cerca de acabar, la vez anterior había durado más, pero Natty era buena, demasiado buena. Solo cabía esperar a que Pacífica sea tan buena como Natty haciendo este tipo de cosas... qué digo, que ella no sea tan pervertida, sí, eso.

Las piernas del castaño temblaban, ahí, arrimado a la pared, dentro de un baño bastante elegante, teniendo enfrente suyo y de rodillas a una chica tan linda haciéndole cosas que, en teoría, solo su futura pareja debería hacerle, había acabado. Finalmente acabó dentro de la boca de ella. Natty sintió claramente como aquel bizcoso y cálido líquido se escurría poco a poco por su garganta, su sabor era muy extraño; mas sin embargo no le desagradó, ya estaba acostumbrada a ese tipo de sabores particulares.

Succionó hasta lo último, se aseguró de no dejar nada. Retiró su boca lentamente dejando libre el miembro del castaño. Movió su lengua por el interior de su boca, saboreando ese líquido espeso que aún quedaba en ciertos lugares. Utilizando su lengua tuvo la "gentileza" de limpiar lo que quedaba en el miembro del castaño, se aseguró de dejarlo completamente limpio, era lo mínimo que podía hacer por él. Ahí, todavía arrodillada, lamió todo el miembro del castaño, lo dejó limpió. Le miró a los ojos, y le sonrió dulcemente...

—¿Te gustó?.

No quería admitirlo, pero aunque no lo quería admitir, eso se sintió maravilloso, no, se sintió como estar en el cielo prácticamente. Dipper asintió, respiraba agitado, fué una buena corrida, hacia tiempo que no se corría así.

—Espero que cumpla con su promesa —fué lo único que dijo el castaño.

No obstante, aquel particular momento se vió abruptamente interrumpido por el sonido de la puerta siendo golpeada desde el pasillo.

Alguien estaba afuera...

—¿Ya terminó jóven Dipper?.

Continuará...

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