18

Jisung despertó sintiendo una mano alrededor de su cintura, varios recuerdos de la noche anterior invadieron su cabeza.

Dios, la había pasado increíble, ahora con las ideas claras y los deseos cumplidos sabía que era el momento para hablar con Minho.

Le diría lo que siente.

Que lo quiere intentar.

Que quería tener un futuro con el.

Que quería cumplir muchas cosas a su lado... como su predestinado.

Con una sonrisa se voltio para ahora ver a un dormido Minho, era tan precioso pensaba Jisung.

Aun no podía creer que alguien tan gentil, generoso, amable, respetuosos, atento y cariñoso de su predestinado.

Ni siquiera podía creer tener uno.

Luego de unos minutos el agarre de Minho se hizo más fuerte acercando más a Jisung a su cuerpo. — Que tanto me miras preciosura. — la voz ronca del alfa dejo sin palabras al omega.

Jisung se sentía como una colegiada enamorada, sorprendiéndose por cada detalle de su crush.

— ¿Acaso no puedo ver al amor de mi vida? — Jisung no se había dado cuenta de lo que había dicho hasta ver las orejas rojas de Minho.

— ¿Soy el amor de tu vida? — preguntó Minho nervioso, siempre había sido rechazado por Jisung y aunque algunos le decían que lo dejara, lo olvidara y se fijara en alguien más. Minho nunca se rindió, siempre supo que en algún momento el omega con mejillas de ardilla le correspondería y ahora que era el momento no sabía cómo actuar.

— Si y creo que deberíamos de hablar sobre esto. — Jisung dejó un pequeño beso en los labios del mayor. — Minho me gustas.

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