Capítulo 7

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Jungkook y Hoseok iban caminando hacia la sede, el Alfa suspiró resignandose a que solamente recibiría frutas ese día. El Omega miraba de reojo al Alfa, pues éste hacia muecas y suspiraba. Pronto, Jungkook comenzó a toser.

─ ¿Estás bien? ─ Preguntó Hoseok.

─ No lo sé. Solamente vamos por la comida, ¿Quieres? ─ Le dijo Jungkook llevando una mano a su cien para masajear un poco.

Hoseok relamió sus labios y decidió guardar silencio hasta que llegaron a la fila. Por suerte no estaba tan larga, por lo que pronto lograron conseguir las frutas del día. Caminaron de la misma forma hasta llegar a casa.

Entraron juntos y se dirigieron a la mesa de la cocina.

Jungkook suspiró tomando una de las frutas.

─ No creo que mamá venga hoy. ─ Le dijo Jungkook. ─ Por si la esperabas para algo.

─ Mmm... no creo necesitar nada. Estoy bien. ─ Le dijo Hoseok también tomando una fruta para comenzar a comer.

─ Tienes suerte. ─ Le dijo Jungkook y suspiró, tal vez era el dolor de cabeza hablando o tal vez era la tos.─ Cómo eres parte de su trabajo... ella te trata bien.

Hoseok miró al Alfa con un poco de confusión mientras Jungkook continuaba tosiendo.

─ No creo que estés bien... ─ Le dijo Hoseok.

─ Debe ser porque dormí afuera en la noche. ─ Le dijo Jungkook. ─ Creo que me hizo daño, además hoy no fumé.

─ ¿F-Fumar? ─ Preguntó Hoseok. ─ ¿Qué es eso?

El Alfa rió un poco.

─ Algún día te enseñaré uno. No creo que sea buena idea... estás débil y podría pasarte la tos. ─ Mejor me iré a la habitación.

─ Esta bien. ─ Le dijo Hoseok observando al Alfa caminar hacia su habitación.

Suspiró y se quedó sentado mientras comía preguntando por qué el Alfa había enfermado tan rápido. Tal vez... dormir afuera era algo muy fuerte. No lo sabía porque en la fábrica al menos eso les daban un lugar bajo techo.

El Omega respiró profundo y decidió caminar a su habitación. Se levantó despacio para evitar el repentino mareo que siempre lo hacía caer de rodillas y fue directo al pasillo. Al llegar a la puerta escuchó al Alfa tosiendo en su habitación.

Se preguntó si de verdad la Alfa no vendría, le daba un poco de miedo ver a Jungkook enfermar. Se quedó un tiempo allí hasta que decidió entrar a su habitación. Desde allí se escuchaba claramente al Alfa quejándose y tosiendo, por lo que Hoseok esperó a que su madre viniera, ella iba a cuidarlo, ella debía cuidarlo.

Pero la mujer no apareció en toda la noche y Jungkook siguió quejándose hasta la mañana siguiente.

─ ¡¿Jungkook?! ─ Hoseok se sobresaltó cuando la madre del Alfa gritó el nombre del Alfa, éste aún no había salido de la habitación. ─ ¡¿Jungkook?! ¡Llegarán tarde al colegio!

Nadie respondió.

Hoseok observó a la mujer pasar por el pasilla y extendió la mano hacia ella con la intención de decirle que Jungkook había estado tosiendo toda la noche, pero las palabras se quedaron en su garganta y se sobresaltó cuando la Alfa golpeó la puerta de Jungkook con bastante fuerza.

─ ¡Jungkook! ─ Ella abrió la puerta. ─ ¡¿No has salido de la cama?! ¡Hoseok ya está listo!

─ No me siento muy bien. ─ Se quejó el Alfa y tosió levemente.

─ ¡¿Qué?! ¡Levantate! Jungkook no tengo tiempo para tus berrinches, mierda. ─ La mujer se miraba muy estresada. ─ Hoseok no puede ir solo al colegio, tienes que ir a cuidarlo.

─ ¡Me siento mal! ─ Le gritó el Alfa, girándose en la cama.

La mujer se acercó a la cama y lo tomó del cabello para levantarlo.

─ No tengo tiempo para esto Jungkook. Ya lo sabes, levántate y vístete. ¡Rápido! ─ Le dijo la mujer.

Jungkook suspiró, estaba molesto, realmente se sentía muy mal.

¡Apurate! ─ Gritó la mujer en tono Alfa y el menor observó los destellos del lobo en los ojos de su madre, su lobo lo hizo levantarse y la mujer le señaló que se vistiera. ─ No hay tiempo, no puedes dejar a Hoseok solo.

─ ¡Ya entendí! ─ Le dijo él. ─ Deja de gritar, me duele la cabeza.

Hoseok, que miraba todo, se giró cuando el Alfa se sacó la camisa, no sabía por qué le daba pena verlo.

─ Hoseok, ya me tengo que ir, ve con Jungkook y cualquier cosa me avisas. ─ Le dijo la mujer y él iba a responder, pero es que ella se fue muy rápido.

¿No acababa de llegar?

─ ¿Estás bien? ─ Le preguntó al Alfa.

─ ¡No, Hoseok, estoy enfermo! ─ Le gritó. ─ ¡No ves! ¡¿Así de estúpido eres?!

El Omega relamió sus labios.

─ N-No lo sé. ─ Le dijo. ─ Yo no...

Jungkook resopló.

─ Ya deja de balbucear, me duele la cabeza. ─ Se quejó el Alfa.

El Omega cerró la boca y no pudo evitar apretar los labios por los nervios. Jungkook salió de la habitación, pobremente vestido, pues había tomado lo primero que se encontró.

Al menos no estaba tosiendo tanto como la noche anterior.

─ Mierda, realmente no quiero ir. ─ Se quejó el Alfa.

─ ¿Tenemos que ir? ─ Preguntó la vaquita algo preocupada.

Jungkook lo pensó un poco, girándose a ver a Hoseok con su sonrisa ladina.

─ Si no dices nada, no se dará cuenta. En ese colegio ni siquiera importa si realmente vas a clases, el profe Namjoon no llamará a mamá. ─ Le dijo.

─ Entonces... podemos quedarnos para que descanses.

Jungkook suspiró, sus ojos desviándose a la venda en el brazo del Omega, mal colocada. Suponía que la habría puesto él solo, pues su madre había llegado como la puta loca que era esa mañana.

El Alfa se regresó a la cama y llamó a Hoseok.

─ Ven. ─ Le dijo.

El Omega se confundió un poco pues pensó que el contrario querría estar solo.

─ Tengo hambre.─ Le dijo el Alfa.

─ Oh...─ Hoseok hizo un gesto de entendimiento y tragó saliva. Se acercó al Alfa y este lo tomó del brazo, jalandolo para que se sentara a su lado en la cama.

El Omega aún no había puesto su hoodie, solamente llevaba una camisa. Jungkook llevó sus manos a la orilla de ésta para poder subirla, fue entonces cuando notó las extrañas cicatrices en el abdomen de Hoseok, desvió la mirada y se repitió a sí mismo que no le importaba, que ignoraría el cuerpo del chico.

Jungkook llevó sus manos a la espalda de Hoseok, para sostenerlo y se inclinó hasta que sus labios sintieron la suave piel, que ahora se sentía más familiar. En realidad, la leche de Hoseok no era dulce, tenía un sabor algo plano, pues no tenía azúcar, pero se sentía bien, se sentía bien en su boca y en su estómago.

─ ¡Mgh! ─ Se quejó Hoseok y Jungkook se separó de su pezón para succionar en el otro.

El Omega apretó sus manos en la sábana de la cama mientras sentía las succiones en su pecho y la sensación helada de la saliva del Alfa. Cuando Jungkook se separó volvía a sentirse débil y cansado. Apretó los ojos intentando mejorar la sensación.

─ No tienes que irte. ─ Le dijo Jungkook al ver que Hoseok hacía un esfuerzo por recuperarse rápido. Tenía curiosidad, pero realmente no quería saber sobre Hoseok. Algo le decía que no era buena idea involucrarse.

El Omega se mantuvo jadeando hasta que pudo abrir los ojos de nuevo y observó que el Alfa ya se había acostado en la cama.

─ Y-Ya puedo irme. ─ Le dijo Hoseok refiriéndose a que se sentía menos débil.

─ Esta bien, vete. ─ Contestó el Alfa un poco tosco. El omega asintió e intentó levantarse, pero nuevamente terminó en el suelo, su campana sonando.

Jungkook se sentó raṕido y lo tomó del brazo para poder sostenerlo.

─ ¿Hasta cuándo estarás así de débil? ─ Preguntó aunque su intención no había sido realmente hacerlo.

─ Ha-Hasta mi celo. Tal vez... ─ Le dijo el Omega y Jungkook se quedó un poco shockeado, había olvidado por completo que los Omegas de vaca también tenían celo, obviamente, pero tampoco entendía por qué hasta entonces se sentiría mejor Hoseok.

Sin embargo, se refrenó a sí mismo, realmente no quería saber más.

Ambos se sentaron en la cama, un poco incómodos, hasta que Jungkook se lanzó hacia atrás para acostarse. Luego jaló a Hoseok del brazo para que éste cayera a su lado, ambos viendo el techo.

El silencio se alargó hasta que sin quererlo se quedaron dormidos sin que el contrario se diera cuenta. Jungkook porque se sentía enfermo, Hoseok porque se sentía cansado. Era lo correcto para él descansar después de dar leche, era lo que su cuerpo le pedía.

Durmieron varias horas hasta que Jungkook despertó y se dió cuenta que ambos se habían re acomodado en la cama. Carraspeó la garganta haciendo que el Omega se sobresaltara y lo viera algo asustado, después de todo Hoseok estaba teniendo una pesadilla, por lo que sus ojos rápidamente se pusieron llorosos al recordar que ya no estaba en ese lugar.

─ ¿Estás llorando? ─ Le preguntó Jungkook con la voz ronca y volvió a carraspear la garganta.

─ L-Lo siento, tuve una pesadilla. ─ Dijo el Omega con la voz un poco rota.

Jungkook suspiró, ¿Por qué era tan sensible? Lo desesperaba un poco, él no recordaba haber conocido nunca a alguien así, todos sus amigos, hasta los Omegas, eran unos idiotas bien hechos, al igual que él. Duros, porque la pobreza te hacía así.

─ No tienes que disculparte, solo dí que fue una pesadilla y ya. ─ Le dijo molesto.

─ Esta bien. ─ Le dijo Hoseok.

El instinto curioso casi llevaba a Jungkook a preguntarle a Hoseok qué había soñado, pero se negaba, él no quería saber. No quería así que optó por mejor cambiar el tema de conversación, porque esta callados era incómodo, y al parecer le tocaría pasar mucho tiempo con la vaquita.

Suspiró frustrado por ello. Pero ya habían hecho un trato a cambio de leche, era lo justo. Solo por eso lo haría.

─ Jin es un idiota. ─ Le dijo.

─ ¿J-Jin?

─ El Alfa que te regaló comida ayer. ─ Le dijo Jungkook. ─ Ya le ha de haber dicho a medio mundo que te regaló comida porque eres un pobre muerto de hambre.

Hoseok miró hacia abajo algo confundido, no le gustaba que alguien fuera a decir algo así de él.

─ ¿Por qué diría algo así? ─ Preguntó.

Jungkook se rió un poco.

─ Bueno, para comenzar, es porque lo eres, ni tú ni yo tenemos dinero para comida. Pasamos hambre, eso nos convierte en muertos de hambre. Y él lo va a decir porque es un idiota, a lo más seguro habrá dicho que tú le pediste la comida. ─ Comentó el Alfa. ─ Es porque el tiene dinero, se siente superior. Por eso te dije que no te convirtieras en su caridad, porque él hará a todos verte así.

─ Pero... ¿Por qué?

─ Eso lo hace sentirse superior. ─ Le dijo. ─ Es solo porque él tiene dinero y nosotros no. Ten cuidado con las personas que te sonríen a la cara amablemente. Yo nunca voy a sonreirte, soy honesto, no me gustas, te odio. Pero al menos tengo el valor de decírtelo en la cara. Muchos te harán creer que son tus amigos y hablarán de ti a tus espaldas. Van a comerte vivo a chismes e inventos.

El Omega bajó la mirada y asintió entendiendo la situación. Era algo extraño y nuevo para él. En la fábrica cosas así no importaban, en realidad él aún sentía que no importaban mucho, pero no podía negar que había dolido un poco darse cuenta de algo así.

─ Si me habla... ¿Qué hago? ─ Preguntó Hoseok.

─ ¿Quién, Jin?

─ Si...

─ Solo sé amable, como eres, pero no aceptes su caridad. ─ Le dijo Jungkook. ─ De todas formas no estás en posición de ganar enemigos. Ya tienes demasiados. ─ El Alfa rió y el Omega tragó saliva. ─ Pero hicimos un trato, y mientras tú mantengas tu parte, yo mantendré la mía.

Hoseok asintió, pero sintió el estómago revolverse un poco con los nervios... porque, ¿Cómo le explicaba a Jungkook que su leche también se iba a acabar? El Alfa parecía creer que siempre la tendría... 

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