Sexta actualización del día❤
Espero hayan disfrutado esta maratón.

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Ahora que ya tenían los papeles, inscribirlo en el colegio había sido fácil y tan solo unos pocos días después, el Omega ya podía comenzar a estudiar.

─ ¡Vas a cuidarlo! ─ Gritaba su madre.

─ ¡Ya te dije que no seré su niñera! ─ Hoseok solamente apretaba los ojos entre gritos de ambos Alfas, su Omega un poco estresado, pero sencillamente eso no se comparaba a lo que había vivido en la fábrica, así que aún así, se sentía agradecido.

─ Si llego en la noche... ─ Dijo la mujer. ─ Y encuentro aunque sea un golpe en el rostro de Hoseok, te aseguro que dormirás en la calle.

─ ¡¿Qué?! ¡¿Te importa más esa vaca que tu propio hijo?! ─ Preguntó Jungkook y comenzó a caminar hacia el colegio.

Hoseok observó a la mayor, la cual suspiró exasperada.

─ Ve tras él. ─ Le dijo.

La vaquita simplemente asintió caminando con la cabeza un poco agachada. En su oreja llevaba el arito con su número y en su cuello su linda campana. Iba vestido sencillo, con alguna ropa que la Alfa había conseguido para él, la cuál era sumamente más adorable que la de Jungkook. El Jean era azul claro con las rodillas rotas y el Hoodie que se había colocado estaba lleno de caritas felices de emoticones.

Jungkook sabía que Hoseok lo seguía porque podía sentir el dulce aroma de la vaquita, que ya se había hecho conocido para su lobo.

Llegaron a una esquina antes del colegio y Jungkook le hizo señas al Omega.

─ Ese es el colegio. Suerte.

Hoseok tragó saliva al ver que Jungkook se desviaba a un lado y se metía tras una valla metálica suelta. Respiró profundo y caminó al colegio. A medida que iba acercándose se encontraba que más estudiantes iban apareciendo en el camino, por lo que iba caminando entre estudiantes. Volvió a respirar profundo, sintiéndose algo mareado por los nervios.

Jungkook pasó de un sólo hacia los cigarros y tomó tres para ir a donde sus amigos se encontraban.

─ ¿Escuchaste la noticia? ─ Preguntó Hyungsik al verlo.

─ Si es sobre las vacas, no me digas. ─ Dijo Jungkook y suspiró muy molesto.

─ Creo que ésta es importante. ─ Le dijo Hwasa.

─ Bueno, ya, solo diganlo. ─ Les pidió el Alfa comenzando a fumar para calmar el hambre.

─ Se acabó la leche. ─ Dijo Yugyeom haciendo que Jungkook se enderezara y lo mirara asustado.

─ ¡¿Qué?! ¿Y qué están dando? ─ Preguntó.

Irene suspiró.

─ Solamente fruta. ─ Le dijo.

─ Lo sabía. ─ Dijo Jungkook con molestia, luego recordó que ese sería el primer día de la vaquita en el colegio. Cielos, iban a matarlo.

Aún así se quedó donde estaba y terminó de fumar los cigarros con tranquilidad, pues fuera como fuera, Hoseok no le interesaba en lo más mínimo. El único motivo por el cuál estaba soportándolo era por el minúsculo respeto que aún le guardaba a su madre. Porque... aceptemoslo, de ese tampoco había mucho.

─ Vamos. ─ Les dijo Eunwoo ya molesto de que se hubieran tardado de más fumando.

Caminaron juntos al otro lado de la calle, dirigiéndose al colegio. Jungkook se dirigió por el pasillo directo a su sección encontrándose con lo de siempre, un completo desastre. Fue a su asiento y esperó allí mientras escuchaba la conversación de los demás. Hasta que entró el profesor Namjoon. Lo primero que notó era que venía seguido por un chico, lo segundo que notó es que Hoseok traía la cabeza mojada, probablemente alguien ya le había metido la cabeza al retrete.

Sea como sea, el Omega mantenía la mirada baja y temblaba un poco sosteniendo su campana con una mano.

─ Hola, chicos. ─ Dijo Namjoon. ─ ¡Callense! ─ Gritó haciendo que Hoseok diera un saltito a su lado.

Todos se callaron simplemente porque sientieron curiosidad por el chico mojado al lado del profesor.

─ No sé quién le hizo esto. ─ Dijo Namjoon con molestia. ─ Pero al tan solo enterarme, les aseguro que habrá consecuencias. Siéntate, Hoseok.

La vaquita se apresuró a un asiento vacío, que estaba apenas a dos sillas de Jungkook y el Alfa no pudo aguantar la risa. Siempre todos disfrutaban un clásico.

─ Oye. ─ Escuchó a alguien susurrar. ─ ¿Ya lo viste? ─ Jungkook giró la cabeza para notar que era Yugyeom quien le hablaba. ─ ¿Es una vaca? Mira su arete.

─ No lo sé, ni me importa. ─ Dijo Jungkook pues simplemente planeaba ignorar a Hoseok todo el día.

No sabía que eso sería especialmente difícil, porque por alguna razón cada vez que la vaquita estaba en problema, si el se encontraba algo cerca, podía escuchar el sonido de la campana de la vaquita. Suspiró con molestia cuando observó a sus amigos rodear a Hoseok en el almuerzo y éste se giró a verlo con los ojos muy abiertos. Pero Jungkook simplemente continuó caminando alejándose de allí.

Al menos fue así hasta que escuchó un grito de parte de la vaquita y cuando se giró vió que éste sostenía el brazo sangrante.

Jungkook se apresuró a llegar a ellos y miró a Wendy con la boca llena de sangre.

─ ¡¿Estás loca?! ─ Le gritó Jungkook entre risas. ─ ¡Lo mordiste!

─ Les dije que lo haría. ─ Dijo la chica volviendo a reír.

Jungkook se giró a ver a Hoseok que estaba de rodillas en el suelo sujetando su brazo con su mano y mierda, definitivamente su madre lo haría dormir en la calle, simplemente no pensó que llegarían tan lejos.

─ ¿Qué pasa? ─ Le preguntó Wendy. ─ ¿Por qué actúas como si te importara?

Se giró al escuchar la campana, solo para ver a Yugyeom y a Hyungsik levantar a Hoseok, que ahora tenía los ojos cerrados con fuerza.

─ Yo digo que lo llevemos de nuevo por un chapuzón. ─ Minho comenzó a reír y Jungkook se quedó con la palabra en la boca, observando a sus amigos llevar a la vaquita hacia el interior del edificio.

Se tapó los oídos con ambas manos, intentando no escuchar la campanita. Mierda, ¡¿Por qué escuchaba la estúpida campana?!

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El almuerzo terminó y Jungkook miró de reojo hacia la vaquita, notó que su oreja, donde tenía el arete con el número 37, se miraba rojiza. Su cabello estaba mojado de nuevo y su brazo parecía estar pobremente vendado cubriendo la mordida. Tragó saliva y se giró a ver de nuevo hacia el frente.

Aunque no quería, las horas se le pasaron rápido y pronto terminó el día. Sabía, y vaya que él sabía, que a la salida intentarían golpear a la vaquita. Era lo común, siempre sucedía, incluso él lo había hecho varias veces.

Por eso se fue tras Hoseok y jaló del brazo para sacarlo del colegio por la parte de atrás.

El Omega se quejó todo el camino pues Jungkook lo jalaba del brazo lastimado y, hasta que estuvieron algo lejos del colegio, Jungkook lo soltó.

─ Vamos por la comida a la sede. ─ Le dijo y Hoseok simplemente asintió.

Ambos caminaron así por un rato hasta que el Alfa notó que el Omega estaba teniendo problemas para mantenerse de pie, comenzando a tambalearse. Así que lo tomó del brazo.

─ ¡Mgh! ─ Se quejó Hoseok cuando sintió el agarre del Alfa en el brazo lastimado.

─ No seas exagerado, es solo una puta mordida. ─ Le dijo llevándolo hacia la sede.

No lo soltó hasta que estuvieron en la fila y mientras esperaba sus ojos recorrieron al Omega, deteniéndose en la campana. Estaba seguro que con lo mucho que el omega se movía, esa puta campana debería de sonar todo el día. No lo entendía y no estaba seguro tampoco de querer entender o saber nada sobre Hoseok.

─ Vaquita. ─ Lo llamó cuando la fila comenzó a avanzar y Hoseok pareció volver en sí, caminando tras Jungkook hasta llegar a la ventanilla.

Ambos recibieron la fruta y comenzaron a caminar hacia la casa.

─ Es una mordida de Omega. ─ Le dijo Jungkook y observó a Hoseok mirarlo con confusión. ─ La chica que te mordió es una Omega así que no habrá vínculo ni nada, solamente debes esperar a que sane.

─ Ya veo... ─ Susurró Hoseok. ─ E-Ella dijo que me iba a morder todos los días.

Jungkook se detuvo un segundo, pero siguió caminando. No era su asunto.

─ Entonces, más vale que te acostumbres, ¿No?─ Preguntó.

─ D-Duele menos... ─ Dijo Hoseok y Jungkook parpadeó algo confundido, pero ya estaban frente a la casa así que primero entraron y se dirigieron hacia la mesa de la cocina.

El Alfa se mostró fastidiado al poner las frutas sobre la mesa, era cierto que les habían dado mucha más fruta, cuatro frutas cada uno, pero no era lo mismo. Bufó molesto y observó a Hoseok.

─ ¿Ves lo que logras, vaquita? ¿Para esto querías ser libre? ─ Preguntó Jungkook con una sonrisa.

─ No importa. ─ Le dijo Hoseok, pues todo esto era mejor que estar en ese lugar, lo era. ─ Estoy agradecido con tu madre.

Jungkook golpeó la mesa con el puño haciendo que Hoseok se sobresaltara.

─ Van a morderte, van a ahogarte en agua, van a hacerte muchas cosas, Hoseok. Van a golpearte. ─ Le dijo y Hoseok sintió sus labios temblar.─ No te da miedo... vaquita.

─ ¿Por qué me odias? ─ Le preguntó Hoseok. ─ ¿Qué te hice?

─ No es tu culpa. ─ Le dijo Jungkook. ─ En realidad es algo que siento por todas las vacas, solamente que tú casualmente vives con nosotros.

Hoseok bajó el rostro.

─ Pero... ¿Por qué?

─ ¿Ves leche en esta mesa? ─ Preguntó el Alfa. ─ Las frutas son ricas, Hoseok, pero no sostienen, y no tenemos dinero para comprar nada. Ésto que ves en la mesa, es pura agua con azúcar, en aproximadamente una hora volveremos a tener hambre y todo es culpa de tu raza.

─ ¿De mi raza? ─ Preguntó Hoseok.

─ Si, ¿No nacieron para dar leche? ¿Por qué no simplemente se quedaron en las fábricas?

Hoseok bajó el rostro conteniendo las lágrimas. Estaba bien, él no iba a volver a ese lugar, todo estaba bien.

─ S-Si... nos odias por la leche... Y-Yo puedo darte leche. ─ Susurró la vaquita sintiéndose humillado, pero eso no era nada en comparación a todo lo que ya había vivido. ─ Te daré leche.

─ ¿Me darás leche? ─ Preguntó Jungkook con una sonrisa ladina. ─ Suena interesante y, ¿Qué quieres a cambio?

─ ¿Qué quiero? ─ Preguntó Hoseok.

Jungkook comenzó a reírse.

─ Eres muy inocente, Hoseok.¿Qué te hace creer que quiero tu leche? ─ Le preguntó. ─ No sé si eso me daría asco más bien.

El Omega se sonrojó tanto.

─ Pensé que querías leche... ─ Dijo en un susurro.

─ Está bien. ─ Le dijo el Alfa tomando una manzana y dándole una mordida. ─ Pero, ¿qué quieres a cambio? ¿Crees que soy idiota? Eres una especie protegida, Hoseok. Mis amigos, podrán creer que se saldrán con la suya pero en cuanto abras la boca y le digas a mi madre quienes te estan molestando van a meterse en problemas. De todas formas eso no los detendrá de volver a molestarte, pero yo soy diferente, porque mi mamá es la encargada de protegerte. Si piensa que estoy haciendo algo sin tu permiso, ¿Qué crees que hará?

─ N-No entiendo. ─ Le dijo Hoseok aún confundido.

─ Maldita sea. ─ Dijo Jungkook y se levantó de la silla caminando hacia Hoseok. ─ ¿Qué te parece esto?

─ ¿Qué?

─ Si me das tu leche, entonces yo no dejo que los demás se te acerquen en el colegio. ─ Le dijo Jungkook. ─ Pero tú no le dirás a nadie lo que estamos haciendo.

─ Y... ¿Qué estamos haciendo? ─ Preguntó Hoseok.

Jungkook se relamió los labios.

─ Te tengo una pregunta, vaquita. ─ Le dijo el Alfa.

─ Según tú, ¿Cómo planeas darme la leche? ─ Le preguntó.

Hoseok desvió la mirada pensándolo un poco.

─ Ni siquiera pienses que voy a ordeñarte, que asco. ─ Le dijo Jungkook.

─ N-No... No puedo convertirme en mi forma animal. ─ Le confesó Hoseok y los recuerdos de aquella grabación vinieron a la mente de Jungkook sin que él quisiera. De ellos gritandole a Hoseok por no poder convertirse a su forma animal.

─ Entonces solamente hay una forma. ─ Le dijo el alfa tomando a Hoseok del brazo y poniendolo de pie.

El Omega colocó las manos en la mesa para sostenerse.

─ ¿C-Cual? ─ Preguntó Hoseok mientras Jungkook llevaba sus manos al primer botón de la camisa del chico.

─ Adivina, vaquita. ─ Le dijo desabotonado el primer botón.

Hoseok lo miró con confusión al principio pero cuando el Alfa llegó al tercer botón entendió lo que haría. Sus labios temblaron cuando Jungkook llevó sus manos al cuello de la camisa y la deslizó por sus hombros, aún con algunos botones abotonados.

─ ¿Quieres darme leche aún? ─ Preguntó el Alfa, la situación del Omega causándole gracia.

Hoseok sintió sus mejillas muy sonrojadas, pero lo que Jungkook le había ofrecido estaba bien. Él podría darle leche y el Alfa iba a evitar que lo mordieran e hicieran otras cosas.

El Alfa relamió sus labios cuando los pezones del Omega se mostraron bajo la camisa. Iba a ignorar el cuerpo lastimado del chico, solo le interesaba tomar la leche.

─ N-No creo que sepa igual de dulce. ─ Le susurró Hoseok con cierto miedo.

─ No importa, Omega. ─ Le dijo el Alfa de cabello achocolatado.

Las manos de Jungkook fueron a la espalda de Hoseok para sostenerlo y se inclinó hasta pegar sus labios a su pezón derecho. Allí, sin pensarlo mucho, comenzó a succionar suavemente escuchando una dulce queja salir de los labios del Omega mientras su boca comenzaba a llenarse de leche. Era como si el Omega estuviera cargado de leche, pero suponía que era normal por tantos años en los que Hoseok había sido "estimulado."

─ Ah... ─ Hoseok comenzó a respirar por la boca mientras sentía como Jungkook lo succionaba suavemente.

No era nada como las máquinas, si algo es que el chico lo hacía tan suave que se sentía bien, pero su cuerpo estaba débil y después de un rato comenzó a sentirse drenado. El Alfa cambió de pezón y el Omega se deshacía en sus manos mientras era succionado.

Jungkook sonrió sobre la tetilla del chico y sacó la lengua para acariciar un poco para luego volver a succionar, sintiendo como Hoseok daba un pequeño saltito con aquello.

Se separó del Omega, observando su rostro sonrojado.

─ Listo. ─ Le dijo soltandolo y dejándolo caer de rodillas en el suelo, fue entonces cuando escuchó la campana y giró el rostro para ver al Omega de nuevo.

Hoseok jadeaba con fuerza mientras apenas se mantenía de rodillas y no entendía porque había escuchado la campana. Tal vez se estaba volviendo loco. Tomó sus frutas de la mesa y caminó hacia la salida de la cocina.

─ Nos vemos más tarde. ─ Le dijo al Omega y Hoseok solamente podía apretar los ojos intentando sentirse mejor.

Cuando lo logró se tomó de la silla para levantarse y sentarse en ésta. No pudo evitar entonces que algunas lágrimas cayeran por sus mejillas mientras tomaba una fruta para comer, pues tenía mucha hambre.

Estaba bien, ¿Cierto? Era un buen trato, ¿Cierto? Después de todo él era una vaca, él podía dar leche.

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