Era temprano antes de que el sol saliera cuando Namjoon abandonó la casa principal, Bogum lo acompañó y lo ayudó a subir al vehículo para luego subirse junto al Omega. Era fácil percibir su aroma mezclado con el del líder y ésto hizo sus mejillas sonrojar.

El Omega suspiró.

─ Los chicos están bien. ─ Le dijo Bogum. ─ Ordené que alguien fuera a vigilarlos durante la noche, no ha habido movimientos extraños durante la noche.

─ Gracias, estaba pensando en ellos. ─ Respondió Namjoon.

Volteó a ver a la ventana y sus ojos se aguaron un poco con el recuerdo de lo que acababa de suceder con Taehyung. Algunas veces el amor no era lo suficiente para que dos personas pudieran estar juntas. Se sintió un poco cansado y por eso se recostó hacia un lado, descansando su cabeza en el hombro del contrario.

─ P-Profesor...

─ Estoy cansado, Bogum. Estoy cansado de todo ésto, es demasiada incertidumbre, ¿Alguna vez llegará el tiempo en el que él y yo podamos estar realmente juntos?

─ Llegará.

─ ¿Cómo estás tan seguro cuando ni siquiera yo lo estoy? ─ Namjoon cerró sus ojos sintiéndose agotado. ─ Sé que no podrá ser, amo demasiado a mi manada. He pensado muchas veces en ser egoísta y luchar, en mantenerme a su lado pero... eso solamente dañaría más a una manada que ahora necesita reformarse. No puedo ser egoísta porque aunque amo a Taehyung, también amo a mi manada.

Bogum rió suavecito haciendo que el Omega se levantara y lo mirara con un poco de indignación.

─ Se parece mucho a su padre. ─ Le dijo el segundo al mando. ─ Él también amaba a su manada sobre todas las cosas.

─ ¿Qué dices? ─ Preguntó el Omega. ─No recuerdo eso de mi padre.

─ Le aseguro que usted se parece mucho a él. ─ Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Namjoon mientras volvía a recostarse en el hombro del contrario. ─ No necesita ser egoísta, en su momento todo volverá a ser como debería ser.

─ ¿Cómo debería ser?

─ Las personas buenas, serán recompensadas y las malas recibirán lo que cosecharon.

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Jungkook y Hoseok caminaban hacia el colegio. El Alfa había estado pendiente del Omega, intentando cuidarlo de cualquier recaída como la que había tenido el día anterior. A pesar de que Hoseok insistiera en que se sentía bien, que no se sentía tan cansado, él no estaba tan seguro.

─ ¿Por qué crees que el profesor Namjoon llegó hasta hoy en la madrugada? ─ Preguntó Jungkook.

Hoseok se sonrojó un poco, pues el profesor había llegado y al parecer no esperaba encontrarlos despiertos. Olía a Alfa.

─ No lo sé. ─ Le dijo.

─ ¿Crees que tenga una pareja?

Ambos se miraron a los ojos con un poquito de vergüenza, pues cualquier situación así les recordaba lo que ellos mismos habían hecho.

─ El profesor es tan inteligente que no me imagino a un Alfa digno de tenerlo a su lado. ─ Confesó Jungkook.

─ No conozco suficientes Alfas como para opinar. ─ Le dijo el Omega y Jungkook le sonrió.

─ Entonces te toca confiar en lo que yo digo, no puede ser cualquier Alfa, debe ser alguien muy especial ─ Agregó.

─ Ya veo.

─ ¿Crees que lo conozcamos?

Hoseok se rió un poquito porque pensaba que aún no tenía suficiente habilidad como para chismear. Pero no quería cortar la inspiración de su Alfa.

─ Podría ser. ─ Le dijo. ─ ¿Reconociste el aroma?

─ Mmm... no, no realmente. ─ Le dijo Jungkook intentando pensar en ello.

Ambos llegaron juntos al colegio y lograron ver a Yoongi junto a Eunwoo en el pasillo. Estaban tomados de la mano, haciendo que Jungkook levantara las cejas con sorpresa.

─ Hola.─ Saludó Yoongi con la mejillas un poco sonrojadas al ver que ambos tenían su mirada en las manos tomadas.

─ Hola Yoongi, hola Eunwoo. ─ Saludó Hoseok.

─ Si, Hola. ─ Dijo Jungkook. ─ Entonces, lo de ser novios iba en serio.

─ Al principio no. ─ Dijo el Omega.─ Pero Yoongi comenzó a gustarme.

El Alfa mencionado comenzó a toser mientras los demás reían.

─ ¿Sabes si Jimin vendrá? ─ Preguntó Hoseok, pues el Omega aún no había regresado a clases y, aunque no estuvieran en la misma sección, sentía que el colegio estaba un poco vacío sin él.

─ No lo hemos visto. ─ Le dijo Yoongi. ─ Aún debe estar recuperándose.

─ Ya veo. ─ Dijo Hoseok con un poco de decepción.

─ ¡Miren quién está allí!─ Dijo alguien en el pasillo, haciendo que todos se giraran a ver para darse cuenta que esa persona señalaba a Jungkook. El Alfa lo reconocía, era esa persona que siempre solía molestarlo.─ Tu mamá por fin mostró sus verdaderos colores, ¿No? Quién iba a decir que después de quitarnos la leche iba a resultar estar en contra de la liberación.

─ ¡Callate!─ Le dijo Jungkook gruñendo en advertencia.

─ Solo digo la verdad, es una hipócrita, igual que su hijo. No, ¿Jungkook? ¿No que estabas en contra de la liberación? Ahora hasta usas una campana.

─ ¡Callate! ─ Jungkook iba a ir tras esa persona, pero Hoseok lo tomó del brazo.

El Alfa se giró a Hoseok.

─ Ya regreso. ─ Le dijo tomando la mano de la vaquita y soltándose.

El Omega observó al Alfa ir tras aquella persona y suspiró.

─ Siempre habrá personas malas. ─ Susurró para sí mismo.

─ A veces las personas desahogan sus penas en otros. ─ Le dijo Yoongi. ─ Las personas de éste colegio sabemos mucho de ello. Incluso tú has sido víctima de ello.

El Omega asintió.

Jungkook no volvió a aparecer hasta que ya era hora de la segunda clase, tenía un golpe en el rostro y se le miraba un poco afectado. Entró bajo la atenta mirada del profesor Namjoon y se sentó a un lado de Hoseok.

─ Decidió unirsenos. ─ Le dijo Namjoon, aunque por dentro deseaba saber por qué el menor estaba golpeado.

─ ¿Estás bien? ─ Le preguntó Hoseok y el Alfa solamente negó con la cabeza.

─ Hablemos después. ─ Le dijo en un susurro pues el profesor estaba por iniciar la clase.

Durante las siguientes horas el Omega no pudo relajarse, pues estaba preocupado por Jungkook, y, si se concentraba, podía sentir una nota de tristeza a través del vínculo que ahora compartían.

El tiempo se le pasó despacio, pero por fin llegó la hora del almuerzo. Lograron saludar a Seokjin en el camino, quien les comentaba que Jimin estaba mucho mejor y que pronto volvería a clase. Luego se dirigieron a un rincón a solas donde ambos se sentaron en el suelo.

─ ¿Te hizo mucho daño? ─ Le preguntó el Omega al ver que el Alfa mantenía la mirada baja.

Jungkook suspiró.

─ Me hicieron más daño sus palabras.

─ No debiste ir, es mejor no pelear, quiero decir...

─ Hoseok... ─ El Alfa negó con la cabeza. ─ Sé que... tu cultura y las tradiciones de las vacas son pacifistas, pero no dejes que eso te detenga.

─ ¿Qué?

─ Si alguien quiere hacerte daño debes defenderte. Prometelo. ─ Insistió. ─ Entiéndelo, Hoseok, no se trata de ser violento, se trata de un derecho, tú tienes derecho a defenderte.

─ Derecho a defenderme... ─ El Omega miró el rostro del Alfa y luego miró a sus ojos decididos.

─ Si, ellos intentarán hacerte sentir mal. Te dirán que no debiste reaccionar, te dirán que no debiste responder, te dirán que hiciste algo malo. Pero, eso no es cierto Hoseok, tú debes defenderte siempre, si no las heridas y el daño será más profundo. Si te quedas callado te harás daño a ti mismo.

─ Jungkook, lo dices por ti. ─ El Omega observó los ojos llorosos de su pareja.

─ Creeme que duele más no defenderse.

─ Entiendo. ─ Le dijo Hoseok. ─ ¿Cómo sabes sobre mi cultura?

─ Yoongi me lo dijo. ─ Le recordó el Alfa.

─ Creo que Yoongi sabe más de mi cultura, que yo mismo. ─ Le confesó Hoseok.

Ambos se quedaron allí en esa esquina lo que restó del almuerzo, luego volvieron a clases.

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