Capítulo 4
Quinta actualización del día ❤
Sorpresa!
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─ Lamento no tener suficiente para ofrecerte la ayuda psicológica que necesitas. ─ Le dijo la adulta y Hoseok solo mordisqueó su labio sintiéndose tímido por no entender.
─ E-Está bien. ─ Le dijo. ─ Lo que me da esta bien. Muchas gracias.
─ Aún así, si sientes que necesitas decirme algo, puedes hacerlo. ─ Le dijo la mujer. ─ Se que soy Alfa, debe ser raro para tí, sé que allí no los dejaban mezclarse entre Omegas y Alfas, al menos que fuera para...
Las mejillas de Hoseok se sonrojaron, inconscientemente tomando su campaña su mano.
─ No es raro. ─ Le dijo el Omega con las mejillas sonrojadas. ─ En serio, me siento feliz de estar aqui.
Tan agradecido.
Pensó la mujer, esa era la diferencia que ella podía notar entre su hijo y este pobre muchacho. Con su cuerpo lastimado, su mente desordenada y sin nada en el mundo. Era tan agradecido.
Hoseok soltó su campana lentamente y la mujer la miró, luego le sonrió.
─ Jungkook no ha de tardar en llegar. Yo debo irme, aún hay papeles que debo trabajar para finalizar tu adopción, ya estás inscrito como parte de la manada, ahora solo debo ponerte como parte de mi familia. Jungkook lleva el apellido de su madre Omega, pero a tí voy a inscribirte con el mío, así que será Jung Hoseok.
─ Jung Hoseok... ─ Susurró el pelinegro. ─ Suena lindo. ─ Le dijo.
─ Me alegra que te guste. ─ Comentó la mayor con una sonrisa. ─ Con eso ya podré inscribirte al colegio y podrás estudiar.
Hoseok asintió, aún algo nervioso con el tema. Sabía leer, por suerte su madre había logrado enseñarle, pero sentía que iba a costar mucho. No estaba muy seguro.
─ Bueno, me voy. ─ Dijo la mayor con una sonrisa en el rostro. Después de todo, liberar a las vaquitas era uno de los logros más grandes de su vida y cuidar a una de ellas no sería una carga.
─ A-Adios. ─ Le dijo Hoseok y la mujer se fue.
Hoseok se quedó sentada en la cocina y suspiró mientras miraba sus piernas. Tal como la mayor le había dicho, solamente pasaron unos minutos para que la puerta de entrada se abriera y el aroma de cierto Alfa inundara el lugar. Hoseok se estaba acostumbrado, pues todo en esa casa olía a ellos.
─ ¡Hoseok! ─ Gritó el Alfa y el Omega abrió bastante los ojos. ─ ¡Hoseok, nos vamos! ¡Se hará muy larga la fila!
─ Um... ─ El Omega quería decir que estaba en la cocina, pero se sentía muy tímido, no podía levantar la voz de esa forma. Mejor iría al encuentro del Alfa.
Se levantó de la silla sosteniéndose de la mesa, pero aún así se sentía muy débil y no sabía porque al levantarse se le movía el piso. Cayó de rodillas y jadeó. Jungkook escuchó la campana y se apresuró a llegar a la cocina.
─ ¿Hoseok? ─ Llegó al lado del chico.
─ Lo siento... ─ Le dijo el Omega con las mejillas muy sonrojadas por la vergüenza.
Jungkook quiso bufar pero se contuvo, solamente quería que se fueran para que la fila no se hiciera muy larga. ¿Qué tal si se acababa la leche?
─ Vamos, apurate. ─ Le dijo tomándolo del brazo para levantarlo y sus ojos se desviaron a la campana en el cuello del chico. Luego miró a la camisa sin mangas.
Tragó saliva observando el cuerpo maltratado del chico, el cual se notaba un poco por los escotes de la camisa.
─ Espera. ─ Le dijo dejando al Omega apoyándose en la mesa y fue por otra camisa, la que fuera. Agarró la primera que encontró y se la lanzó. ─ Cambiate. ─ Le dijo y se cruzó de brazos para esperarlo.
Hoseok se quedó mirándolo, pues aunque había estado desnudo toda su vida, tenía cierta pena de mostrar su cuerpo.
─ Vamos, ¿Qué esperas? ─ Se quejó Jungkook y Hoseok asintió sacando la camisa que llevaba puesta bajo la mirada del chico, fue entonces cuando Jungkook desvió la mirada incómodo.
Se insultó a sí mismo por haber olvidado que el cuerpo del chico estaba lastimado, mierda, no quería ver eso. Hoseok se apresuró a colocar la camisa nueva y miró al Alfa con un poco de ansiedad.
─ Bien, ahora vámonos. ─ Le dijo jalandolo del brazo.
Hoseok mordió su labio inferior porque Jungkook lo llevaba demasiado rápido, pues al parecer no quería que la fila se hiciera más larga, pero su cuerpo simplemente no podía.
─ Espera... ─ Le pidió jalando el brazo que el Alfa sostenía. ─ Por favor... espera. ─ Jadeó cansado.
─ No hay tiempo para esperar. ─ Le dijo Jungkook tomando el brazo del Omega con un poquito más de fuerza. ─ Si se hace muy larga, la leche podría acabarse. ─ Ignoró por completo a Hoseok y lo continuó jalando a pesar de los leves quejidos y jadeos del Omega.
Cuando llegaron a la fila, ya estaba bastante larga. Jungkook se asomó por un lado para notar que aún estaban dando leche. Así que suspiró un poco aliviado, aunque solamente un poco, pues aún faltaba mucho para su turno.
Hoseok miraba al piso jadeando cansado, pues Jungkook lo había jalado todo el camino. No podía pensar muy bien, solo se sentía mal.
Y honestamente, si no fuera porque Jungkook quería conseguir la leche que le fueran a dar a Hoseok, no habría pasado por él después del colegio para llevarlo. Solo por eso pasó por él, no le importaba si esa vaca aguantaba hambre, bien podía salir a comerse la grama del patio.
Jungkook rió por sus pensamientos.
En eso la fila comenzó a avanzar de nuevo y ambos lograron llegar a la ventanilla para conseguir un cartón de leche y una mandarina. Jungkook celebró y Hoseok solo pudo ver el cartón de leche en su mano sintiéndose asfixiado de nuevo.
El camino de vuelta a casa fue más tranquilo.
─ ¿Vas a tomarte la leche? ─ Le preguntó Jungkook a Hoseok y el pelinegro volteó a ver el cartón en su mano. Ni siquiera habían llegado aún a la casa.
─ N-No... ─ Dijo la vaquita extendiendo la mano para entregar la leche de banano al Alfa.
Jungkook celebró internamente, tomando el cartón de la mano de Jungkook, una pequeña vocecilla en su mente le decía que si Hoseok le daba su leche, sería justo que él le diera al Omega su mandarina, así ambos comerían la misma cantidad. Pero Jungkook desestimó esa estúpida vocecilla.
Llegaron a la casa y Jungkook llevó a Hoseok a la mesa de la cocina, para que pudieran comer. El Omega se sentó y observó como el Alfa pelaba la mandarina, pues él no tenía idea de cómo se comía esa fruta. Lo imitó hasta que pudo comenzar a comerla. Sin embargo, dejó de comer cuando observó al Alfa dar un trago de leche, sus ojos descolocados observandolo.
No entendía por qué se sentía tan asfixiado. Aunque no había tomado de la leche ese día, su boca se llenó de aquel sabor dulce, casi como si hubiera sido él quien acababa de dar el trago.
─ ¿Qué miras? ─ Preguntó Jungkook al notar que Hoseok lo observaba.
─ Yo... n-no lo sé. ─ Le respondió Hoseok y bajó la mirada.
Jungkook se encogió de hombros y terminó el primer cartón de leche, luego tomó el segundo. La vaquita llevó otro pedazo de mandarina a su boca, intentando deshacerse de aquel sabor, volvió a levantar la mirada y allí estaba de nuevo ese sentimiento apretando el pecho.
No pudo evitar que su respiración se hiciera más gruesa cuando su mente comenzó a llenarse de horribles recuerdos y solamente volvió a agachar el rostro.
─ Apúrate, si quieres que te ayude a ir a tu habitación. ─ Le dijo Jungkook al notar que el contrario no comía.
Hoseok volvió en sí y asintió mientras llevaba otro pedazo de mandarina a su boca.
─ ¿S-Sabe bien? ─ Preguntó Hoseok, sin saber porque.
─ ¿El qué? ¿La leche? ─ Preguntó el Alfa.
─ S-Si.
─ Si, es mi favorita. ─ Dijo el Alfa.
─ Oh. ─ Dijo el Omega. ─ Creo que se nota.
─ ¿Sí?
─ Se nota que la disfrutas. ─ Le dijo Hoseok.
─ Si, por eso me molesta que pronto se vaya a acabar. ─ Dijo el Alfa y Hoseok tragó saliva ante la evidente molestia. ─ Pero eso no importa, porque eres libre, ¿No, 37?
Hoseok miró al Alfa bastante descolocado, su respiración se agitó.
─ P-Perdón. ─ Dijo la vaquita.
─ Eso no va a regresarme mi leche. ─ Le dijo el Alfa haciendo uno de sus típicos berrinches, tal vez no muy consciente de que el receptor estaba bastante afectado.
Hoseok bajó el rostro sintiendo su cuerpo temblar. Mientras Jungkook encogía los hombros y continuaba bebiendo la deliciosa leche.
─ ¿Crees que ésta sea tuya? ─ Le preguntó al pelinegro y Hoseok solamente se mantuvo en silencio, sin poder responder.
─ ¿Chicos? ─ La puerta de entrada se abrió y pronto la madre Alfa apareció en la cocina.
─ Aquí estamos. ─ Respondió Jungkook.
La señora se acercó a él para darle un abrazo y luego observó a Hoseok que se miraba pálido como si hubiera visto un fantasma y con la mirada ida.
─ ¿Hoseok? ¿Estás bien? ─ Hoseok parpadeó y miró a la mayor.
─ Si. ─ Le dijo llevando el último pedazo de mandarina a su boca. La mayor observó los cartones de leche en la mesa y luego a la vaquita.
─ ¿Hoseok? ¿Bebiste leche? ─ Le preguntó y el pelinegro negó con la cabeza.
Sentía como si quería salir corriendo de allí, sólo quería irse corriendo.
─ ¡Jungkook! ─ La mujer gritó comenzando a ponerse furiosa.
─ ¿P-Puedo ir a la habitación? ─ Preguntó el Omega, aunque pensaba que no podría ponerse de pie.
─ Espera. ─ Le dijo la Alfa a Hoseok. ─ Jungkook.
─ ¡¿Qué?! ─ Preguntó el Alfa ya molesto por no entender qué le pasaba a la mujer.
─ ¿Le preguntaste a Hoseok si se sentía bien con que tomaras su leche? ─ Le preguntó ella.
─ Si, se la pedí. ─ Le dijo el Alfa. La mujer lo miró con los ojos entrecerrados.
─ ¿Es cierto eso? ─ Preguntó la mayor a Hoseok.
─ Yo se la dí. ─ Dijo la vaquita en un susurro sintiéndose aún asfixiado.
─ ¿Hoseok? ─ Llamó la mayor al verlo aún pálido. ─ ¿Estás bien? ¿Te sientes bien?
─ Estoy cansado...
─ Vamos, yo te llevo. ─ Le dijo la mujer y el Omega suspiró aliviado cuando la mayor lo tomó del brazo y lo acompañó a su habitación.
La Alfa dejó a Hoseok de pie.
─ Oh, no has arreglado tu cama. ─ Le dijo ella.
─ ¿Arreglar mi cama? ─ La mayor sonrió y tomó las cosas que Jungkook había llegado, colocando el cubre colchón y los cubre almohadas para dejar una cama bien hecha.
─ Listo. ─ Le dijo. ─ No debes dormir directamente sobre el colchón.
─ Ya veo. ─ Respondió el Omega. ─ Gracias.
La mayor observó a Hoseok caminar y sentarse a la orilla de la cama, su mirada un poco perdida y se preguntó si el Omega estaba realmente bien.
─ Ya tengo tus papeles. ─ Le dijo.
Hosoek sonrió, volteando a verla.
─ Mira, es oficial. ─ Le dijo ella saliendo de la habitación y volviendo poco después con el papel de adopción. ─ Oficialmente eres Jung Hoseok.
Hoseok tomó el papel con sus manos, no estaba muy seguro de que aquel papel tuviera un valor, pero para él, ese papel significaba muchas cosas.
─ Gracias... de verdad.
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─ Ahora en las noticias dicen que no hay leche para un mes, si no que para dos semanas. ─ Se quejó Hyungsik.
─ Te dije que ese noticiero estaba mintiendo. Cuando menos acordemos ya no habrá leche. ─ Se quejó Hwasa.
Jungkook bufó molesto.
─ Seguramente nos darán pura fruta. ─ Dijo el Alfa. ─ No veo al líder encontrando otra solución para éste problema. ─ Tomó otra calada de su cigarro para disminuir el apetito de ese día.
─ Jungkook, ya están diciendo idioteces sobre tí en el camino. ─ Le dijeron. ─ Dicen que tu mamá adoptó a una vaca. ¿Te imaginas? ─ Todos comenzaron a reír.
─ Si, esa es una gran idiotez. ─ Comentó Jungkook mirando al cielo. ─ Una vaca siendo parte de una familia de lobos, es una gran idiotez.
Todos volvieron a reír.
─ Si fueran los tiempos antiguos, ustedes ya se habrían comido a esa vaca. ─ Dijo Wendy.
─ ¡Que asco Wendy! ─ Se quejó Eunwoo otra vez.
─ ¿Qué? ─ Dijo ella. ─ Cuando mire una le daré una mordida. Pare que recuerde que es una simple presa.
Todos comenzaron a reír.
─ Están obsesionados con las vacas. ─ Les dijo Jungkook. ─ Ya aburren.
─ Vaya, Jungkook anda amargado, ¿Será por el rumor?
─ Si me dice quien lo inició, iré ahora mismo a meterle la cabeza en el retrete. ─ Les dijo con molestia.
Todos volvieron a decir.
─ No te lo vas a creer, pero dicen que fue cabeza de espagueti.─ Le dijo Yugyeom.
─ ¡¿Esa estúpida?! ─ Preguntó Jungkook, pero por dentro se preguntaba cómo sabría esa tarada sobre Hoseok.
Se apresuró a aplastar el cigarrillo sin terminar y antes de que las clases dieran inicio cumplió su cometido, mientras todos reían de cómo el cabello de espagueti de la Omega se movía con el agua del retrete al darle a la palanca. La diversión no duró demasiado, pues el profe Namjoon los atrapó a todo en el acto y así fue como terminaron castigados durante el almuerzo.
Jungkook no estaba con demasiado buen humor al final del día, por lo que se apresuró a ir él solo por la comida a la sede. Cuando llegó la fila no estaba tan larga y solamente iba a tomar su ración, aunque cuando llegó a la ventanilla la persona del otro lado le ofreció darle la ración de su amigo.
El Alfa aceptó gustoso pensando en cómo molestar al Omega en casa, pues había notado como éste se veía afectado por un estúpido carton de leche. En el camino se comió la fruta que le dieron para él y para Hoseok, así que cuando llegó a casa solamente tenía ambos cartones de leche.
─ ¿Hoseok? ─ Llamó y al igual que el día anterior, solo hubo silencio.
Caminó hacia la cocina y encontró a la vaquita sentada en la mesa de la cocina.
─ Hola.─ Saludó.
─ Hola. ─ Respondió Hoseok esperando que el Alfa volviera a sacarlo igual que el día anterior.
─ Ya fuí a la sede. ─ Le dijo Jungkook y el Omega lo miró con cierta sorpresa. ─ Hoy solo dieron leche.
El Omega miró al Alfa con algo de confusión.
─ Así que si quieres comer algo, puedes comer leche. Deberías, porque te estas recuperando, ¿No es así? ─ Le dijo el Alfa y colocó el cartón de Hoseok frente a él en la mesa.
Jungkook tomó su propia leche y se sentó frente al Omega.
─ Bebela, rápido, si quieres que te ayude a ir a tu habitación. ─ Hoseok observó como Jungkook abrió su propia leche y con sus manos temblorosas abrió la propia, para luego llevarla de nuevo a sus labios. Sabía que el Alfa insistiría en hacerlo beberla, no estaba seguro del por qué.
─ ¿Sabe bien? ─ Preguntó Jungkook y Hoseok no pudo evitar que sus labios temblaran mientras asentía. ─ Bebe más.
El Omega dio otro trago de leche, y otro, y otro, hasta que la leche en el cartón se acabó.
Dejó el cartón en la mesa.
Jungkook lo observó con una sonrisa ladina.
─ ¿Te llevo a tu habitación? ─ Ofreció.
─ S-Si por favor. ─ Le dijo Hoseok sintiendo el estómago revuelto.
Su mente repitiendole que su dolor sabía tan dulce, tan bien.
Jungkook lo sentó en la cama.
─ ¿Me odias? ─ Le preguntó el Omega.
El Alfa lo miró a los ojos, algo impresionado con la pregunta. Se acercó al Omega.
─ No eres así de importante. ─ Le dijo. ─ Solo no me estorbes.
El Omega asintió y Jungkook salió de la habitación. Bufó molesto, ¿Qué tan estúpido tenía que ser el Omega para preguntar aquello? ¿No era obvia la respuesta?
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