Hoseok se encontraba sentado a la orilla de la cama de su habitación, una pequeña sonrisa se encontraba en su rostro mientras escuchaba el suave tintineo de la campana de Jungkook en algún otro lugar de la casa. Suspiró sintiéndose tranquilo, por fin se sentía tranquilo, sentía a su vaquita acostada en su interior con la cabeza levantada, observando atentamente lo que era ahora su vida. De vez en cuando mugía y aquello le daba paz al Omega, se sentía diferente, muy diferente.

Aún podía sentir aquel vacío que la soledad había dejado, pero comenzaba a creer que éste se iría, podía ser que en vez de matarlo, éste se fuera haciendo más pequeño. Es lo que deseaba.

Su sonrisa se ensanchó un poco más y llevó instintivamente su mano derecha sobre su abdomen bajo pues tenía una linda sensación. En ese momento Jungkook entraba a la habitación con un poco de comida y ésta casi se le cae al ver a Hoseok sentado con una mano sobre su abdomen bajo.

─ Oh. ─ Hoseok hizo un pequeño gesto de sorpresa al verlo traer comida y luego volvió a sonreír.

Jungkook tragó saliva.

─ Estás sonriendo. ─ Dijo aunque su mente seguía pensando en aquella mano sobre el abdomen bajo del Omega.

─ ¿Es malo? ─ Preguntó la vaquita.

─ No, no. ─Dijo Jungkook intentando ignorar aquello y entrando a la habitación. ─ Es bueno, es perfecto. ─ Afirmó. ─ Fuiste hecho para sonreír.

Hoseok sonrió más grande y negó con la cabeza sintiendo sus mejillas sonrojarse.

─ ¿Qué dices? Nadie está para sonreír creo. Mucho menos alguien de mi raza.

─ No sé quién te dijo eso, pero mentía. ─ Afirmó el Alfa. ─ Mentía, Hoseok.

El Omega lo miró a los ojos y asintió lentamente sintiendo su corazón palpitar un poquito más fuerte de lo normal.

─ Me preguntó en cuántas cosas más me habrán mentido. ─ Le dijo el Omega poniéndose un poco triste al recordar su pasado en la fábrica.

─ Yo puedo decirtelo.─ Le dijo Jungkook. ─ Quiero decir, no lo sé todo, pero... algo debo haber aprendido en todo éste tiempo.

Hoseok se rió por su forma de hablar y el Alfa lo miró con los ojos muy abiertos. Se miraba diferente, Hoseok se miraba diferente. Incluso su piel se miraba un poquito menos pálida y sus ojitos estaban llenos de brillitos y estrellitas. Su campana tintineaba mientras el Omega se removía riendo, Jungkook sentía que lo miraba en cámara lenta, porque no podía dejar de perderse los detalles.

─ Hoseok. ─ Lo llamó y el Omega respiró profundo para calmarse. Cuando el Omega por fin lo miró dándole toda su atención, Jungkook se inclinó y junto sus labios en un necesitado beso.

Hoseok lo miró con los ojos abiertos, lleno de sorpresa, pero luego los cerró y llevó sus manos a los hombros del Alfa que comenzaba a besar sus labios. Se besaron lento por algunos segundos hasta que se separaron y Jungkook miró a un lado sintiendo un poquito de pena por haberlo besado de la nada.

─ L-La comida. ─ Le dijo entregando algunas frutas al Omega. ─ Debes comer para recuperarte bien de tu celo.

Ambos sintieron las mejillas calientes otra vez.

─ S-Si. ─ Respondió Hoseok dando una mordida a la primera fruta que agarró.

Sentía a su vaquita burlarse de él por tenerle tanta pena al Alfa y tenía ciertas ganas de gritarle que dejara de disfrutar tanto el asunto. Pero estaba tan feliz de sentirla que no le importaba tener que aguantar aquella pequeña burla.

Ambos se sobresaltaron cuando la puerta de la casa fue golpeada con cierta fuerza, se vieron a los ojos y luego Jungkook se levantó para poder ir a ver qué sucedía. Era extraño pues aún tenían comida.

Abrió la puerta de la casa y sintió un poco de alivio al ver que era el mismo oficial. Éste lo observó con un poco de sospecha pero no dijo nada.

─ El líder quiere que Jung Hoseok se presente en la casa principal. ─ Avisó. ─ Debe ir con nosotros.

─ ¡¿Qué?! ─ El Alfa casi sintió a su lobo gruñir con enojo. Respiró profundo y se dijo que podía hablarlo aunque le diera pena. ─ Digo... si, si puede ir pero, ¿Puedo ir con él?

─ El líder sólo llamó a Jung Hoseok.

─ Acabo de marcarlo. ─ Dijo vomitando las palabras. ─ Lo marqué hace tres días.

Los ojos del guardía se ampliaron, por su mente pasó por un instante que un lobo había marcado a una vaca, pero pronto sacudió la cabeza intentando deshacerse de aquel pensamiento.

─ Vamos a preguntar.. ─ Le dijo el guardia y Jungkook asintió.

El guardia se dió la vuelta sintiendo que llevaba el chisme del año y cuando llegó a donde se encontraban sus compañeros no dudó en contarlo haciendo que todos se sorprendieran. Tiraron suertes para decidir quién sería el afortunado en decirle a Bogum, pero el mismo guardia perdió.

─ ¡¿Qué?! ─ Había gritado el segundo al mando sintiéndose un poco desestabilizado por el asunto pero respiró profundo diciendo que era algo normal, no eran "dos razas" eran simplemente dos personas amándose.

Caminó de regreso al interior de la oficina donde el líder, dos jóvenes y algunos guardias se encontraban en una situación un poco incómoda no habiendo mucho de que hablar.

─ Líder. ─ Llamó. ─ Tengo algo confidencial que comentarlo.

Taehyung suspiró y se levantó de su asiento caminando hacia la salida de aquella oficina, al salir y cerrar la puerta, Eunwoo se levantó de su asiento y corrió hacia la puerta, provocando que los guardias creyeran que intentaba huír y luego que se sorprendieran al ver que el Omega simplemente pegaba la oreja a la puerta.

─ ¡¿Qué crees que haces?! ─ Susurró Yoongi con fuerza y fué apoyado por los demás guardias.

Eunwoo los vió con incredulidad.

─ ¡¿No quieren saber qué van a hablar?!

Todos se vieron sabiendo que en realidad sí, todos querían saber por lo que Eunwoo se concentró en escuchar bien lo que se hablaba en el pasillo.

─ Ya dilo. ─ Decía el líder al ver que a Bogum le costaba un poco articular las palabras.

─ Es que... veras... pasó algo y Jung Hoseok la vaquita no puede venir sólo. ─ Dijo Bogum.

─ Claramente, vendrá con una escolta, aún estamos en toque de queda. ─ Dijo Taehyung como si fuera lo más obvio.

─ No. ─ Dijo Bogum. ─ Me refiero a que debe venir con un Alfa.

─ Los guardias son en su mayoría Alfas.

─ Su Alfa, Taehyung, me refiero a que debe venir con "su" Alfa. ─ Dijo Bogum finalmente.

─ ¿Su Alfa?

─ Por los cielos, un Alfa marcó a la vaquita. ─ Le dijo Bogum.

El líder contuvo el aliento.

─ Un Alfa... ¿Una Alfa de lobo? ─ Preguntó.

─ Si.─ Dijo Bogum esperando a que el líder se escandalizara pero éste solamente sonrió.

─ Namjoon va a estar tan feliz. ─ Dijo haciendo que Bogum parpadeara varias veces. ─ Él juraba que esos dos iban a terminar juntos. Ese Omega definitivamente sabe cosas.

Y mientras Bogum seguía sin comprender la reacción del líder, Eunwoo tenía tapada su boca con ambas manos y sus ojos muy abiertos.

─ ¡Cuenta! ─ Le decía Yoongi y los guardías también presionaban después de ver la reacción del Omega.

Pero Eunwoo estaba ocupado aguantando un grito porque cielos, alguien había logrado amarrar al salvaje de Jungkook y eso era algo grande. Era algo realmente increíble.

─ ¡Ya dinos!

─ Jungkook marcó a Hoseok. ─ Dijo rápido y se volvió a tapar la boca.

Yoongi abrió la boca y se quedó ido después de recibir tal sorpresa. Pero en su interior saltaba y gritaba de emoción porque él sabía que esos dos iban a terminar juntos, él lo supo desde la primera vez que los vió y si había algo que a Yoongi le gustaba era tener la razón en algo.

Mientras tal chisme se corría en la casa principal y entre los guardias de la manada. Un profesor iba con los brazos cruzados y el ceño sumamente fruncido, pues el idiota de Taehyung no entendía que no quería verle la cara después de lo que había pasado entre ellos. Pero como siempre, un Omega como él no podía negarse al llamado del líder y esperaba que realmente hubiera una buena razón por la cual se tuviera que presentar.

Porque juraba que si Taehyung lo había mandado a llamar para una estupidez lo mandaría a comer mierda y le iba a importar una mierda que fuera el líder de la manada.

Los minutos se le hicieron eternos hasta llegar a la entrada de aquel lugar y caminó pisoteando el suelo y con los puños cerrados hasta llegar a donde se suponía que Taehyung debía estas. Pero se sorprendió al verlo de pie afuera en el pasillo con Bogum.

Ambos cruzaron miradas y Taehyung juró que si las miradas mataran ese Omega ya lo habría enterrado. Pero le fascinaba.

─ Espero tenga una buena razón para llamarme... mi líder. ─ Dijo con voz molesta.

─ Oh, Namjoon. ─ Dijo Taehyung. ─ No vas a creer el chisme que te tengo.

─ ¡¿Chisme?! ─ Preguntaron Bogum y Namjoon al mismo tiempo.

─ Shhh. ─ Dijo Taehyung.

─ Mas te vale,Taehyung...─ Comenzó a decir Namjoon, pero se detuvo para ver que hayan sido dejados solos. Cuando estuvo seguro, continuó. ─ Mas te vale que sea algo bueno o te juro que no te vuelvo a hablar en mi vida, es más, me iré de la manada.

─ ¡Estoy seguro! ─ Dijo el Líder.

─ Habla.

─ ¿Recuerdas a tu estudiante, la vaquita y a tu otro estudiante, el salvaje?

─ Hoseok y Jungkook. ─ Dijo Namjoon.

─ Pues Jungkook marcó a Hoseok. ─ Dijo el líder y Namjoon se quedó sin aliento.

Un pequeño baile de celebración prosiguió a la sorpresa hasta que el profesor pudo dejar de celebrar.

─ ¡¿Cómo lo sabes?! ─ Preguntó Namjoon.

─ Soy el líder. ─ El Omega lo vió con rostro serio.

─ Ya en serio, ¿Cómo lo sabes?

─ Mandé a llamar a Hoseok para un asunto oficial y me han dicho que no puede venir sin su Alfa. ─ Comentó Taehyung.

─ Si, debe ser reciente porque yo estuve con ellos el día de la marcha y Hoseok no tenía marcha. ─ Dijo Namjoon.

Taehyung asintió y le indicó a Bogum que dejaran al Alfa venir junto a la vaquita. Sin más le explicó la situación al profesor y éste decidió entrar para poder reconocer a los estudiantes que el líder tenía en su oficina. Aún se sentía incómodo de estar de vuelta en ese lugar pero, si era algo oficial podría sobrellevarlo.

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─ Por favor, no se nada. Lo prometo. ─ Decía la señora Jung mientras Park la miraba a los ojos. ─ Ya les he dicho todo lo que sé, se los juro.

─ Agh. ─ Dijo el Alfa sintiéndose molesto con todo el asunto.

Ya habían pasado varios días y Jimin apenas había aceptado ayudar, pero por otro lado, no habían recibido palabra aún de la manada del norte y eso lo tenía un poco pensativo. Por lo menos eso le daría tiempo de recuperar a las vacas que aún quedaban en la ciudad o al menos las que pudiera.

─ Llevensela. ─ Dijo molesto mientras la Alfa seguía rogando que la dejaran en paz.

─ ¿Señor? ─ Llamó alguien. ─ ¿Qué vamos a hacer con su hijo?

─ Llevenlo a inseminar. ─ Le dijo haciendo que éste lo mirara un poco incrédulo.

─ ¿Realmente lo hará? ─ Preguntó en un susurro, intentando no enojar al Alfa.

─ ¿Tú qué crees? ─ Le dijo. ─ ¿Que lo llevaremos a pasear?

─ Pero usted dijo que...

─ ¡Ya sé que dije! ─ Dijo Park y luego se quedó pensativo. ─ La única forma de asegurarme de que esté de nuestro lado es así.

─ Si, señor.

El señor Park se quedó pensando en su plan, aunque fuera solo una vaca más, necesitaba a todas las vacas posibles para que su plan funcionara, no podía ofrecerle a una manada superar la pobreza y luego llegar con las manos vacías. 

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