La puerta sonó un poco insistente y un Alfa con mejillas muy sonrojadas tuvo que apresurarse a vestirse para abrir la puerta.

─ Eh... ¿Todo bien? ─ Preguntó el guardia a cargo.

─ S-Si... ─ Dijo Jungkook extendiendo sus manos al ver que éste traía lo que parecía ser una bolsa de comida para algunos días.

El guardia le entregó la bolsa y lo miró con los ojos entrecerrados. Jungkook casi podía sentir que estaba siendo juzgado pues había que tener el peor olfato entre los lobos para no sentir el dulce aroma que venía desde el interior de la casa.

─ No hay novedades. ─ Explicó el guardia. ─ Aún no han cambiado las órdenes del líder, así que se mantiene el toque de queda.

─ E-Esta bien, gracias. ─ Dijo el Alfa y desvió su mirada a un lado esperando que ya lo dejara irse.

─ Bien. Eso es todo. ─ Dijo el guardia, dándose la vuelta para salir de allí.

Jungkook suspiró aliviado y cerró la puerta, luego apoyó su frente en esta aún sosteniendo la bolsa con comida en una mano.

Ya había pasado un día entero desde que inició el celo de Hoseok y Jungkook estaba exhausto, física y emocionalmente. Aún así, se sentía bien de poder estar con el Omega, pues estaba muy enamorado.

Se dirigió hacia la cocina para poder sacar algo de comer, tragó saliva sabiendo que ésto sería una odisea.

Caminó con dos frutas hacia la habitación del Omega y al abrir la puerta, éste lo esperaba con sus grandes ojos grises abiertos en una expresión algo asustada por haberlo dejado solo.

─ Fuí por la comida. ─ Explicó el Alfa y Hoseok asintió suavemente.─ Debes comer.

─ No tengo hambre, Alfa...Ven...

Jungkook se sintió encantado, sentía a su lobo en su interior casi danzar de la emoción, pero a su vez se regañó a sí mismo.

─ Primero comida, después sex... digo... si emm después lo demás. ─ Se avergonzó un poco haciendo reir un poco al Omega.

Hoseok se miraba cansado y un poquito enfermo, probablemente aún no llevando muy bien el celo, sin embargo no parecía decaer. Eso era lo que le daba esperanzas al Alfa.

Jungkook tragó saliva y se acercó a eĺ hasta llegar a su lado en la cama. Se sentó e inmediatamente sintió el enorme impulso de besarlo, pero lo aguantó llevandose su propia fruta a la boca y dándole una mordida.

Una fruta resultaba ser un buen bloqueo en el momento.

Le extendió la otra fruta al pelinegro y éste suspiró rendido, pues su cuerpo aún se sentía caliente y tenía muchas ganas de sentir al Alfa. Había descubierto algo, era cierto que la marca hacía que Jungkook pudiera sentir el enorme vacío que Hoseok tenía en su interior, pero... también dejaba a Hoseok sentir al Alfa y Jungkook, a pesar de todo, parecía estar muy llenito de muchas alegres emociones. Eso calmaba mucho al Omega y dejaba a Hoseok sentir cierto alivio que hace mucho no sentía.

Tomó la fruta y le dió una mordida que le supo algo amarga pues su cuerpo solamente deseaba sentir a Jungkook, pero aún así suspiró y terminó masticando con un poquito de asco.

Al terminar levantó la mirada y pudo ver que el Alfa lo observaba de regreso. Lo miró a los ojos y pensó que se sentía bien, se sentía tan bien. A pesar de todo lo malo que había pasado.

Se estiró lanzándose a los brazos del Alfa y besando los labios de éste. Extrañamente, aquella fruta que había sabido amarga en su boca, sabía tan dulce en los labios y lengua del Alfa. Jungkook correspondió llevando una mano a la espalda del Omega y otra su suave cabello negro. Se besaron así hasta que sus lenguas comenzaron a acariciarse.

Se sentía tan bien.

─ Jungkook. ─ Hoseok se separó jadeando. ─ Me siento bien, se siente tan bien. ─ Le confesó.

El Alfa sonrió, también entre jadeos.

─ Yo también me siento así. ─ Le dijo volviendo a besarlo, deseando que el beso nunca acabara.

Sus lindas campanitas tintineaban mientras ellos se besaban y se movían intentando sentirse más. Jungkook se había preocupado por ello al principio, creyendo que los guardias escucharían las campanitas y pensarían que algo más pasaba. Pero luego recordó que solamente ellos podían escucharlos y aquello fue tan perfecto en el momento.

Se separó del Omega para poder sacar la ropa que se había puesto para ir a atender la puerta, y Hoseok lo observó con ojos expectantes. Si alguien le hubiera dicho que su celo sería tan hermoso no hubiera temido tanto, pero era tan difícil creerlo después de todo lo que había sucedido.

Jungkook lo miró a los ojos y con sus manos lo tomó de la cintura para atraerlo a su regazo. El Omega tragó saliva y no podía controlar su agitada respiración. El Alfa llevó sus manos a sus hombros y acarició suavemente hacia abajo, le gustaba sentir su piel, era suave. Hoseok cerró sus ojos cuando Jungkook se acercó a besar sobre la reciente marca haciéndolo temblar.

─ Ya sé porque tu dios y el mío nos juntó. ─ Dijo el Omega y eran las palabras de Hoseok. ─ Es porque esto se siente tan bien, Alfa.

Jungkook sornió.

─ Me gustaría creer que es porque ambos nos necesitábamos. ─ Le dijo causandole un poco de gracia que su vaquita pensara que era por el sexo.

─ No, no es por eso, es por esto. ─ Dijo el Omega convencido. ─ Es porque esto se siente tan bien.

Jungkook miró al Omega a los ojos preguntándose si acaso lo entendía, no estaba seguro de estar entendiendo lo que éste le decía y no le sorprendería que fuera así.

─ ¿Qué cosa se siente bien? ─ Preguntó entonces.

─ Estar juntos. ─ Le dijo.

El Alfa sonrió y volvió a besar los labios del Omega mientras sentía que se derretía por su suave voz. Llevó su mano a las piernas y acarició suavemente sus muslos sintiendo como Hoseok se estremecía cuando sus manos se acercaban hacia arriba, cerca de su miembro. Luego tomó el miembro y lo acarició creando fricción con su mano. El Omega gimió suavecito y llevó sus manos a los hombros del Alfa para sostenerse.

Se separaron para mirarse a sus ojos y el Alfa ayudó al Omega a levantarse para volverlo a recostar en la cama y acomodarse sobre él. Jungkook llevó su miembro a la entrada de éste y comenzó a entrar, gimiendo por lo bien que se sentía.

Realmente Hoseok tenía razón, se sentía tan bien. Tan bien que ni siquiera podía comparar lo que ellos hacían con las veces que él había ayudado a sus amigos Omegas. Su mente simplemente no podía recordar haberse sentido tan bien en algún momento, porque al parecer su mente siempre estuvo en otro lado, pero ahora su mente y todo sus ser estaban concentrados en el Omega que jadeaba con las mejillas sonrojadas bajo él.

Su piel era hermosa y estaba cubierta por una delgada capa de sudor, su cabello estaba desordenado, y dudaba que pudiera peinarse sin antes tomar un baño, su cuerpo temblaba en anticipación ante el delicioso placer que iban a compartir juntos en el momento y Jungkook no lo hizo esperar más. Salió de él y volvió a entrar generando ese rico cosquilleo que hacía al omega ver estrellas que jamás en su vida había visto.

Jungkook le tomó una mano para sostenerse y con la otra seguía masturbando el miembro del Omega que comenzaba a gemir cada vez más fuerte. Era tan bello, tan precioso, Jungkook lo pensaba mientras se inclinaba a besarlo, mientras intentaba hacer al contrario sentir lo bueno que era todo ésto y deseaba que Hoseok pudiera sentirse mejor.

Se preguntaba si todo ésto sería suficiente para que la vaquita dejara de morir, lo deseaba tanto que una lágrima se le escapó y cayó en la mejilla de Hoseok, haciendo que éste abriera sus ojos y observara a Jungkook.

El Omega se quedó un poco confundido por aquella lágrima, llevó su mano libre a su mejilla para tomarla.

─ No llores... ─ Susurró entre jadeos. ─ No llores, Alfa.

─ Entonces quedate, quedate por mucho tiempo, Hoseok. ─ Le pidió.

─ Lo haré, voy a quedarme, si es contigo, voy a quedarme. ─ Le dijo la vaquita y Jungkook sonrió.

Hoseok entonces cerró sus ojos y no pudo evitar venirse entre deliciosos espasmos que lo dejaron con una sonrisa en el rostro, y Jungkook se vinó poco después, su nudo hinchadose en el interior de Hoseok, solo para darse cuenta que se había olvidado de ponerse el condón, ups.

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─ ¡¿Dónde mierda están?! ─ Gritó el líder bastante frustrado. ─ No pueden haber desaparecido, es imposible, tienen que estar en los alrededores.

─ Taehyung, trata de tranquilizarte, así no podrás encontrar una solución. ─ Le decía un nervioso Namjoon, mientras Bogum también intentaba pensar.

─ Tienen que seguir en los alrededores, en eso tienes razón, Taehyung. ─ Afirmó Bogum. ─ Pero también hay algo que debes pensar. Son muchas personas, Tae, qué harás cuando las encuentres.

─ Están exiliados, simplemente quiero que liberen a las vaquitas, ellos no tienen la culpa de todo ésto. ─ Dijo Taehyung. ─ Mientras no vuelvan a poner un pie en mi manada, pueden hacer lo que les dé la gana, excepto Park, él está sentenciado.

─ Deberías hablarlo con las demás manadas. ─ Le dijo Namjoon. ─ Llegar a un acuerdo, para que si ellos llegan sean entregados en tus manos.

El líder observó a Namjoon por un momento. El Omega tenía razón, era una buena salida, si él lograba convencer a las manadas más cercanas de entregar a los exiliados, específicamente a Park, entonces lo dejaría sin salida.

─ Es una buena idea. Bogum. ─ Dijo Taehyung para que éste pudiera comenzar a trabajar en ello.

Cuando éste salió de la oficina de Taehyung, Namjoon bajó la mirada con algo de pena.

─ ¿Cuándo me dejarás volver a casa? No puedo seguir viviendo aquí... Contigo.

─ Si puedes. ─ Le dijo el Líder.

─ Tae. ─ Namjoon levantó la mirada. ─ Es imposible, ¿Lo recuerdas? Soy un Omega de clase baja.

─ Ningún otro Omega podría estar a mi lado, solo tú.

─ Pero tu familia...

─ Ellos no importan. ─ Insistió el líder.

─ Estás siendo egoísta, Tae. ─ Dijo Namjoon con cierta frustración. ─ Ellos ni siquiera me dejaron seguir siendo tu amigo. Si se dieran cuenta de lo que estás haciendo ahora... tu madre...

─ Namjoon, he dicho que ya no me importa. ─ Dijo el Alfa mirándolo a los ojos.

─ Pero a mi si. ─ Insistió el Omega. ─ Entiéndelo, ellos siempre me van a despreciar y...

─ Estoy cansado. ─ Le dijo Taehyung. ─ No puedo más, Namjoon, por favor. Yo hablaré con ellos.

─ Por favor, no pierdas la visión, éste no es el momento para ésto. ─ Le pidió el Omega y al ver que el Alfa se levantaba de su silla él también lo hizo.

Caminó rápidamente hacia la salida maldiciendo en bajo, pero el Alfa lo alcanzó antes y lo giró dejándolo contra la pared.

Namjoon odiaba ésto, estar encerrado en la casa principal, dejaba a Taehyung con el camino libre para dar rienda suelta a sus emociones y hacerlo caer más si eso era posible. Pero el problema es que el mundo afuera era inmenso y no estaría dispuesto a aceptarlos a ambos.

─ Por favor. ─ Le pidió el Omega. ─ No lo hagas, vas a destruirme, ¿No lo ves?

─ ¿Cómo es posible que mi amor te destruya? ─ Preguntó el Alfa y se inclinó a besar suavemente los labios del Omega.

Namjoon se separó jadeando y poniendo sus manos en el pecho del Alfa.

─ Es porque no podrás cumplir tu promesa, no podrás estar conmigo. ─ Le dijo el Omega. ─ Entonces yo estaré demasiado enamorado de tí y será muy tarde para mi.

Taehyung lo ignoró y volvió a besar sus labios.

─ ¿Cuántas veces más me harás cometer éste error? ─ Preguntó Namjoon cuando los labios del Alfa se desviaron a su cuello.

─ Hasta que me aceptes.

El Omega cerró sus ojos negando con la cabeza.

─ Está bien, hazlo. ─ Le dijo Namjoon. ─ Verás que es una locura.

─ No lo es. ─ Taehyung se separó. ─ No es una locura.

El líder se separó del Omega y caminó hacia la salida, dejando a Namjoon apoyado en la pared sintiendo que sus temblorosas piernas no iban a poder sostenerlo. Apretó los puños y se apresuró a seguir al Alfa por los pasillos, debía detenerlo antes de que éste cometiera el peor error de su vida.

─ ¡Taehyung! ─ Lo llamó entre los pasillos, pero éste continuó ignorándolo hasta llegar al despacho de su madre. ─ ¡Taehyung! ─ Gritó de nuevo intentando evitar que entrara.

Pero el Alfa entró al despacho y cerró la puerta tras él, dejando a Namjoon al otro lado de la puerta. El Omega sintió todo en él temblar cuando escuchó la voz de la mujer, pues él lo recordaba, esa mujer era el mismísimo diablo al igual que el antiguo líder Kim y Namjoon se preguntó si alguna vez tendría el valor de decirle a Taehyung que sus padres mataron a los padres de Namjoon.

Las lágrimas comenzaron a caer cuando recordó a esa mujer amenazandolo para salir de la vida de Taehyung, pero él era joven e impulsivo, entonces sus padres se habían "accidentado." Eso fue suficiente para romper su corazón.

Fue cuando Namjoon comenzó a poner distancia entre ellos, aunque no pudo olvidarlo y cuando el líder Kim murió, él finalmente pudo volver a acercarse un poco a Taehyung, pero había sido un error.

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─ Taehyung. ─ Dijo la mujer con sorpresa. ─ ¿A qué se debe la visita? ¿Necesitas ayuda?

El Alfa observó a su madre y tragó saliva.

─ Hijo, podrás controlarlo. ─ Dijo la mujer. ─ No muestres tus debilidades, sé como tu padre él...

─ Madre, tengo algo que decirte, ya escogí una pareja.

─ Oh. ─ La mujer que había intentado no prestar mucha atención a su hijo se sentó derecha en su asiento. ─ Y... ¿Quién es la Omega afortunada?

─ Se trata de Kim Namjoon. ─ Le dijo Taehyung. ─ Mi amigo de la infancia.

La mujer sintió como si se le apareciera el mismo diablo, comenzó a reír.

─ Tae, querido, ese Omega es de clase baja, no tiene lo que se requiere para tener un hijo alfa con élite. Necesitas encontrar a una Omega con elite. ─ Le dijo la mujer.

─ No, ya lo decidí, me quedaré con él. ─ Dijo Taehyung.

La mujer cambió su rostro y entonces se puso de pie molesta.

─ Si lo haces, dame por muerta. ─ Le dijo. ─ A mi y a tu familia.

Taehyung la miró con los ojos muy abiertos.

─ Olvídate de nosotros, Taehyung.

─ No puedes hacer eso, somos familia. ─ Le dijo el Alfa.

─ No, si no entiendes tu posición en la jerarquía no seremos nada. ─ Le dijo la mujer.

─ Lo dices como si Namjoon no fuera un lobo, como si...

─ Podremos ser la misma raza pero jamás del mismo nivel. ─ Dijo la mujer a su hijo que la miraba con los ojos muy abiertos, reconociendo que su madre era igual que su padre. ─ Si tu padre te viera, estaría decepcionado de tí. Piensalo, Taehyung, es él o nosotros, piensalo bien.

─ Mis hermanos me apoyan. ─ Dijo Taehyung.

─Veremos si es así, cuando sepan con quien quieres estar, ya está bien, Taehyung. Soportamos tus nuevos ideales, soportamos que liberarás a las vacas, te apoyamos, pero nuestro apoyo tiene un límite. ─ Le dijo la mujer. ─ No podemos cargar con más tonterías tuyas.

─ Liberar a las vacas no fue una tontería. ─ Dijo Taehyung y viendo que su madre no tenía nada más que decir se giró y salió de la habitación.

Al hacerlo se encontró con el rostro preocupado de Namjoon y Taehyung tragó saliva, abrió la boca para decirle que todo iba a estar bien, pero el Omega no lo dejó hablar, simplemente se fue corriendo por el pasillo.

Namjoon, lo sabía, que esa mujer haría lo que fuera para mantenerlos separados. Así era la familia de Taehyung, el Alfa simplemente había tenido la mala suerte de ser el único que nació con un buen corazón. Pues el resto de su familia era igual que la familia Park y Namjoon quería protegerlo, no quería que el Alfa sufriera, no quería que se diera cuenta que sus padres y hermanos eran unos monstruos.

Eso no era lo que él deseaba.

Por eso corrió y corrió hasta salir de la casa principal, no le importaba si corría peligro. Corrió hasta que los guardias lo detuvieron y cuando le dijeron que debían regresarlo a la casa principal, Namjoon les rogó que lo llevaran a su casa, que por favor le dijeran al líder que él deseaba volver a su propia casa y Taehyung, ante la insistencia del Omega, no pudo más que rendirse.

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