El líder se encontraba sentado en su oficina, los rumores sobre una marcha a favor de Park estaban corriendo. Personas de su manada que estaban disgustadas por el hecho de que matara a un lobo por una raza "inferior" eran quienes conformaban dicha marcha.

Lo dejaría pasar, sin embargo, ésto no iba a cambiar su decisión sobre la pena de muerte.

La marcha se daría en pocos días y se preguntaba si lo mejor sería matar a el lobo antes de que se diera o si debería esperar después de la marcha.

La puerta sonó y ésto lo sacó por completo de sus pensamientos.

─ ¿Señor? ─ Taehyung levantó la mirada. ─ El profesor Namjoon.

─ Déjalo pasar. ─ Pidió el Alfa y la persona asintió.

Taehyung aclaró su garganta y se preguntó si se miraba bien ese día. Le hubiera gustado correr al baño solo para ver si su cabello estaba bien colocado.

La puerta se abrió antes de que pudiera pensar en hacer algo más. Sonrió al ver la sonrisa del Omega.

─ Aún me pregunto cuándo llegará el día en el que me niegues la entrada. ─ Le dijo Namjoon.

─ Esperarás toda tu vida.

─ Lo dudo, cuando encuentres a un Omega no podrás estar recibiendo mis visitas. ─ Explicó el profesor.

─ Deberías convencerte de que no encontraré un reemplazo para tí.

Las mejillas de ambos se sonrojaron, pero Namjoon carraspeó y fue a sentarse frente al Alfa.

─ Escuché que las cosas están muy mal. ─ Comentó el profesor. ─Incluso en el colegio se nota una gran división entre los estudiantes.

─ Dudo que haya una forma fácil de hacer ésto. ─ Dijo el Alfa con un suspiro. ─ Quieren hacer una marcha a favor de Park.

─ ¿Qué? Pero... ¿Qué? ¿No debería ser al revés? Ya sabes, la OPR debería marchar por las vacas. ─ Explicó el Omega.

─ Están muy ocupados. Muchas vaquitas están batallando para sobrevivir. ─ Le dijo el Alfa.

─ Ya veo. ─ Le dijo Namjoon. ─ ¿Qué harás?

─ Justo eso estaba pensando cuando llegaste. Estoy pensando si debería esperar a que pase la marcha para matarlo, o si debería adelantar el asunto.

─ Adelantarlo se vería mal, podrías enojar a la manada. ─ Le dijo Namjoon.

─ Eso pensé. ─ Taehyung suspiró. ─ Y dime, ¿Cómo va tu alumno, la vaquita?

Namjoon sonrió, sus mejillas tiñéndose de rosa pues le emocionaba.

─ Pues, últimamente los acompaño al parque.

─ ¿Los? ─ Preguntó el líder con cierta sonrisa.

─ Si, a la vaquita y su lobo. ─ Dijo Namjoon, el líder rió un poco.

─ Es una pareja inusual, ¿No lo crees?

─ Yo creo que es perfecta.

Ambos se miraron a los ojos unos segundos, recordando después que lo de ellos no podía ser por lo que desviaron las miradas.

Namjoon suspiró.

─ ¿Qué harás con Park? ─ Preguntó.

─ Si quiero evitar un desastre tendré que esperar a que pase la marcha, la marcha no cambiará mi decisión, pero si lo mato antes creerán que su opinión no me importa. ─ Le dijo.

─ ¿Te importa? ─ Preguntó el Omega.

─ Si, me importa, pero me importa porque es necesario cambiarla.

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─ Allí viene la vaquita, Jungkook. ─ Susurró alguien cuando Hoseok y Jungkook entraban al colegio esa mañana.

El Alfa comenzó gruñir de enojo, le molestaba que usaran aquello como un insulto. El chico que lo había molestado casi se arrepintió en el instante por lo que se dió la vuelta y comenzó a correr. Jungkook tronó los dedos de sus manos y comenzó a correr trás de él.

No se iba a escapar de una buena paliza.

Hoseok se quedó en el pasillo con los ojos muy abiertos al escuchar la campana de Jungkook resonando, pues corría rápido y también lo miró alejarse entre los estudiantes.

Tragó saliva y comenzó a caminar por el pasillo.

─ ¡Hoseok! ─ El Omega suspiró de alivio.

─ Yoongi. ─ Dijo con una sonrisa al ver al Alfa llegar a su lado.

─ Me desperté temprano. ─ Avisó, pues normalmente solía llegar tarde a clases por dormir de más. Hoseok rió un poco, pero entonces alguien se paró frente a los dos evitando que caminaran.

Se detuvieron abruptamente para no chocar contra la pareja.

─ Hoseok, tenemos que hablar. ─ Dijo el Omega y el aludido lo miró con confusión y cierto temor.

─ No creo que Hoseok tenga algo que hablar contigo, Jimin. ─ Le dijo Yoongi. ─ Hola, Jin.

─ Por favor, Yoongi. ─ Le dijo el Alfa. ─ Jimin realmente solo quiere hablar con él. Si quieres podemos esperarlos algo cerca.

─ Hoseok, dame una oportunidad. ─ Le dijo el Omega y se miraba realmente arrepentido.

Cuando ambos notaron que Jungkook no estaba junto a la vaquita, supieron que sería el momento perfecto para intentar hablar con él, pues no había modo en el infierno que el Alfa los dejara siquiera acercarse.

─ Es tu decisión. ─ Le dijo Yoongi mirandolo y Hoseok volvió a tragar saliva.

Era la primera vez que estaba en una situación así, pero Jungkook le había dicho que fuera siempre amable con las personas, ¿No? Que no cambiara eso, de todas formas ya tenía suficientes enemigos. Jamás podría olvidar aquellas palabras.

─ Esta bien, hablemos. ─ Dijo, una sonrisa se dibujo en los labios de Jimin.

─ Gracias, Hoseok. Vamos al patio. ─ Les pidió.

Yoongi y Hoseok se dieron una última mirada antes de caminar tras Jin y Jimin. Nadie dijo ninguna palabra hasta que estuvieron en el patio trasero del colegio.

─ Ven. ─ Le pidió Jimin, indicandole que se alejaran un poco de los Alfas.

Caminaron hasta llegar a la par de un árbol, un poco alejados de los demás.

─ ¿Q-Qué quieres decirme? ─ Preguntó Hoseok, visiblemente nervioso, incluso sus manos temblaban.

Jimin suspiró.

─ Sé que no debes querer escuchar ésto, nada de mí en general pero... realmente quiero disculparme. ─ Le dijo el Omega.

─ Lo entiendo. ─ Le dijo Hoseok.

Jimin lo miró un poco confundido, pues no comprendía bien la forma de pensar de Hoseok, él realmente no lo conocía.

─ Sé que estuvo mal, me desquité contigo por algo que ni siquiera es tu culpa, si algo... es que tú eres una víctima. Por favor, dame tiempo para explicarte todo. ─ Le pidió el Omega.

─ E-Está bien... pero las clases...

─ No creo que logremos entrar a la primera si me dejas hablar. ─ Le dijo Jimin con cierto pesar.

Hoseok bajó la mirada, él realmente debía estudiar, pero sentía que ésto sería algo importante para él.

─ Debo decirle a Jungkook, él va a buscarme y...

─Si le dices no me dejará hablar contigo y lo entiendo. ─ Le dijo Jimin, interrumpiendo una vez más pues estaba un poco desesperado por hablar con Hoseok. ─ Él no te dejará hablar conmigo, bueno... no es que te lo vaya a prohibir, pero no dejará que yo me acerque.

─ Entiendo. ─ Dijo Hoseok con un pequeño asentimiento. ─ Está bien.

Llevó una mano a su campana y la sostuvo para calmar un poco su ansiedad. Jimin observó aquel gesto sabiendo perfectamente que Hoseok estaba incómodo con él.

─ Yo... no quiero excusarme, pero quiero que entiendas.

─ Lo intentaré. ─ Ofreció el pelinegro.

─ Mi padre él...─ Jimin observó a Hoseok tensarse con la mención de su padre y casi quiso echarse a llorar por eso. ─ Él no fue un mal padre. ─ Explicó Jimin. ─ Era un buen padre, era amoroso, siempre trató bien a mamá, a mí... siempre me dió todo lo que necesitaba y un poco más. Nos dió un buen hogar, jugaba conmigo, pasaba tiempo con nosotros.

Jimin sintió las lágrimas en las esquinas de sus ojos y las limpió con algo de fuerza.

─ Todos los domingos salíamos a comer, él no era un mal padre. Siempre lo ví hacia arriba, le dijo Jimin, quería ser como él. ─ Hoseok negó con la cabeza dando un paso hacia atrás, Jimin extendió la mano para detenerlo, pero se arrepintió al mirar los ojos asustados del contrario, cerró la mano y la alejó de Hoseok. ─ Por favor...

─ Lo siento. ─ Le dijo Hoseok y llevó una mano al árbol a su lado para sostenerse, se sentía un poco mareado, no podía pensar bien con la mención del padre de Jimin, el dueño de la fábrica.

Hoseok lo conocía, él era el hombre que daba las órdenes tan despiadadamente...

─ Está bien. ─ Le dijo Jimin.─ ¿Puedo seguir?

─ Sigue. ─ Le dijo el Omega.

─ Él me habló de su trabajo, no hace mucho, yo quería aprender de él, lo admiraba tanto y cuando él me habló de ustedes... de las vacas... yo... yo le creí. ─ Le dijo Jimin y desvió la mirada con bastante arrepentimiento. ─ Realmente le creí que eran una raza inferior, le creí que ustedes solamente servían para... para dar leche y... yo no pensé realmente las cosas, yo creí que todo lo que mi padre me decía era así, tal como él me lo decía, y estaba dispuesto a aceptarlo porque él siempre fue un buen padre.

Jimin suspiró.

─ En mi mente... nada de lo que él hacía podía ser malo, para mi él era una buena persona.

─ N-No...

─ Lo sé. ─ Le dijo Jimin. ─ Ahora lo sé.

─ ¿Qué sabes?─ Preguntó Hoseok, preguntandose si estaba entendiendo bien.

─ Cuándo te hice aquello estaba tan enojado, yo pensaba que eso era lo correcto, pero luego me sentí tan mal. Al verte, tú... eres igual a mí. Yo no podía creer lo que acababa de hacer. Entonces me dí cuenta que he vivido en una burbuja. ─ Dijo Jimin. ─ Mi padre no es una buena persona... es un monstruo, lo entendí. Tú me hiciste darme cuenta.

─ L-Lo siento. ─ Le dijo Hoseok, pues se sintió mal por Jimin cuando miró las lágrimas deslizarse en las mejillas del Omega.

─ No es tu culpa. Él sabía lo que hacía. ─ Le dijo Jimin. ─ Creeme, yo más que nadie sé que él sabía lo que hacía y si él puede vivir sabiendo lo que ha hecho, es simplemente porque es un monstruo, porque yo siento que no puedo vivir con lo que te hice. Cuando lo recuerdo siento asco de mí mismo. Siento que no hay disculpa que valga.

Hoseok miró al chico frente a él, estaba casi hiperventilando mientras intentaba contenerse.

─ No quiero ser como él. ─ Susurró Jimin. ─ Hoseok, por favor... no quiero ser como mi padre. No pienses en mí como si fuera él.

La vaquita lo miró unos segundos, era difícil después de lo que Jimin le había hecho, aún tenía cierto temor de él. Pues Jimin sabía cosas, sabía cosas que los demás no sabían. Hoseok estaba seguro que si había alguien en ese lugar que podía destruirlo, era Jimin.

─ No seas como él. ─ Le dijo, Hoseok. ─ Yo tampoco quiero que seas como él.

El Omega le mostró una pequeña sonrisa a la vaquita.

─ Quiero que sepas que... no he tomado el castigo porque... creo que si lo hago no será bueno para tí. ─ Explicó Jimin. ─ Todos estos días he estado pensando que debería entregarme pero creo que van a victimizarme por la muerte de mi padre.

Ambos Omegas se vieron a los ojos.

─ Pero, Hoseok,yo sé... sé que no soy una víctima. Bueno... al menos no en la forma que todos lo piensan.

─ Lo entiendo. ─ Le dijo Hoseok, pues había comprendido a Jimin.

─ No sé como ganar tu perdón. ─ Le dijo el Omega.

─ Y-Yo tampoco lo sé. ─ Le dijo la vaquita.

─ ¿Hoseok? ─ Ambos Omegas se giraron a Yoongi. ─ ¿Todo bien?

─ S-Si. ─ Respondió la vaquita a aquel Alfa, entonces Yoongi volvió a girarse. ─ Solamente... asegurate de no ser como él... ─ Le pidió entonces Hoseok a Jimin. ─ Si puedes hacer eso... yo... voy a perdonarte.

El Omega se limpió las lágrimas y sonrió.

─ Lo haré, te lo prometo, Hoseok.─ Le dijo Jimin. ─ Apoyaré a las vaquitas, haré que se sepa mi opinión aunque mi propia madre me odie. Les haré saber que estoy de tu lado.

Hoseok tragó saliva. No estaba seguro de lo que hacía, pero quería darle una oportunidad al Omega, así como los lobos le dieron una oportunidad a él.

El tiempo pasó rápido mientras Jimin le contaba un poco más sobre lo que había reflexionado, parecía que necesitaba liberarse y Hoseok lo dejó, lo escuchó, aunque algunas cosas dolían.

Dolía saber lo feliz que ese hombre era mientras ellos sufrían tanto en la fábrica, por segundos pensó que no podía escuchar más o que no debía escuchar más. En cierta parte agradecía saber que las intenciones de Jimin habían cambiado, era bueno saber que el Omega no deseaba hacerle más daño. Pero por otra parte, era abrumador saber éstas cosas de ese hombre, dolía.

─ Ya... ─ Le dijo al Omega frente a él sintiéndose demasiado abrumado.─ L-Lo siento...

─ Perdón. ─ Dijo Jimin algo avergonzado, dándose cuenta que tal vez había hablado de más. ─ Si quieres volver a clase está bien. Ya dije lo que necesitaba decirte.

─ Volveré a clase. ─ Le dijo Hoseok entonces, se giró hacia donde estaba Yoongi y caminó hacia él.

Sus ojos se desviaron hacia el edificio porque de ésta venía un Alfa corriendo, Hoseok pudo notar las lágrimas de preocupación en su rostro.

─ ¡Hoseok! ─ Gritó Jungkook sintiendo alivio de encontrarlo de pie, pero perdiendo el alivio al notar con quienes estaban.

Su rostro se contrajo y caminó hasta la vaquita.

─ ¿Estás bien? ─ Preguntó notando la mirada del Omega un poco desenfocada.

─ Si. ─ Dijo Hoseok.

─ Nosotros nos vamos. ─ Dijo Jimin mirando a Jin. ─ Gracias, Hoseok, en serio.

Jimin y Jin se fueron caminando hacia el edificio. Cuando estuvieron fuera de vista Jungkook abrazó a Hoseok sintiéndose algo desesperado. El Omega abrió los ojos con sorpresa, pero no solamente él. Yoongi también abrió los ojos en sorpresa y desvió la mirada a un lado sintiéndose incómodo pero ciertamente victorioso.

─ Soy un idiota. ─ Le dijo el Alfa. ─ No debí dejarte sólo.

─ Yoongi me acompañó. ─ Le dijo Hoseok cuando se separaron de aquel abrazo.

─ Hola. ─ Saludó Yoongi con sus mejillas un poco sonrojadas.

─ Yoongi, gracias. ─ Dijo Jungkook. ─ Pero, ¿Por qué estaban con ellos?

─ Jimin se quería disculpar. ─ Resumió Hoseok. ─ Dijo que... que no quiere ser como su padre.

Ambos alfas se quedaron un poco perplejos con aquello.

─ No sé si creerle. ─ Dijo Jungkook algo pensativo.

─ Opino lo mismo. ─ Dijo Yoongi. ─ Pero supongo que veremos qué pasa.

Hoseok suspiró intentando alejar aquellos sentimientos.

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