Jimin estaba suspirando, aún continuaba llorando después de las palabras de Jungkook, pensaba que se las tenía merecidas. Tal vez merecía más que eso.

─ ¿Entonces? ─ Preguntó Wendy, la Omega se cruzó de brazos.

Se habían reunido esa mañana pues anteriormente habían hecho el trato de que Wendy les diera la información que descubriera sobre Hoseok. Jin observó al Omega que se miraba bastante inseguro con lo que hacía, por lo que intentó aprovechar esa inseguridad.

─ Jimin, vamonos. ─ Le dijo. ─ Hoseok fue lo suficientemente amable como para no decirles lo que hiciste, debe haber habido un reporte, con tu padre en la cárcel darse cuenta de lo que habías hecho habría sido un gran escándalo.

El Omega observó al Alfa a los ojos con expresión triste.

─ ¿Amable? ─ Preguntó Wendy bufando. ─ Ese Omega es un simple cobarde,¿No te das cuenta, Jimin? Te tiene miedo, como debe ser.

─ No lo sé. ─ Dijo el Omega.─ Se suponía que debía sentirse bien, porque son una raza inferior, ¿Entonces por qué me sentí culpable cuando lo miré en ese estado?

─ Vamonos. ─ Insistió Jin. ─ Ésto lo podemos hablar en privado.

─ Jimin, tu padre sabía lo que hacía, los trató como merecían. Deberías aprender de él. ─ Le dijo Wendy. ─ Son una raza inferior y el líder les está dando más importancia que a nosotros, ¡Nos quitó la comida!

El Omega observó a Wendy, se miraba bastante molesta.

─ Por culpa de ellos estamos comiendo puras frutas. ─ Le dijo la Omega. ─ Son una simple raza inferior, entiendelo, te sientes así porque eres una buena persona. No dejes que ellos te hagan sentir mal, no lo mereces.

─ Jimin. ─ Llamó el Alfa. ─ Creo que si no estás seguro de hacer ésto, lo deberíamos hablar en privado, tú y yo. ─ Insistió. ─ No es que no crea en la palabra de Wendy, pero me parece que sería mejor así.

─ Creo que tienes razón. ─ Le dijo el Omega. ─ Es que no me sentí bien, lo siento Wendy.

─ Eres un cobarde. ─ Le dijo ella. ─ Pagame, no es mi problema que no quieras la información.

El Omega asintió y sacó el dinero que había guardado para aquello. Lo entregó a la chica y ésta sonrió.

─ Un placer hacer negocios. ─ Les dijo y dándose la vuelta se fue.

El Alfa observó a la tipa irse, pensaba que ella simplemente se quería aprovechar de que Jimin se sintiera mal por el momento. El Omega a su lado suspiró.

─ Hiciste bien. Es lo que pienso. ─ Le dijo el Alfa con una sonrisa.

─ No lo sé. ─ Comentó el Omega. ─ Siento que estoy traicionando a mi padre, él es un buen padre, me dió todo lo que necesitaba. Me enseñó a ser fuerte y a defenderme.

─ Por eso te expulsaron. ─ Recalcó el Alfa.

─ No es mi culpa que ellos tomen el que me haya defendido de esos estúpidos como haberles hecho bullying. ─ Comentó el Omega con molestia. ─ Sólo porque consideran el trabajo de mi papá un trabajo de granja, nos pasaron por encima.

Jin sonrió.

─ Ya, pero, si no te sientes bien molestando a Hoseok, entonces la venganza pierde todo el punto. ─ Le dijo el Alfa.

El Omega suspiró.

─ Es que... debiste verlo... yo, no sé qué pensé que iba a suceder después de ello. ─ Confesó. ─ Mi papá... él... ¿Él hacía eso todos los días? Ya no sé qué pensar.

─ ¿A qué te refieres?

Jimin cerró los ojos pero no pudo contener las lágrimas.

─ Es que me di cuenta que...

─ ¿Qué cosa? ─ Le preguntó el Alfa al ver que el menor no lo podía decir.

─ Mi papá... es un monstruo. ─ Le dijo mirándolo entre lágrimas.

El Alfa suspiró y abrazó al Omega.

─ Toda mi vida creí que era el mejor padre, trabajador... y ahora... ahora no sé como pudo hacerles eso. Yo no puedo ser así. ─ Le dijo Jimin. ─ Lo peor es que ya lo hice, ya soy como él.

─ No lo eres. ─ Le dijo Jin.

─ Lo soy. ─ Le dijo el Omega. ─ Y soy un cobarde porque le rogué... Le rogué que no le dijera a nadie porque temo que todos sepan lo que hice.

─ Jimin, si fueras como él... no te habrías sentido mal, ¿Sí? Tal vez... si dices la verdad te sientas mejor.

El Omega lo miró indeciso, negó con la cabeza y comenzó a caminar hacia el colegio. ¿No era ya suficiente humillación para su familia? ¿Qué tal si Wendy tenía razón? ¿Qué tal si él no debía sentirse mal?

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El día había sido bastante... normal, si se podría llamar así a ser el centro de atención y escuchar discusiones sin fin sobre quién tenía la razón y quién no. Hoseok se sentía ajeno a todo ello, más que todo porque él realmente no tenía mucho que ver en el asunto, ni siquiera se daba cuenta de cómo iban los juicios en el momento.

─ Solo ignoralos. ─ Le dijo Jungkook cuando salían del colegio. ─ Siguelos ignorando, hasta que todo acabe.

─ ¿Acabará en algún momento? ─ Le preguntó con un suspiro.

─ Todos deben obedecer al líder. ─ Le respondió Jungkook. ─ Por eso es el líder. Si no quieren, se pueden ir de la manada.

Hoseok tragó saliva mientras seguían caminando. Era difícil para él entender la profundidad del problema, esto es porque él nunca fue parte de una sociedad. Toda la argumentación y debate que había alrededor de un tema, era demasiado extraño para él. Él simplemente estaba feliz de ya no estar en la fábrica.

─ ¿Hoseok? ─ El Omega se giró al Alfa. ─ Te quedaste ido. ─ Le dijo Jungkook.

─ Lo siento. ─ Se disculpó.

─ ¿Pensabas en algo?

─ En la fábrica. ─ Le dijo Hoseok mientras seguían caminando.─ Pensaba que en la fábrica no pasaba nada de ésto... nuestro mundo era tan pequeño, a veces siento que todo ésto es demasiado para mí. Me siento un poco abrumado.

─ Creo que entiendo a qué te refieres. ─ Le dijo Jungkook. ─ Tal vez deberíamos hacer un ejercicio.

─ ¿Un ejercicio? ¿Cómo el que hicimos la vez pasada? ─ El Alfa asintió, Hoseok lo pensó un poco, se había sentido bien, después de haber hecho aquel ejercicio se sintió más liviano. ─ Esta bien. ─ Aceptó.

─ Bien. ─ El Alfa relamió sus labios un poco resecos por el sol. ─ Es sencillo, en éste ejercicio debes dar tu opinión. ─ Le dijo Jungkook. ─ Gran parte de... ser un adolescente... es hablar mierda, ¿Sabes?

Hoseok rió un poco sintiendo sus mejillas sonrojarse.

─ ¿Hablar mierda? ─ Preguntó. ─ A veces creo que esa palabra tiene más usos de los que debería.

─ Es simple, opinar no siempre de estar bien. A veces puede que estes equivocado, pero si no hablas nunca te darás cuenta que lo estás. También a veces debes defender tu opinión, cuando creas que tú realmente estás en lo correcto. Pero también es importante saber cambiar de opinión, estamos jovenes y a veces no entendemos las cosas por completo. ─ Explicó Jungkook. ─ Eso hace el mundo en el que estamos ser más grande.

─ No estoy seguro de haber entendido.

Jungkook lo miró con una pequeña sonrisa.

─ Empecemos con algo sencillo. ─ Le dijo. ─ ¿Qué opinas de las frutas? Tengo entendido que en la fábrica no comías frutas.

El Omega lo pensó.

─ Debo decir... ¿Lo que pienso?

─ De eso se trata.

─ ¿Y cómo gano?─ Preguntó Hoseok y Jungkook comenzó a reír.

─ Está bien, ganas si comenzamos a debatir, si haces un argumento tan bueno que comencemos a debatir, esa será tu victoria.─ Hoseok sonrió y miró a un lado pensando un poco.

─ Las frutas son... dulces y algunas son acidas. Me gusta que... los sabores cambian, no siempre son iguales. También son coloridad. ─ Hoseok asintió sintiendose satisfecho con lo que había dicho.

─ Una muy buena opinión. ─ Felicitó Jungkook. ─ Ahora... algo difícil. ¿Qué opinas sobre el que todos hablen del tema de las vacas? Debes pensar algo.

Hoseok se quedó en blanco un segundo, continuaron caminando unos cuantos pasos en silencio.

¿Cómo se sentía Hoseok al respecto? ¿Qué pensaba sobre ello?

El Omega suspiró.

─ Pienso que... no saben lo que hablan. ─ Dijo el Omega y sorpendió un poco a Jungkook.

─ ¿Por qué dices eso? Son chicos estudiados, algunos muy inteligentes.

─ Pero nadie sabe lo que sucedía allí adentro. ─ Le dijo Hoseok. ─ Ni siquiera tú...

El Alfa lo miró a los ojos, ambos deteniendose unos segundos.

─ No te gusta. ─ Le dijo Jungkook. ─ No te gusta que hablen de las vacas... en general.

─ No nos entiendes. ─ Insistió Hoseok. ─ Jungkook, yo no podría hablar sobre los lobos porque no los entiendo, entonces... entonces, ¿Por qué ustedes si pueden hablar de mi? ¿De mi familia? No lo entiendo. ¿Qué saben ustedes sobre nosotros?

─ Yoongi... me enseñó mucho sobre ustedes.

─ ¿Yoongi?

─ Él investigó sobre las vacas, investigo lo que significa la campana para ustedes y muchas cosas. ─ Explicó Jungkook.

─ Si pero no lo sienten. ─ El Omega lo miró a los ojos. ─ No entiendes lo que significa porque no lo sientes. No sabes lo importante que es mi campana, voy a morir porque... porque... porque no escucho las campanas de mi manada. No lo entiendes.

─ Puedo intentarlo. ─ Las personas en la fila comenzaban a notar la conversación entre ambos. ─ Pienso que sería como el lobo solitario, desterrado. Al no sentir más aromas va perdiendo el suyo hasta morir de tristeza.

El Omega lo observó unos segundos.

─ No lo sabía. ─ Le dijo. ─ Supongo que podría ser un poco similar.

Jungkook sonrió.

─ Pero tienes razón, Hoseok. ─ Le dijo el Alfa. ─ No deberíamos hablar de ustedes.

El Omega le mostró una pequeña sonrisa y sintió sus mejillas sonrojarse.

─ ¿Gané? ─ Preguntó.

─Ganaste.

─ ¿Qué gané? ─ Preguntó el Omega con algo de diversión.

Jungkook lo pensó un poco.

─ ¿Qué querías ganar? ─ Le preguntó.

Hoseok lo pensó un poco.

─ No lo sé. ─ Dijo al final riendo un poco mientras la fila comenzaba a avanzar.

─ A veces uno quiere simplemente ganar. ─ Le dijo Jungkook.

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Hoseok y Jungkook se encontraban sentados en la cocina mientras oscurecía, ambos muy concentrados en la tarea. Sin embargo, entre más tarde se hacía, mas conscientes eran de quela madre de Jungkook no llegaba, eso significaba que... estarían solos.

Era extraño que de repente eso fuera importante.

Estaban sólos en el momento, pero tal vez saber que después no tendrían la excusa de la tarea. Entonces Jungkook tomaría a Hoseok entre sus brazos y lo usaría para beber su leche. El solo pensamiento hizo al Omega sonrojar demasiado, haciendo que Jungkook también se sonrojara por el simple hecho de notar que Hoseok se había sonrojado.

Jungkook comenzó a reír entonces mientras el Omega lo miraba.

─ ¿Qué mierda nos está pasando? ─ Preguntó, aunque no esperaba una verdadera respuesta.

Simplemente se giró al Omega y lo miró a los ojos, notando lo bonito que era, algo que no podía evitar notar ahora. Sus ojos recorrieron el rostro y se detuvieron en el pequeño lunar sobre el labio superior del Omega y tragó saliva.

Entonces sacudió la cabeza un poco y desvió la mirada, estaba mal que mirara a Hoseok así, no se sentía bien. Al menos no aún.

─ ¿Qué está pasando? ─ Preguntó Hoseok mirando a Jungkook un poco confundido.

─ ¿No sientes algo?─ Preguntó el Alfa volviendo a mirar, con cierta curiosidad ante como reaccionaría Hoseok.

¿Qué haría el Omega si de repente Jungkook le dijera que cree que son destinados? ¿Se algraría? Cielos, el Alfa ni siquiera estaba seguro de ello, bien podría ser un simple invento de Yoongi. Pero... que pasaba si Hoseok se decepcionaba. ¿Qué haría él si Hoseok se sentía mal?

─ ¿Cómo qué? ─ Jungkok salió de sus pensamientos y observó al Omega.

Se preguntaba si realmente estaba tan perdido como se miraba o si simplemente le daba pena adimitir que también sentía algo.

─ No lo sé. ─ Le dijo.

Hoseok le mostró una pequeña sonrisa que hizo a Jungkook casi suspirar.

─ Entonces... yo tampoco lo sé. ─ Le dijo con su voz suave.

Ambos se miraron un rato a los ojos y desviaron la mirada. Cielos, ya era imposible ocultarlo, Jungkook sintió su corazón acelerarse.

─ ¿Quieres ir a tu habitación? ─ Le preguntó al Omega, aunque sabía que aquello podría empeorar su situación.

Hoseok lo miró un poco sorprendido y bastante sonrojado. Asintió poniendose de pie con cuidado para no sentirse mal y caminó hacia el pasillo. El lobo lo siguió tal como lo había hecho todos esos días, ambos sentían su cuerpo temblar un poco en anticipación, pera ya ni siquiera sabían si era por lo que iban a hacer o si era por otros motivos.

Otros detalles.

Como las manos de Jungkook en su piel desnuda o las manos de Hoseok apretando su cabello. Ya no lo sabían, no sabían qué sentimiento había superado cuál.

Hoseok entró a la habitación y caminó a su cama para sentarse en ella. Jungkook entró trás él y cerró la puerta. Caminó hasta su lado y se sentó en la cama.

El Alfa no podía creer como las cosas habían cambiado, se sentía demasiado apenado ese día. Levantó la mirada y observó la campana en la mesa de Hoseok.

El Omega notó su mirada.

─ Era de mi papá.─ Le dijo y Jungkook asintió, ya lo sabía. ─ No suena.

─ Lo sé. ─ Dijo el Alfa, pues él había estado allí en ese momento.

─ Si tan sólo sonara. ─ Le dijo Hoseok. ─ Creo que... podría sentirme mejor.

─ ¿Realmente lo crees? ─ Preguntó Jungkook y el Omega asintió con una sonrisa triste.

─ Solo... quisiera escucharla. ─ Le dijo. ─ Quisiera escuchar cualquier campana. ─ Y Hoseok comenzaba a escucharse un poco más desesperado.

Sus ojos se llenaron de lágrimas contenidas y agachó el rostro pues no quería que el Alfa lo notara.

─ Lo siento tanto. ─ Le dijo el Alfa y quisiera que Hoseok entendiera lo mucho que le dolía, pero no podía simplemente decirselo. No podía decirle que sentía que su lobo se iría con él.

─ No es tu culpa. ─ Le dijo el Omega y limpió una lágrima traicionera. Hoseok tomó la campana en sus manos y suspiró, era muy bonita y colgaba de un collar negro. ─ A penas lo recuerdo.

Jungkook la observó y extendió su mano.

─ ¿Puedo tocarla? ─ Le preguntó. ─ Si no te molesta.

El Omega asintió y extendió la campana hacia el Alfa.

Jungkook miró unos segundos al Omega antes de tomarla en sus manos. Era mas liviana de lo que pensaba. La tomó por el collar y la dejó moverse, sonrió al escuchar una pequeña campanada. ¿Qué diablos significaba eso? ¿No era solamente la campana de Hoseok la que podía escuchar?

La tomó en sus manos y cuando se giró al Omega, Hoseok lo observaba con los ojos muy abiertos. 

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