Capítulo 10

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Hoseok tenía que admitir, al inicio no entendía lo que sucedía. Su mente era joven y con la desaparición de su lado animal, perdió conocimiento de muchas cosas que se sabían por instinto. Una de ellas era el hecho de tener un hijo, él no lo había entendido y por mucho tiempo la ignorancia fue su refugio ante ese dolor.

El día que entendió lo que estaba sucediendo con su cuerpo, ese día deseó volver a la ignorancia, pero era demasiado tarde.

Él lo sabía y era imposible dejar de saber.

Él lo entendió en ese momento, de todas formas, no había nada que pudiera hacer para evitarlo. Pero si le hubieran dado la opción, él habría preferido nunca saberlo. Habría preferido no saber que había un número incontable de hijos que nacieron y no conoció, y un número incontable de hijos que nacieron y no vieron la luz del segundo día.

Hubiera preferido no saberlo. Pero el mundo era cruel y todas las verdades salían a la luz, incluso las que uno no quiere conocer.

También comprendió que fue por eso que su vaquita lo abandonó, por eso se escondió en su interior, durmiendo para tal vez no volver a salir nunca jamás. Hoseok no la culpaba, si él hubiera tenido la opción, habría hecho lo mismo. Lastimosamente, su lado humano no tuvo la opción, pero agradecía a su vaquita los años que soportó por él.

Ella definitivamente merecía un descanso...

─ ¡Hoseok! ─ El Omega parpadeó y levantó la mirada para observar al enojado Alfa fuerte a él, su aroma intimidando un poco. ─ Cielos, por fín. Vamonos.

Hoseok volteó a ver la clase para encontrarla vacía. ¿Se había dormido? ¿Había aquel recuerdo en realidad sido un sueño?

─ Por los cielos, Hoseok, yo también me dormí pero tú dormiste como piedra. ─ Se quejó Jungkook tomándolo del brazo para alzarlo. ─ Vamonós, se hará larga la fila de la sed.

La vaquita asintió y cerró sus ojos con fuerza a ver si así se quitaba aquella somnolencia.

Caminaron a la salida y Hoseok simplemente sentía que existía en ese momento.

─ Estás...raro. ─Le dijo Jungkook.─Desde el almuerzo.

─ Oh, no es mi intención.─ Le dijo al Alfa, aunque le sorprendía un poco que éste lo notara.

Anteriormente, pensó que el Alfa no lo notaría, pensó que Jungkook no quería notar nada sobre él.

─ ¿Te sientes mal? ─ Preguntó de nuevo Jungkook tosiendo un poco después de eso.

─ Estoy bien. ─Le dijo. ─ ¿Tú cómo te sientes?

El Alfa mostró una sonrisa.

─ Me siento como la mierda. ─ Le dijo haciendo que el Omega abriera un poco sus ojos con la expresión. ─ ¿Quieres saber? No será bonito.

─ ¿No?

─ Nop. ─ Le dijo Jungkook.

─Mmm... si dime.─ Pidió el Omega distrayéndose de sus pensamientos.

─ Sentirse como la mierda. ─ Dijo Jungkook. ─ Es un arte, Hoseok.

─ ¿Un arte?─ Hoseok río un poco y el Alfa sintió cierto alivio. ─ Creo que estás inventando.

─ ¿Lo estoy? Esto no te lo enseñaran en ningún colegio, ni siquiera en el más caro. ─ Ofreció el Alfa.

─ A ver. ¿Qué es este arte de sentirse como la mierda? ─ Preguntó Hoseok.

─ No es un concepto sencillo, es algo espiritual. ─ Le dijo el Alfa. ─ Trata de no pensarlo, es algo que debe sentirse para expresarse.

Hoseok rió.

─ Estas loco.

─ ¿Acabas de llamarme loco, vaquita? ─ Preguntó el Alfa con una ceja alzada.

─ Um... yo...

Jungkook comenzó a reír y Hoseok sonrió aliviado, pensó que se había metido en problemas con el Alfa.

─ Para sentirse como la mierda, primero debes entender qué es la mierda. ─ Le dijo Jungkook.─ Si lo piensas, la mierda no tiene ningún valor en específico, y ni siquiera menciones el abono, porque se comida de plantas tampoco es algo de lo que estar orgulloso.

Hoseok volvió a reír.

─ En resumen, mierda igual a no tener valor.─ Le dijo el pelinegro.

─ Es un poco más complejo, porque hay un componente sentimental y uno físico. Ya sabes, sientes tus emociones destruidas y tu cuerpo no está realmente mejor que ello. Sin mencionar el estado mental.

─ ¿Por qué no las mencionas?─ Preguntó la vaquita.

─ ¿Es necesario? Ya está dado por hecho que para que tu cuerpo y sentimientos estén destruidos tu mente también debe ser un desastre. Sin poder decidir entre qué es peor, si el dolor emocional o el físico. Es un sube y baja de pensamientos. ─ Le dijo el Alfa.

─ Todo... me suena muy familiar. ─ Dijo Hoseok sintiéndose extrañamente relacionado al término.

─ Oh... Hoseok, al parecer tenemos algo en común, después de todo. ─ Le dijo Jungkook mientras llegaban a la fila.

─ Y... ¿Qué es eso? ─ Preguntó el Omega.

─ Al parecer ambos somos artistas.

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La señora Jung llegó a su casa esa tarde y encontró que como todos esos días, Hoseok estaba en su habitación. La casa tenía un nuevo aroma dulce y aquello le gustaba. La relajaba un poco. Sin embargo, es un buen humor que duraba poco al ver a su hijo Alfa.

Jungkook estaba de pie en la cocina, tosiendo un poco. Parecía haber conseguido unas hierbas.

─ Espero nada le haya sucedido a Hoseok. ─ Entró diciendo.

─ Hola, mamá. ─ Saludó Jungkook, odiando a su lobo por emocionarse por la presencia de la Alfa. ─ Él está... bien.

─ No te creo, iré a ver.

─ Me importa una mierda. ─ Le dijo el Alfa.

─ ¡No empieces Jungkook! ─ Le dijo la mujer y el menor tosió un poco exaltado.

─ ¿Jungkook? ─ Hoseok salió de la habitación al escuchar como Jungkook estaba tosiendo.─ ¿Estás bien?

─ Mira, Hoseok si se preocupa por tí. ─ Dijo la mujer Alfa.

─ Me refería a que me importa una mierda si ibas a ver, no que Hoseok estuviera bien. ─ Jungkook se quedó pensativo con lo que acababa de decir y cuando volteó a ver al Omega notó que éste había agachado el rostro, y en sus mejillas se podía ver un pequeño sonrojo.

─ ¡Malagradecido! ─ Gritó la mujer. ─ Hoseok, ¿Estás bien? ¿No te hicieron nada en el colegio?

─Um... Jungkook golpeó a alguien que me quería molestar... Luego el profe Namjoon se llevó a esa persona. ─ Dijo el Omega y la señora se giró a ver a Jungkook algo incrédula.

─ Bien. La próxima trata de no ser tan violento. ─ Le dijo y el Alfa resopló. ─ No me hagas perder la paciencia Jungkook.

La mujer se llevó las manos a las sienes intentando calmarse mientras Jungkook se volteaba a ver a Hoseok, que se miraba algo exaltado por los gritos. No había notado que el Omega se estresara por ello, pero se notaba en sus ojos abiertos un poco de más y su expresión tensa.

─ Hoseok.─ Lo llamó algo suave y los ojos desenfocados del pelinegro lo vieron.─ Estoy bien, puedes seguir descansando.

Y Hoseok lo entendía, el Alfa lo había dejado bastante drenado esa tarde, parecía que por algún motivo quería más leche de lo normal. Además ahora sabía mejor, que a Jungkook lo estresaba que las personas insistieran.

─ Está bien. ─ Le dijo y se dió la vuelta para volver a su habitación.

─ ¿Qué se supone que haces? ─ Preguntó la madre Alfa cuando Hoseok se había ido.

─ Les dije en la sede que me sentía enfermo y me dieron medicina. ─ Dijo el Alfa. ─ Me dijeron que se hacía en infusión, eso hago.

─ Al menos eres útil para algo. ─ Dijo la mujer.

Jungkook solamente negó con la cabeza, el dolor de cabeza estaba volviendo. Jungkook no quería saber, pero tener a su madre allí, si le preguntaba... si le preguntaba, ¿Podría saber un poco más de Hoseok?

─ Ma... ─ Llamó con voz suave.

─ ¿Qué? ─ Le dijo ella ahora más tranquila. ─ ¿No quedó bien la infusión?

─ No, yo quería preguntarte. ─ Jungkook relamió sus labios mientras esperaba que su infusión enfriara un poco. ─ Hoseok... ¿Tienes hijos? ─ La mujer se volteó a verlo con los ojos muy abiertos. ─Quiero decir... ¿Ellos están por allí?

─ Todos murieron, Jungkook. ─ Le dijo su madre Alfa.

─ Ya veo. ─ Dijo el Alfa.

Y tal vez ambos Alfas debieron notar que Hoseok venía de regreso a la cocina y se había paralizado al escuchar la pregunta. El Omega llevó una mano a su boca para soportar el sollozo que quiso salir desde su pecho.

─ Murieron porque...

─ Los mataron, Jungkook. A todos. ─ Le dijo. ─ Es una granja de leche, no un criadero de vacas, si querían más vacas las compraban. Es más caro criarlas desde bebés. Algunas las vendían a los criaderos, pero los de Hoseok, los mataron todos. ¿Por qué quieres saber?

─ Jimin le preguntó en el colegio. ─ Dijo el Alfa.

─ Ese niño mimado. ─ Le dijo su madre.

Jungkook dió un gran sorbo a su infusión y sintió un poco de alivio en su garganta. Pero entonces escuchó la campana y se giró viendo al pasillo y como el Omega corría hacia adentro. Maldijo en bajo, inútil campana que sonaba cuando le daba la puta gana.

Le dió otro sorbo y se apresuró a ir por el pasillo, dejando sola ala adulta y se metió a la habitación de Hoseok.

Lo encontró de pie en medio de la habitación.

─ Perdón, yo. Sólo quería saber. ─ Se disculpó.

El Omega negó con la cabeza mirando hacia otro lado, no sabe por que no quería que Jungkook viera sus lágrimas.

─ Es que cuando Jimin preguntó. Yo sólo tenía curiosidad. ─ Le dijo.

─ Bueno, ahora ya lo sabes. ─ Le dijo el Omega.

─ Hoseok, yo... no pensé, es que, no quería preguntarte, pensé que te haría sentir mal. ─ Le dijo.

─ Ya lo sabes. ─ Le dijo Hoseok. ─ Ya puedes estar tranquilo.

Y Jungkook entendió que su curiosidad no tenía un fin específico, no quería saber porque Hoseok le importara, o porque quisiera hacerlo sentir mejor. No quería saber porque fueran amigos, o algo en especial. Había sido pura curiosidad sin sentido. Hoseok tenía razón, con solo saberlo su curiosidad había acabado.

─ Hoseok.

El Omega negó con la cabeza y Jungkook relamió sus labios.

─ Solamente... asegurate de que yo no escuche. ─ Le pidió el pelinegro abrazándose a sí mismo. ─ No quiero saber, no quiero saber.

─ ¿Qué? ─ Preguntó Jungkook.─ ¿No lo sabías? ¿Cómo es posible que no lo supieras!

─ N-Nos daban esa medicina extraña... yo... todo es muy borroso... ─ El Omega había comenzado a temblar y la campana estaba sonando. Jungkook la miraba moverse delicadamente en el cuello del Omega.

─ ¿Medicina? ─ Preguntó Jungkook, entendiendo después de unos segundos.

─ No quiero saber, no quiero saber. ─ Susurró Hoseok ansiosamente.

─ Está bien, no volveré a preguntar, ¿Si? ─ Le dijo Jungkook. ─ No volveré a preguntar, lo prometo.

─ ¿Lo prometes? ─ Le dijo Hoseok.

─ Lo prometo.

El Omega estaba respirando agitadamente. Jungkook se acercó a él y lo ayudó a llegar a la cama dejando que se sentara. Luego con un dedo tocó la campana, haciendo que se dejara de mover.

Hoseok levantó la mirada, mirándolo extraño, ¿Por qué había detenido la campana?

─ Lo siento. ─ Le dijo Jungkook. ─ No fue mi intención hacerte sentir así. ─ Se sentía avergonzado sin saber por qué. ¿En qué momento comenzó a importarle?

El Omega negó con la cabeza, aún estaba procesando lo que había escuchado, jamás se pasó por su cabeza que todos estuvieran muertos. Hubiera preferido no saber.

Jungkook tosió un poco y se tapó la boca. Ambos se miraron a los ojos.

─ Tu infusión. ─ Le recordó Hoseok.

─ Ah si... es que no quiero dejarte sólo. ─ Le dijo el Alfa.

─ Estoy... bien. ─ Le dijo el Omega y Jungkook lo miró sin creerle.

─ ¿Seguró?

─ Si. ─ Respondió Hoseok, entonces Jungkook salió de la habitación y fue a la cocina para seguir tomando su infusión.

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