Capítulo 3 parte 4: Noche señalada

Cinco continuaba su guardia nocturna en la furgoneta, desquiciado aún en parte por la discusión que había mantenido con Luther. Éste frunció el ceño al escuchar una frase proveniente de Dolores, a quien había vuelto a situar entre su asiento y el del copiloto.

—No hace falta que me lo digas —sentenció—. Ya sé que solo quedan seis días —menciono—. ¿Se te ocurre alguna idea mejor? —cuestionó, airado—. Cora era mucho mejor compañía... —musitó entre dientes—. Ahí está nuestro hombre —comentó, observando que el doctor Lance salía de la clínica con una bolsa sospechosa.

Contempló entonces cómo este se acercaba a un vehículo que acababa de estacionar cerca, metiendo la bolsa en el asiento del pasajero. Pareció que hablaba con alguien, aunque al estar tan lejos, no pudo escuchar nada ni leer sus labios.

—¿Qué narices está haciendo? —se preguntó en voz alta, arqueando una ceja.

Tras unos segundos, viendo que el doctor se marchaba, Cinco se teletransportó, decidido a seguirlo. Comenzó a caminar a una distancia prudencial de él, para no ser detectado. Era el momento de descubrir más pistas sobre el inicio del Apocalipsis. Debía detenerlo, sin importar lo que sucediera.

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Hazel y Cha-Cha acababan de llegar a las puertas de la Umbrella Academy gracias al dibujo que Agnes les había hecho del tatuaje de Cinco. Se apearon del coche con calma, en sus manos preparadas las armas. Trataron de abrir la puerta principal, pero para su desgracia, ésta se encontraba cerrada a cal y canto. Siendo desconocido para ellos, una figura los observaba desde las sombras, moviéndose sigilosamente hacia el callejón trasero de la mansión. Hazel se dirigió entonces al coche, sacando del maletero un aparato que podría fundir el cerrojo que tuviera la puerta, claro que no sería inmediato precisamente. Tras utilizarlo, les llevó unos quince segundos abrir la puerta de par en par, entrando a la casa. Caminaron lentamente, investigando sus nuevos alrededores, antes de que el agente con barba se percatase del retrato colgado sobre la chimenea.

—Cha-Cha —llamó a su compañera, quien se acercó hasta él.

—Es nuestro chaval —comentó la de piel negra con evidente satisfacción—. Ahora solo nos queda esperar a que el objetivo a capturar aparezca.

Éstos dos agentes comenzaron a investigar la casa, subiendo al primer piso, ignorando que Kaus estaba tomándose un baño, en dirección a las habitaciones. Revisaron la de Allison primero, para después entrar en la de Luther.

—Alguien ha comido espinacas —comentó Cha-Cha en plan bromista, contemplando los enormes zapatos que calzaba Spaceboy—. Será mejor que nos preparemos —comentó—: puede que tengamos compañía...

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Entretanto, Luther estaba en el ático, sentado en el alfeizar de la ventana, observando el cielo nocturno, las estrellas y la luna, que ahora parecía tan lejana y brillante. Rumor, quien buscaba a su hermano, subió entonces, pues recordaba que, de niños, ambos solían ir allí a pensar. Aliviada de encontrarlo allí, sonrió, acercándose a él. En cuanto lo hizo, sacó la cabeza por la ventana, observando la luna.

—Vaya, fíjate —se asombró.

—Hogar dulce hogar —replicó el hombre de la luna en un tono no demasiado nostálgico—. Te confieso que allí era todo mucho más fácil —comentó, provocando que Allison lo observase, sentándose junto a él en el alfeizar.

—¿Cómo es? —cuestionó, curiosa.

—Tranquila —replicó él, haciéndola reír, contagiándose él en el proceso—, Fría y... solitaria —continuó, provocando que ella lo mirase con lástima—. Aunque, de vez en cuando, cuando el Sol asomaba por el horizonte y la luz la iluminaba, todo parecía de vidrio blanco —describió—. Y era precioso —concluyó—. Aunque se lo dijeras a Claire, nunca me sentí como un superhéroe ahí arriba, pero en aquellos momentos en los que todo mi mundo brillaba, sentía que quizá estaba destinado a estar allí, ¿sabes?

—Ojalá hubiera estado contigo —deseó la morena.

—Estabas —afirmó el, posando sus ojos en los de ella con una ternura indescriptible.

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Mientras Diego caminaba por el pasillo de las habitaciones, escuchó el característico sonido de un arma siendo cargada. Giró su rostro hacia la derecha, encontrándose con Hazel y Cha-Cha, ahora enmascarados, apuntándolo con sus armas. Éstos comenzaron a disparar casi de inmediato, provocando que el justiciero tuviera que huir para no ser alcanzado por uno de sus proyectiles. Sin embargo, mientras huía, logró lanzar un par de cuchillos y dirigirlos hacia las máscaras de sus atacantes, rebotando estos contra su superficie.

Allison y Luther escucharon entonces los disparos provenientes del piso de abajo, apresurándose en bajar para ayudar a quienquiera que estuviera en problemas, y así enfrentarse a lo que fuera, o a quien fuera que se hubiera atrevido a entrar en su casa.

Diego logró esconderse tras una de las paredes, sorprendiendo a Hazel en cuanto éste se acercó, haciéndole una llave, despojándolo de su arma, comenzando a pelear cuerpo a cuerpo con él. Por su parte, Cha-Cha observaba la situación, con su arma preparada.

—¡Cha-Cha, dispárale! —exclamó el agente masculino, claramente en problemas, ya que Número Dos era un combatiente incansable y versado en las artes de combate cuerpo a cuerpo.

—¡Quita del medio, capullo! —exclamó la agente femenina, dando unos pasos hacia ellos, antes de enviar otra ráfaga de disparos contra Diego, quien salió huyendo una vez más—. ¡Vamos! —dijo a su compañero, devolviéndole el ama, procediendo a perseguir al moreno.

El lanza-cuchillos corrió por los pasillos del piso superior antes de decidir saltar al bajo, encaramándose por la barandilla que daba a la sala de estar, cayendo sobre uno de los sofás, logrando no hacerse daño. Tras esconderse cerca de una encimera, escuchó los atropellados pasos de sus perseguidores, quienes entraron a la sala de estar, listos para disparar. En cuanto hizo un leve movimiento, las balas no tardaron en escucharse, impactando contra todo aquello que tuvieran en su camino.

Por fortuna, Luther llegó en ese momento, agarrando a Cha-Cha como si no pesase nada, lanzándola hacia el vestíbulo de la entrada. Hazel se giró para encarar a Luther, ahora de espaldas a él, pero Allison apareció oportunamente, propinándole una patada a su arma, desbaratándosela. Empezó a pelear cuerpo a cuerpo con el agente, pero pronto quedó claro que Hazel era mucho más fuerte que ella, sujetándola por el cuello, amenazando con ahogarla.

—¡Suéltala! —exclamó Kraken, encaramándose a la espalda de Hazel, golpeando sus hombros y máscara.

Luther se acercó a ellos, propinándole un buen golpe en el estómago, haciéndolo solar a Rumor, cayendo todos ellos al suelo. En cuanto lo hizo, Spaceboy repitió la acción que había llevado a cabo con Cha-Cha, sujetándolo por su traje, antes de lanzarlo hacia el vestíbulo con gran fuerza, cayendo al suelo, junto a su compañera.

—¿Quién coño son estos tíos? —inquirió Rumor, evidentemente molesta.

—¿Quién coño es esta gente? —preguntó Cha-Cha, observando a su compañero, sorprendida por las habilidades de aquellas personas extraordinarias.

—No tengo ni idea —admitió Hazel—, pero al menos ya conocemos al dueño del zapato.

—¡De nada! —exclamó Número Uno.

—¡Me las arreglaba solo! —exclamó Número Dos.

Mientras discutían, Hazel ya se había levantado del suelo, realizando una nueva ráfaga de disparos hacia os hermanos, quienes tuvieron el tiempo justo de evitarlos y esconderse. Con rapidez, estos pudieron evadirse por uno de los pasillos de la sala de estar.

—He perdido mi arma —comentó el agente con máscara de oso.

—Voy a por ellos —indicó Cha-Cha, encaminándose a por los hermanos que se habían escapado.

Hazel se quedó solo en la sala de estar, abriendo una de las vitrinas que allí había, apropiándose de una maza medieval como arma. Con algo debía defenderse de aquellos locos, y claramente, contaban con habilidades y fuerza sobrehumana. Por su parte, Klaus se encontraba escuchando música con su reproductor, siendo esta concretamente la canción Sinnerman, por Nina Simone.

—¿Hola? —se escuchó la voz de Vanya, quien acababa de escuchar el conflicto, bajando las escaleras—. Chicos, ¿estáis todos bien? —preguntó, caminando lentamente a la sala de estar—. ¿Hola? ¿Chicos? —continuó preguntando, llegando a la sala de estar, observando que había claros rastros de pelea.

En aquel preciso instante, el agente con máscara de oso la atacó con la maza, logrando la violinista esquivarla de milagro al haberse agachado. Sin embargo, Hazel le propinó un contundente golpe en el rostro, haciéndola caer sobre la mesa.

—Eh, capullo —se escuchó decir a Luther, ahora de pie en el vestíbulo, con una mirada desafiante.

Hazel corrió entonces a enfrentarse a él, blandiendo la maza con destreza. "Oh, sinnerman, where you gonna run to? ...". La hizo girar en varias ocasiones, demostrando su maestría en las artes marciales, antes de hacerla caer sobre Spaceboy. Éste ni siquiera se inmutó, tomando la maza, haciéndola caer al suelo, dejando indefenso al atacante de Vanya. "Sinnerman where you gonna run to? ...". Fue a propinarle un gancho, pero Hazel fue más rápido, lanzándose a por él, elevándolo en su hombro, demostrando su gran preparación física, "Where you gonna run to? ...", antes de lanzarlo contra el suelo. "All on that day...". Mientras, Vanya se recuperaba del golpe recibido, contemplando cómo su hermano la defendía, peleando con el atacante.

"I said rock...". Séance, ahora ataviado con dos toallas de baño, una rodeando su torso y parte de sus piernas, y otra en su pelo, bailaba despreocupadamente por el pasillo. "What's the matter with you rock? ...". Estaba totalmente inconsciente de la pelea que se estaba dando en la casa. Número Cuatro caminó entonces a otra de las habitaciones. Allison bajó entonces las escaleras hacia el pasillo de las habitaciones, corriendo despavorida hacia el sótano. Cha-Cha la perseguía incansablemente, abriendo fuego con su arma. "Don't you see I need you, rock?". Rumor logró esquivarlo por poco, continuando su carrera. "Good Lord, Lord...". Por su parte, el adicto continuaba bailando en el pasillo.

"All on that day...". Allison bajó al sótano, esquivando una nueva ráfaga de disparos por parte de Cha-Cha. Escondiéndose tras la mesa de billar, Número Tres espero a que su perseguidora comenzase a investigar el entorno, lo bastante como para distraerse unos segundos, y así atacar. "All on that day...". Discretamente, tomó uno de los palos de billar como arma. "I said rock...". Mientras Cha-Cha caminaba, no se percató de la presencia de Rumor a su espalda, quien le propinó un buen golpe con el palo en las rodillas, haciéndola caer al suelo. "What's the matter with you rock? ..." . Cha-Cha, ahora sin su principal arma para defenderse, rompió el palo de billar en dos, armándose con ellos. "Don't you see I need you, rock? ...". La actriz ahora la encaraba, tomando una posición a la defensiva, dispuesta a contrarrestar sus golpes. "Good Lord, Lord...". Intercambiaron golpes y contragolpes, pero en un momento dado, la agente con la máscara rosa logró tumbar a Allison sobre la mesa cercana. "All on that day...". Diego apareció entonces, dispuesto a ayudar a su hermana, armado con sus cuchillos.

—¿Usamos El Rumor con esa loca? —cuestionó en un tono molesto, "So I run to the river...", por la presencia de aquellas personas en su hogar.

—No me hace falta —replicó Allison, "It was bleedin', I run to the sea...", notando cómo le sangraba el labio—, porque esa zorra me ha cabreado —recalcó, volviéndose hacia Cha-Cha.

—Solo queremos al chico —sentenció la agente "It was bleedin', I run to the sea...".

—Ah, peor me lo pones —replicó Rumor, "It was bleedin', I run to the sea...", atacándola ella en aquella ocasión.

Allison hizo lo posible por atacarla, pero estaba claro que, sin ayuda, no lograría hacerle ni un rasguño. "It was bleedin'...". Logró encadenar algunos buenos golpes, pero la mujer enmascarada era más rápida, devolviendo golpe por golpe, usando los trozos del palo de billar. "All on that day...". La agente de piel negra propinó entonces a Número Tres una patada giratoria en el estómago, haciéndola caer. "So I run to the river...". Diego llamó la atención sobre él, distrayendo a la atacante de su hermana. "It was boilin', I run to the sea...". Número Dos se acercó con pasos lentos, evaluando la situación y la fuerza de su oponente. En aquel momento, Cha-Cha fue la primera en atacar, golpeándolo con los trozos del palo de billar. "It was boilin', I run to the sea...". Sin embargo, Diego era experto a la hora de defenderse, por lo que pudo ponerla en jaque, al menos durante unos segundos. "It was boilin', all on that day...". Ella pronto contraatacó, provocando que el moreno se golpease con el torso contra el futbolín, procediendo a tomar una de sus barras para pelear. "So I run to the Lord...". Diego hizo unos leves movimientos de artes marciales con la barra, preparándose para pelear una vez más. "Please hide me, Lord...". Allison por su parte, aún sobre la pequeña mesa en la que había sido derribada, se percató de que había un abrecartas allí. "Don't you see me prayin'? ...". Con una sonrisa maliciosa, lo tomó en sus manos. "Don't you see me down here prayin'? ...". Kraken empezó entonces a intercambiar golpes con su arma con Cha-Cha, quien de nueva cuenta devolvía y detenía sus golpes. "But the Lord said...". Sin embargo, la coordinación entre ambos hermanos logró hacerla retroceder, perdiendo sus armas.

—A por ella —indicó Rumor, evidentemente ansiosa por vengarse, entregándole el abrecartas a su hermano.

"Go to the Devil, the Lord said...". Éste con gran habilidad lo lanzó, manipulando su trayectoria para que éste impactase contra el culo de su atacante.

—Vamos —comentó Kraken, siendo ellos ahora los perseguidores, encaminándose tras ella.

Entretanto, Klaus seguía bailando en su cuarto, totalmente ignorante ante lo que sucedía.

¡Klaus! —lo llamaba Ben—. ¡Klaus! —sin éxito, pues este continuaba escuchando música.

"He said go to the Devil...", Hazel seguía pelando contra Número Uno, quien estaba logrando mantenerlo en jaque. "All on that day...". Spaceboy intentó dislocar el hombro de su enemigo, pero le fue imposible, pues éste lo contrarrestó.

—¡Vanya, sal de aquí! —advirtió a su hermana, "So I ran to the Devil...", antes de recibir varios golpes en el rostro y torso.

La aludida rápidamente se incorporó de la mesa, aún mareada por la fuerza del ataque, escondiéndose tras al lado de la puerta, tras el marco, esperando que no la notasen. "He was waitin', I ran to the Devil...". Contuvo el aliento, esperando a que la pelea terminase. "He was waitin', I ran to the Devil...". Luther logró derribar a Hazel, dejándolo, aparentemente, inconsciente en el suelo del vestíbulo. "He was waitin', all on that day...". Para asegurarse, Spaceboy le propinó varios golpes en la espalda. "I cried, power, power (power, Lord) ...". De esa forma, esperaba asegurarse de dejarlo fuera de combate. "Power (power, Lord) ...". Cuando se encaminaba a la sala de estar para comprobar que su hermana estuviese bien, Hazel se levantó. El agente de cabello oscuro le hizo una llave de boxeo al hombre de la luna, logrando derribarlo, dejándolo casi incapacitado en el suelo. "Power (power, Lord) ...".

Hazel, ahora casi sin aliento por la pelea, deambuló entre vaivenes, tomando una nueva arma que encontró en el vestíbulo. Parecía tratarse de una semiautomática, probablemente se le habría caído a su compañera en el ataque. Se asomó a la sala de estar, y dio media vuelta al comprobar que no había nadie allí, para fortuna de Vanya. Se encaminó al piso superior.

—¡Luther! —exclamó Vanya, preocupada por él, observándolo aún tendido en el suelo.

Aquello bastó para que Hazel se apresurase, llegando a la balconada superior, con su arma preparada. Por su parte, Cha-Cha acababa de llegar a las barandillas del piso superior, reuniéndose con Hazel, donde podían vislumbrar todo lo que sucedía en la sala de estar. Sacando un revolver automático de su chaqueta, se preparó, contemplando como Allison y Diego aparecían allí, apresurándose en ayudar a Luther, intentando levantarlo del suelo.

—Venga, Luther, levanta —murmuró Allison, levantándolo por un brazo, mientras que su hermano hacía lo propio con el otro.

—Tienes que dejar de comer tanto, soldado —bromeó el moreno.

Vanya se acercó a ellos, dispuesta a ayudarlos a llevar a su hermano. Luther y sus hermanos observaron entonces que estaban rodeados. No había escapatoria posible. No podrían correr lo suficientemente rápido: serían acribillados por los disparos. En un esfuerzo por protegerlos, Spaceboy se colocó frente a sus otros hermanos, actuando como escudo, a pesar de saber que sus fuerzas estaban mermadas.

—¿Y si nos dejamos de juegos de una vez? —se escuchó una voz distorsionada, procediendo los hermanos a alzar el rostro, contemplando que había una figura en una de las vigas del techo de la sala de estar: tenía una capucha blanca y una máscara de zorro japonés—. No os preocupéis —apeló a los Hargreeves—, aunque mi aspecto pueda parecerlo, no soy un enemigo —aseguró—. Y ahora, ¿qué os parece si comenzamos? —comentó, posando sus ojos en Hazel y Cha-Cha, antes de colocarse unos cascos en las orejas—. Me buscabais a mi... Pues aquí me tenéis.

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