|Corregido por EmmaPark1104|

-¡¿Que has hecho qué?! –El grito de Minzy resuena por todo el departamento.

-Baja la voz. –Jongin le hace un ademán para que así lo haga.

-¿Pero en qué rayos pensabas? –La morena se levanta del cómodo sofá y empieza caminar nerviosa –Él es débil. Tú sabes mejor que nadie que sus pensamientos son débiles, ¿qué tal si lo recuerda todo?

-Tarde o temprano tiene que suceder. –Aunque su voz parezca segura, no lo está.

-Jongin, ¿acaso estás loco? –La chica le mira directo a los ojos.

-Tal vez. –El más alto corta la mirada asesina que Minzy le inyecta.

-Aparte de lo que has hecho, lo has dejado solo. –Jongin esta cruzado de piernas, observando el suelo como si este fuera lo más interesante de todo – ¡Es tu sangre, tu sobrino, hijo de tu hermano!

-Mierda, Minzy, dime algo que ya no sepa. –Le dice exasperado.

-Lo siento. –Se disculpa –Pero no me puedo creer que ayer hayan tenido sexo. –Jongin le fulmina con la mirada –Bien, lo siento de nuevo. Jongin, sabes que es muy doloroso la primera vez.

-Nunca me han penetrado ¿cómo saberlo? –Minzy odia cada partícula de cinismo que hay en él.

-Imbécil. Kyungsoo es más pequeño. Cuando tú me quitaste mi virginidad, que por gusto te di, estuviste allí conmigo. No me abandonaste como lo has hecho con Kyungsoo. Además, él apenas acaba de recuperarse ¡¿cómo pudiste hacerle eso?! –La mente de Jongin comienza a trabajar, la culpabilidad está comenzando a salir a flote –La verdad, no puedo creer lo que has hecho y sobre todo a él. –La morena se escucha decepcionada.

-Él jamás debió de reaccionar así. –Se excusa el más alto.

-Tal vez no, pero ¿cómo quieres que reaccione después de caer en la cuenta de que se ha acostado con su tío de 25 años? ¿Cómo? Explícamelo Jongin, porque no entiendo.

-La cagué y muy fuerte, ¿verdad? –El más alto mira hacia el cristal que se encuentra a su derecha. Al parecer es un día lluvioso en Seúl.

-Sí, sí la cagaste, idiota. –El mal alto le mira –Además, dime ¿quién le dice a la persona con la que acaba de "Hacer el amor" que es una puta? –Jongin sigue perdido en aquel cristal. Es cierto, es una mierda – ¿Y a qué esperas? –Inquiere Minzy mientras le mira profundamente –Si tu sobrino sufre una hemorragia o intenta suicidarse o qué sé yo, estaré aquí para consolarte, pero no para ayudarte a recuperarlo –Y esas han sido  las palabras mágicas para que Jongin salga hecho fuego del departamento –Dios, ¿por qué es tan testarudo? O mejor aún, ¿por qué son tan testarudos? Si ambos se aman, ¿porque lo hacen?

***

Kyungsoo está dormido boca abajo; el dolor parece haber disminuido, la pomada había funcionado. Después de bañarse se puso sus pantalones de chándal grises y su polera de Pororo blanca; sus ojos se han quedado secos, el camino de sus lágrimas secas junto con el rubor natural de sus mejillas y sus labios rojos sangre entre abiertos son el único adorno en su rostro.
Kyungsoo parece un completo ángel.

-Quiero regresar a casa… -una lágrima recorre desde su rabillo del ojo hasta su barbilla.

Su celular comienza a sonar, pero él no tiene ganas de hablar, además con un poco que se mueva siente inevitables corrientes de dolor por toda su parte trasera, así que no contesta. El celular sigue timbrando alrededor de unos 10 minutos más, hasta que la persona se cansó.

-Señorita, le he dicho que el Señor Kim no se encuentra –Escucha el alego de una empleada a una chica.

-Y yo te he dicho que no me importa. Lo esperaré en su habitación.

-No. Sus órdenes son estrictas, así que por favor espere abajo.

-Gata sucia, he dicho que lo esperaré en su habitación. Él me ha llamado, así que no estorbes. –Una puerta se azota con fuerza.

-Así que era cierto lo de ir a buscar a una chica para satisfacerte mientras yo estoy hecho mierda. –Las lágrimas vuelven a hacer acto de presencia en el rostro pálido y blanco de Kyungsoo –Y encima, en la misma cama que me has destruido a mí. –El pequeño importándole poco el dolor que siente físicamente, se levanta de la cama, se pone sus Converse negras, coge una sudadera y sale de su habitación cojeando.

Él no quiere estar en la mansión para escuchar cómo Jongin le restriega en las narices cómo se lo hace a la chica; y mucho menos a escuchar cómo su tío se burla de él. No. Él no se quedará para eso.

Con mucho dolor, baja las escaleras lentamente hasta llegar a la planta baja.

-Joven ¿saldrá? –Pregunta una chica que viste un lindo vestido negro con un mantel de un fino bordado, en sus piernas unas medias negras y unos bonitos zapatos de tacón en sus pies.

-Ehm, sí.

-Pero está lloviendo.

-No importa, tengo que hacer algo.

-Llamaré al chofer.

-No, no es necesario. Me iré caminando.

-Pero...

-Gracias.

-¿El Señor Kim sabe que saldrá?

-Sí. Bueno, regreso en unas horas. Ah, y por favor dígale a mi tío que no me espere. Que la pase bien con su chica y que gracias por la pomada. –Sin esperar respuesta, Kyungsoo camina hacia la puerta.

La lluvia, el cielo gris como el humo negro y los relámpagos adornan Seúl mientras camina por las calles; el gorro de la sudadera le cubre un poco el rostro, pero el agua sigue cayendo sobre él. Sus lágrimas se mezclan con el líquido frío que cae del cielo y golpea suave contra su piel.

-Todo hubiera sido genial si no hubiera regresado. –Sus manos yacen dentro del bolsillo de su sudadera –Me siento traicionado aunque no debo estarlo. Es su vida yo solo soy su sobrino, pero también su Juguete. Y eso es lo que más odio, que solo sea un juguete con el cual puede jugar a su antojo. Ahora que le he dado lo que quería se largará a buscar otro. –Suspira con cansancio –Mamá ¿por qué soy tan débil? –Levanta su rostro y el agua fría le cae sobre el rostro.
Sigue cojeando; el dolor físico es evidente, pero lo deja de segunda plana pues el dolor de su alma es el que más lo asfixia.

Llega hasta una plaza y no se ve un alma, pero un dolor más fuerte que el que nunca ha sentido se apodera de su cabeza, Kyungsoo lleva sus manos hasta sus sienes para amortiguar el dolor, pero es algo inútil. Sus piernas le fallan y cae hincado en el suelo. Sus lágrimas más intensas caen.

-No quiero irme. No quiero...

-No te vayas. Quédate. Yo te cuidaré.

-No puedo. Papá me necesita y KyungMin también.

-Lo prometiste Kyungsoo. Eres mi novio y no puedes dejarme. Es una orden.

-Lo siento.

-Te amo, tío.

-No importa. Solo fue un Juego. Tú fuiste mi Juguete

-Tillo Jonin. ¿Juegas comigo?

-Claro mi niño.

-Tillo Jonin ¿yo soy tu novio?

-Claro Kyungsoo. Tú no puedes ser de nadie más que de mí. Yo soy tu novio y tú el mío.

-Jongin. –Balbucea Kyungsoo, incrédulo.

El pasado ha vuelto a la mente de Kyungsoo. En pequeños cortos, pero ha vuelto.

-¡Kyungsoo! –La voz de Jongin se escucha lejana. Kyungsoo intenta mirar, pero solo ve una silueta al otro extremo del parque que se acerca velozmente a él – ¿Qué sucede? –La voz de su tío se escucha temerosa y muy preocupada. Está con una rodilla en el pavimento y con la otra en cuclillas –Kyungsoo, responde. Soy Jongin. –Le sostiene de los brazos para que le mire directo a al os ojos. El menor  parece reaccionar y le mira aun con lágrimas para después decirle:

-Mentiroso.