Capitulo 11

|Corregido por EmmaPark1104|


-¿Entonces ya puede regresar a la escuela? –Pregunta Yuri al doctor.

-Por supuesto, pero con la condición que todos los días tome sus pastillas. –La morena observa el rostro iluminado de su sobrino. Está feliz –Recuerde que Kyungsoo está pasando por un momento difícil pero importante para su mente, el recuperar los recuerdos perdidos.

-Claro que sí. –Responde feliz para luego estrechar en sus brazos a su sobrino.

-Te quiero ver la otra semana para ver cómo avanzas. Esto es todo. –El doctor los despide. A continuación, Yuri y Kyungsoo salen del consultorio.

Ya lleva una semana su tía en Corea y Kyungsoo se siente muy feliz, aunque hay algo que lo trae muy confundido: Jongin ha estado muy alejado de él, apenas lo ve; ya no va a visitarlo a su habitación, ya no pregunta cómo está como antes lo hacía, ya no se preocupa por él y hoy no ha venido con él a la consulta. El menor cree que se ha alejado por la estúpida y absurda confesión que le hizo aquel día.

***

-Veo que mis amenazas te pueden, tío. –KyungMin se encuentra recargada en el marco de la puerta del despacho del susodicho.

-¿Qué quieres? –El mayor en ningún momento levanta la vista de los documentos que tiene en sus manos y está revisando.

-Mi hermano es muy importante para ti. No me equivoqué. –La gemela cierra la puerta y camina hacia el escritorio para luego tomar asiento en la silla frente a él.

-Vete. Estoy ocupado. –Jongin está que hierve de enojo.

-No, no me iré. Sólo vengo a decirte que por ahora no diré nada. Y quiero que te mantengas lo más lejos posible de Kyungsoo, como hasta ahora. –Dicho esto KyungMin sale del despacho.

Jongin tira los documentos al piso. Está muy enojado, demasiado, y se siente tan impotente e inútil. Se levanta del sillón y golpea fuertemente la pared, hasta que sus nudillos se ponen rojos y pequeños rastros de sangre comienzan a brotar de ellos, es cuando deja de hacerlo. Tira todo lo que se encuentra sobre su escritorio. Es la única forma de sacar su enojo. Lo necesita, necesita a su Juguete.

-¡Maldita sea! –Grita enojado.

-Lo siento...-KyungMin está al otro lado de la puerta. Ha escuchado cómo Jongin tira cosas al suelo y cómo maldice. Pero lo que hace es por el bien de él y de su hermano; no puede dejar que esto tome un curso equivocado e irreparable. –Es por su bien. –Sabe que no la puede escuchar, pero necesita decirlo.

Aún recuerda cuándo se enteró de todo, no lo podía creer. Su tío y su hermano... juntos. Eso no podía ser. Por eso esa posesividad de Jongin hacia su hermano, esa era la razón. Lo quería para él.

-¿Kyung quieres algo de comer? –Preguntó KyungMin una vez dentro de la casa. Jongin se había dejado caer fastidiado en la grande y moderna sala. Su hermano solo asintió, ella se fue directo a la cocina dando saltitos. Las cocineras la apreciaban mucho.

-Oh, ahora vuelvo. Olvidé preguntarle a Kyungsoo que deseaba comer. Recuerden que hoy lo consentiré. –Rió dulcemente y se dirigió a la sala.

-Kyungsoo ven. –KyungMin está a punto de entrar a la sala, pero se queda escuchando y observando desde una esquina donde no se logra ver. Jongin le habla a Kyungsoo y le parece interesante.

-¿Qué sucede? –Su hermano le pregunta a su tío con rostro fastidiado, y no entiende por qué su gemelo odia tanto a su preciado tío. Su gemela está a punto de salir del escondite y regañar a Kyungsoo por ser tan maleducado con su tío favorito pero se queda en su lugar al ver cómo este le vuelve a hablar a Kyungsoo, esta vez con más autoridad.

-He dicho que vengas. –Su hermano rendido camina hacia su tío.

-¿Y? –Su gemelo vuelve a preguntar en el mismo tono fastidiado.

- Siéntate. –La gemela no puede creer lo que escucha y está viendo en este instante. Su tío le está indicando a Kyungsoo que se siente sobre sus piernas. Su hermano abre, como de costumbres, sus ojos cuando está demasiado impresionado.

-¿Qué? ¿Estás loco? No, para qué pregunto. –Su gemelo se niega.

-¿Te sientas tú sólito o te siento yo? –La gemela no puede reaccionar, solo se tapa la boca con la mano. Está demasiado impresionada como para gritar.

-Pero nos pueden ver. –Su hermano se sonroja y está hablando en susurros, pero KyungMin está lo suficientemente cerca para escucharlo.

-¿Entonces sí te sentarías si no hubiera nadie?... interesante mi Juguetito. – ¿Juguetito? ¿Acaba de llamar "Juguetito" a su hermano? ¿En serio? El asombro se borra del rostro de KyungMin y un enfado indescriptible lo reemplaza. Pero más coraje le da lo que a continuación su tío hace, sentar a horcajadas a su hermano, sin su consentimiento, sobre él.

Nota cómo su hermano nuevamente abre sus ojos como platos. También observa cómo su tío le sonríe con malicia y d-después... lo besa. La gemela está estupefacta, ese beso es demasiado íntimo como para ser la primera vez que sucedía.

-Mi Juguete, es hermoso y quiero que ya seas mío. – ¿Qué? ¿Qué ya sea SUYO? ¿Pero qué rayos? KyungMin está nuevamente furiosa. Tiene ganas de ir a golpear a su supuesto tío favorito y decirle un montón de palabras para nada decentes. Su hermano es tan estúpido inocente, ingenuo y... ¡estúpido! Su tío siempre ha sido un maldito Playboy, ella lo sabe mejor que nadie. La gemela ya no soporta seguir escuchando y viendo algo que le hace enojar y decepcionar mucho, así que se va corriendo de nuevo a la cocina y de alguna forma lágrimas se acumulan en sus ojos, ¿cómo pudo ser tan tonta? Obligó a venir a Kyungsoo cuando él suplicaba que lo enviaran con la tía Yuri, algo tenía que haber, pero ella fue tan egoísta. Su hermano solo era una víctima del maldito de su tío. Eso sí que no lo permitiría, no.

Ahora todo se aclara. La posesividad que Jongin tiene sobre su hermano, las miradas que en aquel entonces eran de curiosidad, como ella supuso, en verdad eran de deseo; todo tiene sentido ahora. Pero no permitirá que su hermano sea el "Juguete" de su tío, como él lo había dicho. Kyungsoo es su gemelo, por lo cual podía sentir lo triste que se siente, lo destrozado que está, lo doloroso que es estar en Seúl para él. Ella solo fue egoísta y ahora lo arreglaría.

No va a seguir dejando que su tío siga manipulando a su gemelo, su querido hermano. Ella hará todo lo posible para alejarlo de él.

-¿KyungMin? –La nombrada se ha sumido tanto en sus pensamientos que no ha notado la llegada de su hermano, al parecer la tía Yuri lo ha venido a dejar.

-Oh, Kyung, ¿cómo fue? –Pregunta acerca de la consulta con el médico.

-¿Qué hacías tan pegada a la puerta del despacho del tío? –Inquiere mientras le sonríe dulce y juguetón.

-Oh, venía a decirle algunas cosas, pero creo que son algo totas. Y entonces ¿cómo te fue? –Está nerviosa. No puede decirle la verdad. No a su hermano.

-Estupendo, pero mejor vamos a prepararnos unos bocadillos, tengo hambre. –Su hermano sí que es ingenuo. Rápidamente olvida qué hace ella ahí.

-Vamos. –Le sonríe forzosamente, pero Kyungsoo no lo nota. KyungMin siente un gran peso en su espalda, secreto que sabe es oscuro y pesado.

***

-Jongin, ¿te encuentras bien? –Yuri ha venido a dejar a Kyungsoo, pero está preocupada por su hermano. Esta mañana la llamó para que llevara a sus sobrino a la consulta, ella preguntó por qué no lo hacia él, aunque no había problema con que ella lo llevara, pero él sólo respondió que estaba demasiado ocupado y ella de inmediato supo que algo andaba mal. Así que decidió regresar a la mansión que antes fue suya y que ahora sólo le pertenece a su hermana mayor.

-Sí, ¿por qué lo dices? –El más alto se está bebiendo una copa de vino, mientras la observa con esa mirada indescifrable.

La mayor baja la vista de los ojos oscuros de su hermano y la posa en sus manos, o mejor dicho, en sus nudillos rojos que parecen estar heridos, más no dice nada. Jongin, al ver que Yuri se fijó su mirada, los oculta en unas carpetas disimuladamente.

-Me iré mañana, y no quiero dejar a los gemelos bajo tu cargo si estás de este modo. Tu carácter es tan difícil y estresante. Hoy los llevaré a que pasen la noche conmigo, quieren conocer a Haneul. –Jongin abre los ojos como platos, Kyungsoo no puede alejarse más de él. ¡No puede! Aunque sea una noche. El hecho de que no pueda acercarse a él lo tortura y pensar que no estará en su casa, bajo el mismo techo, respirando el mismo aire, lo tortura aún más –Por favor. –El más alto detiene las palabras negativas que están a punto de salir de su boca por la voz tranquila de su hermana. Sólo era una noche, además él tampoco conoce a su sobrina.

-Bien. –Es lo único que dice. Su hermana sonríe feliz.

-Gracias, yo sé que no eres el chico malo que dicen, yo sé que eres mi hermanito Jonginnie. –El más alto entorna los ojos –Por cierto, Kyungsoo ya puede regresar a la escuela, sólo debe tomar su medicamento todos los días y estará bien. Los recuerdos pronto regresarán. –Jongin se siente feliz de saber que su niño estará bien de nuevo, pero le asusta que los recuerdos lo alejen mucho más de él.



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