(Serán 4 finales distintos)

Final feliz, pero no perdonado. 

Los años pasaron y Ryoga no dejó de intentar obtener el perdón de Ranma, éste no le deja ver a su hija ni tampoco quiere cruzar palabras. 

La hija de ellos ya tiene 5 años y es una niña muy hermosa, amante de las artes marciales, entrena todos los días con su tía Akane.

Genma actualmente está junto a su mujer, Nodoko, apoyando la decisión de su hijo.

Akane por decisión propia quiso quedarse soltera, ahora es maestra de las artes marciales y le va muy bien. 

Kasumi se casó con el Dr. Tofu y viven juntos como la hermosa pareja que son. 

Nabiki lleva dos años de novia con su pareja Shampoo, al principio nadie le creyó esa "Barbaridad", pero pronto se acostumbraron a verlas muy cariñosas o dándose besos.

Soun sigue dándole alojo a su amigo porque es buena persona 8además de que ahora Genma si trabaja y le da lo que consume), ellos siguen peleando al perder por su juego de mesa (me olvidé como se llamaba ;-;)

Ryoga vive a dos casas de ellos, solo para poder ver a su hijo, aunque lo a intentado un millón de veces, Ranma no le deja hablar con su hija. 

Ranma (hija) sabe quien es su papá, hasta quiere hablar con él cuando lo ve espiandola, pero por respeto a la decisión de su madre no lo hace, su madre le prohibió hablar con él o acercarse.

Ranma cuida mucho a su pequeña, sabe que Ryoga lo vigilaba y por esa razón la acompaña a todos lados. Aunque no lo perdonara, no quiere decir que no lo extrañe, aún con todo lo que le hizo, ella sigue viéndolo como un viejo amigo. Pero ya es muy tarde para ser feliz con él, porque ya lo es al lado de su pequeña hija y su familia.

 —¡Llegamos!  — dijo la pequeña al entrar junto a su mamá.

— ¿Cómo estuvo el entrenamiento? — preguntó Nodoko sirviendo la comida en los platos con un delicioso aroma.

 — ¡Muy bien! Voy manejando las patadas y mi equilibrio — dijo con una expresión de orgullo. 

— ¿Y tu, hijo?

— Yo logré conseguir el trabajo — sonrió contento, desde hace unas semanas que fue al local de comida de Ukyo para poder ser camarera o algo, y al final lo consiguió. 

— Que bueno, ahora celebremos. Tu padre está limpiando y el señor Soun también — le contó con una sonrisa adorable. Aunque era claro que ella amenazó a esos dos para que limpiaran al lugar. 

Y a pesar de todo eso, Ranma era muy feliz, estaba orgulloso de lo que logró y de lo que es. 

- Fin -