- Narra Ranma -

Ryoga se había ido otra vez, dejándome sola, sin nada.
Quiero a mi bebé de vuelta, quiero ir con mi padre, simplemente quiero mi vieja vida antes se haber caído en ese pozo de agua.
Había dejado de llorar hace una hora, de nada me sirve seguir haciéndolo.

— ¿Ranma? ¿Estás aquí?

Esa voz... Era la voz de Akane.
Me levanté rápidamente para responderle casi gritando.

— ¡A..Akane! ¡Acá estoy! Sácame.. Por favor..

Pocos segundos después la puerta fue tirada por ella, esta tenía los ojos llorosos al igual que yo.

— Ra... Ranma — dicho esto corrió para abrazarme a lo cual le correspondí de inmediato.

— ¡¿Por qué tardaron tanto?! Los extrañé mucho, me hicieron mucha falta — le dije mirándola a la cara, ambos estábamos llorando.

Ella me ayudó a levantarme y salimos de allí, claramente ya no tenía las cadenas, Ryoga me las había quitado para el parto, pude salir fácilmente, soy.. libre (Dobby es un elfo libre xd)

Afuera estaba mi padre, Soun, Nibiki y Kasumi que tenía a mi bebé en brazos, todos tenían los ojos llorosos. El primero en abrazarme fue mi padre, abrazo que correspondí muy feliz.

— ¡Hijo!

— ¡Papá! ¡Ya no soportaba estar allí! Yo no quería... Él... Él.. — un sollozo escapó de mi garganta.

- Salto de tiempo - 

Ya estábamos en la casa de los Tendo, yo tenía a mi bebé en brazos, le estoy dando el pecho por primera vez.

— Queremos saber las cosas que te hizo ese hijo de puta — habló mi padre, Soun lloraba en silencio, con una expresión seria, Kasumi estaba sirviendo más té, Akane estaba al lado mío y Nabiki se había ido a comprar ropa de bebé. 

— So.. soporté sus golpes... Sus insultos, maltratos, violaciones y juegos sádicos... Él.. me trataba como juguete sexual... Yo... no podía hacer nada — las gruesas lágrimas escapaban de mis ojos, resbalando por mi mejilla hasta caer desde mi mentón en forma de gota , formando una pequeña lluvia que caía en mis brazos.

Todos me miraban con lástima en silencio, Soun carraspeó con la garganta mirando a Genma, se hicieron unas señales para luego asentir y mirarme. 

— De todos nosotros hay una persona que quiere verte ya desde hace mucho, ella también ayudó con la búsqueda — su tono de voz era grave, estaba serio.

— ¿Quién?

— ¡Ya puedes pasar! — gritó él, pocos segundos después la puerta se abrió dejando ver a Nodoka Saotome, mi madre. 

— ¿Hijo? ¿Realmente eres tú? — su voz se quebraba. 

— S..si, soy yo mamá. 

Ella se arrodilló para estar a mi altura y me abrazó con cuidado de no aplastar a mi bebé. 

Las cosas no pueden salir mejor que ahora.

Después de todo esto, ¿Qué otra cosa podría pasar? ¿Qué puede salir mal?