-Narra Ranma-

Al terminar con todo "eso", él me echó agua tibia.

Grande fue su sorpresa al ver que seguía siendo mujer.

La respuesta era más que obvia, estoy embarazada.

Pero como es "medio" tarado no captó el mensaje.

— Pero... Si el agua esta casi hirviendo — dijo tirandome más.

Ya estaba vestida, estaba sentada sobre el futón.
Mi cuerpo ya no aceptaba los cambios de mujer a hombre, esto era peor que una pesadilla.
Era lo que me faltaba, quedar embarazada de mi violador y mejor amigo.

— ¿Esto significa que la maldición se rompió? Pero... Sigues siendo mujer...

— Eres más tonto de lo que aparentas — suspire con pesadez para luego responderle — Me dejaste embarazada, pelotudo.

Su reacción fue graciosa, él dio un gran salto hacia atrás dándose la cabeza muy fuerte contra la pared.

— Pe..pero no estás gomitando...

— Es "Vomitando". Y si lo hago, cuando te vas a perderte por no sé donde, yo me levanto a cada rato para vomitar.

Era cierto, antes de que él viniera yo vomité.

Espero que no me haga abortarlo, aunque sea a causa de una violación la niña o niño que crece dentro mío no tiene la culpa de nada. (Ojalá los hombres y mujeres de esta época pensaran de este modo, pero son tan egoístas por pensar en ellos mismos y en lo que dirán los demás.)

— Voy.. Voy a ser papá, pobre niño, ojala que no saque mi sentido de orientación.

Espero que no, lo perderíamos a cada segundo.
El lado bueno es que aceptó que lo tenga, vah, me haya dejado o no, al bebé lo voy a tener igual.