1

Allí se encontraba un joven, encadenado por dos fuertes cadenas que estaban pegadas a la pared, su cuerpo reposaba sobre un futón, sus ropas estaban tiradas lejos de él, la única prenda con la que contaba, era un bóxer blanco.
La habitación era iluminada por un foco gastado que titilaba, las paredes eran blancas, el piso de madera, la casa tenia dos niveles y él siempre estaba arriba.

— ¿No despertaste todavía? — preguntó cínicamente su secuestrador.

— De..dejame ir — la voz salia temblorosa, el nudo en la garganta no ayuda mucho.

— Mmm, dejame pensarlo... No. Es hora de tu baño — este se fue acercando al débil cuerpo.

Había conseguido unas cadenas especiales, cada vez que este ponga resistencia, estas dan un choque eléctrico. Las vive usando para el contrario, supuestamente es su forma de educarlo.

Agradeciendo que había un baño en la misma habitación, empujó el débil cuerpo a la tina donde había agua caliente.

— Bañate rápido, hoy tengo ganas y quiero quitarmelas de una vez ¿Entendido, Ranma? — le preguntó con algo de impaciencia.

Narra Ranma

Así es mi vida ahora, fui secuestrado por alguien que creí que era mi mejor amigo, él ahora me usa solo para saciar ciertos deseos y cuando ya esta satisfecho irse como si nada, el primer mes intente como pude escapar, trataba de soportar los choques eléctricos, pero se me fue imposible. Estuve así hasta que cedí, odio tener esta maldición, odio mi vida, quiero morirme de una maldita vez.
Al terminar de bañarme, como de costumbre, Ryoga me tiró un vaso de agua fría que hizo que mi cuerpo vuelva a ser femenino.

— Ya sabes lo que tienes que hacer — me dijo él mientras se sacaba los pantalones para quedar en bóxer.

Obedeciendo me recoste boca arriba en el futón que él trajo, mi expresión carecía de sentimientos positivos, estaba completamente sin esa emoción, lo único que se podía apreciar era: dolor, tristeza, amargura, sufrimientos, remordimiento y unas inmensas ganas de morir.
Ryoga se acerca gateando a mi cuerpo, cuando ya estaba su rostro junto al mio me dijo cerca de mis labios.

— Espero que esta vez no me muerdas la lengua.

Siento asco al tener que corresponder sus besos a la fuerza, sentir como introduce su lengua en mi cavidad bucal.
Era un beso asqueroso, su lengua recorría toda mi boca, a veces enrollaba nuestras lenguas, cuando la respiración comenzó a faltar, él se separó unos centímetros de mi, ambos retomamos aire, me dio un beso corto antes de bajar a mi cuello donde succionó para dejar marcas ¿Gemir? No, esto no es para nada placentero para estar gimiendo ¿O prefieren cambiar de lugar? Antes de decir 'Si' escuchen, me alimento una sola vez al día, paso frío todo el tiempo, estoy solo ya que Ryoga viene una vez por día, me viven golpeando, sólo me usan como juguete sexual, si no cumplo una orden me dan choques eléctricos, tengo que pedir permiso para ir al baño. Sabiendo eso ¿Les gustaría estar en mi lugar? No ¿Verdad?

— Quiero escucharte gemir ¿Por qué no lo haces? — me recriminó antes de morder uno de mis pechos.

No le respondí, era extraña la sensación de su lengua en mis senos, me provocaba cosquilleo y dejaba escapar algunos suspiros involuntarios, resistirse es difícil realmente.
Dejó uno de mis pechos para meterse el otro en la boca para volver a hacer lo mismo, cuando dejó mi pecho, fue dejando un camino de besos hasta llegar a mi entrepierna, sentir su lengua tocar aquella parte tan sensible a esos toques, no pude evitar soltar varios gemidos, estoy en un momento vulnerable.

— ~Aahh~ ~Nmm~ — soy un idiota al caer tan fácil, pero es imposible detenerlos al sentir su lengua en mi clítoris.

Logró que me corra en su boca, mi respiración sale forzosamente, él se relamió sus labios y dijo.

— Amo tu sabor, ahora te toca a ti — el cinismo en su voz se notaba a cuadras.

Me levanté con algo de dificultad, sentía cosquilleos en todo mi cuerpo, Ryoga estaba apoyado sobre sus codos boca arriba, me acerque a su ropa interior y la quité dejando a la vista su erección, la tomé con una de mis manos para luego llevarmelo a la boca, al principio odiaba su sabor, pero ahora ya me acostumbre. Mi mano subía y bajaba mientras mi lengua recorría la punta.

— Cada vez lo haces mejor — me dijo entre gruñidos.

Estuve así varios minutos hasta sentir el líquido pre-seminal, allí me lo metí completamente a la boca para luego tener su semen en esta, después de un tiempo no sabe tan mal.
Me volví a recostar para abrir las piernas, ya sabia de memoria lo que tenia que hacer.

— Que bueno que ya sepas lo que voy hacer. Pero, esta vez haré que tú lo pidas.

— Entonces no pasara — le respondí sin emoción alguna.

— Entonces sólo me distraere tocando — me regaló una de sus típicas sonrisas, sólo que esta es con malicia.

Acercó su mano a mi estomago para ir bajando a mi entrepierna, mi respiración se hacia lenta al sentir su mano en mi intimidad, masajeaba lentamente.

— Ba...basta — le pedí, él lo dejó de hacer para volver a estar arriba mio, rozaba nuestras intimidades.

— Pidelo, pedime que entre ya, roga para que me tengas de la misma forma que siempre — susurró antes de volver a besarme.

Nunca lograra que yo pida aquello, además, si yo no se lo pido él lo hace igual.
No me quedaba de otra mas que corresponder su beso, no quería volver a sentir un choque eléctrico por todo mi cuerpo, literalmente.
Los roces de ambas intimidades era algo sumamente placentero, pero jamás diría eso. Dejó de besarme para retomar aire y ordenarme.

— Di que me amas, quiero escuchar esas palabras de ti — era una de tantas cosas que me obligaba a hacer.

— Sabes que miento, Te amo Ryoga — y allí estaban otra vez sus lágrimas amargas.

No comprendo ¿Para qué llora?
Dejó caer su cuerpo sobre el mio, esto es nuevo, jamás se recostaba sobre mi.

— Perdoname, Perdoname Ranma — y cuando creí que esto no podía ponerse más raro.

Viene abusando de mi más de un mes y ¿Me está pidiendo perdón? Admito que siento algo de lástima al verlo llorar siempre que estamos en la misma situación.

— ¿Por qué no me dices la razón de tus disculpas? — por fin, nunca le pregunté por miedo, pero hoy finalmente lo hice.

— Tú no mereces esto, yo no me tendría que aprovechar de tu condición — me dijo entre lágrimas mirándome a los ojos.

— Pero lo sigues haciendo — era así, él siempre venía para lo mismo, además creo que me dejó embarazada.

— No puedo evitarlo, te tengo de este modo sólo para mi y aun así no quiero aceptar que esto no es mutuo, que no es algo forzado, pero no puedo evitar seguir teniendo te así, eres mío, solo mío, no pienso darte a Akane. Esa tonta llora todas las noches por tu ausencia, sabe que estas secuestrado por una carta que le mandé.

Akane, la extraño tanto, sus gritos, sus golpes, todo. Daría lo que fuera para volver a verla, hasta creo que extraño a Shampoo, ella también me hace falta, es mi amiga, además de mi padre y los demás. Quiero que todo sea como antes...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top