Retorno de un dolor

Camus había bajado.

El pequeño estaba contento, seguía balbuceando, mientras que Camus afirmaba algunas cosas. En la entrada principal se encontraba Mystoria quien se veía preocupado. Sostenía sus manos con nerviosismo, intentando calmar la situación, más bien sus nervios.

Para Camus, aquella escena era realmente sorprendente. Nunca había visto al cubo mayor en ese estado, era como si el más grande temor del mencionado peliceleste se presentara.

—Señor Mystoria —llamo.

El peliceleste brinco en su sitio, se giró y con una sonrisa nerviosa comenzó a hablar.

—Descuida, todo está bien, solo espero a Cardinale, de seguro no tarda —dijo.

—Bueno debería esperarlo en la sala o despacho, porque parece desesperado —dijo Camus quien de acercaba a Mystoria.

Termino quedándose enfrente, pudiendo así seguir notando sus nervios, el pequeño había tocado la mejilla del abuelo.

—Lito... —dijo.

—Hay mi pequeño Luc —Mystoria acaricio la cabeza del pequeño —Gracias, necesitaremos más que un llamado para lo que se avecina —dijo en susurro. 

Aquello había dejado confundido al menor, en cambio Camus quería entenderlo.

—¿Que pasa realmente? —pregunto.

—Mi desgracia —susurro.

La puerta se abrió, un rubio se mostró, su preocupación fue notoria y rápidamente abrazó al peli celeste.

—¿Que pasa hermano? —pregunto —¿No te ha amenazado? —pregunto el rubio.

—Perdóname Camus, esto es algo que me da pena —dijo Mystoria quien pronto hizo una seña a Cardinale de que lo siguiera al despacho.

Camus simplemente ladio la cabeza. Estaba más confundido.

Se dirigió al comedor con las ganas de desayunar, sabría que iba desayunar solo, bueno, también el pequeño iba a desayunar, eso le alegraba un poco, tomo asiento dejando al pequeño en sus piernas, una sonrisa juguetona se mostraba en el pequeño, realmente todo aquello lo extrañaba.

....

Mientras tanto, en el despacho. Se encontraba Cardinale, mirando a su amigo de una manera tan seria o más bien de reproche. La situación en la que estaba no era de asustarse, al contrario, debía dar la cara y enfrentarlo.

—Te juro que no puedo, hay cosas que me hacen sentir mal —hablo el cubo con cierta tristeza.

—Pero Mystoria, debes hacerlo, sino lo haces jamás superarás ese sentimiento —hablo.

—Es que jamás pensé a ver tenido una traición de su parte. Eso lo sabes, sabes demasiado y no me das algo para tranquilizarme dijo un tanto alterado.

—¡Mystoria! —el rubio lo tomo de ambos hombros —La situación debe de ser sencilla, tu decides lo siguiente, si esto los favorece te entrará calma será algo que siempre deseaste, pero si es negativa, Milo y yo te apoyaremos, haremos todo lo posible para que salgas adelante hablo el rubio con sabiduría.

Mystoria quedo en silencio, realmente aquello no era lo que deseaba, pero tener aquella persona nuevamente le traía malos recuerdos. Su hermano, Cardinale le había dicho que aquel amigo no sería bueno y darlo por hecho termino mal.

....

Camus pasaba con el pequeño, estaba jugando, en algunas veces mandaba mensaje y retomaba su visión a los juguetes del pequeño, Luc parecía entretenido.

Estaba realmente feliz hasta que una voz lo llamó, era Milo, este al verlo de pie en la entrada de la sala le detono tranquilidad, puesto esa mañana su semblante era otro, pero ahora estaba más relajado.

—¿Como te fue? —pregunto el francés.

El pequeño intento ponerse de pie. Pero no podía, termino por sujetarse al mueble y apoyarse mientras caminaba por toda la sala hasta acercarse a su padre.

—Bien, aunque me da gusto que no hayan salido de la mansión —dijo Milo quien se acercó a Luc para cargarlo en brazos.

—¿Por que? ¿Sucede algo? —pregunto Camus levantándose.

—Si, los peores enemigos que nunca creímos ver de nuevo —hablo Milo mientras sentía el abrazo del pequeño.

—¿Habrá secuestros? —pregunto.

—No, pero no permitiré eso. —respondió —Lo que pasa es, de que  madre del pequeño esta aquí, lo buscara lo más probable. He sabido que tiene a gente merodeando por la mansión —hablo.

—Pero... —silencio.

—Por tu seguridad, tampoco quiero que salgas, perdona, pero no quiero más problemas y sobre todo si te pasa algo Luc estará muy preocupado. —dijo el heleno.

—Entiendo —hablo.

La situación para Camus estaba empeorando de una manera tan repentina. Había regresado la madre de Luc, pero Milo no deseaba que viera al pequeño, en parte, Camus sentía que si aquella mujer veía a Luc se lo llevaría y jamás lo regresaría.

Temía mucho, ese pequeño ya era como suyo, le importaba poco si no era una mujer, escuchar decir al bebé "Mami" era lo mejor.

...

Esa noche Camus recostó al pequeño en su cuna, le acarició la mejilla con suavidad, una sonrisa lo inundó y una nostalgia lo hizo sentir una punzada en su pecho.

Termino por alejarse pero en la entrada se encontraba Milo.

—Perdón, te estabas despidiendo de Luc —se disculpo el griego.

—Descuide, usted también puede hacerlo, no me molesta en absoluto —hablo.

Milo simplemente se relajó, se acercó hasta quedar a lado del francés, comenzó a mirar a su hijo con cierta esperanza.

—Sabe esto es lo más hermoso que he tenido —hablo el francés.

—¿A que se refiere? —pregunto curioso.

—Antiguamente, a menos unos años, estaba comprometido, mi novia esperaba un hijo mío, estaba tan emocionado por su llegada —dijo embozando una leve sonrisa. —Pero, tuve una mala pasada... nosotros íbamos a un pequeño pueblo a disfrutar de unos días de relajación, pero jamás habíamos contemplado el camino, a menos no esos animales del bosque que de vez en cuando salen a la carretera. —dijo —Aquello fue mi perdición,  ella estaba débil, su embarazo estaba en proceso de cinco meses y ese accidente... —silencio.

Milo noto aquello, miro unas lágrimas silenciosas que recorrían el rostro del francés, mientras este seguía mirando al pequeño que dormía.

—Estaba tan feliz, pero siempre una maldita desgracia me quita mi felicidad, por ese motivo no quería que usted me aceptara, siento que todo esto es mi culpa —dijo el francés con cierto dolor.

No recibió respuesta alguna, simplemente guardo silencio siguiendo contemplando al pequeño, no podía darle la cara al mayor. Más aquello fue algo confuso, sintió un agarre en su brazo, haciéndolo girar hasta quedar a abrazado al mayor. Su cuerpo estaba apegado al mayor, podía oler el perfume combinado con el sudor, era raro, sintió como sus mejillas ardían, mientras sus ojos se abrían enormemente.

—Nunca te he culpado de nada —dijo con suma tranquilidad. —Has sido algo espectacular, Luc a cambiado, ha hecho que no sufriera por una madre —dijo el mayor.

Camus seguía en silencio, sus ojos se cristalizan, poco a poco comenzó abrazar por el abdomen al mayor, sintiéndose más relajado y cómodo, tenía confianza, bueno, a menos tenía mucha al ver relatado su terrible momento.

La escena duró unos cuantos minutos, haciendo que Camus se separara, al notar su vergonzoso momento, a menos para él.

Salieron de la habitación hasta ir por lo menos a la sala, en donde charlaron un poco.

—Y bien, ¿cómo vas con Afrodita?—pregunto, estaba deseoso por saber sobre esa relación.

—¡Eh! Bueno, no creo que sea muy buena —respondió con cierto toque de nervios.

—¿Por que? —pregunto curioso.

—Afrodita tiene un amor platónico, a menos lo que me contó cuando salimos —se encogió de hombros.

Aquella respuesta había calmado su interior, lo había hecho estar más feliz.

—Si, pienso que Afrodita no sería alguien de verse bien para Luc, es muy buena persona pero tiene un toque loco a decir verdad. —dijo con cierto nervios.

Camus miró al heleno, realmente estaba siendo sincero referente a Afrodita, no estaba tan molesto, pero aquella opresión en el pecho había desaparecido. Cuando salieron  de la sala prosiguieron una charla en el pasillo, Milo veía las expresiones que hacía el francés, como aquella sonrisa que le hacía saltar a su corazón.

—Entonces esta mañana va desayunar con nosotros ¿cierto? —pregunto el francés.

—Si, quiero desayunar con mi familia —dijo aquello sin pensarlo, hasta que reacciono. —No vaya a pensar mal, es solo... —fue silenciado.

—Descuide, así veo la situación.  —dijo Camus con una sonrisa y colocando su mano en el hombro del mayor.

Aquello había sido tan repentino, acaso Camus ya comenzaba a sentir que esos dos eran parte de su nueva familia, Mystoria le había comentado, que Milo tenía aquella gracia de hacer proteger a todo lo que rodeaba, se encargaba de llevar la seguridad de todo aquel y a decir verdad la menciones de dos amigos de este le hizo entrar en cierta molestia. Puesto supo reconocer, ya que en el trabajo, estaban esos dos amigos.

...

Cada quien tomó diferentes caminos para irse a descansar, Camus se dio una ducha rápido, seco su cabello y se sentó en la orilla de la cama, usando una pijama algo grande a su cuerpo. Dio un suspiro mientras una leve sonrisa se mostraba, la palabra del griego referente a Familia le hizo sentir bien, pero... ¿estaba bien? Digo, el simple hecho de que él andaba con Surt, le hacía borrar todas esas ideas que Milo había implementado en esa pequeña palabra.

—Supongo que seré feliz con Surt —dijo con tranquilidad.

Se recostó mientras sacaba su libro, dispuesto a leer un párrafo más, estaba consiente de que ese libro le ayudaba, un libro para el cuidado de los pequeños. El móvil había sonado, sacándolo de aquella lectura. Tomo el móvil y respondió.

—¿Estas molesto? —pregunto. —Pero no he podido, estaba ocupado, sabes bien que cuidar un pequeño es complicado. —dijo calmado. —Disculpa aceptada —sonrio.

Su conversación siguió, en algunos casos Camus parecía fastidiar se, puesto el asgardiano parecía burlarse del griego, otras veces lo hacía de la situación  en la que estaba el francés, siendo niñero de un pequeño sabiendo de su enorme sabiduría.

—Ya lo se, se que cuando todo esto termine, todo será mejor —dijo Camus. —¡Espera! ¿Que acabas de decir? —pregunto sorprendido.

Aquello sacó de su tranquilidad, se sentó en la orilla queriéndose poner de pie, pero aquello le fue imposible.

—No Surt, es muy pronto, solamente tenemos pocos meses y ya quieres eso —dijo el francés.

Camus terminó negando todo, hasta que finalmente colgó, no iba a hacerlo, no porque apenas salían, no iba a comprometerse a algo que no deseaba muy apresurado.

....

Milo había tocado la puerta, abrió y entró con calma, estaba de pie, mientras su padre se encontraba sentado enfrente del tocador. Sus ojos se veían tristes y a decir verdad sonrió con melancolía cuando su hijo lo miró.

—Milo, ¿como te fue hoy? —pregunto.

—Bien, aunque me gustaría saber ¿porque no cenaste? Se que tuviste visitas —dijo sentándose en la cama.

—No quise alarmarte, Cardinale vino a verme—hablo para girar y encarar a su hijo.

—Sabes se que es difícil, porque siento ti misma sensación de temor, pero debemos ser fuertes, él te traicionó, se que pronto aparecerán, pero por el momento, dedícate a estar  feliz y tranquilo, deberías de invitar a Shijima, he sabido que regreso de su viaje a la India —hablo Milo.

—Pero estoy bien —dijo. Milo se puso de pie, se encaminó hasta enfrente de su padre.

—Lo se, pero si estas solo pensarás en él y comenzarás a sufrir —hablo —Ahora se que esto es repentino, pero hazlo, no quiero que Luc te vea así, harás que comience a preocuparse para su corta edad —hablo.

Aquello hizo que Mystoria quedara en silencio, bajo un poco su rostro, Milo lo tomó de las mejillas y besó la frente de su padre. Mystoria quedo enternecedor, no era la primera vez que había pasado eso.





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Hola. <3


Veni a dejarle este  capitulo. 

Bueno ya hemos entrado un poco en la disputa, tambien quiero aclarar, que posiblemente haya mas capitulos y me llegue a ausenter unos dias en esta historia para acomodar o editar otra historia. 

//Por el momento ando pensando en eso. 

Solamente les traje esto, para que no quedaran con la duda, ya que tengo un capitulo que se llama "Rivalidades" en donde represento un poco la relacion entre Ecarlate, Mystoria, el pelirrojo se enfrenta, o tiene discusion con Cardinale, el hermanastro de Mystoria, sin contar que veremos una faceta agradable de Ecarlate. Tambien un beso. 

Pero por el momento no puedo decir mucho es todo, el beso ya pronto lo van a descubrir. 


..... 

//Creo que hice Spoiler. .... sorry. Pero creo que ese capitulo me gusto demasiado. 

En fin, espero y hayan disfrutado del capitulo, esperen por mas. 


Los quiero muuuucho. 

<3


-AntaresLaks

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