Cita, recuerdos y perdon
Esa mañana, Camus había salido de la habitación, iba bien arreglado, parecía que saldría a una fiesta a tan temprana hora.
Milo lo había visto, había sentido una molestia, más no era realmente que se molestara, ¿o si?
El heleno simplemente se dedicó mirarlo una vez más y pronto hablo.
—Ten un dia excelente —fue todo lo que dijo cuando se dirigió a la habitación del pequeño.
Camus quedó en silencio, aquello no se lo había visto venir, era demasiado seco, era raro de entender, confuso por todo aquello, simplemente salió de la casona, tenía que ir a ver a su amigo, más bien a su novio.
Cuando llegó había sido recibido de una manera tan cálida, Surt lo había abrazado y brindado un beso en la mejilla, sujeto su mano una vez que se separaron y con una sonrisa cálida le prosiguió a decir todo los sucesos que pasaron en el departamento y fuera de este.
—Entonces has decidido unas vacaciones —dijo el francés.
—Si, quiero que vayamos a Asgard a final del año, para pasar los festivos navideños, como hace años —dijo el pelirrojo con suma tranquilidad.
Camus no sabía si aceptar aquello, puesto esos días, estaba con su pequeño "hijo" que a decir verdad comenzaba a tomarle cariño.
—Esta bien, lo tendré en cuenta —dijo regresandole la sonrisa al pelirrojo.
—¡Excelente! —exclamó —Bien, haré la comida o ¿quieres comer fuera? —pregunto el pelirrojo.
—Vamos a tomar aire fresco —respondió.
Aquello había sido una respuesta a sus posibles nerviosismos, puesto fuera estarán más tranquilos, a menos Camus lo estaría. La tarde se llevó entre comida, paseos y algunos juegos, por el simple hecho de que el pelirrojo hacía sonreír al francés.
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En la mansión, Milo se encontraba cuidando al pequeño Luc, el pequeño estaba en su silla mientras golpeaba levemente la plataforma de aquella silla, le daba de comer aquella papilla de manzana que el cocinero había preparado, en su oreja tenía unas manos libres, un pequeño aparato parecido a unos audífonos, hablaba mientras le hacía muecas a su hijo con la intención de que comiera aquella papilla.
—Sigo sin entender porqué diablo los deje a ustedes a cargo —dijo Milo mientras movía sus labios a manera de que comiera.
<Por el simple hecho de que nosotros somos capaces de poder sobrellevar esto>
<O acaso ¿quieres que le diga a Saga?>
—¡NO! —exclamó poniéndose de pie ante aquella pregunta. —¡No serias capaz de eso! —habló y se relajo al notar la cara de miedo de su hijo.
<Vamos Milo, Kanon no haría eso, porque su cabeza rodaría, que no vez que su padre lo tiene entre la espada y la pared>
<No es cierto, Aioria, que el viejo diga que ando con un hombre y no le daré nietos no quiere decir que no me acepte>
—Deberían mejor quedarse callados, Kanon se las podrá arreglar adoptando a niños, en cambio yo, debo de soportar a un francés que se la pasara mensajeando con su novio —dijo el heleno irritando.
<¡¿TIENE PAREJA?!>
Ambos habían hablado de una manera a gritos, haciendo que el heleno separará aquel dispositivo de manera brusca.
—Malditos ustedes dos casi me dejan sordo —dijo de manera molesta hacia el dispositivo.
El pequeño seguía mirando confuso a su padre, era raro mirar aquello, aunque pronto recibió otra porción de aquella comida.
La tarde paso con normalidad, bueno a excepción de su padre, Mystoria solía ser un poco infantil, le gustaba pasar mucho con su nieto y en algunas veces solía estar peor, era como un bipolar, a principio pensó que Saga era uno, más se dio cuenta que también estaba su padre.
Miró a su padre quien estaba caminando en círculos por toda la sala, el pequeño estaba jugando con unos cubos de plásticos, mientras estaba sentado, Mystoria esquivaba al pequeño de manera experto.
—Si sigues así explotara el móvil en tu odio padre —dijo el heleno quien estaba sentado en el sillón amplio.
—¡Claro que no! —replicó —Me siento preocupado y por eso estoy asi —hablo.
—Si, ¿preocupado por él? —preguntó con cierta irritación —No es más preferible que le dijeras que intentaras hacer reaccionar a Cardinale que a ese... —se burló.
—¡Que dijiste jovencito! —reclamo con molestia.
—Vamos papá, desde que yo tengo memoria, siempre lo mencionas a él, no entiendo si lo quiere o no, simplemente dije que lo olvides, Cardinale me ha mencionado un poco que se preocupa por ti, el es como mi tío y como tu hermano, debes entender eso. —dijo el heleno.
—Milo... —dijo quien pronto se sentó al lado del heleno —Cardinale a estado en mis peores momentos, desde que murió tu madre siempre ha estado ahí conmigo y a decir verdad si me molesta en parte porque, porque el tiene razón —dijo el peli celeste con cierto toque de tristeza.
—Ese hombre no valdría la pena ni como amigo —irritado —¡Vaya! Eso no me lo esperaba, de por sí, Cardinale solamente piensa en sí mismo... —dijo con burla, para pronto callarse al mirar a su padre —Aunque ¿porque te acuerdas de él? ¿Porque te preocupas por él? —pregunto mirando hacia el pequeño.
—No, no lo se —quedo en silencio —Iré a mi habitación, necesito descansar un poco —dijo quien se puso de pie.
—Esta bien —solo dijo aquello.
Aquello era lo más raro, su padre había cambiado en lo absoluto, estaba realmente mal por él, pero tampoco podía hacer mucho, por el simple hecho de que no podía arreglar el asunto con ese hombre.
Se puso a pensar, realmente había algo muy mal, su abuelo Degel, tenía un amigo igual de allegado y a decir verdad, su padre decía que tenía más parentesco a su amigo que a su abuelo. ¿Es raro no? Pero a decir verdad, su padre decía que los abuelos siempre pasaban juntos y a pesar de que el abuelo Degel estuviera casado la amistad seguía intacta, aunque después de la terrible tragedia del amigo de Degel todo se había venido abajo.
....
Finalmente la noche había llegado.
Milo había pasado con una gran alegría, aunque mirar el reloj de su muñeca y saber que faltaba poco para las ocho, le hacía sentir... mal. Era como si quisiera matar al niñero, por el simple motivo de haberse ido con su pareja, por no notificar desde hace tiempo la presencia de aquella persona en la vida del francés. La puerta se había abierto, una enorme sonrisa se mostraba en los labios del francés, haciendo molestar más al heleno.
—Hola señor —saludó el francés con una sonrisa.
—Bien, ya has llegado por lo menos saluda a Luc, ha estado preocupado por ti —dijo el heleno quien le señaló al pequeño.
—Está bien, aunque ya es tarde para que esté despierto —hablo.
—¿Que parte de preocupado por ti, no entiendes? —pregunto serio.
—Vaya que amargado, debería buscarse a alguien más —dijo en susurro.
—Tks... —gruño, para pronto tomarlo del antebrazo y acercarlo a su cuerpo —Deberías calmar las palabras Camus, que realmente no queremos un cambio de contrato —susurro tan cerca del rostro del menor.
—.... —sus nervios se dispararon. —Eso es lo que mas quiero —reto.
Aquello había hecho sorprender al heleno, haciendo que este simplemente lo soltara.
—Aunque tengas parejas no podrás salir de aquí —dijo el heleno.
—Claro que puedo, solamente porque... —interrumpido.
—Si tu llegas a renunciar, seré capaz de que ninguna otra empresa te vuelvan a contratar, así que asegurate de hacer las cosas, porque si no... —lo atrajo a su cuerpo —... Seré capaz de hacerte sufrir —dijo quien pronto beso la mejilla de este y simplemente se dirigió hacia la segunda planta.
Aquello había dejado perplejo al francés, realmente se había metido en un enorme problema. Camino hasta la sala en donde se encontraba una mucama mirando con ternura al pequeño, pronto la mirada del pequeño hacia Camus hizo que le sonriera, pidiendo los brazos del mayor.
—Puede irse a descansar, yo cuidaré de él —dijo Camus mientras sujetaba al menor en brazos.
—Gracias, cualquier cosa solo avise —dijo y se retiró.
Una vez que se fue, Camus miró con suma tristeza al pequeño, el niño parecía no notar aquello, aun asi se veia muy feliz, puesto el pequeño se había aferrado al mayor, sintiendo la calidez de este. Era raro a decir verdad, pero ese pequeño poseía algo que lo hacía quedarse.
Todo lo que había pensado se había ido por una mierda, tal vez sus posibles vacaciones a final de año se verían arruinadas.
—Hay pequeño, no se como sera de ahora en adelante —habló con suma tristeza.
Ambos habían subido hasta la planta superior, en donde se dedicarian a descansar, Camus llevó al pequeño a la habitación, se acostó con él en la pequeña cama que estaba en esa habitación, esperando que el pequeño se durmiera, puesto sabía que no lo haría, había pasado pegado a su cuerpo debido a la terrible ausencia del mayor.
Cuando finalmente había podido dormir al pequeño, con suma tranquilidad y cuidado lo llevó hasta la cuna, lo arropo bien y se dedicó a acariciar la mejilla del menor, sentía un poco de tristeza.
Salió al pasillo cuando algo lo detuvo.
Ambas manos estaba a lado de su cabeza y dándole la espalda comenzó a escuchar.
—Perdón, no suelo ser así, pero realmente me molesta, me molesta el hecho de que cambies a mi hijo por otra persona, se que no debo de ser asi, se que no debo obligarte, pero me duele saber que mi hijo sufrirá, te tiene tanto cariño que jamás lo separaría de alguien que ama, es mi única razón por la cual hago lo que me pide... —susurro.
Camus había quedado asombrado, realmente aquellas palabras eran reales.
—Si realmente quieres hacerlo... simplemente no te acerques a mi hijo, no soportaría que mi hijo sufriera por alguien que no lo quiere —dijo de manera seria y baja.
Aquello hizo que el corazón de Camus se rompiera, realmente aquel hombre desearía aquello. Camus se giró, mirando el rostro del mayor que detonaba un enorme tristeza.
—Yo no pienso eso —dijo bajando su vista —Porque realmente me he encariñado con el pequeño, si yo llegara a alejarse seria porque usted me lo ha pedido, yo... sería incapaz de hacerlo —dijo.
Milo noto aquello, lo tomó del mentón, pudiendo notar aquellos amatistas.
—Gracias... —dijo en un susurro, nuevamente Camus sintió los labios posarse en la comisura de sus labios.
Aquello había sido todo, Milo se separó, dejándolo solo nuevamente se adentro a su habitación, Mientras que Camus, miró al heleno irse, sintió sus mejillas arder, todo la zona del beso, era raro, jamas habia sentido eso con los besos de su pareja. A menos no por el momento.
.........
Hola.
Lamento mi demora, pero he trabajado más haciendo Oneshot, pronto subiré un oneshot de Aioros x Aioria. Pero por el momento les regalo un capítulo más.
1000disculpen mis demoras.
Gracias por leer.
Saben que los amo demasiado. <3
Los amo, los quiero y quiero que ustedes se enamoren de mis libros.
Hasta la próxima mis amores. ♡
-AntaresLaks
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