Capítulos 10: Schreckliche Kindheitserinnerungen.
Dereck
Unos gritos provenientes de la planta de abajo captan toda mi atención. Giro el cuerpo, asustado. Deposito el pequeño robot de juguete que, hasta hace un momento, sostenía entre mis manos y la dejo en la moqueta carmesí que decora la estancia. Me incorporo del suelo donde, hasta antes de escuchar aquellas voces, me encontraba jugando.
-Toma Roboter,* mi pulsera, prométeme que cuidarás de ella- digo y aguardo la respuesta de aquel juguete, que, a diferencia de mí, me mira sonriendo-. ¿Quieres venir conmigo?
Lo cojo de nuevo y lo estrecho entre mis manos. Me dirijo fuera de la habitación, dando pequeños saltos.
Apoyo ambas manos en la enorme puerta hasta que esta se abre, emitiendo un pequeño crujdo. Las voces siguen aumentando su intensidad a medida que transcurre el tiempo y la tormenta de afuera comienza a apaciguarse poco a poco.
Corro por el oscuro pasillo lo más rápido que mis diminutos pies me permiten. Allí, comienzo a distinguir mejor las voces, son las de mamá y papá, y no parecen estar muy contentos.
-Eres un auténtico cerdo,¿cómo has podido hacerme eso con los niños en casa?-Asomo la cabeza en la estancia donde, efectivamente, mis padres se encuentran gritándose-.No me esperaba esto de ti, Adler.
Entro en la sala. El calor que desprende la gigantesca chimenea al final de la misma, me reconforta. Me encuentro muy confuso ante la situación que se presenta delante de mí, y un poco atónito por ver a mamá tan enfadada. Nunca se enfada, solo cuando no recojo mi habitación o, cuando no me termino la comida que me dan en el colegio, pero,¿papá no recoge sus juguetes? Nunca he visto que jugase aunque, a decir verdad, casi nunca está en casa.
-Hola mi vida,¿qué haces aquí?-Dice mamá acercándose a donde me encuentro mirándoles fijamente, alternando la mirada de mamá a papá. Se agacha para envolverme con sus suaves brazos.
El calor de su abrazo me tranquiliza.
-¿Por qué lloras mami?- Le cuestiono mientras ella apoya su cabeza en mi diminuto hombro. Dejo caer a Roboter al suelo, con el fin de corresponderle el abrazo.
-Mocoso, vete por donde has venido. Tu madre y yo estamos hablando-papá escupe esas palabras en un tono autoritario y agresivo. Después se termina el Whisky que sujeta entre sus manos.
-¡No hables así a mi hijo!-grita mamá, separándose de mí, para fijar la vista en el borracho que se acaba de sentar en su enorme sofá.
-Cariño,¿por qué no le dices a la señora Morgan que te prepare algo para cenar?- Me reconforta mamá. Las lágrimas luchan por salir de mis sacos lacrimales en cualquier momento y transformar mi rostro en un mar de lágrimas.
-No voy a dejarte sola con este monstruo- le señalo y vuelvo a coger mi juguete, sujetándolo a modo escudo para que nos proteja-. Roboter y yo te protegeremos, mami.
Papá se levanta de golpe, arrojando el vaso al suelo que se hace añicos.
Empuja ferozmente a mamá, produciendo que se caiga encima de la mesa de mármol.
No comprendo por qué lo hace, pero a mamá no parece gustarle.
Un trueno suena entonces e ilumina la sala. No puedo proteger a mami ya que estoy asustado, así que me dirijo fuera del lugar, pero alguien me lo impide cuando me coge de la oreja haciendo que grite de dolor, elevándome del suelo. En ese instante, mamá se acerca llena de furia hacia nosotros. Noto cómo mi cara se cruza cuando la mano de papá se encuentra con mi moflete.
No puedo evitar gritar y romper a llorar.
-Por favor, suéltame- suplico, sin éxito.
-¡No le toques!-Oigo a mamá. No puedo decir nada, ya que si quiera veo bien debido a las lágrimas. No siento el lado de la cara que me ha golpeado. La noto caliente.
Entonces, me deja en el suelo. Lo único que oigo es a mi madre gritar y el sonido de unos cuantos cristales al romperse. Siento pavor. No entiendo el motivo por el que mi cuerpo tiembla en el suelo, junto a mi juguete. Lo abrazo todavía más fuerte para que me proteja. Me seco las lágrimas con los dedos y me armo de valor para proteger a mamá. Esta, se encuentra luchando por soltarse de los brazos de mi padre; corro hacia ella pero el brazo de papá me lo impide, lanzándome bruscamente hacia atrás.
Me levanto sin pensármelo dos veces, qunque mi espalda se haya visto dolorida ante el impacto. Prefiero que mamá esté bien.
-Vamos a proteger a mami- susurro a mi único amigo.
-Dereck, vete-me suplica mamá mientras me acerco a papá dispuesto a pegarle con el pequeño trozo de plástico que presento entre mis manos.
-¡No!-grito al mismo tiempo que golpeo sin control sus enormes pies. Este me responde con una patada en el estómago, que hace que me retuerza de dolor y, aunque no quiero, grito.
-¡Dereck, vete! -Grita mami a la vez que lucha para liberarse del agarre del hombre que la sujeta contra la pared, bloqueándole el paso.
-¡Nunca!- Le contesto llorando de importencia, mientras miro la escena sin poder hacer nada. Golpeo los pies en el suelo y continúo suplicando a papá que deje en paz a mami.
-Papi, para-agarro el dobladillo de su pantalón para que me escuche.
-Dereck, bitte**- pero, ¿por qué mami me suplica? No lo comprendo, yo le estoy ayudando.
-Mami-digo-¿Te he hecho daño?
-No, mi vida. Vete con tu hermana- responde con una voz extraña, muy diferente a la que siempre utiliza cuando está conmigo. Parece que no puede respirar-. Llama a la señora Morgan, ella me ayudará, ¿vale?- No parece muy convencida de eso pero igualmente asiento, decidido a cumplir mi misión.
Salgo corriendo de la estancia. Bajo los escalones de uno en uno, lo más rápido que puedo, y, cuando casi llego al último, tropiezo y acabando de bruces en el suelo. Roboter también se cae delante de mí, produciendo un sonido metálico y sordo cuando colipsiona contra la tarima.
Lloro, pero me levanto ayudado con las manos. Me duele todo el cuerpo y no me gusta esa sensación.
-Vamos, Roboter, casi hemos llegado a la cocina- lo vuelvo a tener entre mis manos. Corro por el pasillo para dirigirme a ella. La alegría se apodera de cada parte de mí cuando la veo cocinando despreocupada.
«¿No escuchará los gritos de mami? Estará sorda.»Pienso.
-Señora Morgan, tiene que venir, papá está haciendo daño a mami y no se porqué.
-Dereck, cariño, ven, ¿qué te preparo para cenar?- Responde, ignorando mi pregunta. Aunque su voz está plagada de culpabilidad, cosa que no comprendo en absoluto ya que, ¿por qué no me ayuda si se siente culpable?
-Pero señora, ¿no ve que la va a pegar como no hagamos nada?
La señora Morgan sigue cortando la zanahoria con movimientos rápidos y precisos. Parece ajena a mi estado alterado y mi llanto sin control.
-Dereck, solo tienes seis años,¿cómo puedes pensar que tu padre va a pegar a tu madre?
-¡Porque ya lo ha hecho otras veces! Si no me ayuda lo haré yo solo-me subo en una silla, ya que mi corta estatura no me permite llegar a los utensilios de cocina. Pero la señora Morgan me coge entre sus brazos y me deposita de nuevo en el suelo.
-¿Qué hace? La voy a despedir como no me deje proteger a mi mami.
-Señorito Miller, los niños tienen que cenar e irse a la cama.
Salgo corriendo de nuevo, si nadie va a ayudarme, lo haré yo solo con Roboter.
Comienzo a golpear la puerta donde se encuentra desarrollando la pelea. No sé por qué la han cerrado. El sonido que produzco es apenas un susurro comparado con los gritos de mamá. No cesan.
-¡Adler, no!- vuelve a gritar, esta vez mucho más alto. Su voz se rompe, no sé lo que significa, pero percibo cómo toda su energía se marchan con ese grito. Le duele, está sufriendo.
Siento algo extraño en el pecho, un pequeño pinchazo en el corazón. Vuelven a entrarme ganas de llorar y así lo hago.
-Mami, yo te salvaré- agito la puerta con la poca fuerza que aún conservo, mientras grito desesperadamente.
-Mami, yo te salvaré-repito de nuevo. Comienzo a desesperarme.
Me desplomo en el suelo y me hago un ovillo, abrazando las rodillas con los brazos. Observo a Roboter que se encuentra entre mis manos, apoyado en mi pecho.
-Hemos fallado en esta misión, Roboter- susurro, cerrando los párpados, con la débil sensación de poder dormirme en cualquier momento.
Los gritos van disminuyendo progresivamente, más lejanos. Quizás sea que me estoy quedando dormido o realmente se han alejado, casi por completo.
-Mami, yo te salvaré- susurro como un mantra y aunque suene raro, con el corazón dolido.
Caigo sumido en un profundo sueño, allí, sentado junto a la puerta del salón, sin haber podido ayudar a mamá, fracasado, desesperado, dolido y agotado.
Ella, mientras tanto creo que está gritando.
Lo hace con la misma fuerza que los truenos de la tormenta, como si ella también fuese uno de ellos. Ambos, se escuchan lejanos, escandalosos, tenebrosos, agitan la casa, mi sueño.
Vuelo hacia algún lugar, ya sin energía. En mi sueño, vuelvo a ser feliz, sin que ninguna tormenta me haga llorar.
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*Roboter (significa robot en alemán)
**Dereck, por favor.
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